Les contaré algo
que me paso el lunes mientras esperaba que me recibieran para entregar un trabajo de avalúo en un
residencial.
En el parqueo
había una niña de ocho años esperando a que bajaran unos amiguitos para jugar,
en lo que esperaba salió un niño muy pequeño (como de tres años) que al parecer
había bajado sin el consentimiento de su madre, la niña que estaba ávida de
compañía se acerco a él, pero su madre no tardo en llamarlo y bajar a buscarlo,
reprochándole el haber bajado solo y sin permiso y lo hizo subir nuevamente. La
niña se acerco a mí de nuevo y me comento que su madre dijo que le iba a pegar
con una correa y lo iba a dejar solo, le dije que no era posible que lo dejara
solo ya que era muy pequeño y que además era muy probable que no le pegara, que
solo se asusto un poco al ver que su hijo bajo solo al parqueo exponiéndose al
peligro si entraba un vehículo.
Ella me aseguro
que le pegaría y lo dejaría solo, le note cierta angustia al decirlo y me
comento que a ella su madre siempre le pegaba tan fuerte y le dolía tanto, que
a veces le parecía que no resistiría el dolor. Me preguntó el por qué los niños
tenían que sufrir tanto siempre, a lo que conteste que no todos los niños
sufren, pero que lamentablemente la gran mayoría sí, por culpa de los problemas
de los padres y la falta de amor, pero le aseguré que al niño no le habían
pegado puesto que no le oímos llorar y casi al terminar de decirle eso bajó la
señora con su pequeño hijo de la mano y le ayudó a subir al vehículo, le dije:
vez que no le pegó, el niño se veía bien y risueño, añadí, a veces las madres
en un momento de incomodidad o de temor decimos cosas que después no hacemos,
simplemente esa madres se asusto por su niño, pero al tenerlo a salvo de nuevo,
se calmó.
Le aconseje a la
niña que hablara con su madre y le dijera que la quería y le explicara lo mucho que le dolían los golpes que le daba, que por favor
no le pegara y que tratara de portarse mejor, me contestó que su madre no iba a
entender, que le pegaba tanto que a veces le daban ganas de irse a vivir con
otra familia.
Le sugerí que
ahora con motivo del día de las madres le hiciera una carta llena de amor y
cariño y le pidiera que por favor no la siguiera maltratando así, que mejor la
castigara con no dejarla bajar a jugar al parqueo, o negándole la salida a
alguna fiesta de una amiguita del colegio. Me miro como si fuera una
extraterrestre y me dijo ¡Ay!, y dejar de ir a una fiesta de mis amigas, no, prefiero que me pegue, además como los golpes me duelen mucho así me porto bien
y aprendo, se que a veces me porto mal.
Le dije: pero
entonces si prefieres los golpes que te duelen tanto a dejar de salir, es
porque dejar de salir te duele más, es por eso que ese tipo de castigo es mejor
y más efectivo, porque como no te quieres perder las salidas te portas bien,
pero los golpes te duelen un momento y ya, y si te acostumbras a que siempre te
peguen llegara un momento en que ya ni te dolerán y harás lo que quieras porque
no tendrás miedo de los golpes.
Me preguntó si
tenía hijos y le dije: si y la menor tiene 22 años, entonces me dijo ¡Ah! pero
no son chiquitos. Le insistí en escribir la carta a su madre, dile lo mucho que
la quieres y veras que las cosas cambiarán. En eso me aviso que me abrieron y
aprovechó para subir conmigo, ya que los niños que esperaba eran precisamente
los del apartamento donde yo iba a entregar el trabajo.
Esta niña era
súper despierta (como los de hoy día), por la conversación y la forma en que me
hablaba nadie diría que tenía ocho años y aunque la mayor de los niños del
apartamento donde iba tenía su misma edad, a simple vista se notaba la
diferencia de sabiduría y viveza, lo que me llevo a pensar que mientras más
sufrimiento te proporciona la vida, mas te despiertas y aprendes a defenderte y
a madurar, lástima que sea así a base de dolor y sufrimiento que nos forjamos
temprano el carácter, a veces unos aprenden a desenvolverse bien y expresan su
dolor, otros se retraen y callan su desdicha.
Los niños más
privilegiados que crecen en un entorno de amor y respeto tardan más en
desarrollar mecanismos de autodefensas y son generalmente más sanos
emocionalmente, pero los que crecen en un hogar disfuncional y son maltratados
tienen dos caminos a escoger, el más transitado es el de llenarse de odio,
resentimientos y desconfianza y cerrarse al amor, los que escogen el menos
transitado, lo superan y resultan ser entes solidarios y se destacan por su
autodeterminación y buen corazón.
Con esta
narración quiero llegar al corazón de todos los padres y madres para que asuman
con responsabilidad y sobre todo con determinación, paciencia y amor la crianza
de sus hijos.
¡QUE TENGAN TODAS UN FELIZ DIA DE LAS MADRES!
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
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