Aunque el insomnio me visita con frecuencia, tengo varios sueños en una misma noche y regularmente los recuerdo. Pues anoche no fue diferente, me desperté con un vago recuerdo del último sueño que tuve, y con una frase extraída de él.
En el sueño, trataba de consolar a alguien muy cercano que estaba enojado y muy dolido por la actuación desconsiderada de un amigo al que había ayudado y apreciaba mucho, me vi diciéndole al abrazarlo que
“Lo importante no es lo que se recibe, sino lo que uno da”.
Esa frase me resonó varias veces antes de despertarme completamente y enseguida me dije, va reflexión para el blog, y precisamente ayer una querida amiga bloguera, Irene Garza, me dejaba un comentario en la última entrada, aquí lo copio
“Te escribo porque hace días que no publicas, y se te añora, muy mucho, :) Así cuatro palabritas, como un telegrama o señales de humo, ja, ja, ja. Besos, y feliz mes de marzo, querida Idalia”.
Fíjense cómo trabaja el cerebro y la conexión humana, en sueños se me susurraron de mi propia voz esas escasas palabras, resultaron ser más de cuatro, pero son tipo telegrama para dar esas señales que me pedía.
Irene, espero que lo que surja como reflexión de la frase te sea de agrado y provecho.
Pues de vuelta a la frase “Lo importante no es lo que se recibe, sino lo que uno da”.
Ustedes dirán que somos humanos y es inevitable sentirnos defraudados, así es y pasa, pero si permitimos no quedarnos en ese sentir y rápidamente reaccionamos, nuestro pesar no durará mucho.
Cuando queremos a alguien y lo ayudamos de la manera que sea, o le hacemos regalos apropiados, no deberíamos hacerlo con la intención de recibir algo a cambio. La generosidad no es un trueque, ni un compromiso, es algo espontáneo que nos hace sentir bien al ser así, esperar que también los otros lo sean es mezquino y le quita la belleza a la supuesta generosidad que tuvimos, que es más bien un seguro de vida, por así decirlo.
El enojo es normal, pero debe ser pasajero, no anidarlo ni tomar represalias contra quien nos defrauda o nos hiere, quizás, hasta sin saber que lo hace, o porqué lo hace.
Siempre estamos esperando cuando damos, y lo más hermoso es que aun sin esperarlo recibimos, por cada dádiva.
Lo que sucede es que no necesariamente viene de la misma persona favorecida, hay tantas bendiciones que recibimos hasta de desconocidos y que pasamos por alto, que si sumáramos lo dado por lo recibido, y lo pusiéramos en la balanza, es casi seguro que quedaríamos en deuda siempre.
Además de que la satisfacción de dar, no se compara con la de recibir, siempre y cuando se dé con generosidad y desprendimiento verdadero. La mayor recompensa es ese sentimiento de gozo y gratitud inmediata de ambos lados, y lo más sano sería que luego se quede en el olvido, así no creamos compromisos, ni estamos a la expectativa de recibir compensación.
Pero como no vivimos de lleno el presente, porque el pasado nos supera, perpetuamos ese momento y si un dia teniendo la oportunidad de reciprocarnos, no lo hacen, entonces nos sentimos mal y hasta juzgamos duramente el hecho.
Retomando el sueño, lo mejor fue que esa persona a la que le hablaba entendió mi punto de vista, reconoció su error y cambió su enojo por comprensión.
Volviendo al mensaje de Irene, le contesté que mil gracias por estar atenta, que seguía con vida, pero que al parecer el blog agoniza, las musas han desaparecido, pero que trataría de llegar a cumplir los doce años del blog en julio, luego ya veremos si lo dejo morir, y que escribiría, aunque fuera el abecedario o las letras de alguna canción, esto último a son de broma.
Bueno, nunca me canso de agradecer lo rápido que funcionan las conexiones espirituales cuando tenemos los canales bien abiertos, cuando hay buena recepción y la suficiente humildad para reconocerlas y agradecerles.
Así que, Irene, aquí pusiste un grano de arena valioso para que el blog continúe respirando y para completar como sigue, la frase inicial.
Lo importante no es lo que se recibe, sino lo que uno da. Aunque también, lo que se recibe con el corazón, es muy valioso.
P.D. Tu nombre es para que aparezcan las letras del abecedario, ja, ja. Sabias que significa "Paz".
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