Tenemos una fijación mental de que cuando se habla de oportunidades,
quiere decir sí a lo que se nos presenta o propone, echarle mano rápidamente
antes de que la perdamos y no se vuelva a presentar otra. Pero resulta que, si
bien es cierto que las oportunidades no se presentan todos los días, también es
igualmente cierto que el hecho de decir si y aceptarla, nos priva de las demás
oportunidades que se nos pudieron presentar luego, si decíamos que no. Cada
decisión y elección nos conduce por un camino distinto.
Dice un viejo refrán que: “No por mucho madrugar, amanece más
temprano”, el cual se podría relacionar perfectamente con el siguiente refrán:
“El que mucho abarca poco aprieta”, pero mayormente no nos gusta arriesgarnos y
nos conducimos por un refrán que dice: “No dejes camino real por vereda”, o el
que dice: “No dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy”, la cosa es que
comúnmente actuamos por impulso y con rapidez, no con prudencia y sensatez.
Es cierto que la vida se trata de oportunidades, pero muchas veces
lo que no entendemos, o no tenemos claro, es que dichas oportunidades se
presentan para que podamos escoger qué hacer con determinada situación, lo cual
no significa que si decides dejarla pasar, la desaprovechaste, a veces
precisamente la decisión correcta era esa, dejarla pasar.
Oportunidad viene del vocablo oportuno que significa conveniente,
adecuado. Entonces lo primero que debemos preguntarnos antes de aceptar una
aparente oportunidad es, si en realidad es una verdadera oportunidad, si es oportuno
(adecuado), pues no todo lo que nos ofrecen como una oportunidad única, lo es,
muchas veces la decisión de aceptar, nos roba la verdadera oportunidad de
nuestra vida.
Entonces, ¿Que tan oportuna es una oportunidad que a la larga puede resultar
inoportuna? Es probable que sea una incógnita difícil de descifrar, pero si
deseas una pista, no aceptes una propuesta en la que no te den al menos un
tiempo mínimo para razonarla, ninguna decisión que tomes sin pensarla y con excesiva
rapidez te dejara satisfecho, siempre traerá consigo las odiosas sorpresas que
no tuviste tiempo de visualizar.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2014/12/02/correo-los-lectores
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