viernes, 28 de noviembre de 2014

Laberintos imaginarios

A medida que crecemos y avanza nuestro aprendizaje de vida, nos damos cuenta de que somos los responsables directos de ella, los creadores de nuestro destino y su irremediable final, de nosotros depende que sea un buen final y feliz o que sea caótico y desgraciado.

Poseemos algo llamado imaginación y acostumbramos a darle rienda suelta sin prestar mucha atención a sus consecuencias inmediatas y futuras. Fantaseamos, elucubramos y creamos en nuestra mente todo un laberinto imaginario de sucesos y resultados, se nos hace la boca agua o nos paralizamos de miedo, todo depende de lo fácil o difícil que resulte el laberinto creado y de lo clara o  engañosa que sea la salida.

Lo cierto es que somos expertos adelantándonos a los sucesos, y dependiendo de cómo los visualicemos, los gozaremos o sufriremos antes de que en realidad ocurran, porque en nuestra mente, producto de la imaginación, ya los damos por un hecho junto a los resultados y generalmente las expectativas y el suspenso nos ahogan y roban energías, que luego nos harán falta cuando los sucesos ocurran de verdad como son, no como los imaginamos o creemos mentalmente. 



Toda esta confusión crea una maraña o laberinto donde cada paso que damos lo complica más, se crea un sub laberinto y la salida se hace cada vez menos visible, mas imposible e inalcanzable, y en lugar de llevar una vida armónica y equilibrada, en espiral y en paralelo, como nuestro ADN, la complicamos tanto queriendo ejercer controles que no nos corresponden, que la convertimos en espirales defectuosas, retorcidas, que se entrecruzan unas con otras, se atascan, avanzan y retroceden y terminamos formando laberintos con nudos existenciales tan complejos y descabellados que por más que buscamos la salida no la encontramos.

A menos que nos detengamos, nos aquietemos y empecemos a soltar y soltar nudos y ataduras imaginarias de temores, riesgos, apegos, poder y ambición y dejemos de elucubrar y adelantarnos a los acontecimientos y solo esperar a que los sucesos ocurran como han de ocurrir, las cosas no dejaran de inquietarnos y agobiarnos. Solo fluyendo en la dirección correcta, sin desesperarnos pero tampoco durmiéndonos en nuestros laureles, seremos capaces de dejar de construir laberintos intransitables donde solo existen montañas imponentes que nos ocultan los hermosos valles. 




Aunque no siempre las sorpresas resultan agradables, en la mayoría de los casos es preferible recibirlas, a forjarnos falsas expectativas y sufrir grandes decepciones.

Si no estamos prejuiciados y llenos de laberintos imaginarios, las cosas se ven totalmente naturales y autenticas, perfectas y diferentes.


Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/02/24/correo-los-lectores

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Los libros

Los seres humanos poseemos fortunas incalculables, entre ellas está el don de aprender a leer y escribir, lo que se conoce como alfabetización, que nos permite disfrutar de placeres tan altamente gratificantes como la buena lectura.

Un libro era el antídoto para muchos males, todavía lo sigue siendo, además de todas las bondades que nos ofrece desde el inicio de nuestra existencia hasta el final de esta. Si nos remontamos a nuestra niñez, en nuestros recuerdos algunos libros tendrán un sitial especial, ya sea porque nos los leyeron de niños o porque los leímos nosotros mismos en la escuela, algún campamento o el hogar y nos gustaron mucho, son inolvidables.


Los libros son el amigo más fiel del hombre, aunque esta distinción se le atribuye al perro, a mi juicio los libros lo superan, ya que como dice el dicho, “Los libros no muerden” y en lugar de alimentarlos, son ellos los que nos alimentan a nosotros, son una enorme fuente de aprendizaje, conocimiento y sabiduría, también de información, orientación y revelación, además de entretenimiento, diversión, deleite y placer, y como si fuera poco incluso pueden ser una fuente de consuelo y guía espiritual, como la Biblia y la Palabra Diaria entre otros. Y lo mejor de todo es que podemos llevarlos a todas partes y leerlos en cualquier lugar, si viajamos en tren, barco, incluso en avión o nave espacial, un libro impreso será siempre una joya valiosa, el mejor acompañante en nuestra travesía.  

Quien dice que los libros impresos dejaran de existir, porque la tecnología los está llevando a pique, junto con las grandes bibliotecas y tiendas de libros, está pensando en un futuro inmediato, no a largo plazo, ya que los recursos necesarios para poder leer un libro digital donde quiera que estés, son muy costosos y con el tiempo irán mermando debido al alto costo del combustible, a su escasez y al monopolio existente que controla esta poderosa arma de doble filo llamada combustible y aunque se ha hecho más necesaria y vital cada día, seamos sensatos, no es imprescindible para la vida como lo son el agua, el aire, el fuego y la tierra misma, al menos para la vida natural, aunque para la vida artificial o generada por mecanismos artificiales lo sea.  


Estas personas no se han sentado en un apacible bosque o parque, bajo la sombra de un gran árbol, o a orillas de un rio o lago con un libro en sus manos a degustar una buena lectura.  Aunque la tecnología permita hacerlo hoy día sin tener a mano un libro impreso, las baterías tienen un límite de vida y es probable que tengas que dejar la lectura en el mejor momento para ir a recargarlas, y con la interrupción se pierda toda la magia y el encanto de esta, además del placer de pasar la página, escuchar su sonido y saber que te falta menos ya, para el desenlace final.

Desde que se inventó la escritura y el papel, sin duda uno de los mejores inventos, los libros han sido una herramienta inseparable para el hombre sabio y sensato, son tan antiguos como su civilización, tan fieles como su Dios, y tan gratos y placenteros como el mejor de los bocados, la bebida más exquisita, el amor más sublime y el romance mas tórrido. Todas estas maravillosas experiencias y más, se pueden vivenciar tan solo con la lectura de un estupendo libro.  


Nunca abandones tus libros, compártelos, regala o intercambia algunos, recomienda otros y conserva tus favoritos, y ten siempre a mano un buen libro, tu preferido, no sabes en qué momento te puede salvar de la derrota y calmar la ira, la decepción, la apatía y la soledad y transformarlas en oportunas ocasiones para una deliciosa y fructífera lectura. Incluso para atraer a alguien que este necesitando compañía y consuelo, un libro siempre resulta atractivo y tentador para las personas, se suelen acercar con curiosidad a observar o simplemente preguntar que lees, o por que lees.

No lo olvides, un buen libro a mano es una joya irresistible, imprescindible e impredecible, no sabes que ocurrirá al exponerla a la luz, sus destellos podrían irradiar tanta luz y amor que te podrían convertir en la persona más afortunada y dichosa en un momento determinado de tu existencia.  

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2014/11/27/correo-los-lectores

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martes, 18 de noviembre de 2014

La aceptación

El vocablo aceptar encierra en su significado diferentes puntos de vista, quiere decir, entre otras cosas: recibir, aprobar, admitir y permitir, pero si lo sopesamos bien, estos diferentes vocablos que se consideran ser sus sinónimos, al conjugarse todos son los que realmente constituyen el significado completo de esta palabra.


Si de hecho aceptamos algo, nos estamos comprometiendo primeramente a admitirlo, en segundo lugar lo aprobamos, en tercer lugar lo permitimos y en cuarto lugar estamos en capacidad de recibirlo. Ya sea que se trate de una ideología, de un trabajo, una relación, un proyecto de vida etc., cualquier cosa que aceptemos implicará un compromiso, pero lamentablemente huimos siempre o casi siempre del compromiso mayor, que es el que implica nuestra propia aceptación y la aceptación de nuestro prójimo.

Uno de los mayores problemas del ser humano es la falta de auto aceptación, siempre preferimos parecernos o ser otros, tener lo que tienen otros y hacer lo que hacen otros, exhibiendo un alto grado de inconformidad con nosotros mismos y recelo hacia los demás, pero este comportamiento más que baja autoestima y envidia, es un recurso mediocre para no enfrentar el gran compromiso de aceptarnos tal como somos, nos justificarnos y buscamos siempre victimas sobre las cuales echar nuestra falta de autenticidad y aceptación eludiendo responsabilidades.











“El éxito más grande es la aceptación de uno mismo” (Ben Sweet)


Mayormente nos enjuiciamos y no nos aceptamos como somos y como castigo nos reinventamos según el caso, y por la misma razón tampoco aceptamos a los demás como son y los juzgamos y sentenciamos a nuestra hoguera mental, actuando como hipócritas deshonestos.

El problema está en que todos sin excepciones tenemos virtudes y defectos, y si cada quien se acepta como es, tiene que admitir, aprobar, permitir y recibir además de sus virtudes, también sus defectos, pero por el hecho de enjuiciarnos tanto, estos últimos nos resultan inadmisibles y terminamos negándolos y evadiendo con ello nuestra cuota de responsabilidad por ellos, lo cual hace decrecer también nuestras virtudes para mantenernos en equilibrio, de esa forma nos reinventamos diferentes a como somos, y por esa misma manera engañosa de vernos, también vemos a los demás desde nuestra óptica engañosa y los sobre valoramos o condenamos, atribuyéndoles virtudes o defectos que quizás no tengan ellos, si no nosotros.











“A menos que acepte mis defectos, es seguro que dudaré de mis virtudes” (Hugh Prather)


La aceptación va de la mano con el compromiso y la responsabilidad. 
Debemos asumir el compromiso y la responsabilidad de aceptarnos como somos, así podremos mostrarnos ante los demás como en realidad somos y por ende podremos ver a los demás como en realidad son, ya que la sinceridad aclara la mente y la vista, pero sobre todo establece la comunicación de corazón a corazón.

    
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/03/07/correo-los-lectores

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jueves, 13 de noviembre de 2014

Imponente y majestuoso ejemplar


El tigre de Bengala es por decirlo así, mi animal favorito. No tengo ninguna mascota y no soy amiga de tener animales en la casa, siento que limitaría su libertad, pero si tuviera alguno de seguro que desearía tener un tigre de Bengala para poder admirarlo de cerca todos los días, por eso quiero dedicarle esta entrada a ese portentoso y vigoroso felino.

                       

El tigre de Bengala es feroz y tierno a la vez. Su fortaleza y belleza es toda una obra de arte, su colorido pelaje me magnetiza. 
Observo toda una mezcla de contradicciones en la naturaleza exterior e interior del tigre, es como si al saberse fuerte y poderoso se avergonzase de ello y de su comportamiento voraz y violento cuando está hambriento y pasase por una especie de cambio drástico de humor, del ataque a la docilidad, de la tempestad a la calma, del pecado al arrepentimiento.
Posee una exquisita mezcla de dulzura y terror en dosis equilibradas, luce perezoso y apacible en ocasiones y ágil y feroz en otras circunstancias, su dualidad me resulta fascinante, me cautiva.  











Admiro su porte majestuoso y señorial y al mismo tiempo la humildad que reflejan sus ojos y su rostro. 










Su mirada es penetrante pero triste, intranquiliza pero al mismo tiempo te invita a confiar, pero si accedes te hace ver quién manda y es el poderoso. 


Es un animal temible y a la vez adorable, lo quisiera abrazar, siento que su mirada se pierde al igual que la mía por miles de kilómetros de distancia y aunque está presente parece estar ausente (conozco esa sensación), pero al primer descuido ruge y te dice con sus enormes fauces ¡Hey, ni lo sueñes, aquí estoy! 


Nunca he estado tan cerca como para saber todo esto pero lo he sentido así cuando los he visto a distancia, siento como si tuviéramos una comunicación muy estrecha, creo que en el fondo somos muy parecidos; de espíritu indomable, solitarios, apegados a la libertad, aparentamos ser muy rudos y no defraudamos nuestra naturaleza intrínseca, pero si se profundiza bien somos candor vestido de fiera salvaje.

Perdón por colocar tantas imágenes. Desde niña me he sentido atraída por este hermoso ejemplar del reino animal, debo de haber tenido un contacto muy directo con él en alguna otra vida, algo me dice que alguna vez viví en la India, existen cosas de ese país y su cultura que me resultan familiares, fascinantes y muy atractivas, entre ellas las gemas transparentes de colores y los sigilosos tigres de Bengala.



Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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domingo, 9 de noviembre de 2014

Cerrar los ojos

Arribamos a este mundo con los ojos cerrados, antes tardábamos días en abrirlos, hoy día no, los avances médicos y conocimientos de la ciencia han ayudado a que sea así. Cada vez estamos más expuestos al exterior, más desnudos de intimidad y por ende menos libres. 



Las sonografias han hecho maravillas según muchos y revelan todo lo relacionado con nuestra gestación, aunque pienso que abusamos cada vez mas de ellas, le damos más importancia a las maquinas y confiamos menos en la capacidad medica intelectual. Las razones las hay y si bien es cierto que estos adelantos han detectado problemas que se han podido solucionar antes del alumbramiento, no es menos cierto que en la mayoría de los casos son innecesarias, la manipulación de la vida y el desafío científico se basa más en proporcionar riquezas que en ayudar, mas en ejercer un control absoluto en la población mundial que en proporcionarle bienestar. 




Cerrar los ojos es todo un deleite, es como si de repente te metieras de nuevo en el vientre de tu madre, donde estabas en calma, tranquilo y feliz, meciéndote suavemente en el vaivén del liquido amniótico, es la sensación más genuina y agradable que se puede sentir, especialmente cuando tus ojos necesitan descanso, cuando la emoción resulta muy agradable, el espectáculo a tu alrededor es desagradable o cuando simple y sencillamente te quieres desconectar del exterior y conectarte con tu divinidad sagrada y adentrarte en tu paz interior, por eso las meditaciones que se realizan con los ojos cerrados, dan mejores resultados.

Con solo cerrar los ojos y dejarte llevar, empiezas a perder peso y a flotar, a soltar ese peso agobiante que te carga de energías negativas, te abruma y hace que pierdas el verdadero enfoque de tu vida.

Muchas veces no solo es necesario cerrar los ojos a la hora de ir a la cama, es bueno relajarse y dejarse guiar por ese foco triangular de luz blanca que da vueltas en círculo sin detenerse dentro de la oscuridad, al igual que la imagen que salía cuando se empezaba a rodar una película, de esa misma forma empiezas a vivir toda una aventura de serenidad y luz, te descargas y te sientes ligero, te conectas con el todo, ves todo un mundo dentro de ti, observas como flotan las energías de la vida, los espíritus, las luces hermosas a tu alrededor, una verdadera fiesta de paz y gozo interior y aunque tus ojos están aparentemente cerrados es cuando verdaderamente están abiertos hacia tu mundo interior.


Si quieres vivir una experiencia inolvidable aíslate dentro de ti por un rato, cierra los ojos, así te resultara más fácil poder aislarte y conseguirás una mayor concentración, pon atención a lo que sientes, a lo que ves dentro de ti, al tipo de emociones que genera tu aislamiento, a lo despierto que estas y sabrás que tan conectado estas con la fuente de la vida y que tan cerca estas de ti, de tu verdadero yo.

¡Que tengas un feliz viaje y una excelente aventura! 

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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miércoles, 5 de noviembre de 2014

La redondez

Me llama la atención sobremanera que entre todas las formas la más común es la redonda, quizás no sea la que más abunde, pero si la que tienen la mayoría de las cosas vitales e importantes de la naturaleza.


Veamos algunos ejemplos:
Una gota de agua, sangre o lo que sea, es redondeada
Los planetas, el sol, la luna y la mayoría de los astros son redondeados
La cabeza, cerebro, ojos, hombros, senos, glúteos, testículos, rodillas y punta de los dedos son redondeados
Un vientre en gestación especialmente el de la mujer, es redondeado
Un punto, la rueda, una moneda y el recorrido de las agujas del reloj son redondeados
Los movimientos de las olas, los huracanes, tornados y sismos son ondulados y redondeados
Las ondas sonoras, las burbujas y los huevos son redondeados
La mayoría de las frutas son redondeadas
Una pelota, el juguete o herramienta deportiva por excelencia, es redondeada


En fin, la lista es interminable, pero lo que quiero destacar es que muchas de las cosas primordiales de la vida son redondeadas, ¿Por qué, nuestra mente al igual que el cerebro será redondeada? ¿Será por esa razón que siempre le damos vueltas y vueltas a las cosas, y mayormente nos desenvolvemos y nos movemos en círculo?
De hecho estamos regidos por tres movimientos circulares importantes: el de rotación de la tierra sobre su eje, el de traslación del planeta alrededor del sol y el de la luna rotando alrededor de nuestro planeta tierra que nos afecta cuantiosamente, además controlados por el  movimiento oscilatorio de las ondas marinas, oceánicas y terrestres y el movimiento circular de las agujas del reloj imaginario creado por el hombre que psíquicamente nos afecta más que ninguno, alimentados por semillas y frutos mayormente redondeados, y atraídos y fascinados por todo lo que encierra la redondez. 

Todo en la vida es cíclico y circular, partimos de un punto y tarde o temprano volvemos a él. De no existir y ser nada, pasamos a existir y ser alguien, para luego dejar de existir y volver a ser nada y repetir este ciclo de la vida una y otra vez mientras sea necesario para alcanzar nuestro propósito de vida.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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