jueves, 22 de marzo de 2018

¿Superhéroes o villanos?

Desde muy pequeños estamos familiarizados con los superhéroes y los villanos, o lo que solemos llamar, con los buenos y con los malos. Aunque parezca contradictorio, a pesar de que nos inculcan hacer el bien, son muchos los que se decantan por ser los malos a la hora de jugar, no sabemos a ciencia cierta por que.

Algunos dirán que es por poder tener armas para atacar y defenderse, ya que las armas de los superhéroes son menos visibles y convincentes (aunque al final resulten más poderosas), ya que pasan las mil y una para salir triunfantes. 
Pero para muchos hoy día, esta muy claro que eso eran cuentos para que nos portáramos bien, que los malos son más fuertes y poderosos y siempre se saldrán con la suya, porque esto es lo que hoy día sucede con más frecuencia.

Antes veíamos a los niños jugar a policías y ladrones y mayormente deseaban ser policías, hoy es muy diferente, casi todos quieren ser los ladrones o asesinos, los he escuchado insistir y hasta discutir por serlo. 
Los superhéroes de hoy se parecen mas a los villanos que a los policías, destruyen todo y usan su poder sin importar a quien dañan en nombre de la justicia. 
Los dibujos animados se han vuelto muy agresivos y otros soeces y algo inapropiados para los niños, con mucho contenido que es más bien para adultos. 


Si le preguntamos a unos niños preadolescentes su preferencia por ser policía, superhéroe o villano, la respuesta no se hará esperar, dirán superhéroe o villano, pocos desearan ser policía, y esto me hace reflexionar en la poca diferencia que existe entre los superhéroes y los villanos, en cambio los policías, se han quedado muy por debajo en la escala de poder.

La aparentemente inofensiva creación de los superhéroes, ha traído como consecuencia una desvalorización de la autoridad policial, tanto para la población, como para el mismo cuerpo castrense, ya que el arma sicológica que estos representaban ante la sociedad, un respeto basado en la sugestión y el miedo, quedo atrás, se ha quedado relegada en puro disfraz de autoridad. Detrás de esto en realidad, mayormente se esconde el fraude, el soborno, el abuso de poder, y el olvido del deber apegado al respeto de los valores humanos y al bienestar general, al menos en los países subdesarrollados como el nuestro es así.


Lo mismo ocurre con los adultos jóvenes y los menos jóvenes también, si se hace una encuesta, la mayoría desearía ser villano, pues estos se divierten mas y hacen lo que desean hacer, tienen el control y el poder, en segundo lugar estarán los superhéroes, que aunque son poderosos, trabajan muchas horas para proteger a los demás, supuestamente cazando villanos, para lo cual tienen licencia para matar a su antojo en el nombre de la paz, pero se divierten menos. 
La casilla de policía se quedaría prácticamente vacía, muy pocos la escogerían, hoy son una copia barata de villano y superhéroe, ¿Y quien quiere la copia si puede tener el original? 

Les pregunto: ¿Existen diferencias palpables entre superhéroes y villanos? ¿Que diferencia a Batman o Ironman del Guasón o el Mandarin? 
Imagino que dirán que unos actúan en pos del bien y otros del mal. Pero del bien ¿Para quién? ¿Qué en definitiva es el bien? ¿Que creen que hacen los superhéroes para combatir el mal además de actuar igual que los villanos? ¿De veras creen que los superhéroes son bondadosos, además de poderosos y muy ricos? 
Yo creo que no. Para mi sigue siendo la misma lucha de siempre por la supremacía, el poder y la ambición desmedida, la metodología que usan es la misma, y se resume en una palabra ´violencia´.

Piensen bien, quien nos cuenta esta historieta lo hace para sacar ventaja, siempre ha sido así, y aunque no imaginó que fuera tanta como hoy en día se le saca, tampoco de seguro le remuerde la conciencia por ello. ¡Zas! Al fin llego al punto clave, ¨Consciencia¨, ¿Acaso la tienen ellos, o acaso la tenemos los que actuamos muchas veces como villanos? ¡Vaya usted a saber! 

Lo importante aquí es tener claro que sean policías, superhéroes o villanos, nadie vendrá a salvarnos, en su mayoría son sin escrúpulos con licencia para matar y doblegar egos para que se imponga su ego sobre los demás, ese mismo ego que nubla nuestra consciencia y nos hace incapaces de reconocer la cantidad de veces que actuamos como villanos y nos justificamos como superhéroes o policías, asegurando que lo hacemos en pos del bien y la justicia, que para nada es justa actualmente. 


La violencia engendra violencia y cada día va en aumento, nos bombardean por doquier con ella, nos amordazan frente a una pantalla con series y películas donde reina la violencia, nos perturban a nuestros niños con dibujos animados y películas infantiles cargadas de egoísmo y violencia, y nosotros como buenos y mansos corderitos lo seguimos permitiendo, el daño ya esta hecho y nos hemos hecho adictos a el y no somos capaces de ver mas allá. Todo lo contrario, colaboramos con esto, les compramos video juegos y todos los muñecos alusivos a estos destructores que nos han querido presentar como constructores de una paz inexistente y utópica.

Pero a pesar de estar escribiendo sobre esta cara negativa de la modernidad, se que otro tipo de paz existe, me encuentro en un entorno apacible y pacifico en mi hogar, disfrutando de una calma y una vista de armonía y paz, aves cantando a mi alrededor y flores hermosas que puedo apreciar desde mi ventana, con una suave brisa y un cielo azul hermoso. Y me digo por que no nos mantenemos enfocados en cosas como estas y nos dejamos llevar dándole cabida a tanta negatividad. La mayoría vive encerrada, en sus trabajos o la escuela y luego en sus hogares, frente a la TV, a un celular o un ordenador, y se pierde la belleza de la vida, esperando recibir una dosis contaminante de tecnología adictiva. 


Saquemos a nuestros niños a pasear al aire libre, a montar bicicleta, columpio o caballo, a ver el cielo, el rio o el mar, a encontrar y descubrir las aves y los reptiles, los cangrejos... Que usen y usemos menos, tanta tecnología adictiva y causante de atrofias físicas por falta de ejercitarnos de manera natural y divertida.

¡Salgamos a respirar! El mundo todavía es bello y se puede vivir sanamente en el, solo es cuestión de abrir los ojos y... ¡Despertar a la verdadera vida!

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Un fragmento de esta entrada fue publicado en el periodico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2018/05/12/superheroes-o-villanos/

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

viernes, 9 de marzo de 2018

¿Mas de lo mismo?

Muy a menudo sucede que creemos que ya todo se ha dicho, y cualquier cosa que podamos añadir, no es más que repetición de lo mismo. A veces esa repetición se hace de formas nuevas, que llegan y calan hondo, otras veces resultan más de lo mismo y muy cansonas. De esto deduzco que no hay nada nuevo en el contenido, si no más bien en las formas, y precisamente ese arte de manejar las formas, para que hagan novedoso, atractivo e interesante el contenido, es lo que merece la pena desarrollar y probar.



Cuando la vida nos pone entre la espada y la pared, es cuando en verdad la valoramos. Está latente y palpable en cada cosa que nos rodea, en cada respiración, pero ese estar a punto de perder la vida, esa tremenda sacudida, o ese estar peligrosamente al borde del abismo, es lo que la hace increíblemente fascinante, nos pasa un recuento a mil revoluciones por minuto de sus maravillas, y despierta con mayor anhelo nuestras ansias de vivir, de hacer lo que tanto fuimos postergando; se siente como esa semilla dormida que de repente descubre su potencial para desarrollarse y crecer, y desea fervientemente que no sea muy tarde para lograrlo. Lo lamentable es que no siempre ese descubrimiento nos da una nueva oportunidad.

Precisamente de eso se trata nuestra estadía en este plano, de oportunidades, de aprender a vislumbrarlas, descifrarlas y llevarlas a cabo, con la única finalidad de transformación y evolución, pero en el interín de dicha finalidad, se han añadido algunas emociones, unas negativas como (la angustia o desesperación, las dudas y el miedo, la amargura y decepción...) y otras muy positivas como (la ilusión y motivación, la alegría y satisfacción, el gozo y plenitud interior...), si entre ambas se mantiene un buen balance emocional, o sea, si pesan mas las positivas, entonces se dice que vamos bien.


Todo este abanico de emociones hace la vida algo tortuosa y deliciosa a la vez, entretenida y sustanciosa..., valiosa, y sobre todo le da un verdadero sentido a nuestra existencia temporal como humanos. 
Pero no nos conformemos solo con eso, hurguemos en nuestro interior, la finalidad va mas allá de lo aparentemente perceptible, busquemos la finalidad mayor, esa que nos mantiene alertas y en vilo, nos hace entusiastas y nos da a diario un buen incentivo para vivir a plenitud, para lograr alcanzar esa satisfacción interna que nos hace diferentes ante los ojos de los demás, que hace que nos perciban y nos sientan gozosos, y se contagien de esa mágica sensación de alegría y libertad que solo se experimenta cuando en realidad estamos cumpliendo nuestro propósito intrínseco de vida.

Aunque creamos o sintamos que estamos siendo repetitivos, enfoquémonos más bien no en lo que las cosas parecen ser, si no en la forma en que las moldeamos, podemos darle la forma que queramos, es cuestión de sabiduría y de actitud. El rio, por ejemplo, sigue siendo el rio independientemente de la forma en que lo crucemos. Existen varias formas de cruzarlo, no es lo mismo a nado, que en bote o a caballo, o cruzarlo sobre un puente, la sensación no es la misma aunque el resultado si, lo cruzamos. Lo importante aquí no es el rio (el contenido), si no cruzarlo, y la sensación que nos produce hacerlo (la forma).



Siempre nos han inculcado enfocarnos en el contenido y obviar la importancia de lo demás. Si para todo en la vida hacemos la interpretación anterior, de seguro que nos va mejor y lograríamos a cabalidad nuestra misión, que no seria enfocarnos en el obstáculo, si no en como derribarlo, sobrepasarlo o convertirlo en nuestro aliado. En lugar de quedarnos absortos mirando el rio como un obstáculo, busquemos la forma de cruzarlo y seguir avanzando. 

Para ello debemos ser toda percepción e intuición, todo oídos internos, hacer silencio interior, para poder así escuchar ese sabio, hermoso y sin igual sonido de nuestra voz, esa voz que susurra con delicadeza y a veces con mas intensidad y agudeza, hasta que le pongamos atención, y sepamos que nos habla desde la propia identidad del ser interior, desde el alma. 


Esa voz es el espíritu mismo haciendo hincapié en nuestra misión, en ese fluir evolutivo de la creación, del cual somos principio, centro y fin; parte y todo a la vez. 
Esa voz nunca será mas de lo mismo, es siempre novedosa, armoniosa, plena de sabiduría y amor para salvaguardarnos, y asegurarse de que podamos completar alegre y satisfactoriamente nuestra transformación.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.