En la actualidad
escuchamos las siguientes frases:
“La tecnología ha hecho que avancemos a pasos de
gigante”, “Los avances tecnológicos han revolucionado el mundo”, “La ciencia debe
su deslumbrante progreso a los avances tecnológicos”…, etc.
Aunque definitivamente
esto es algo real, la palabra “tecnología”, se repite por doquier casi como si
fuera un mantra, pero a diferencia de este, en vez de relajar y liberarnos
tiende a inquietarnos y esclavizarnos.
Hay un dicho que reza así: “Todo es según el color
del cristal con que se mire”
También existe un
ejemplo muy típico del optimista y el pesimista, es el del vaso medio lleno o
medio vacío.
Como nunca me
quedo con lo que se ve a simple vista, sino que analizo todos los ángulos
posibles y trato de que los demás lo hagan también, ya que de esa forma se es
mas objetivo y no recibimos sorpresas desagradables inesperadas, visualizar los
pro y los contra y buscarle la quinta pata al gato siempre, es motivo para que
generalmente me tilden de pesimista y aguafiestas, cosa que realmente me tiene
sin cuidado, ya que lo que no acostumbro es a hacerme falsas ilusiones y a
quedarme embelesada con el primer impacto, tiendo a reaccionar enseguida y
aunque no se la causa, mis pensamientos vuelan a una velocidad que muchas veces
me sorprende.
Esta forma de
pensar y de ser es la que me lleva a hacer esta interrogante ¿Avances
tecnológicos o atrasos psicológicos?
Definiciones de psicológico:
1. Relacionado
con el estudio de la vida psíquica y la conducta de las personas
2. Relativo a
la manera de sentir, de pensar y de comportarse de una persona o un grupo.
3. Se aplica a
la situación o suceso que provoca una rápida alteración de la manera de sentir
y de pensar de una persona o de un grupo de personas.
Sabemos que todo
tiene su opuesto, oscuridad / luz, pequeño / grande, frio / caliente, vacio / lleno,
etc., así que para que haya avance debe existir su opuesto, atraso.
Así también,
desarrollando y acrecentando la sabiduría y los conocimientos de algunos
cerebros privilegiados que han existido a través de la historia de la
humanidad, explotándolos producto de la ambición, consecuentemente atrofiamos y
disminuimos la sabiduría y los conocimientos de los cerebros menos
privilegiados (que son la mayoría), o sea, un pequeño grupo estuvo antiguamente
y otro está actualmente rompiéndose el cerebro en los laboratorios, para que el
resto no tenga necesidad de usar el suyo, eso realmente me parece “patético,
exagerado, innecesario y extremadamente degradante” y lo peor de todo es que no
sabemos al final quien resulta más dañado, si el que vivió o vive como un
zombi, insaciable de conocimientos y deja toda su vida petrificada en un
laboratorio, o el que vive como una momia con su cerebro atrofiado y todo su
cuerpo vendado y atrapado por la tecnología, a excepción de sus ojos para ver
las diferentes pantallas.
Recuerden que me
llaman pesimista, así que en este caso prefiero ver el vaso medio vacío. Si queridos
lectores, prefiero verlo como atraso psicológico en vez de avance tecnológico,
aunque, mi pesimismo no me impide reconocer que gracias a ese atraso, hoy estoy
escribiendo esto en una laptop y subiéndolo al blog para que todo el que tenga
acceso a esto y lo desee, lo pueda leer.
Que quede claro
que no estoy renegando a la realidad moderna, sino mas bien tratando de que
puedan visualizar el precio a pagar por esta, llamando las cosas por su nombre
real. Tal vez, si en lugar de promocionar tanto el avance tecnológico lo llamáramos por su otro nombre, el verdadero,
atraso psicológico, quizás el efecto
de la forma negativa de expresarlo cree un efecto positivo en nuestro cerebro y
seamos menos dependientes, menos ignorantes y por ende más astutos y sabios.
Si concebimos un mundo como lo fue en sus orígenes, y
actuamos para forjar un mundo sano en todos los aspectos, libre de enfermedades
fabricadas en los laboratorios y propagadas por sus fabricantes como plagas
para hacernos dependientes de sus fármacos, un mundo que nos aporte todo lo
necesario para vivir alegremente, como de hecho fundamentalmente lo es, no creo
que los avances tecnológicos tengan mucha relevancia en un mundo así, libre de
contaminación, egoísmo, ambición desmedida, guerras, discriminación y
falsedades.
En un mundo donde prime lo sano y limpio, la
confraternidad y hermandad, el desapego material, la igualdad y la verdad, la
convivencia armoniosa, donde el amor sea lo básico, esencial y primordial, la
tecnología sale sobrando, en realidad tuvo que perderse todo eso para que la
tecnología apareciera y se desarrollara como lo ha hecho, pues aquí también
prevalece la ley de los opuestos, para poder crear también hay que destruir.
Ustedes saquen
sus propias conclusiones y elijan el nombre que más se acomode a su forma de
pensar.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/02/11/correo-los-lectores
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