Los que siguen mi blog desde hace unos cuantos años recodarán que tuve la dicha de lograr un sueño que creía casi imposible ya, escalar el Pico Duarte (el más alto del país y el caribe).
Lo hice por tres años consecutivos (2016, 2017 y 2018) contando ya con algo más de medio siglo de edad. También subí otra montaña (El Mogote) con mucho menos altura, pero con un alto grado de dificultad. Plasmé todas estas experiencias en esta bitácora.
Al regreso de mi primer viaje al Pico Duarte, preparé una entrada con las enseñanzas que esta inolvidable travesía me dejó. La titulé “Enseñanzas del viaje al Pico Duarte”.
En una ocasión compartí una idea que se me ocurrió y tomó forma convirtiéndose en una especie de juego terapéutico que inicialmente titulé “Hojas en blanco” y luego mejorando las ideas lo volví a compartir con el título “Mi propio yo”.
Desde luego que tomé la iniciativa de jugarlo. Pasado un mes jugándolo saqué un buen provecho del mismo y las conclusiones obtenidas las compartí en una entrada que titulé “Hojas escritas”.
Una entrada que para mí es muy especial es la que lleva por título “Dedicado a mis tres hijos”, es un condensado de normas a seguir para lograr crear un verdadero hogar y que la armonía esté siempre presente en él.
Seguiré con otra entrada que me parece valiosa, se titula “Ejercicios prácticos”.
Para finalizar y como hace mención al título del blog, recomiendo leer la entrada titulada “No te resistas, fluye”.
Bueno, ustedes se preguntarán de qué va todo esto...
Pues bien, con motivo del cumpleaños número once del blog, y de que las musas andan ya de vacaciones, lo que se me ocurrió para celebrarlo fue airear estas viejas entradas, que a mi entender tienen un contenido reflexivo muy práctico y fácil de aplicar en la vida diaria.
Además “EL BLOG EN UN LIBRO” que recientemente compartí, tiene una muy apropiada recopilación del contenido del mismo.
Espero que el repaso les sea de provecho.
GRACIAS por acompañarme y dedicarme una parte valiosa de vuestro tiempo.
Terminaré por donde empecé y les dejaré aquí esas enseñanzas del viaje al Pico.
• Vivir el momento presente, como si no hubiera nada más importante que esto, sin pensar en el ayer ni el mañana, eso te libera y aligera el pensamiento y percibes con mayor capacidad el paso que das.
• Soltar cargas pesadas, ajenas o propias, que nada le aportan a mi bienestar presente, a mi salud y mi integridad física, moral y espiritual. Cuando viajamos ligeros de equipaje indiscutiblemente que el viaje es más placentero.
• Disfrutar de cada experiencia y aceptar con agrado y dignidad cada cosa que tenga que recibir, cada detalle es una bendición, nunca una vergüenza ni un fracaso.
• Siempre tenemos el poder interior y la fuerza necesaria para realizar nuestros sueños, solo es cuestión de ponerle fecha y manos a la obra, del resto se encargan el universo y ese poderoso espíritu invencible que poseemos.
• Cuando sientas que no puedas mas no dudes en pedir o aceptar ayuda, esto es un regalo divino, bendice todo y a todos los que se encuentran envueltos en ese regalo que el universo ha escogido tan exquisitamente para ti, nunca desprecies una dádiva que se hace generosamente con el corazón.
• Nunca dudemos de nuestra capacidad, nuestro poder es ilimitado si estamos sintonizados y armonizados con esa fuente de poder que todo lo transforma en vida, energía, alegría y amor.
• La naturaleza siempre estará ahí para ti, cuídala, obsérvala como ella te observa a ti, aprende de ella y con ella, el mundo es hermoso y se sostiene y sustenta de tu belleza interior, cultívala y exprésala como el arte milenario que es, da siempre lo mejor de ti y recibirás lo mejor de todos.
• Cuando te liberas y conectas con tu ser esencial, todo habita en ti y emana de ti, todo se mueve contigo, respira contigo y vive contigo, muéstrale tu mejor cara y sonríele, eres parte de esa hermosa magia llamada vida eterna.
• Cuando subes a la cima de una montaña tan alta, te das cuenta de tu pequeñez y al mismo tiempo de tu grandeza al poder lograrlo, todo está a un segundo de tus ojos y a muchos kilómetros de distancia, todo es tuyo, pero sabes que nada te pertenece.
• Deja fluir las cosas, dales su justo lugar de origen como debe de ser, respeta, honra y venera la vida a tu alrededor, ella es tan sagrada como la tuya, amarla es la mejor bendición y disculparte con ella por cualquier herida, tu más preciada gratitud.
• Agradece cada minuto, cada segundo, cada vivencia, gracias a ella estás cada vez más cerca de trascender.
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