No soy profesante de ninguna religión, dogma o nada
parecido, soy más bien una mujer liberada en muchos aspectos de mi vida y libre
de tantos patrones, etiquetas y condicionamientos propios del sexo débil,
aunque esclava de la condición de ser mujer y toda la historia humana y social
que conlleva genéticamente serlo.
Siempre el hecho de pertenecer al sexo masculino se
ha visto con orgullo, supremacía y poder, como un oficio, y el hecho de pertenecer
al sexo femenino se ha visto como un privilegio, una dote y un arte, a pesar de
haber sido tan pisoteadas y discriminadas en muchos aspectos humanos y sociales
durante la mayor parte de nuestra existencia.
Ese mito o costumbre se lleva al pie de la letra y mientras
a los hombres (los poderosos), los educan como tal y no necesitan hacer mucho
esfuerzo para respaldar sus atributos, ya que no se sienten agredidos por su
género (aunque esto de hecho ha cambiado bastante), a las mujeres nos educan de
manera distinta, refinada en el comportamiento, el andar y el hablar, somos el
vivo ejemplo de la delicadeza, la belleza y la ternura, aunque no todas seamos
ejemplos apropiados, la gran mayoría lo es, nos crían para serlo y si no lo
conseguimos puede resultar frustrante no poder ejercer ese arte con todas las
de la ley, ya que nosotras sí somos agraviadas, juzgadas y sentenciadas, por
nuestro mismo género y por el opuesto si no somos el dechado de virtudes que se
espera que seamos.
En la actualidad a pesar de que las cosas han
cambiado bastante también para la mujer, y esta ha ocupado otro rol y vencido
muchos obstáculos sociales, hoy día es cuando más interés ponen en su figura,
belleza, sensualidad y atractivo sexual, aunque parezca contradictorio así es, más
que nunca se hace énfasis en eso, en el hecho de ser mujer como un arte.
Tanto el oficio de ser hombre, como el arte de ser
mujer, se han convertido en todo un reto, una contienda, una difícil danza de
la muerte, donde todo resulta poco y nada es suficiente para entender,
sobrellevar y salir airosos en el oficio y el arte de vivir.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
http://elcaribe.com.do/2017/09/18/el-arte-de-vivir/
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