miércoles, 1 de septiembre de 2021

Contrastes de la naturaleza

Luego de un descanso breve, aquí me tienen, agradeciendo a las musas su presencia y ayuda, para continuar en este espacio virtual que se ha convertido en parte de mi vida. Esta entrega guarda relación con la que les dejé como breve despedida, "La simpleza de vivir". 

Muchos esperan con ansias el verano, para tomarse unas vacaciones y disfrutar al aire libre del calor del sol, otros, esperamos que el agobiante calor del sol, nos dé una tregua, aunque sea con la llegada de un ciclón… La vida es así de contrastante, y así mismo es la naturaleza humana y la naturaleza de todo.

En el caribe la temporada ciclónica trae sus estragos, unas veces muy dramáticos y dolorosos, otras veces, son hasta cierto punto bienvenidos, porque alivian el calor y la sequía. Mientras que en otros hemisferios, el frío es devastador y no permite hacer vida en el exterior, en el caribe extrañamos el frio y siempre hay sol y calor.

Lluvia y sol, frío y calor, inundaciones y sequías, abundancia y miseria, alegrías y tristezas, satisfacción y frustración… Preferimos comer helado para refrescarnos del calor y tomar un té calientito para paliar el frío. Todos estos son puntos extremos, pero en medio de ellos está el equilibrio.  


Así de simple y complicada a la vez es la vida, deliciosa y benévola para unos y malvada y mezquina para otros. Pero para la mayoría es una mezcla de frío y calor, que da como resultado la tibieza, aunque a veces se excede en lo frío y en otras ocasiones, se excede en lo cálido, impera el término medio.

Y precisamente es ese término medio el que debería regir nuestra visión de todo, no es nada conveniente ser extremistas, ni muy optimistas, ni muy pesimistas, los extremos son muy riesgosos, de eso nos pueden hablar los que practican dichos deportes.
 
Si bien es cierto que las altas dosis de adrenalina hacen el momento más intenso, no es menos cierto que esta misma razón hace que los otros momentos nos pasen casi inadvertidos, nos hacemos adictos de dicha adrenalina y perdemos el verdadero disfrute de las cosas simples y aparentemente pequeñas de la vida.

La imagen anterior nos da una sensación placentera de armonía, belleza y paz, todo queda al descubierto y muestra serenidad.

Ahora, mirando la imagen a continuación, no a todos les produce la misma impresión, para mi es encantadora, muestra un lugar de magia y comunión con la naturaleza, pero otros podrían sentirse temerosos, sin saber qué podrían encontrar más allá de lo que se muestra, y las emociones que despierta son muy diferentes en cada persona.




¿Si te proponen visitar uno de estos dos lugares, por cual te decidirías?

A mí me encanta la primera imagen destila paz, pero tengan por seguro que preferiría la segunda. Hay paz en el descanso y la serenidad, pero en la actividad, si nos mantenemos atentos y gozosos, también hay paz. 
 
Esa puerta tiene un magnetismo que me atrapa, independientemente de todo lo terrible que se me pueda ocurrir que hay detrás, la elegiría, y trataría de encontrar allí, el mismo remanso de paz que muestra la primera imagen. 

¿Por qué? Es simple y complicado a la vez de entender y explicar. 

Diría que la primera imagen es lo conocido, un lugar muy parecido a otros ya visitados, además de que el conjunto es lo que se erige y ofrece mayor deleite a la vista. 
La segunda imagen es lo desconocido, solo muestra un poco del lugar, cada tramo podría ser excitante y desafiante, además de reconfortante, al convertirnos en parte íntegra de ese bosque verde. Otros dirán, que también hay muchas posibilidades de que cada tramo fuera lo contrario, y resultara inquietante y horripilante… 
Como dice el dicho “Todo es según el color del cristal con que se mire”.
 
Ya lo ven así es todo, simple y complicado a la vez, hay que ahondar en las razones, las causas psicológicas, emocionales y hasta espirituales, que nos llevan a una que otra elección en la vida, pues así la transitamos, eligiendo siempre, y creando nuevas elecciones a través de las ya escogidas. 
Lo descabellado es, que ni siquiera nos detenemos a pensar en el porqué de nuestras elecciones, para así poder elegir de manera consciente. 

El verano es una estación en la que podemos hacer un sinfín de cosas que en otras no podríamos, aprovechar esto es de sabios, de personas conectadas con la naturaleza, los días más largos, cálidos y claros nos ofrecen maravillas por explorar y disfrutar, así que espero que todos lo hayan aprovechado al máximo, y al término de este verano, se den un tiempo para reflexionar en todo lo que hicieron, y en todo lo que quisieron hacer y no hicieron, y sobre todo en el porqué de lo que hicieron, y el porqué de lo que no, aun queriéndolo hacer.




Esta introspección les ayudará a identificar que están postergando en su vida y cuál es el motivo para hacerlo, y espero que también les ayude a no volver a hacerlo más. 

Recuerden mantenerse centrados, abandonen los extremos y las posiciones extremistas, inhiben el disfrute natural y el goce de estar total y cabalmente vivos. 

Sin importar la estación del año, disfruten cada una con intensidad, esto se logra haciendo lo que más les gusta y les satisface, y reconociendo y aceptando que todo es temporal, menos esa paz, alegría y gozo interior que nos produce el vivir a tope con nuestra verdadera esencia. 


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

8 comentarios:

  1. Bienvenida de nuevo querida, Idalia.

    Muy bueno el enfoque que realizas sobre el significado del verano versus vacaciones ya que su verdadero valor es la desconexión y no tanto las condiciones climáticas que tengamos en el lugar donde vivimos.

    Sugerente la segunda imagen que nos presentas y que nos abre una puerta hacia lo novedoso. Alicia, sin duda, elegiría la misteriosa puerta natural. Yo también je, je. Por otro lado, todo aquel que logre el equilibrio entre sus deseos y sus obligaciones estará más cerca de la felicidad.

    Un fuerte abrazo hasta tu maravillosa tierra.

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    1. Miguel, muchas gracias por esa bienvenida, igual te doy la bienvenida de nuevo al ruedo a ti.

      Y gracias también por el comentario que me dejas, reforzando esa desconexión que es lo necesario y primordial a la hora de vacacionar.

      Me gustó que trajeras a colación a Alicia, ja, ja, creo que en algún momento de nuestra vida, todos tuvimos ese espíritu aventurero de ella.

      Para enmarcar tus últimas palabras reflexivas que aquí suscribo: "todo aquel que logre el equilibrio entre sus deseos y sus obligaciones estará más cerca de la felicidad". una frase valiosa y muy certera querido amigo, me encantó.

      Te dejo otro fuerte abrazo, que te llegue hasta tu bello Madrid.

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  2. Querida Harolina.
    Diría que esta es una entrada que rezuma equilibrio, en la balanza están los opuestos y quienes se inclinan por uno pueden estar siendo extremistas al no actuar con plena consciencia. La naturaleza nos muestra muchas caras como son las estaciones. A mí todas me gustan y ni siquiera espero el verano u otra para hacer vacaciones. Estas (un nombre más), me sugieren a veces que las realizan gentes para poder descansar después, jaja.

    En el mundo tenemos de todo, y que bueno que nos hagas reflexionar sobre los opuestos que podemos encontrar en cada momento. Eludimos la calor como el frío y siempre encontramos maneras de paliar el "duro momento". La introspección que propones me parece muy útil, es la única manera de poder conocer lo que necesita nuestro verdadero Ser y los motivos por los que se mueve...

    Hermosas las imágenes, también me quedo con la segunda, enseguida que vi la primera, me dije que era muy familiar. Seamos aventureros, y me adentro por la puerta misteriosa. Volemos hacia lo místico e inesperado, pues la vida es una bella caja de sorpresas.

    Bienvenida, querida, con tus musas, las que nunca te abandonan y ayudan a ayudar.
    Gracias por esta reflexión que ha llegado a tu Ser.
    Un abrazo enorme, amiga.

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    1. Mila, gracias por venir y dejar tus huellas, siempre reforzando el contenido. Y que bueno que destaques lo de esa introspección del final, como dices, como una manera de conocernos y saber lo que necesitamos en realidad.

      Convirtámonos en Alicia, ya que la mencionó Miguel, y adentrémonos imaginariamente por esa puerta, y descubramos nuestro mundo interior, plagado de sorpresas...

      Recibe mis gracias, de parte de las musas y otro fuerte abrazo, querida y entrañable Mila.

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  3. Soy más de gusto por el frío. El calor es muy molesto.

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    1. Muchas gracias por la visita y las huellas Alexander.

      Si que es molesto el calor, el frío es preferible, siempre y cuando no sea todo el año y se pueda hacer vida en el exterior sin sufrir grandes consecuencias. Pero como dicen, a todo se acostumbra uno, y el calor ya es parte de nuestra vida cotidiana.

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