Siguiendo el ritmo de mi entrada anterior, y haciendo alusión a la frase que surgió escribiéndola y que marqué en negritas, y que muestro en la imagen superior, voy a usar esta entrada para hacer énfasis en la observación y la empatía, y con ellas en la mera manera de vivir en armonía y feliz.
La observación es vivir el presente. El disfrute de lo que hacemos, es parte esencial para crear ese estado de armonía y felicidad con nosotros mismos. Aprender es importante, y hay que observar para poder aprender, pero ese aprendizaje debe llevarnos a la comprensión de las cosas, si no de nada serviría. Comprender es vital para nuestro correcto desenvolvimiento, manteniendo la alegría, la armonía y la paz como estandarte.
La importancia de aprender, es saber comprender, y la empatía juega un papel principal en este proceso de comprensión, ya que la empatía es esencial para mantener esa armonía al relacionarnos con los demás. Ponerse en el lugar del otro nos da una perspectiva diferente a la nuestra y nos abre el entendimiento.
El enunciado de la imagen superior tiene un doble sentido, puede ser aleccionador, llamando a la prudencia, como también despectivo, insinuando desaire.
Dependiendo del tono como lo leamos, así lo entenderemos, cómo nos sintamos por dentro al leerlo, así lo interpretaremos. Si estamos en paz lo veremos como prudencia y respeto, si tenemos baja autoestima o sentimos rabia, lo veremos como insolencia y desprecio.
Se reservado, ocúpate de tu vida y tus cosas antes que nada, pero que eso no se convierta en una excusa para volverte egoísta. La vida nos da y nos quita lo que no necesitamos, pero también es generosa y nos da de más para que compartamos.
De qué le serviría al sol calentar y lucir siempre radiante si no hubiera vida que solventar y sustentar. De seguro no brillaría ni calentaría con tanta entrega, si solo estuviera él en nuestra galaxia, ya se hubiera apagado, pues su existencia no tendría razón de ser.
Lo mismo pasa con nosotros y con toda la vida que habita el planeta y pulula en el universo.
La vida, sin un sentido de ser, crecer y evolucionar, se apagaría muy pronto.
Quiero terminar esta entrada, con el poema que sale en la edición de enero / febrero de “La Palabra Diaria” de este año 2019.
A mi entender el poema es alusivo a uno de los lemas de la filosofía Unity: “Deja ir y deja a Dios actuar” y se titula:
“Comenzar de nuevo”, por Pat Wade Nicholson
Estoy aprendiendo;
A dejar de creer que estoy en control.
A ver la belleza en el cambio y la esperanza.
A sentir el gozo de la entrega y la fe.
A disfrutar de la vida con menos distracciones.
A saber en silencio que crecer es esencial.
Más que todo, a saber que el amor de Dios está detrás de todo.
Le agregaré esta frase al final:
Vive y deja vivir. Observa y aprende. Aprende y comprende.
Fluye con la divinidad que hay en ti, y se intensamente feliz.
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