Quise
comenzar con esta frase que encontré en la web, para abordar hasta qué punto es
apropiado ser sinceros, si es necesario establecer límites, o si por el
contrario debemos ser tan sinceros como lo es el sol, que quema, y que independientemente
del alcance de nuestros ojos y de la interferencia recibida, sin importarle la
lluvia o la noche, se mantiene firme dando calor y vida a nuestro planeta y a la
vía láctea, nunca se apaga aunque no lo veamos o percibamos su calor, o acaso
debemos ser tan discretos como la oscuridad, que no nos permite ver mas allá de
nuestras narices ocultándonos su verdadera identidad e inmensidad.
Lo
que muchos llaman sinceridad y que algunos tildan de descaro, otros le llaman honestidad,
lo cierto es que aunque no son exactamente lo mismo, van de la mano, pues sin
honestidad no podemos ser sinceros y gracias a estas dos virtudes es que
podemos proceder con autenticidad, sin poses, sin titubeos, sin miedos.
La
transparencia es el estado más puro del ser, pues deja ver todo a través de
ella, pero a veces no estamos aptos o facultados para asimilar eso que se nos
revela, de ahí que veamos las cosas como no son, las disfracemos, tergiversemos
o neguemos con tal de no afectar nuestra imagen preconcebida o limitada. Pero
esa transparencia es una facultad de todas las cosas, y todos poseemos la
facultad de apreciarla así sean rocas lo que estamos mirando, podemos
adentrarnos y ver su interior ya que se nos muestran tal cual son, está en
nosotros ver su autenticidad y transparencia.
¿Alguna
vez te has levantado de la cama y te has preguntado que deseas hacer
exactamente ese día? Si lo has hecho, ¿Te has complacido? ¿O apareció alguien
que te pidió le acompañaras a visitar a un familiar enfermo y…, lo postergaste?
¿O
simplemente no te atreviste a complacer tus deseos por alguna razón particular
o por miedo a tu propia satisfacción?
De
eso se trata la sinceridad de ser franco contigo antes que nada, de observar tu
transparencia, limpiar cualquier impureza y permitir de esa forma, que los demás
también la observen. La sinceridad a
veces te aleja de las personas, pero te libera de ser lo que no eres. A veces las
personas se sienten heridas y les apesta que seas sincero, pero eso te hace
candidato a ganar la felicidad y restregársela a los demás para que se revisen
y actúen de forma correcta y afín con esta.
Si
tienes dudas en ser sincero pregúntate si tu sinceridad realmente puede dañar a
alguien, se sincero al responderte, de eso dependen futuras actitudes tuyas y
de los demás. Muchas veces vivimos una farsa tras otra por falta de valor
inicial para decir “No” y poner un alto.
Te
contaré una vieja historia familiar:
Una
vez, de visita donde unos amigos, unos familiares alardearon acerca de un dulce
que les brindaron y que sabia pésimo, el resultado fue servirles otra ración de
aquel horrible dulce, el cual les supo aún peor que la primera vez.
¿Por qué? Sencillo, la primera vez no lo pudieron evitar, la segunda vez sí. La
sinceridad no se trata de ser desagradables, pero sí de hablar claro, al menos
sin mentir y afirmar lo contrario de lo que se piensa y siente.
Aunque
no se mucho de la Biblia hay un pasaje muy interesante en ella que guarda relación
con esta reflexión y es el siguiente:
“Y conoceréis la verdad, y la verdad los
hará libres”, Juan 8:32.
Con solo aplicar esta cláusula, se hubieran evitado
esa segunda ración del dulce, que según nos han contado llegaron a ser tres,
solo por no pasar por desatentos, una cosa es disfrazar la verdad y otra muy
distinta mentir, de todas formas ambas son armas de doble filo que debemos
cuidarnos de no portar, pues podemos
resultar con una herida mortal.
Les
dejo esta excelente canción de uno de los más grandes cantautores de habla
hispana (a mi criterio personal), el español Joan Manuel Serrat, se titula “Sinceramente
tuyo” y es una de mis favoritas.
Como
dice una de sus estrofas, “No es prudente ir camuflado eternamente por ahí ni
por estar junto a ti, ni para ir a ningún lado…”.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
https://issuu.com/elcaribe/docs/periodico20170515
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