lunes, 27 de enero de 2025

Hablando de la vejez

El Tintero de Oro propone un nuevo reto para sus microrrelatos este mes de enero, sobre el tema de la vejez, que tiene tanto jugo para extraerle como cantidad de personas envejecidas hay en el mundo, y eso que la pandemia se llevó a muchos de ellos, aun así, el número es enorme y por suerte cada día se van sumando más...

Como en mi última participación en los micros del Tintero el tema central era la vejez, esta vez paso, pero aprovecho para escribir una vez más sobre el tema a manera de reflexión y compartir una especie de soliloquio que me inspiraron las musas.  


Al final dejaré un mensaje que hace mucho tiempo recibí por correo y tengo en una de las páginas del blog. Desconozco el autor. 

Entrando en el tema, del que puedo hablar con conocimiento de causa, sea porque tengo a mi padre anciano, con 96 años, en condiciones bastante aceptables para su edad, tanto físicas como mentales, y también por mis 65 recién cumplidos, ya en la antesala de la vejez, puedo decir que me está mirando, aunque mantenga la distancia. 

Pues bien, con el paso de los años apreciamos más los días, la naturaleza y la belleza interior, esa que es el reflejo de nuestra alma, nuestra verdadera esencia espiritual. Apreciamos más a los demás, hay cierto cariño hacia ellos, una especie de conexión afectuosa tal vez inexplicable, pero emocionalmente necesaria.

Si en los niños hay inocencia y ternura, en la vejez hay sapiencia y dulzura, dos etapas de vida que tienen mucho en común, una marca el inicio y la otra el final, pero ambas son iguales de hermosas e indescifrables, ya que, así como no sabemos lo que está pasando por la mente de los niños pequeños, ni entendemos su lenguaje, tampoco lo que están pensando nuestros viejos mayores, que también hablan de forma muy extraña a veces.

A medida que seguimos envejeciendo muchas cosas materiales dejan de tener importancia para nosotros, hasta la alimentación. Estamos medio absortos del mundo, divisando el sendero final del recorrido. 
Al ir envejeciendo nos hacemos sabios por las experiencias y aprendizajes de vida. Somos más independientes de las etiquetas y el qué dirán, más auténticos…, quizás porque entendemos que ya poco o nada tenemos que perder, o porque conocemos el verdadero valor de la vida, y nos hacemos conscientes de que el final, es siempre un nuevo comienzo.

De esa manera, comenzamos a hacer el viaje de regreso al origen de nuestra existencia, y a deshacernos de la carga material y emocional que acumulamos, a donde vamos no necesitamos nada, solo el cúmulo de energía adquirida con nuestras experiencias terrenales.


Aquí les comparto lo que catalogo como un soliloquio



Viejo, ¿Y qué?   204 palabras

Me llaman viejo porque he vuelto a ser un niño

Tratándome sin respeto, olvidando que he vivido muchos años ya

Años que ojalá todos puedan alcanzar.

Miro a mi alrededor, sé que ya no pertenezco a este mundo

Más, sigo amando toda su belleza y lo mucho que me dió

Días soleados, alegres y coloridos

Noches claras plagadas de estrellas y esplendor

También amarguras que no supe endulzar

Lágrimas que no dejé que me ayudaran a secar

Ruidos y algarabías incontrolables

Silencios y soledades insospechables

De todo comí y bebí, a granel y también a sorbos

Incluso del amor prohibido hice mi nido

Disfrutando su néctar y olvidando lo prometido

Más, ahora que con desprecio me llaman viejo

Solo tengo sin estrenar un único anhelo

Cerrar los ojos, abrir los brazos y alzarme en vuelo

Para verte de nuevo sonreír y decirme

Aunque sea una sola vez “Te quiero”

Y cual pájaro feliz, poder encontrar consuelo

Descansando en una nube en lo más alto del cielo

Pero si acaso me cayera al despertar de este sueño

Ten por seguro que volvería a esta vida

Para vivirla de nuevo con la misma alegría

Y quizás tener la suerte de que en ella tú seas mía.  


Para terminar, les dejo el mensaje del que les hablé, de autor desconocido, al menos para mí.

Como amar al adulto mayor
 
Déjalo hablar… porque hay en su pasado un tesoro lleno de verdad, de belleza y de bien.

Déjalo vencer… en las discusiones, porque tiene necesidad de sentirse seguro de sí mismo.

Déjalo ir a visitar... a sus viejos amigos porque entre ellos se siente revivir.

Déjalo contar... sus historias repetidas, porque se siente feliz cuando lo escuchamos.

Déjalo vivir... entre las cosas que ha amado, porque sufre al sentir que le arrancamos pedazos de su vida.

Déjalo gritar... cuando se ha equivocado porque los ancianos como los niños tienen derecho a la comprensión.

Déjalo tomar un puesto… en el automóvil de la familia cuando van de vacaciones, porque el próximo año tendrás remordimientos de conciencia si ya no existe más.

Déjalo envejecer... con el mismo paciente amor con que dejas crecer a tus hijos, porque todo es parte de la naturaleza.

Déjalo rezar... como él sabe; como él quiere, porque el adulto mayor descubre la sombra de DIOS en el camino que le falta recorrer.

Déjalo morir... entre brazos llenos de piedad, porque el AMOR de los hermanos sobre la tierra, nos hace presentir mejor el torrente infinito de amor del PADRE en EL CIELO.

FIN DEL MENSAJE



I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

viernes, 17 de enero de 2025

La milla extra

Siempre tenemos metas y propósitos por cumplir que nos llenan de ilusión y son el motor que nos impulsa a seguir adelante en esta vida, en la que no todo es color rosa, hay muchas piedras grandes en el camino que a veces nos cuesta saltar, y salir ilesos es casi un imposible.

Los tropiezos traen consigo secuelas, pero también aprendizajes. 


Al aventurarse y arriesgarse a transitar lo desconocido, por alguna razón del alma, por un ímpetu que no podemos controlar, o simplemente porque la vida nos fue llevando casi sin darnos cuenta a determinados lugares y metiéndonos en asuntos que a pesar de no percibirlos como propósitos nuestros, sí lo son.

Es muy común escuchar decir 

“Yo nunca pensé que podía llegar a ser esto o aquello, o vivir tan lejos de mi casa y los míos”. 
 
“Jamás se me hubiera ocurrido pensar que la salida de esa noche iba a marcar un nuevo rumbo en mi vida”

“Nunca sabré porqué dije que sí, tomé ese vuelo y mi vida dio un giro que me hizo descubrir mi Yo verdadero”.

 O cosas por el estilo… 

Por muchas vueltas que le demos a esos avisos debido a los temores que guardamos dentro, y a la supuesta seguridad que nos brinda lo conocido, hay algo más fuerte que nuestra persona física, que nuestros miedos y todo tipo de especulaciones, que nos seduce y reviste de un valor casi irracional para conducirnos hacia un algo desconocido, pero muy convincente para lograr movilizarnos.  




A veces logramos alcanzar nuestras metas y nos quedamos con cierto vacío existencial, como si no hubiéramos completado el proceso del éxito esperado. Es ahí donde debemos caminar la milla extra, pues es casi seguro que ese éxito no es la culminación de nuestro propósito, sino un eslabón o peldaño más de la escalera ascendente en nuestro andar. 

Caminar la milla extra es dar más de lo que esperamos o se espera de nosotros, es demostrarnos que hay una fortaleza interior inagotable y que siempre se puede llegar un poco más lejos de la meta.

Viendo lo expresado en retrospectiva, la meta es una utopía, no hay tal meta, lo que sí hay es un sendero para andar y conocer sus montes y llanos, sus oasis y desiertos, sus flores y espinos, sus alegrías y tristezas… Pero sin una finalidad no hay forma de que empecemos el viaje y de que en el transcurso nos demos cuenta de que en la unión está la fuerza.




El 2025 será un año decisivo para caminar muchas millas extras y culminar nuestro viaje terrenal. No olvidemos lo aprendido en tantos años y siglos anteriores. 

OJO, la vida se está abriendo camino por sí sola y nos tratará de salvaguardar de alguna manera, cooperemos con este propósito universal, o pereceremos como raza predominante y colectivo humano.  


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

lunes, 6 de enero de 2025

Siempre se aprende...

La vida es un gran misterio en la que siempre se aprende y se regocija el alma con cada nuevo aprendizaje. 

Pues bien, hay regalos y hay obsequios, quizás tengan el mismo significado estos dos vocablos, pero para mí, hay cierta diferencia en ellos.

Los regalos, son algo generalizado, cualquier detalle sirve a la hora de entregar un presente, ya sea por compromiso, agrado, cumplido, etc.

Los obsequios, son algo personalizado, buscado específicamente para un alguien especial o determinado al que desees agradar, agradecer o acariciarle el alma. Puede haber un motivo especial para otorgarlo como también ninguna razón aparente, solo guiado por tu corazón.

Se dice que todo está interconectado y que lo que es para tí, te atrae o lo atraes, y que nunca es tarde, si la dicha es buena. 

Para finalizar el año, nuestra querida compañera y admirable bloguera Irene Garza, hizo un precioso obsequio a los más frecuentes lectores en su blog “La Quimera”. Tarjetas musicales consistentes en vídeos que su corazón relacionaba con nuestros respectivos blogs y personalidades…  




El vídeo que me dedicó Irene, además de encantarme el detalle, me llegó muy profundo al alma y me sentí bastante identificada con él, tanto que, indagando en la esencia del video (la canción y la artista) descubrí un personaje desconocido para mí — me llenó de alegría saber de su existencia y legado—, conocida como La abuela Margarita

Estoy segura de que como nada sucede por casualidad, su sabio legado me servirá para seguir transitando este camino con más facilidad y ligereza álmica.  

Dejo aquí parte de la información que encontré sobre ella y su trayectoria de vida, además de un vídeo con la canción, en el cual ella actúa junto a Amparo Sánchez. 

La respetada abuela Margarita (Margarita Núñez García) Nativa de Jalisco-Guadalajara (México), se crió en el campo con su bisabuela curandera, y vivió más de veinte años en la montaña. Viuda, con dos hijas y varios nietos, la abuela decía haber aprendido "el amor sin apego" y que "la muerte no es muerte, es solo cambio".

Sus famosos cantos vibrantes estaban dedicados a los elementos de la Naturaleza, el sol, el agua, la tierra, el aire. Practicó círculos de danza y canto, temazcales (baños de vapor ancestrales), honras al "Gran Espíritu" (cualquiera sea la forma de nombrar esta energía divina). Su tarea principal consistió en acompañar a muchos en sus búsquedas interiores mediante conferencias y retiros.
Desde hace muchos años, la chamana, humilde consejera y sabia de su tierra, formaba parte del Consejo de Ancianos Indígenas, una reunión a nivel internacional que integra a líderes de pueblos originarios para difundir su mirada sobre la Tierra y la humanidad.
En una entrevista dijo lo siguiente: En la vida todo es experiencia, y las experiencias son necesarias. Habrá que preguntarse: '¿Por qué está uno luchando?'. Una vez que las cosas suceden, pasado un tiempo hay que aceptarlas." 

Transmisora de una filosofía de vida basada en el amor, el respeto a la Naturaleza y al cuerpo que somos, la abuela Margarita, heredera de la cultura maya y portavoz de sabiduría ancestral falleció a los 86 años, dejando un buen legado filosófico propio de una líder espiritual maya, con sus consejos y ceremonias, además con su ejemplo.

Aquí algunas de sus más famosas enseñanzas:

- "Si quiero algo me lo doy a mí misma. Y funciona. Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros”. 
- "Cuando la humanidad recuerde quién es, vendrá un cambio maravilloso."
- “Recuerda, la vida es preciosa / la más grande tarea es amar y ser amada / Recuerda, la vida es preciosa, la más grande tarea es amar y valorar todo lo que me rodea / Y ser feliz, feliz, feliz. Y bueno, yo digo que, si te repites cien veces eso mismo, el cansancio se va a acabar."
- "Ya no me preocupo en ser descendiente de ninguno. Lo importante es que somos seres humanos. Antes me interesaba la lengua maya, la náhuatl y muchas cosas, pero hoy me interesan la intuición y la clarividencia."
- "Yo les invito a no hacerse discípulo de nadie, pues cuando uno se hace discípulo, entrega el poder."
- "El poder del Gran Espíritu está ahí para todos, basta tomarlo."
- "Nuestros pensamientos tienen el poder de crear nuestra realidad".
- “El mundo ahorita es tecnológico. La Madre Tierra está llena de tecnología y de industria, pero hay muchas industrias que dañan a la Madre Tierra y la dañan muchísimo. Un día nuestro amor a la Tierra nos volverá a unir y las abandonaremos, desaparecerán. Entonces la tecnología nos servirá para medir la distancia entre nuestras capacidades de clarividencia, intuición, poder de ubicuidad, clariaudiencia.”
- "El despertar femenino corresponde al corazón y afecta por igual a hombres y mujeres. Nacemos con dos posibilidades, el amor y el miedo, y se trata de cambiar las emociones hacia al amor."
- "Debemos ver nuestro cuerpo como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado, esa es la manera de que sea dulce y nos llene de sentido. La vida llega a través de ese acto de amor. Si banalizas eso, ¿qué te queda? Devolverle el poder sagrado a la sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida. Cuando la mente se une al corazón todo es posible."




IRENE, mil gracias preciosa joven de mágicas letras y enorme corazón de oro, te dedico esta entrada y agradezco que me llevaras hasta esta gran mujer, que vivió lo suficiente como para envejecer con lucidez y belleza, transmitiendo su sabiduría, bondad, amor, respeto a la vida y al planeta que habitamos.

GRACIAS ABUELA MARGARITA POR TU SABIO LEGADO Y AMOR.


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.