domingo, 20 de octubre de 2013

"La Familia", la mayor empresa de la sociedad

Amigos lectores, hoy día 20 el blog está cumpliendo su tercer mes, quiero agradecerles su visita y pedirles que si tienen alguna sugerencia o critica se sientan en libertad de expresarla, esto contribuye a mejorar la calidad y el contenido del mismo. Se que muchas de las entradas se exceden mas de lo apropiado para una fácil y rápida lectura, pero créanme si les digo que trato en lo medida de lo posible de acortarlas, sin que se pierda el sentido y la esencia del mensaje que quiero expresar.
Para mi es grato y hasta sorprendente saber que al día de hoy el blog tenga ya casi mil visitas, espero que algunos de los temas haya sido de utilidad o interés para al menos unos cuantos. 

Gracias a todos y les dejo la siguiente entrega.


"La Familia", la mayor empresa de la sociedad

Sin duda alguna, en cualquier lugar del mundo la familia constituye la mayor empresa de la sociedad. Anteriormente las tribus o clanes eran una gran familia dirigida por un líder o cabeza de familia, con los años las cosas fueron cambiando y cada pequeño grupo familiar se fue emancipando y formando campaña aparte y estableciendo sus propias reglas dentro del área que ocupaban, la cual consideraban de su propiedad y posteriormente denominaron hogar. Hoy día el grupo se ha reducido más y más, pues cada pareja y sus crías forman una familia y el tronco familiar con todos sus descendientes pasan a ser familiares o grupos de familias distintas.

La base en que se sustenta la familia es primordial para el sano desarrollo de la sociedad, el hecho de que en la actualidad esa empresa se haya diseminado tanto y esté bajo la influencia de tantos criterios, valores y reglas diferentes ha influenciado en parte en el deterioro de la solidez de esta, además de que al ajustarse a los tiempos modernos los roles también se están reajustando y acondicionando lo que ha provocado cierto rechazo y descuido, y esto también ha contribuido en el deterioro de la familia.




Las mujeres definitivamente han puesto un alto a ciertos privilegios que eran exclusivos de los hombres, hoy día se lucha de igual a igual, lo que ha provocado que también se pierdan casi todos los privilegios exclusivos de la mujer a excepción de los de las embarazadas, lo cual me parece prudente y lógico. La emancipación de la mujer y su independencia económica parcial o total del hombre con la finalidad de conseguir un mejor y justo trato de la sociedad y del hombre mismo,  trajo como consecuencia un cierto abandono del hogar y los roles que se desempeñaban en él por parte de ambos sexos, lo que ha afectado grandemente al deterioro de esta empresa. La vivienda se ha dejado parcialmente en soledad, los hijos se crían prácticamente solos, con muy poca supervisión y en los mejores casos están bajo el cuidado del servicio, de centros pedagógicos infantiles o de los abuelos, que definitivamente no están preparados para lidiar con los embates de los tiempos modernos.
En la familia como en las demás empresas, existen roles, generalmente el hombre era el protector y encargado de la producción y la mujer que “aparentemente” estaba muy cómoda y tranquila en el hogar, era la encargada de la administración, planificación, organización, supervisión y ejecución de los planeamientos, además de velar por la buena salud y comportamiento de los hijos, por esta razón se le catalogaba como “La Ama de casa”, apelativo que define perfectamente la importancia de su rol y su incidencia primordial en esta empresa. Pero hoy día ese calificativo resulta despectivo incluso hasta insultante para una gran cantidad de mujeres, y yo me pregunto ¿Por qué?  ¿Acaso esto tiene que ver con el feminismo y el machismo, donde muchos adjetivos expresados en el género masculino son valerosos y los mismos adjetivos expresados en el género femenino son despectivos? ¿Será esta la razón para que el decir que somos “Amas de casa” sea una deshonra y que el hombre diga que es el “Amo de la casa” sea un honor? La verdad que no lo entiendo, la inteligencia no se mide por lo que haces, sino por el por qué y el cómo lo haces.

Soy ama de casa y una mujer profesional (tengo dos profesiones) y me siento más orgullosa de decir que soy  ama de casa que de mis dos profesiones, que dicho sea de paso abandone la primera (ingeniería civil) para criar a mis hijos, darles una mejor educación, enseñanza y calidad de vida con una supervisión permanente y para disfrutar con ellos el mayor tiempo posible sus diferentes etapas de desarrollo antes de que crecieran y se fueran de mis manos sin darme cuenta de cómo y cuando sucedió. Mi orgullo se debe primero al privilegio que es hoy día criar a tus hijos porque cuentas con un buen compañero que te apoya y asume su rol de producción y protector del hogar, además de que el involucrarte y ejercer directamente tu rol de Ama de casa, te proporciona varias licenciaturas, maestrías y doctorados sin necesidad de  asistir a la universidad, por ejemplo: administradora de empresa, secretaria, sexóloga, sicóloga, pediatra, enfermera, doctora, cantante, profesora, chef, sanadora pránica, diseñadora y decoradora de interiores y otras profesiones más, que las ejerces con determinación, dedicación, ternura, amor y una sabiduría que no se consigue en ninguna universidad del mundo y la más importante de todas, la de ser “Madre y Mamá”.


La mujer se emancipó económicamente del hombre pero sigue atada legal y emocionalmente a él, esta aparente emancipación la ha desligado de sus roles intrínsecos y naturales y la ha atado cada vez más a otros menos relevantes, está atada a los malos tratos de la sociedad, del jefe, del esposo, de los hijos, incluso se ve sujeta a tolerar hasta el trato irrespetuoso del servicio, por depender tanto de él para darle soporte y apoyo en el hogar que ha descuidado. Aunque nos independizamos económicamente, nos hemos convertido en subordinadas del tiempo, del trabajo, de los jefes, de los esposos, de los hijos, de la sociedad moderna, de la belleza, etc., etc., hemos perdido unos hermosos privilegios a cambio de una igualdad y un respeto ficticio, pues cada vez nos ultrajan mas y mas, nos juzgan y condenan mas, nos utilizan y nos exigen más, nos desconsideran y nos explotan mas, nos manchan, nos abusan  y nos desvalorizan mas. Estoy de acuerdo en que la mujer se supere intelectualmente y forme parte del soporte económico del hogar, pero lo que no comparto es que permanezca tantas horas o más que el hombre fuera y lejos del hogar, ya que en lo que ella es buena y superior y se ha demostrado que imprescindible también, es en el arduo trabajo de dirigir, manejar y supervisar el hogar y no es lo mismo ni igual hacerlo a distancia, tarde o temprano los resultados salen a relucir y la mayoría de las veces el precio que se paga por descuidar la empresa llamada “familia” es muy alto.
Aunque el hombre siempre ha sido “aparentemente” el cabeza de familia, de sobra se sabe que mayormente la mujer además de ser el cuerpo, también es la programadora y controladora de esa cabeza, por decirlo en términos modernos, ella es la que inserta el chip en el cerebro del hombre, pues la cabeza está totalmente a su disposición, al menos al principio así es, si ella no supo programar bien el chip o insertarlo adecuadamente en el momento preciso y darle el mantenimiento adecuado y necesario, la empresa fracasará y se irá a pique. 




En la actualidad, esto está sucediendo rápida y masivamente, pues ahora resulta que hay dos cabezas de familia, cansadas y agotadas, sin cuerpo y sin ningunas manos aparentes para programarlas e insertarles el chip, esto definitivamente que ha originado un caos a nivel mundial y terminará por el desplome de “La familia” la mayor empresa de la sociedad, que es la base y sustento de todas las demás, y con este desplome vendrá el colapso total de la sociedad mundial y del ser humano como ente primordial y esencial de esta. Esto se avecina ya, y de hecho tiene hasta nombre la era que se aproxima, la han llamado “La era de las maquinas”, ellas serán las dueñas y señoras, “Las Amas y también las esclavas”, no habrá cabida para nada mas, el ser humano solo pasará a ser un peón al servicio de su buen funcionamiento, pero sin voz ni voto, ya que todos tendremos insertados un chip que será controlado por un gran ordenador universal y pasaremos a ser puras y simples maquinas también. De hecho ya estamos actuando como tal, en vez de servirnos de las maquinas, ellas se están sirviendo de nosotros ya, nos utilizan a su antojo a casi tiempo completo y ni siquiera nos estamos dando cuenta de eso, solo nos dejamos arrastrar por la corriente moderna.

Actualmente un joven ruso se ha sometido a un experimento por seis meses para ver si somos capaces de poder vivir como vivió el hombre en la Edad Media en el siglo IX, con escasas herramientas y sin ninguno de esos avances, se estará en una observación y monitoreo constante, más un análisis de los resultados que se van obteniendo y los daños sicológicos que esta privación y aislamiento podrían causarle, ya que el ser humano está muy adaptado a vivir en sociedad y demasiado dependiente de todos esos avances tecnológicos de la ciencia. 
Esperemos ver esos resultados, ojala y todavía estemos a tiempo de evitar nuestro final.         

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Un extracto de esta entrada fue publicado en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/11/13/correo-los-lectores

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