Bienvenidos al 2014
Sin duda alguna lo
mejor que nos pudo haber pasado es tener la dicha de ver el comienzo de un
nuevo año. Una nueva oportunidad de renacer, prepararnos, reparar errores,
aceptar retos y sobre todo abrigar nuevas esperanzas, sueños, amores y deseos
de vivir plenamente este año 2014, con la finalidad de alcanzar nuestro máximo
desarrollo emocional y espiritual, apoyados desde luego en un condensado
positivo de las experiencias vividas en años anteriores, en especial las del año
que se acaba de despedir.
Una vez más
llega enero, con su temperatura fría y fresca, sus aires de dueño y señor, de
primogénito a confirmarnos que estamos vivos y deseosos de iniciar algo nuevo
que nos llene de alegrías y cale bien hondo en nuestros corazones sedientos de
amor, aventura, progreso, armonía y felicidad.
Una vez más,
seamos agradecidos de la vida, del año que se acaba de ir y supimos surfear a
pesar de nuestras debilidades, ingenuidades, egoísmos e inmadurez. Agradezcamos
los frutos recogidos aun no fueran tan dulces como esperamos y sigamos
sembrando cada vez con mejores técnicas para obtener óptimos resultados para el
bienestar de todos.
Los comienzos de
año se caracterizan por un grado de dificultad alto, no olvidemos que se nos
acaba de ir un año y en los seres humanos la sensación de pérdida causa un
sentimiento de abandono, desacierto e incertidumbre que se relaciona mucho con
nuestra partida algún día, por eso nos suele entristecer más de lo debido y pone
en baja nuestras defensas y es obvio que eso dificulta más aun el recibimiento
con soltura, entusiasmo y buenas perspectivas al recién llegado.
El periodo de
gestación para renovar y renacer el espíritu es anual, los malestares por suerte
la mayoría de las veces no son continuos, vienen y van al igual que las
contracciones del parto, lo generoso es que casi siempre al final del año, el
parto es fácil, alegre y divertido, lo que nos asusta mas es el recién llegado,
no sabemos cómo será, como debemos tratarlo, enfrentarlo y comportarnos ante él, pero la sabiduría
divina presente en el interior de cada ser, sirve de guía para poder salir
airosos y añadir un año más de experiencia, enriquecimiento y buen desenvolvimiento
humano y espiritual, que sin duda alguna, es lo mejor que nos puede pasar.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2014/01/03/correo-los-lectores
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