lunes, 29 de junio de 2015

Nunca pares de sembrar

Sembrar es un acto de generosidad y amor incondicional, siempre y cuando las semillas sirvan para beneficio del planeta, de los seres que lo habitan y del universo. Sin importar si vamos a ver los frutos o no, si vamos a poder regarlas o no, debemos tener la disposición de sembrar, bendecir y plantar junto a las semillas la intención de que dará una buena cosecha, con frutos hermosos y provechosos, visualizar que de alguna manera agradeceremos el haber sembrado y lo disfrutaremos, ya que no existe mayor gozo que el que nos contagia el gozo ajeno.  

A la hora de sembrar escojamos nuestras mejores semillas, no hagamos lo que acostumbramos a hacer con nuestras pertenencias, guardar las mejores para una ocasión especial, la cual, tal vez nunca llegamos a visualizar y si lo hacemos es probable que esas pertenencias hayan perdido su brillo y esplendor y resulten ser las menos apropiadas. Cuando somos generosos damos lo mejor, plantamos con amor y ponemos la intención en ello, el universo se encarga de hacer el resto.

Imagina que vas de pasadía al campo y comes unas deliciosas frutas que llevaste, tiras las semillas a sabiendas de que están vivas, contienen vida en su interior con un enorme potencial de desarrollarse, lo haces y piensas, "quizás algún día sean un árbol frondoso y alguien venga a este lugar y pueda cobijarse en su sombra y saborear su delicioso fruto". Así no hayas tomado un cuchillo, hecho un hoyo y depositado las semillas en él, si al tirarlas como un acto de amor pusiste en él la intención de desarrollarse y dar frutos para beneficiar a alguien más, lo hará, que no te quepa la menor duda. Si tienes la dicha de volver después de unos cuantos años te asombrarás de ver lo que creaste, a veces solo basta con la intención, el universo en su sabiduría interpreta tu deseo y lo hace realidad.

Por esta razón debemos ser cuidadosos con lo que pensamos y en cuales pensamientos ponemos la intención, a la hora de la complicidad el universo no tiene códigos de bueno o malo, conveniente o perjudicial, simplemente interpreta tu intención y colabora con ella para hacerla realidad por ti, el universo no te juzga, para él eres un ser de amor y luz, íntegro y puro, su trabajo es colaborar contigo, con todos y todo. 

Nunca dejes de sembrar amor para que los demás cosechen ternura, alegría y gozo. 


Les dejo esta canción de Rubén Blades que llenó toda una época, donde se abrigaban sueños de esperanza, igualdad y libertad en América Latina, aunque se han ganado algunas batallas, todavía estamos esperando que se hagan realidad.   



Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/07/15/correo-los-lectores

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

miércoles, 24 de junio de 2015

Los cambios

El planeta que habitamos podría ser una de las mayores riquezas del universo, pues tiene de todo lo que conocemos como materia y además cuenta con integrantes especiales que lo enriquecen y embellecen como son los seres vivos (minerales, plantas, animales y el hombre), y quien sabe que otras cosas desconocidas aún nos depara el futuro.
Todo en él es aparentemente cíclico y sigue un orden establecido cuya fuente ignoramos y le atribuimos poderes superiores a todo conocimiento, poderes que también los seres vivos poseemos, aunque unos con mayor capacidad que otros, por ejemplo los humanos tenemos condiciones especiales (que no las tienen los demás), que la mayoría desconoce actualmente y pocos desarrollan y saben utilizar para el bien común. Los ciclos son muy espaciosos y entre uno y otro surgen una enorme cantidad de cambios, algunos son predecibles ya que siguen siempre el mismo patrón, otros son inesperados e indescifrables y constituyen un enigma para la ciencia.

El universo guarda celosamente múltiples secretos que a pesar de los avances científicos estamos muy lejos aún de develar. La madre naturaleza es nuestra escuela más avanzada de aprendizaje, el observarla cuidadosamente nos ha ayudado a entender y descubrir algunos de sus secretos, pero el mayor aprendizaje hasta ahora es la certeza de que nada permanece igual, todo es relativo y cambia de acuerdo a diferentes parámetros tangibles y muchos otros intangibles.

Como parte de este universo que somos y como entes únicos que también somos del planeta, estos cambios nos afectan también a nosotros, aunque no todos los manifestemos igual. Esta experiencia de cambios me llevó a escribir una frase (hace más de 10 años), con la cual me identifico y es la siguiente:

“Soy cambiante como la luna y ardiente como el sol”


En realidad así somos todos, al igual que la luna cíclicamente pasa por cuatro fases y el año por cuatro estaciones, nosotros sufrimos cuatro cambios importantes de vida: La niñez, la adolescencia, la adultez o madurez y la vejez. Las plantas por igual sufren cambios, sus hojas, flores y frutos se marchitan para dar paso a nuevas hojas, flores y frutos, los animales también mudan la piel o el pelaje y sufren mutaciones de algunos de sus miembros, los minerales también sufren cambios drásticos con el clima y el paso del tiempo, las montañas, ríos, mares etc., en fin todo lo que tiene vida, cambia y se renueva cíclica y constantemente.

Pero hay algo que no cambia, que permanece igual, y es la esencia, las cosas intrínsecas. La luna en cada fase sigue siendo luna, los árboles a pesar de sus tantos cambios siguen siendo árboles, igual con los animales, minerales, el hombre y con todo. 
Esto explica mi afirmación de que todos somos cambiantes como la luna.




El sol, nuestro astro rey y fuente de energía, ya que es él quien nos mantiene con vida, gracias a su luz y calor podemos desarrollar esos importantes cambios, sobrevivirlos y adaptarnos. El sol es radiante, ardiente, intenso y resplandeciente (últimamente su radiación ha aumentado en intensidad), pero ese ardor y resplandor también lo poseemos nosotros y lo irradiamos a nuestro alrededor con mayor o menor intensidad, dependiendo del ciclo por el que estemos atravesando, ya que todos los seres vivos que habitamos el planeta somos energía pura en constante movimiento, vibrando, cambiando y radiando al compás del sol.
 
No te resistas a los cambios, déjate guiar por tu naturaleza interior, fluye en la dirección y sentido de la vida en general, pero de la verdadera vida, no del sueño que estamos soñando hace miles de años, que causa decepciones y descontentos y al cual le atribuimos ser la vida, no lo es, es solo un reflejo de nuestra mente enajenada por la manipulación del hombre ambicioso y malvado, la verdadera vida se compone de alegrías y gozo, el gozo es ese sentimiento ardiente como el sol que le da sentido a la vida. 




El sol y la luna no se equivocan en su andar, guíate por ellos y tampoco tú lo harás si eres siempre: 

“Cambiante como la luna y ardiente como el sol”.   




Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe: 
http://www.elcaribe.com.do/2015/09/25/correo-los-lectores

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sábado, 20 de junio de 2015

Finalmente, ¿Que es lo que somos?

La mayoría coincide en que somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal, algo que ya luce gastado. Otros aseguran que no somos más que lo que se ve a simple vista, animales domésticos racionales, no creen en espíritus ni encarnaciones ni nada parecido. Un grupo más selecto cree que somos hechos a imagen del Dios creador a la perfección y que somos dioses también.




Un grupo quizás más reducido a nivel mundial está consciente de que somos seres de luz, energía, no porque se lo hayan dicho, si no porque lo han experimentado y comprobado internamente, pero no solo la luz de la energía que realmente somos, sino una luz más brillante, divina y auténtica, tan deslumbrante y poderosa como el sol, tan sabia como el cosmos y con un ingrediente muy especial, el poder de la mente y del pensamiento, que controlado y usado a nuestro favor nos convierte en seres superiores, espectaculares, capaces de transformarlo todo tan solo con un pensamiento y capaces de crear su realidad y trascender, en este grupo me incluyo también por experiencia propia.

Ahora bien si somos energía, seres de luz, poderosos, superiores y especiales, me pregunto: ¿Por qué tenemos que venir a este planeta a vivir tantas vidas como sean necesarias para evolucionar? ¿Por qué vivimos vidas simultáneas o alternas? ¿Por qué la necesidad de aprender si deberíamos saberlo todo? ¿Por qué la necesidad de experimentar tantas situaciones y desempeñar tantos personajes diferentes? ¿Por qué si somos uno y estamos conectados existen tantas jerarquías y niveles de consciencia y evolución? ¿Para qué realmente nos estamos preparando y entrenando tan ardua y sofisticadamente?


Para algo muy grande debe de ser, al parecer nos estamos preparando para ser los maestros de los súper maestros de los maestros (parece un trabalenguas), o tal vez para ser los jueces supremos del universo, o puede que las encarnaciones sean la forma de diversión más usada por los espíritus para entretener el alma, quizás somos parte de una gran competencia galáctica o un sustancioso concurso universal de cuentos y de historietas, o será que…, de momento me conformo con saber y asegurar que mientras sea capaz de criticar y juzgar la conducta de un ser humano con ligereza y crueldad sin haber vivido su experiencia, estaré ganándome pasajes de encarnaciones gratis, para vivir su experiencia y ver si fui justa o no en mi manera de juzgarlo.

Cada vez que censuro o condeno a alguien con mis juicios me gano una nueva vida en el planeta, así lo visualicé y entendí en un pensamiento que me llegó como una ráfaga de luz en forma de reflexión. Después de recibir esa revelación no me queda más que exhortarles a ser muy cuidadosos a la hora de juzgar y desde ese día hacer como mi Eco o mantra favorito la siguiente frase:

“Cualquier actuación del ser humano es perfecta porque lo lleva a alcanzar su iluminación”
“Cualquier actuación del ser humano es perfecta porque lo lleva a alcanzar su iluminación”
“Cualquier actuación del ser humano es perfecta porque lo lleva a alcanzar su iluminación”.


No puedo juzgar al asesino hasta que no mate a una persona y sepa que se siente al hacerlo (dicen que el espíritu se siente libre y que puede causar adicción), o hasta que no me vea en la necesidad de matar y decida no hacerlo o dar mi vida antes que convertirme en asesina, entonces si podré hablar con propiedad de mi experiencia de vida en ese aspecto.

Siempre que alguien me dice que soy una buena persona lo desmiento y digo que no lo soy porque no me he visto en la necesidad de ser mala, la vida ha sido generosa conmigo, si me hubiera visto en la necesidad de robar, matar y descarrilarme para subsistir no sé si lo hubiera hecho, así que solo me he mantenido al margen de la maldad, no me he revolcado en ella, o quizás me revolqué tanto en ella en otras vidas que por fin he podido mantenerla al margen, esa también es una posibilidad, la cosa es que somos todos los personajes, los malos, los regulares, los buenos y los excelentes, si no lo hemos sido lo seremos antes de nuestra última encarnación, luego de probar suerte, el libre albedrio te permitirá decidir cual papel te gusta más y escoges por identidad.

Este otro Eco también puede resultar muy efectivo para no salir agraciado con otro pasaje de vida en el planeta: 

“El que no juzga, tampoco será juzgado”
“El que no juzga, tampoco será juzgado”

“El que no juzga, tampoco será juzgado”

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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lunes, 15 de junio de 2015

La tolerancia

A mi parecer la tolerancia es la facultad o el grado de entendimiento y disposición intrínseca del ser humano para aceptar las diferencias de comportamiento y criterios y evitar las confrontaciones innecesarias y absurdas. Para ser tolerantes se necesita empatía, respeto, paciencia y autocontrol, y si fuere necesario, perdón.

Las personas con un buen nivel de tolerancia viven más calmadas y mantienen una mayor armonía con los demás, son amables y receptivas aun sus puntos de vista sean diferentes. Prefieren conservar las buenas relaciones y el sosiego antes que enfrascarse en discusiones poco objetivas,  están conscientes de que cada cual tiene una forma única de ver las cosas. Esto no quiere decir que se dejen convencer o someter, al contrario, mantienen su posición pero aceptan de buena gana las diferencias de opinión y comportamiento.


El grado de tolerancia que exhibimos refleja nuestra estabilidad y armonía interior. Las personas poco tolerantes generalmente están en desequilibrio interno, cualquier pequeño inconveniente les inclina la balanza rápidamente y tienden a descontrolarse muy fácilmente, por lo tanto viven más enfadados y molestos con ellos mismos y dejan salir ese malestar de cualquier quítame esta paja, pero esto es causa de su caos interno.

Hay que tener mucho cuidado de no confundir “Tolerancia” con “Permisividad”, la primera reconoce y acepta las diferencias hasta cierto punto o limite, sin perder su criterio personal, la segunda doblega, se sale de los limites y no defiende sus criterios propios, cede.

Resumo:

La tolerancia – acepta bajo ciertas condiciones.
La permisividad – cede en todo el sentido de la palabra.   


Mantener un orden de las cosas es algo primordial para el buen funcionamiento y la feliz convivencia, eso se puede apreciar en casi todos los ámbitos y las cosas, el universo es el mejor ejemplo de esto aunque exista la teoría del caos (pero un caos organizado, se mantiene la estabilidad).

Tu orden exterior refleja tu orden interno, si eres desordenado y te sientes bien en el desorden entonces tu orden interno puede estar identificado con la teoría del caos. Ahora bien si eres desorganizado y te molesta el desorden, entonces tu orden interno puede estar desequilibrado. Esta correlación aunque no lo creas determina en parte tu grado de tolerancia.

Si deseas saber cómo andas internamente observa bien tu grado de tolerancia, a veces el mayor problema ocurre porque definitivamente no nos toleramos nosotros mismos, estamos desequilibrados, vivimos en el desorden y el caos pero en el fondo somos personas organizadas que las prisas nos han llevado a cambiar de caballo, pero lo aborrecemos y permanecemos disgustados.

Recuerda, tolerancia es una forma de aceptación, si no te aceptas como eres y como te comportas en determinadas circunstancias de tu vida, difícilmente te tolerarás.  

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/06/22/correo-los-lectores

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jueves, 11 de junio de 2015

Los mantras

Aunque la palabra “mantra” provenga del lenguaje sanscrito y el origen de estos y por tanto sus versos estén escrito en este lenguaje considerado sagrado, no creo que sea obligatorio para una persona que lo desconozca y no lo entienda, hacer la meditación con estos mantras en sanscrito o hindi.

Me pregunto por qué no se dicen en otros idiomas, se que el espíritu con su sabiduría ilimitada, se identifica y lo entiende aun no sea nuestra lengua y no la entendamos, pero me gusta que mi espíritu también se entienda con mi mente y mi cuerpo, por eso abogo porque se digan en un idioma que nuestra mente pueda entender y el cuerpo pueda digerir.


Muchas veces veo personas que meditan y se relajan repitiendo estos mantras aunque no entiendan ni pio lo que dicen, pero tan pronto salen de la meditación vuelven a su estrés, y a su mente enajenada, pienso que se debe en parte a esto, el mantra solo le calma y funciona cuando está en trance, pero cuando sale de él lo olvida porque su cerebro no logra traducirlo y captarlo, solo su espíritu y a quien realmente queremos calmar y encausar es precisamente al cerebro para que piense adecuadamente y a la conciencia para que libere toda su sabiduría y nos pueda guiar mejor.
Les copio un fragmento que al menos corrobora en parte lo que les digo, lo tomé del siguiente enlace:


Dice así:

“En lo que respecta a esas personas que no saben cómo pronunciar adecuadamente, sería mejor que ellos cantasen en cualquier otro lenguaje que no sea Sánscrito, p. ej. Castellano, al menos hasta que aprendan a hacerlo bien. Una ventaja adicional de seguir este curso de acción es que sabrían el significado de lo que están cantando”.
Otro párrafo dice lo siguiente:
“Si uno no está dispuesto a aprender la pronunciación correcta de un maestro experto, ¿cuál es el objeto de cantar en Sánscrito? Sería mejor que cantara en castellano. Por ejemplo, un fragmento del himno nacional de Argentina, mi país, dice:
"Oíd mortales el grito sagrado: ¡Libertad, Libertad, Libertad! Oíd el ruido de rotas cadenas, ved el trono..."
“Imagina alguien de habla inglesa cantando este himno aun cuando ignora todo sobre lengua castellana. Bien, ¡sería un desastre!” No sería ni castellano ni inglés ni nada, sólo ruido. Sería mejor que consiguiera una traducción de ese himno en inglés, por lo menos hasta que aprenda a pronunciar castellano adecuadamente”.
"Oh mortal ones, hear the sacred cry: Freedom, Freedom, Freedom! Hear the sound of chains being broken, see the throne..."
“Lo admito, ésta no es probablemente la mejor traducción del himno, al menos comprendería el significado de lo que está cantando. De igual modo, cuando alguien que no sabe pronunciar Sánscrito adecuadamente recita o canta en esta lengua... ¡es un verdadero desastre!”

Fin de la cita.

Puede que sea una más de mis locuras pero por lo que puedo ver tengo algo de razón y es muy probable que la relajación dure muchísimo tiempo más.
Perdón por mi irreverencia pero no me dice nada el vocablo “Mantra”, prefiero llamarlo Eco pues a este si le encuentro significado.  Además no digiero que sea un gurú o maestro el que te permita que el mantra te funcione y el que te pueda iniciar, si es así, ¿Quien los inicio a ellos, al primer maestro?, la manipulación siempre ha existido y ya es hora de aceptar que todos somos alumnos de la misma escuela y que todos somos maestros del mismo plantel, que es “la vida” y que esta no tiene favoritismos ni de idiomas, culturas, países, continentes, etc., todos tenemos el mismo privilegio, lo lamentable es que no todos lo sabemos y nos dejamos confundir y dormir. Todos poseemos la suficiente sabiduría para iniciarnos en el despertar y conseguir la tan ansiada iluminación, que no es otra cosa que darse cuenta de la verdadera naturaleza del ser, entender su esencia y sentir su unidad con el todo. 


Me encanta este Eco que dice así:

“Soy un ser de luz y amor, soy uno con todo y con el poder supremo”
“Soy un ser de luz y amor, soy uno con todo y con el poder supremo”
“Soy un ser de luz y amor, soy uno con todo y con el poder supremo”

Entiendo que cada cual debe seguir la ruta de su corazón que es única y nadie la puede transitar, recibir orientación es algo que debemos agradecer pero sin aceptar imposiciones ni lavados de cerebros, pues de nada nos servirán y retrasarán nuestro destino final. Crea tu propio método, para eso se te dio el libre albedrio y se te creó único, te puede encajar la ropa, el calzado, las pertenencias de otra persona, hoy día incluso los ojos, y órganos de otros, pero nunca su sabiduría interior y el desarrollo emocional de su alma, jamás te bastara, debes usar tus propias técnicas para crear tu experiencia de vida y llegar a trascender.

Conviértete en ruido y luego en silencio, en siervo y luego en rey, en odio y luego en amor, en oscuridad y luego en LUZ, lo que realmente eres y sigue iluminando el universo del que formas parte y todo, uno con la divinidad universal.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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lunes, 8 de junio de 2015

Un día especial

El 31 de mayo, último domingo del mes, celebramos en mi país, República Dominicana, el día de Las Madres.

Este año decidí romper viejos patrones de conducta y dedicarme ese día a mí, como madre que soy y disfrutármelo junto a mis tres hijos y esposo. Hace casi 28 años perdí a mi madre, hace casi 10 años perdí a mi segunda madre (mi madrina, que fue una madre para mí) y hace 9 meses perdí a mi tercera madre (mi suegra a la que también quise como una madre).
En lugar de pasarlo triste recordándolas y sin deseos de salir, este año sentí un llamado de la naturaleza para pasarlo en contacto con ella, fuimos al Jardín Botánico Nacional (hacía años que no iba) y lo pasamos muy bien. Fue divertido, hermoso y alegre compartir ese día junto a mis hijos y esposo con la madre naturaleza, disfrutar de su sol, la belleza del Jardín Botánico y las atenciones de sus empleados: el chofer del tren, la simpática joven que nos sirvió de guía en la ruta del tren y en el jardín japonés, la joven guía del museo, muy paciente y educada ofreciéndonos informaciones importantes de la flora y fauna de algunos lugares especiales y zonas protegidas del país, todos muy amables.

Además del ambiente alegre y cordial de los demás integrantes del tour que como nosotros decidieron pasarla con la madre de las madres, la madre naturaleza, tuvimos el placer de conocer unos turistas mexicanos que vinieron al país a una boda y decidieron conocerlo un poco antes de partir, personas bien avanzadas de edad pero que esto no fue traba para disfrutar el verdor y la caminata que ofrece el tour,  en realidad fue algo digno de repetirse al menos 5 veces al año.

Aquí les dejo algunas fotografías del jardín para que se animen a visitarlo, ya que además ofrece salones para eventos y hermosos paisajes para hacerse fotografías.










 !VIVA NUESTRA MADRE NATURALEZA!


Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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domingo, 7 de junio de 2015

El fanfarrón interno

El ego, nuestro peor enemigo, se ha vuelto nuestro amigo inseparable, pues mientras todos nos estemos enfocando en él, aún sea para concientizarnos de lo perjudicial que es y para desarmarlo y quitarle autoridad en nuestras vidas, estamos refiriéndonos a él con más frecuencia. Si nos mantenemos observándolo estamos más pendientes de él y todo eso lo único que consigue es darle más poder, atraerlo más. Es como cuando vigilas a un niño pequeño, si no le quitas los ojos de encima el niño está nervioso y siempre tratara de inventar algo, de hacer algo para contrarrestar el nerviosismo que le produce tu excesiva vigilancia, en cambio si te haces el desentendido, apartas la mirada y lo sueltas, milagrosamente ese niño se portara de manera ejemplar. Lo mismo sucede con el Ego, por eso, particularmente yo, le aplico la indiferencia, lo ignoro, conmigo no encuentra de que alimentarse, hace un tiempo que lo tengo pasando hambre, echado al olvido.

Últimamente todos hablan del Ego, muchos mensajes sobre él y como domarlo y mientras eso sucede el ego se está engrosando mas y mas, es como la campaña de “No a la guerra y Si a la Paz”, al final solo se consigue aumentarlas, ya que la guerra y la paz van tomadas de la mano, la estamos pronunciando a diario en todas partes y eso hace que se reproduzca más fácilmente, por eso hace mucho propuse tampoco hablar de paz, están estrechamente relacionadas y una cosa lleva a pensar en la otra, es mejor hablar de armonía. Con el Ego ocurre algo similar, y también lo llamo diferente, es nuestro fanfarrón interno, como fanfarrón lo puede ser cualquiera él no se da por aludido.

Está pasando algo muy particular en el mundo y nos estamos prestando para fomentarlo sin reflexionar sobre esto, las campañas contra el cáncer con el famoso lazo rosado, por donde quiera lo ves, y yo te pregunto ¿En qué piensas cuando lo ves? obviamente en el cáncer, ante cualquier tragedia de muerte un lazo negro (siempre destinándole la peor parte al negro), ahora anda circulando uno verde contra el abuso infantil para que lo propaguemos igualmente como se hace con el rosado y de nuevo te pregunto ¿En que pensarás cuando lo veas por todas partes? Por Dios, dejemos de ser utilizados como carne de cañón para propagar la negatividad, recuerda que en lo que estés enfocado eso surgirá. 

Se obtuvieron buenos resultados a favor de la guerra con la supuesta campaña en su contra,  igual ha pasado con el cáncer, nos está minando a todos, el maltrato a la mujer y los feminicidios mientras más campañas existen en su contra, mas se cometen, le siguen los abusos y maltratos infantiles y unos cuantos etcéteras más y nosotros ayudándolos a progresar en sus fines maquiavélicos. ¿Y saben qué? todo esto no es más que… sí, sí, sí, eso mismo que estas pensando, el fanfarrón interno desarrollándose y gobernándonos a su antojo. 


Queriendo ser los buenos de la película, cosa que nos hace sentir grandes, estamos siendo los malos, porque colaboramos inconscientemente con la mala propaganda, aunque lo hagas con buena intención, deja de hacerlo, precisamente el truco es ese, hacerte creer que estas obrando bien, ya que eso le satisface al:

E ngreído
G uiñapo
O presor

Lo llevamos dentro todos, y si le permitimos que se gobierne terminará gobernándonos a nosotros.
No le prestes la menor atención, solo ignóralo de manera sutil, aplícale la misma técnica que al miedo, ignóralo y desaparecerá, esa es mi recomendación final, olvídate del fanfarrón, suéltalo ya y de seguro él te soltara a ti.


Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/07/08/correo-los-lectores

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miércoles, 3 de junio de 2015

¿A que vinimos, a dejar o a llevar?

Una de las cosas que más desea el ser humano es dejar huellas por donde pisa, excepto cuando hacemos lo indebido y no queremos ser descubiertos. En realidad muchas veces hasta nos obsesionamos y se convierte en nuestra razón de vivir el dejar algún indicio de nuestra existencia, algo que a nuestro entender sea la mejor muestra de lo que vivimos y vinimos a hacer aquí.

A pesar de que siempre se ha dicho que vinimos desnudos al mundo y no podemos llevarnos nada, por lo cual nos empeñamos en dejar algo nuestro, creo que esto solo se refiere a lo material, me parece que debe de ser a lo inverso, pues si estamos aquí para que nuestra alma se desarrolle y viva diferentes experiencias es porque en realidad nos llevamos algo, esas experiencias, esos aprendizajes y lo depositamos en algún lugar del universo, se dice que en la gran mente, nuestra fuente creadora, nuestro Dios.


Desde que arribamos al mundo no hacemos más que dar, lo primero que hacemos es dar gritos, perdón, debo irme más atrás. Desde que estamos en el vientre no hacemos más que dar, damos alegrías, tristezas, ilusiones, patadas, molestias, dolores y gozo, luego es que vienen los gritos, sonrisas, asombros, empuje y motivos para vivir y luchar, damos nuestra obediencia, nuestra colaboración, nuestro desempeño escolar, nuestra inocencia y candor, nuestro tiempo, nuestro germen de vida y nuestros descendientes, en fin siempre estamos dando, supongo que lo sabemos de sobra y es por eso que nos sentimos con derecho a pedir, le pedimos a Dios, a nuestros padres y familiares, a los amigos, al compañero, al jefe, al gobierno…

Entonces, ¿No creen ustedes que es justo que nos llevemos algo a cambio después de tanto dar? Pues yo lo creo así, por eso pienso que ya esta bueno de querer dejar algo que quede, pues nos vamos y todo se queda, dejamos huellas y nuestro sello personal por doquier, grabamos nuestro nombre en muchos corazones en el sendero recorrido y en este lugar las huellas son imborrables, están escritas con una sustancia especial llamada amor que mientras más queremos borrarlas más se acentúa 
¿Qué mas queremos dejar?, ya dejamos la vida y todo lo que encierra, al final este anhelo no es más que el deseo de inmortalizarse del fanfarrón interno. ¡Pero si somos inmortales! ¿Acaso no conocemos a Noé, Abraham, el homo sapiens y todos nuestros ancestros?, entonces dejamos o no dejamos huellas.

Con esta forma de pensar también aprovechamos para quitarnos de encima el deseo de tener, pues para poder dejar hay que tener, si te enfocas en llevar tienes que hacer espacio para el equipaje y soltar muchas cosas vanas, así que al menos yo desde este momento hago el cambio mental, ya di demasiado a todos los que conozco y conocí, llegó la hora de soltar y ponerme a trabajar en el regalo que me encomendaron, el que debo llevar. 




Para hacerlo debo convertirme en un sismo y sacudirme toda esa basura cósmica y terrenal, dejar de comportarme como un hoyo negro que todo lo acapara, o como un volcán que todo lo expulsa, ser como un sismo que se libera de cargas inútiles, luego hace varias sacudidas más y se acomoda, se aquieta. Luego con lo que me quede, cual si fuere una ostra, crear esa hermosa perla que me encargaron hacer, y cuidarla celosamente hasta que la pueda entregar.  




Soltemos ya ese deseo de dejar y empecemos a sentir el deseo de llevarnos algo importante, una sabiduría mayor, algo que enriquezca a la gran mente, empieza a pensar que quieres llevarle de regalo, que crees que pueda estar necesitando que te envió precisamente a ti a buscarlo.


Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
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