lunes, 28 de junio de 2021
¿Volar, es posible?
sábado, 19 de junio de 2021
Vivimos atrapados
sábado, 12 de junio de 2021
Contando historias
Supo por su madre, que recién nacida tuvo un encuentro directo
con la muerte, y su madrina le contó que apenas lloraba por hambre siendo una
bebita, o por el cambio de pañal. Esto la
hizo recordar que tuvo otro encuentro muy cercano estando aun en el vientre,
del que su madre nunca se enteró. Quizás en su subconsciente, Ella, se negaba a dormir por temor a que la muerte volviera y la tomara
desprevenida.
Desde pequeñita fue tímida y callada. Desconfiada y muy
reservada, poseía una personalidad dominante y autoritaria, pero a la vez
atrayente. A pesar de su delgado cuerpecito tenía una fuerte resistencia, le
gustaba medir fuerzas con los varones, por ser aparentemente más fuertes, así entrenaba hasta vencerlos. Tenía una extraña forma de
divertirse, aunque en Ella, nada era de extrañar.
Sentía una imperiosa necesidad de enfrentar el miedo y
vencerlo una y otra vez, al punto que hizo un hábito de esa especie de tortura.
A pesar de la fortaleza que siempre
exhibía, era extremadamente sensible, emotiva y sentimental, aunque trataba de disimularlo.
A medida que crecía, su don aumentaba, y tenía otras experiencias de adivinación. Tal vez esos
encuentros tempranos con la muerte desarrollaron mucho su sexto sentido, o se
trajo algún tipo de don del más allá, su oído era muy agudo...
Un día, pasando frente a una casa, la reconoció como la que
veía en sus sueños, por fuera era igual a como la soñaba, incluso del mismo
color, al entrar lo comprobó, se la sabía tal cual sin nunca haber entrado allí. Ese día le empezó a dar importancia a sus adivinaciones. Luego
descubrió un poder que le sirvió para hacer realidad muchos de sus deseos, por
suerte eran siempre nobles, lo último que deseaba era dañar a alguien.
Pero otro repentino encuentro con la muerte, en el transcurso
de unos días, la llevaron a hacer cosas que nunca pensó, desde desear la muerte
de algún molestoso animal, lo cual conseguía de inmediato, hasta hacer que las
personas se enemistaran sin ninguna razón aparente, así empezó a desarrollar su
poder y a hacerse un poco malvada. Llegado un momento crucial, había
desarrollado su poder casi sin poderlo controlar.
En una fiesta patronal en la que estaban casi todos los del
pueblo, logró hacer caer al mismo tiempo a todas las parejas que bailaban,
incluyendo a sus padres, aquello fue muy extraño para todos, y en medio del
caos, ella reía a placer, no podía parar de reír cada vez más maliciosamente,
por lo que sus padres se vieron obligados a sedarla y retirarse con Ella a la casa.
Al despertar, su rostro tenía una expresión maquiavélica y parecía otra niña, comenzó de nuevo a reír de aquella manera y sus padres, por recomendación médica, tuvieron que recluirla en un centro psiquiátrico.
Lo que allí ocurrió durante los ocho meses de su estadía es casi inenarrable, aunque no se podía afirmar que fuera ella la culpable, todo apuntaba a que sí lo era.
Sus padres decidieron sacarla de allí y llevársela a casa. Por
un tiempo, todo marchaba tan tranquilo como
antes de ese extraño suceso en la fiesta, incluso le pidieron perdón por haber
dudado de ella y trataron de olvidar todo lo sucedido. La niña, que ya contaba
con 10 años sonrió feliz y los abrazó.
Al cabo de un año, llegó al pueblo un nuevo cura, el otro
había enfermado desde que la niña hizo su primera comunión, cuentan que ella lo
miró a los ojos y quedó ciego en ese mismo instante, luego de unos días
empezaron las convulsiones, hasta que murió.
También sus padres al poco tiempo murieron, el mismo día
ambos, sin encontrar ninguna explicación a su muerte, y Ella, nuevamente reía descontrolada y con esa mirada malévola de
antes.
Nadie se atrevió a llevársela y la enviaron a un convento de la ciudad.
********
Han pasado 10 años, en su pueblo natal la tierra se volvió árida, y todos fallecieron de una extraña enfermedad.
Cuentan que se hizo monja, que su vida cambió. Pero de noche, fuera del convento, ocurren cosas muy extrañas… Aseguran que la
han visto deambular por las calles oscuras, vestida de la muerte, y que han
escuchado su risa descontrolada y malévola retumbar las paredes del convento. Sus puertas y ventanas siempre permanecen cerradas, ya nadie entra ni sale de allí.
De vez en cuando un forastero
tocaba a la puerta, y se veía a una monja asomar y sonreírle, un buen día, este apareció muerto, de causa sobrenatural. Se corrió la voz y nadie viene ya, la gente no hace vida nocturna y son pocos los habitantes que hay.
Ella, sigue deambulando y riendo sin parar, aunque cada vez lo hace con menos fuerza.
********
Hace un mes la vieron tirada frente al convento, desnuda en posición fetal, parecía una niña inocente, reía, más su sonrisa, era angelical. Tenía un bebé en brazos, pero nadie se acercó, solo su fiel guardián...
890 palabras
P.D. Su nombre era Ella.