En esta mezcla de mundos externos e internos vemos varios grupos distintos de personajes:
1.- Muchos hacen de su vida un desastre, haciendo lo que le venga en ganas sin pensar en las consecuencias.
2.- Un buen número hace de su vida lo que le mandan a hacer.
3.- Otros hacen lo que consideran que les corresponde y está permitido hacer.
4.- Un grupo más reducido, hacen lo que desean hacer a buen criterio.
5.- Un último grupo, los menos, hacen lo que saben que vinieron a hacer.
Todas ellas convergen en un factor determinante…, “El enfoque”.
Mayormente el primer grupo hace de su vida un desastre por falta de un enfoque claro y preciso de lo que desea, esto se debe a la falta de motivación y disciplina.
El segundo grupo, el de los que solo saben cumplir órdenes, se debe a la falta de autoestima, carácter y poder de decisión.
El tercer grupo, aunque no lo hace mal, se ponen límites que les impiden dar más de sí y llegar más lejos.
Los del cuarto grupo ya cumplen un cometido más personal y acorde con su integridad, propósito de vida y su libre albedrio.
Pero los del último grupo, esos van más allá de lo personal, de lo particular, de lo esencial, llegan a donde pocos han llegado y más, saben que deben y pueden llegar traspasando los límites de lo imposible, “Esos son los imprescindibles”. Como dice la famosa frase de Brecht que Silvio Rodríguez inmortalizara en la canción “Sueño con serpientes”.
En contraposición a esto, existen personas que son incorruptibles, son la mejor muestra de que la vida se compone de piezas originales, que las piezas falsificadas y las piezas totalmente amañadas, ya vienen defectuosas y deformes y no encajan bien aunque lo parezca.
Estas personas se mantienen siempre bien enfocadas, conservan su propósito inicial y pueden resultar ser balsámicas, actúan más que como un calmante, como un antídoto para la infelicidad. Son capaces de sacarle brillo incluso a la oscuridad. Alcanzan la cima del mundo con la misma humildad con la que empezaron el viaje de ascenso.
Entre esos personajes algunos son conocidos como maestros espirituales y otros como sabios, su misticismo, impregna de magia y misterio el ambiente que les rodea. El sabio habla para sus adentros, su conversación brota por los poros y su sabiduría se prende en sus ojos, cautivando a quien se atreva a enfrentar el fulgor de su mirada. No necesita articular palabras, con un simple gesto esparce entendimiento y amor sobre los que le rodean y su esencia se percibe en el entorno.
Actualmente son muchas las personas que están tratando de abrir los ojos al entendimiento superior y despertar a una nueva visión de la realidad, para esto es necesario tener un enfoque claro y objetivo de la realidad interna del ser, soltar las viejas creencias y desaprender, para poder así asimilar lo nuevo, sin perderse del objetivo inicial, escuchando tu guía interior y dejando que la vida surja dentro de ti y se manifieste y expanda hacia el exterior, no al contrario.
MANTENTE ENFOCADO |
Tengo un lema desde muy niña, "Sea lo que sea que vayas a hacer, solo hazlo bien, con vergüenza, dedicación, amor y mucha pasión". Esto se reduce en “mantente enfocado”, es la única manera de disfrutar lo que haces y sentirte gozoso y feliz.
I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente.
Un extracto de esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
https://issuu.com/elcaribe/docs/elcaribe20170417
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