viernes, 27 de noviembre de 2015

Caminata reflexiva

En una de mis caminatas vespertinas diarias en el Parque Mirador Sur, pude presenciar y comprobar cómo influyen la desesperación y la ansiedad en la pérdida de habilidades y destrezas generando una baja en la energía productiva y creativa.

Observé a un joven montando su skateboard y tratando de realizar una pirueta que aparentemente recién practicaba. En cada intento fallido se molestaba y lo expresaba verbalmente con palabras inapropiadas, el grado de enojo se hacía cada vez mayor, pateaba de muy mal humor su tabla, como si esta tuviera la culpa de su error.


En cada intento le iba peor, como era de esperar, ya que su ira bloqueaba cualquier vestigio de triunfo, lo vi levantar la tabla del asfalto y lanzarla con furia de nuevo sobre este, pensé disuadirlo y decirle que de esa forma nunca conseguiría su objetivo, pero era tal su enojo que difícilmente me escucharía, incluso hasta podía esperar un merecido insulto por meterme en lo que aparentemente no me incumbía, así que decidí enviarle el mensaje telepaticamente.

La comunicación entre las almas es más fluida y receptiva que entre los cuerpos y mentes y más si son presas del enojo. No sé si el joven recibió el mensaje o si dejó de intentar, lo perdí de vista ya que estaba oscureciendo y tenia compromisos que atender, no pude quedarme a ver el resultado de mi intento de comunicación telepática.

Luego de enviarle el mensaje, en lo que faltaba del camino a la casa, hice la siguiente reflexión:

Probablemente, a juzgar por el empeño, este joven estaba intentando una nueva pirueta para perfeccionar el dominio del skateboard con la finalidad de participar en algún concurso, de lucirse con los amigos o de sorprender a alguien muy especial, pues si solo lo hiciera para su propia satisfacción y deleite no se enojara de esa forma y disfrutaría y gozaría de los inconvenientes propios del aprendizaje.


Pensé, que de esa misma forma actuamos todos o casi todos con la mayoría de las cosas y situaciones que se nos presentan en la vida, esperando conseguir resultados óptimos en solo uno o dos intentos, culpando a otros de nuestra falta de concentración y bloqueo y perdiéndonos el disfrute del momento por estar enfocados en el resultado o finalidad posterior. Si el joven solo se detuviera a vivir el momento actual, a disfrutar como un niño que está aprendiendo a patinar o montar bicicleta, que se cae, se ríe o llora dependiendo del caso y como si nada sigue intentando cada vez más confiado, atento a lo que está haciendo y sobre todo más gozoso, se hubiera evitado el enojo que por lo que pude apreciar de seguir como iba era muy probable que destruyera su tabla.

Nos perdemos o enfocamos mal el objetivo, que es aprender y disfrutar en el intento de aprendizaje, y nos ponemos ansiosos concentrados en la finalidad, en el futuro, en cuando lo logremos, olvidando que sin inicio trabajoso, no hay final feliz. Lo primero es aprender, el mejorar y el para qué, vienen después, cuando ya sepas. Mientras estas aprendiendo un oficio, o una profesión sientes entusiasmo y pasión, luego cuando ya lo dominas se convierte en una rutina, más de lo mismo, y se pierde la magia que lo envolvía, a menos que sigas aprendiendo y desarrollando otras técnicas y creando nuevas ramificaciones y posibilidades.  


Los humanos somos por naturaleza creativos, escudriñadores, perfeccionistas y nos gusta siempre ir un poco más allá, nos aburre la rutina y siempre estamos al acecho de una nueva presa que devorar, así somos, es nuestra herencia depredadora animal, pero con impaciencia es muy difícil ser buen cazador, hay que ser cauteloso, sigiloso, observar detenidamente la presa y luego con entera concentración en el momento presente, tomar acción.

Me pregunto que disfrutará más el tigre, si la preparación previa a cazar a su presa o devorarla después, da gusto ver la inteligencia que exhibe el instinto animal antes de cazar a su presa, luego el devorarla se convierte en algo rutinario y aburrido. Cuando estás haciendo uso de tus facultades especiales lo disfrutas, si no lo haces es porque no estás viviendo el momento presente, si no que estas absorto en el pasado o el futuro.

Si este joven hubiera tenido en la mente solo divertirse, de seguro que lo hubiera pasado bien en cada intento fallido y es muy probable que estos se redujeran a cuatro o cinco intentos como máximo, al estar obsesivamente centrado en triunfar, lo bloqueaba y dificultaba más el triunfo.  

A veces, mucho empeño cohíbe el desempeño.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

domingo, 22 de noviembre de 2015

La consciencia

Nunca ha estado más de moda la palabra consciencia y lo que representa en el universo y en la vida, que en estos tiempos actuales. Aunque es válido aclarar, que tuvo su gloria y gran apogeo en los años en que surgieron los grandes pensadores y filósofos que todavía en la actualidad son las máximas autoridades del saber y escudriñaron y descubrieron gran parte de lo que se conoce y se sabe sobre esta abstracta pero poderosa presencia y fuerza que es la consciencia.

A mi entender la consciencia lo es todo, ella crea la realidad y de hecho creo que el supuesto big bang, no es más que su expansión a otros niveles superiores e inferiores, se desparramó, por así decirlo, por todos lados, pues solo se alimenta de inteligencia natural, que se recrea a ella misma. 


La consciencia es eterna, está presente en todo y en todos, traspasa lo material, lo evidente, la muerte física, pues de hecho somos energía dotada de consciencia y muchas de las cosas que sabemos y creemos que nos ha sido informado de generación en generación sin saber realmente la fuente, ha sido a través de ella, de la consciencia (pues lo que va de boca en boca es obvio que llega desvirtuado a su destino), la cual ha estado presente siempre y es la única capaz de orientarnos de forma inequívoca vida tras vida, al igual que a todos los astros y vidas que pululan en el universo. 

Se ha dicho que vamos y venimos a la velocidad de la luz o más rápido pasando información constantemente a la consciencia universal, "La Gran Mente" como le llaman, me parece que más bien le pasamos esa información diaria mientras dormimos, y a veces amerita hacerlo de inmediato, no al final de nuestras vidas como muchos creen, otras veces somos una interesante fuente de información y es necesario estar en coma por un largo periodo para poder traspasarle esta información sin que interfieran las emociones y se puedan desvirtuar.

Ella es como un gigantesco cerebro al que todos estamos conectados a través de nuestras micro consciencias, para aportarle nuestra sabiduría aprendida en cada situación de las diferentes vidas que experimentamos, para conseguir el fin deseado o necesario de seguir alimentándose y recreándose constante y eternamente. Funciona igual que una multinacional, con un sin fin de empleados desarrollando cada uno una función determinada para alimentar el gran cerebro de la empresa (el de los dueños), que en este caso se nutre de dinero y poder.

La Consciencia o Gran Mente, se nutre de adversidades y respuestas a estas, de alegrías y respuestas a esas alegrías, de experimentar todo tipo de sensaciones y emociones agradables y desagradables y registrarlas en su memoria universal, en fin, de inteligencia natural, para seguir creciendo y desarrollándose por todo el espacio, llenando todos los huecos y vacíos que puedan existir en el universo o multiuniverso. 


La consciencia se expande constantemente, no conoce límites ni tiempo, y aunque nos pueda parecer que permanece estática, detenida entre el espacio/tiempo, estancada en los mismos círculos viciosos (como el ratoncito del laboratorio que suele correr y hacer girar la rueda constantemente pero sin poder ir a ningún lado), no es así, está en movimiento constante, girando, vibrando, absorbiendo, desplazándose, expandiéndose, aprendiendo y desarrollando al máximo su poder.

¿Para qué?  Es el gran enigma por descifrar.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

lunes, 16 de noviembre de 2015

El apego

Haciendo una especie de síntesis o recuento de los últimos acontecimientos caóticos mundiales, que por cierto no son nuevos, han existido desde épocas milenarias, los registros históricos, estadísticos y antropológicos de civilizaciones anteriores son evidencia de estos desastres sociales de todas las épocas, no sé si se habrán dado cuenta de que las mayores luchas, frustraciones, angustias y sufrimientos, guerras y desesperanza tienen el mismo común denominador, “El apego”.

La ambición no es más que un reflejo del apego, el deseo de poder y control no es más que consecuencia del apego, el sometimiento y esclavitud no es más que producto del apego, los problemas sentimentales y emocionales de parejas y familiares, los de relaciones humanas, sean del tipo ideológicos (políticos y religiosos), laborales o de amistad, los económicos, etc., son síntomas patológicos producidos por padecer la enfermedad virulenta llamada APEGO.




Respóndanse con sinceridad esta pregunta, ¿Creen que si no nos educaran con un desmedido amor a la patria seriamos capaces de dar la vida por ella y considerar como enemigo, al prójimo que también está dispuesto a dar la vida por defender su patria o sus ideales?

Todos los sistemas están basados en el apego, los educativos, los religiosos, los políticos, los económicos…, en fin todo gira en torno a este, todo lleva el pronombre posesivo delante, mi casa, mi hijo, mi perro, mi mujer, mi marido, mi país, mi religión, mi gobierno, etc., estamos abarrotados de posesiones y apegados a ellas como parte de nuestras entrañas o más arraigados que estas aun.

No queremos soltar los controles ni ser reemplazados, no queremos morir y luchamos en contra de la muerte irremediablemente, otros optan por rendirse ante ella o por colaborar con ella mediante el suicidio, bajo la promesa de algo mejor, un paraíso o cielo, o deseando convertirse en héroes inolvidables de la historia mundial, pero en todos los casos hay apego de trasfondo, nunca existe la tendencia de soltar definitivamente todo, siempre que soltamos es por la opción de asir otra cosa.

¿Podrá la consciencia permanecer estática si vivimos en un universo en constante movimiento donde todo, absolutamente todo se desplaza?
¿Si siempre evidenciamos un por qué, estamos aptos también para poder evidenciar siempre un para qué?

De ser así, ¿Existirá un por qué y un para qué libre de apego? ¿Si somos parte de un todo y estamos interconectados, es posible el desapego?

Es una ardua tarea poder descifrar estas incógnitas ya que hablo de todos los apegos, absolutamente todos, no solo los materiales, sentimentales y emocionales, hablo también de los espirituales, esos que nos hacen reencarnar una y otra vez y relacionarnos muchas veces con las mismas almas.  


En caso de ser afirmativa la respuesta, será necesario resolver la ecuación biológica universal más complicada y difícil enunciada jamás, porque aparentemente cada cosa existe y está para satisfacer sus necesidades y las de otras, como una relación simbiótica en toda la extensión de la palabra, por lo tanto, sería muy difícil el desapego.

En caso de ser negativa la respuesta, será posible vivir en armonía y en paz en el planeta cambiando las bases en que se sustentan todos los sistemas que lo rigen, pero conseguir armonía en un universo tan vasto, desconocido y misterioso es simplemente una tarea para los dioses, esos que supuestamente somos pero que estamos muy lejos de manifestarlo.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2016/03/15/correo-los-lectores 


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miércoles, 11 de noviembre de 2015

La vida continúa


Muchas veces nos sentimos derrotados, cabizbajos y faltos de ilusión con el constante bombardeo sistemático de los males que aquejan a la sociedad mundial. En medio de ese sentir sacas fuerzas para darte un merecido descanso y decides irte lejos de la ciudad y el bullicio, lejos de la civilización por así decirlo y te topas con algo insólito e inesperado, algo que te revierte ese sentir y te da alas y fuerzas para seguir creyendo, dando de ti, apagando las voces de la negatividad y gritando a los cuatro vientos que la vida no detiene su andar y continúa siendo hermosa.


Este fin de semana en el que conmemoramos un año más de nuestra Constitución, con un turbio futuro inmediato y pocas posibilidades de aclararlo, estuvimos en un hermoso rincón del país, un lugar encantador, lleno de vida, donde la naturaleza fue muy generosa en paisaje y belleza. Te ves en medio de todo eso y te dices:

¿Cuál habrá sido la causa que nos obligó a perdernos la intensidad de la vida y desarmonizar con la naturaleza siendo ella tan generosa con nosotros? Te quedas sin encontrar una respuesta válida y congruente.

La esperanza sigue viva cuando transitas por lugares tan mágicos y hermosos, llenos de verdor y encanto y te das cuenta de que la vida sigue en pie, de que es difícil acabarla, aun se sufra la peor de las sequías, con dos o tres días de abundante lluvia reverdece todo, florece todo, se alegran los campos, los ríos, los árboles se visten de gala, las aves cantan su alegría y el alma agradece este renacer.  

La belleza esta por doquier, es solo que no nos detenemos a apreciarla, donde quiera que mires hay belleza, aún en los barrios de miseria hay cierta belleza en el cielo, el aire, la tierra y en las personas que saben vivir el día a día, que tienen una mirada cálida y brillante, con la llama de la esperanza y el deseo de sobrevivir siempre iluminando su paso, y a pesar de los pesares saben ser amables y trabajar con amor y dedicación.


Llegado un punto te das cuenta de que la publicidad es más beneficiosa que dañina y que la estamos usando mal, haciendo más daño que bien. ¿Por qué ese afán de resaltar los errores, los males, lo negativo, lo que nos falta y nos daña cuando existe tanto que nos favorece y que hacemos bien, tanto y a tantos que bendecir, tanto que agradecer, tanto amor, alegría y hermosura.

Sabana de la Mar un pequeño poblado de mi país, trabajador, acogedor y limpio, esconde un paraíso próximo a la Reserva Nacional de los Haitises, en Caño Hondo, allí se encuentra un hermoso vacacional campestre, con arquitectura sostenible, donde el contacto directo con la naturaleza te obliga a reflexionar, amarla y agradecerle aún más estar despierto a la vida, te contagias de su riqueza natural, su pureza, su magia, y sobre todo ver la cordialidad y amabilidad con que todos se tratan y te tratan, es sin dudas una muy buena señal. 


Al pasearte por esos campos te das cuenta de que belleza, pobreza y felicidad son compatibles y se pueden encontrar en el mismo lugar.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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jueves, 5 de noviembre de 2015

La fuerza de voluntad


Este es un tema que actualmente me está dando mucho material para desarrollar, pero no se inquieten, trataré de resumirlo de la mejor manera posible para que no se sientan comprometidos a leer mucho material.

Últimamente, tanto a mi alrededor, como personalmente, he podido constatar que nada se compara con la fuerza de voluntad o el poder de la intención, como modernamente se le denomina. Lo que te propongas hacer con el corazón puesto en ello, y conseguir ardientemente, es muy difícil que no lo logres si le pones todas tus energías, entusiasmo, intención y pasión, y mantienes viva la llama de la fuerza de voluntad para lograrlo.




Nos forjamos metas que muchas veces ni siquiera teníamos en mente y suceden de repente, por algún motivo o circunstancia que lo amerite, estas suelen ser improvisadas o surgidas por necesidad en la cotidianidad de nuestra existencia, como un cambio de ciudad o país por cuestiones de trabajo, un curso o post grado, o alguna eventualidad por cuestiones de salud, estado civil, etc.

Otras las forjamos desde pequeños o quién sabe si desde mucho antes de arribar a la vida, estas tienden a tener mayor fuerza y motivación y nos suelen encandilar más que las otras, van arraigadas y forman parte de nuestra existencia, son casi imprescindibles y nos resulta imposible partir de este mundo sin haberlas realizado, al menos así de fuerte lo sentimos.


Aunque por alguna razón las vamos postergando, supongo que se debe a que algo tan significativo para nosotros, debemos estar en capacidad total para poder disfrutarlo y vivirlo plenamente, por eso el retraso, puedo asegurarles que cada día que vivo estoy más satisfecha con el camino andado y más consciente de que los desvíos y tropiezos dados han tenido sentido y razón de ser, no han sido fortuitos ni al azar, la memoria empieza a recordar lo olvidado del plan trazado antes de arribar y una va dando pasos firmes y seguros encaminados a la meta final y se va dando cuenta, de que cuando se termine la lista a realizar, se estará presto a partir. Eso en lugar de ser una tragedia o dolor, debería ser una fiesta y un gozo, es la satisfacción del deber cumplido. 


Así como tenemos fuerza de voluntad para realizar cosas, sueños y metas, en definitiva para vivir, de esa misma manera, debemos tener fuerza de voluntad para partir, sin apegos, sin remordimientos ni arrepentimientos.
Si arribamos llorando, en un parto doloroso y traumático tanto para la madre como para el hijo, lo ideal es partir sonriendo, mediante un proceso liviano y tranquilo. Lamentablemente no siempre ocurre así, mayormente sucede en condiciones violentas o de negación por el apego a la vida, porque no ponemos de nuestra parte para aligerar ese viaje de regreso al hogar de procedencia, nos resistimos y dificultamos la salida y la muerte se ve obligada a forzar las cosas de la misma forma que muchas veces lo hace la vida.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/12/12/correo-los-lectores

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domingo, 1 de noviembre de 2015

Los grupos de personas

Parece casi increíble como los seres humanos encontramos personas tan parecidas en cuanto a personalidad (carácter, forma de pensar, de expresarse y sentir, etc.) se refiere. Pueden estar a miles de kilómetros de distancia, puede que nunca se hayan visto y hasta puede que nunca se conozcan, que no exista ningún tipo de vínculo o relación aparente entre esas personas, pero si se llega a establecer contactos con ellas en seguido se nota la similitud, y si estas personas llegan a conocerse, rápidamente se dan cuenta de la afinidad y el parecido con relación a la personalidad.


La sicología nos demuestra que no existe mucha variedad en los tipos de personalidades, lo que en realidad existe, son diferentes vertientes dentro de un mismo tipo. Nos identificamos y congeniamos con personas muy distintas culturalmente a nosotros, educadas en ámbitos muy diferentes, nacidas en polos opuestos del hemisferio, con idiomas y costumbres que distan mucho de las nuestras, y sin embargo, si fueran familiares no se parecerían tanto. A veces el parecido es hasta físico, encontramos un hermano gemelo que nada que ver con algún parentesco familiar, pero por alguna razón parecería que genético sí.

Repasemos algunos puntos:

Somos seres vivos de la misma especie (humana), somos de diferentes razas o etnias, de diferentes países y continentes, de diferentes hemisferios y hábitat, con diferentes culturas y costumbres, de diferentes ideologías y creencias, con diferentes aptitudes y actitudes, de distinto género y necesidades, y sobre todo, tenemos diferentes formas de pensar y evolucionar. Pero dentro de todas estas aparentes diferencias, nos pueden encasillar en escasos tipos de acuerdo a nuestra personalidad.   

Los animales son seres vivos de diferentes especies, con diferentes características morfológicas y biológicas, de diferentes hemisferios y hábitat (aire, tierra, agua), de diferente naturaleza intrínseca (salvajes y domésticos), de diferentes aptitudes y actitudes (capacidad e instinto), con distinto géneros y necesidades y con diferente forma de evolucionar.

Tanto los seres humanos como los animales, tenemos una forma de comunicación común a pesar de las diferencias enumeradas. Los animales se comunican mediante un sonido que sin importar la especie todos conocen y entienden, los humanos nos comunicamos telepáticamente a través de nuestras almas y el pensamiento, sin emitir ningún sonido gutural, solo vibración. También el universo se rige por una comunicación vibratoria armónica que lo mantiene en equilibrio aparente y real.


Los grupos de personas somos como las galaxias del universo, como los grupos de animales (acuáticos, terrestres o aéreos), cada grupo tiene cualidades innatas en común, por eso, pienso que los humanos con los que nos sentimos altamente identificados en cuanto a personalidad y emociones parecidas se refiere, forman un grupo de personas, indistintamente de sus características aparentes.

Esto nos deja ver claramente que no todo es lo que parece y que lo importante es lo interno, eso que forma parte de nosotros vida tras vida, que identifica nuestras almas, no el cuerpo, esa armonía que nos atrae y nos une, así seamos de diferentes generaciones, países y culturas, eso que nos agrupa en varias personalidades y hace de este universo material, algo más interesante y misterioso, más atrayente y mágico…, en fin, más divertido y gozoso.

Te voy a hacer una pregunta, ¿Sabes tú a qué grupo de personas perteneces?

Si haces una buena introspección lo sabrás, y esto te dará una pista de tu finalidad en este mundo, ya que cada grupo se perfila por unos intereses comunes en sentido general y específicos de forma individual. Esta introspección te puede involucrar en el despertar de tu consciencia si todavía no tienes muy claro tu rol, o llevarte a hacer cuestionamientos que te induzcan a sentir las inquietudes habituales que conllevan a abrir las puertas al despertar.


Hazte la pregunta y responde, te ayudará a reconocer si tienes un vacío existencial, a cuestionarte y encontrar la forma de llenarlo y así…, trascender.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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