viernes, 27 de noviembre de 2020
La diosa del lienzo y el pincel
miércoles, 18 de noviembre de 2020
Un día diferente
jueves, 12 de noviembre de 2020
Diversificando el aprendizaje
Amables lectores y amigos, como quien no quiere la cosa, sigo tratando de aprender otros géneros literarios, y de nuevo me he enganchado en otra propuesta de David Rubio Sánchez y su Tintero de Oro.
He creado una nueva página en el blog titulada “Participaciones literarias” con la finalidad de agrupar mi participación en dichas propuestas, pueden hacer clic en el titulo y echarle un vistazo si lo desean.
Dicho esto, y abordando el tema, en esta ocasión el reto es más sencillo y bastante provocador, solo es cuestión de escribir una historia que no pase de 250 palabras y que termine con un glorioso, interesante o inquietante “Continuará...”
Aquí vamos
LAS SOMBRAS DEL TERROR 250 palabras
Con lágrimas en los ojos, y todavía disfrazada, llegué al callejón con el corazón acelerado.
Sucedió de repente, nunca había presenciado una masacre, había sangre por todos lados, y en medio del tormentoso espectáculo, estabas ahí parado. Tenías un disfraz azul y una careta roja, pero tu mirada es profunda y tus ojos inconfundibles, te reconocí al instante.
El rictus de tus labios me dio la sensación equivocada, pues creí que como yo, estabas asustado. Me acerqué para abrazarte, y sentí un fuerte aguijón penetrar en mi hombro, te miré con asombro, con el cuchillo en lo alto, dispuesto a repetir la puñalada.
Entonces eché a correr, tratando de comprender el por qué hiciste tal desastre. Me detuve en el callejón a coger aire, y cuando me disponía a seguir huyendo, apareciste de la nada. Al sentirme atrapada quedé paralizada, tu aliento me envolvió y caí desmayada.
Desperté en el hospital con varias heridas más, al preguntar que me pasó, empecé a recordar... Antes de desmayarme alguien apareció de repente en el callejón, sentí dos veces más ese aguijón en mi espalda y cual bestia inhumana, ese alguien se acercó, imploraste perdón y vi cómo te devoraba, en ese mismo instante yo me desmayaba.
La policía me interrogó. Dijeron que en el lugar no había pasado nada, que no había callejón en la cercanía, y que de seguro mentía.
No bien escuché eso le vi entrar, un grito sobrecogedor salió de mi voz, y nuevas heridas empezaron a sangrar.
Continuará...
jueves, 5 de noviembre de 2020
Despertemos a la vida real
El domingo presencié hermosas escenas en el parque donde realizo mis caminatas, lo primero es que estaba lleno de familias (padres con sus hijos pequeños) dándoles un respiro al aire libre que tanto bien les hace, además de ese compartir y afianzar los lazos de amor familiar entre las parejas y los hijos.
Pero algo que ví y disfruté al máximo, fue una carrera que estaban por empezar dos niños como de la misma edad (4 ó 5 años), aparentemente hermanos y tal vez mellizos, estaban con sus aparentes padres (uso la palabra aparente, porque nada es lo que parece)...
Pues bien, la madre los alentaba a llegar a un determinado árbol que estaba bastante cercano para ver quién llegaba primero. Y uno de los niños dijo, lo haremos juntos a la vez, recuerda que somos un equipo.
Ella rió y dijo, claro que sí, ¡Adelante, vamos a correr!
El niño replicó, a la cuenta de tres, y la madre empezó a contar, uno, dos, tres..., el otro niño no salió tan rápido y él lo esperó, instándolo a correr, tanto en la salida hacia el árbol, como de regreso, en la que ese otro niño también se demoró, y como era de esperar, corrió a la par para llegar juntos. ¡Maravilloso es el ser y la sabia consciencia de ese niño!
Fue algo muy significativo para mí observar este episodio, porque ese niño le dio una buena lección a la madre, haciéndole notar que no iban a competir, pues eran un solo equipo. Y algo que desde muy chicos nos enseñan, es a competir... aunque no haya quizás una mala intención en ello, nos crea muchos malestares y traumas que mayormente hacen que nos sintanos inferiores o muy altaneros.
Y si precisamente eso somos el colectivo humano, un solo equipo, ¿Por qué esa necesidad imperiosa de dividirnos y competir?
Cabe decir que no escuché al padre hablar, pero si parecía estar bien extenuado, como buscando algo extra de aire, es probable que estuviera practicando otros juegos con ellos, y es bien sabido que los niños son agotadores e incansables, y después de este encierro más.
Muchos padres sacan a sus hijos a divertirse, otros no pueden, están agobiados del teletrabajo, y tantas responsabilidades, o tienen mucho miedo del contagio. Los niños lo pasan bien afuera, pero cabe decir que desde que están más tiempo en la casa con los padres, aún no los saquen a pasear, lucen más saludables y alegres, esto lo digo con propiedad, pues tengo sobrinos con hijos pequeños en esta situación.
Asi que hay de todo para contar como consecuencia de esta pandemia, muchas noticias malas y muchísimas buenas..., centrémonos más en estas últimas y sigamos teniendo motivos para bailar.
Mientras el cambio no se acabe de instalar, pasaremos por pruebas cada vez más difíciles, hasta que el colectivo humano, en su mayoría esté preparado para seguir avanzando y dar el siguiente paso, ascendiendo la escalera de la vida, que nos llevará al portal dimensional que hace tiempo nos espera para dar a luz a una nueva y luminosa humanidad.
No esa que nos están vendiendo tecnológicamente gracias a la inteligencia artificial y la robótica, si no a una que nos revelará toda la sabiduría perdida y acabará con el sufrimiento humano y del planeta, dotándonos de una consciencia superior que todo lo convertirá en armonía, paz y amor.
Amables lectores, optemos por mejores opciones, no nos conformemos con juguetes desechables y sumamente costosos...
No solo por el dinero que cuestan, si no por todo lo que hemos tenido que padecer y sacrificar, y lo que todavía nos falta. Si nos sometemos a esa jerarquía del poder absoluto que nos están ofreciendo tan engañosamente, seremos fieles servidores de mentes enfermas, o la de los dueños de todas las tecnologías de punta y de las plataformas tecnológicas, que sin pensarlo mucho usamos, bajo un contrato que nunca terminamos de leer y del que dificilmente nos podamos zafar, a menos que despertemos.
Abramos los ojos del entendimiento y pensemos por nosotros mismos, la mayoría está loca porque al fin nos pongan la famosa vacuna que tanto revuelo está causando, para volver a la misma vida superflua, pero la mayoría no sabe que estará cada vez más a merced de fármacos y dependencias de todo tipo y sin saber bien los riesgos y las verdaderas intenciones que hay detrás de todo esto...
Buscando imágenes para esta entrada, me topé con la siguiente frase:
“Ser famoso en las redes, es como ser rico en monopolio, NO ES REAL”
Los exhorto a que salgamos del engaño, ya nada es lo que parece ser...
Recapacitemos, no nos adentremos más en la realidad virtual. NO ES REAL.
¡Despertemos a la vida real, antes de que sea demasiado tarde!
I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente.
Un extracto de esta entrada fue publicado en el periódico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/opiniones/dan-de-que-hablar/despertemos-a-la-vida-real/
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