jueves, 25 de julio de 2019

Lo que cada uno quiere

Amables lectores, en ocasiones anteriores he escrito entradas de corte familiar, y reconozco que hace tiempo no lo hago, por eso en esta ocasión, y con motivo de celebrarse este domingo 28 el día del padre, quiero enfocar este mensaje a la familia (la pricipal institución de la sociedad), y a los padres (para ambos progenitores), y hacerlo desde un punto de vista diferente a las otras entradas.

Los tiempos han cambiado mucho en cuanto a los estamentos dentro del seno familiar se refiere. El cambio, originalmente buscaba tener más independencia, confianza, respeto y consideración entre todos los miembros de la familia, y dentro del hogar.

Ambos padres trabajando fuera la mayor parte del día, una madre más satisfecha por sentir que es parte del sustento económico y social, y tener igualdad de derechos que el padre, ambos cooperando en la limpieza del hogar, en todos sus aspectos, y en la crianza y educación de los hijos, que estando mayormente en la escuela, los monitorearían a través de los reportes escolares y los maestros, y en la casa a través de la empleada a cargo, los abuelos o algún otro familiar, y con un seguimiento algo más personalizado, a través del teléfono. Todo esto mientras ellos no estuvieran en la casa. 

Se confiaba en que así los hijos serian menos indefensos y más independientes, incluso más felices. Se los trataría de igual a igual y con más respeto hacia ellos, considerándolos muy capaces, y responsables con sus deberes familiares y escolares. 


Al llegar a casa, las cosas no eran como se planeaban y pensaban. Si todo esto hubiera funcionado tal como se pensó originalmente, la historia fuera hoy muy diferente, pero los caminos se torcieron en algún punto, y se perdieron unos ideales y fueron sustituidos por otros, menos altruistas y más egoístas de ambas partes, por así decirlo.
  
Es difícil criar y educar en todas las épocas, pero en esta, debido al alcance de las informaciones que nos traen abrumadoramente las diferentes tecnologías (especialmente el uso del inseparable celular e internet), y a la aparición, proliferación y alcance descontrolado de las redes sociales, se hace más difícil aún, y encausarlos por el sendero del respeto, la responsabilidad  y la honestidad, se está volviendo para muchos padres, una utopía.  

Si fuimos capaces de sacrificarnos en sus primeros años (dedicándoles tiempo de verdadera calidad), y sentarles bases sólidas de amor, atención, comprensión y respeto, lo ideal y quizás mas sano es dejar que desde temprana edad los hijos tengan libertad de decidir lo que desean hacer y permitirles que llegados a cierta edad, lo puedan hacer sin imponerles condiciones, que no sean la de enfrentar ellos a su propio riesgo sus decisiones y elecciones, y desde luego, a su propio costo emocional, y de ser posible, hasta el financiero, no estaría demás. 


El hecho de nosotros haber sido sumisos, cobardes o conformistas, no quiere decir que otros tengan que serlo, el hecho de que nuestro propósito no fuera tan alejado del patrón de la mayoría, no significa que nuestros descendientes tengan que seguir ese mismo camino. El hecho de ser sus padres, sus abuelos, tíos, tutores o hermanos mayores, de ayudarlos económicamente..., no nos da derecho a decidir por ellos. Podemos dar una opinión, un consejo, como personas más experimentadas, pero nunca debemos tronchar sus aspiraciones, ni cortar sus alas. 

Por muy arriesgada y descabellada que nos parezca su elección, nadie conoce el llamado interior de nadie, ni el camino, ni las pisadas que dará. El camino solo su alma lo conoce y lo llevará a él, tratará de mantenerlo a salvo, y si equivoca su andar, es probable que tropiece y le duela, esto lo hará crecer y estar más atento, pero su corazón lo guiará hasta el final. Así que luego de ponerlos sobre aviso, y tenderla la mano con una ayuda económica, solo nos queda, enviarles luz, manifestarle nuestro amor incondicional, y desear que no les falte la guía y protección divina, la fortaleza interior y la entereza para afrontar lo que venga. 

Todos somos hijos, venimos de un padre y una madre, aunque hayamos sido concebidos en probetas y vientre de alquiler, etc., tenemos orígenes familiares ancestrales, y compartimos igualdades genéticas que nos impulsan a actuar de determinada forma ante determinada situación. Esto muchas veces lo hacemos con desconocimiento de causa.  


Mas tarde seremos probablemente padres, madres, tíos, cuñados, y un montón de etiquetas familiares. Por eso es mejor prestar atención a nuestros actos, pues otros vendrán detrás y seguirán nuestro ejemplo.  
Pero muy a pesar de esto, aún seamos hijos de los mismos padres, criados de idéntica manera, incluso gemelos, cada uno trae su personalidad y carácter de fábrica, por así decirlo, y por ende, cada uno quiere hacer cosas diferentes en su vida y cada uno tiene distinto propósito, y luchará por alcanzarlo. Por eso, desde temprana edad,  debemos ser escuchados, y tratados como únicos e importantes, pues en realidad lo somos. 

Es difícil muchas veces saber lo que uno mismo quiere, por todas las influencias e interferencias recibidas, pero se dificulta más aún, saber lo que el otro quiere, y ni hablar de la imposibilidad de entender, lo que el otro insiste en hacer por encima de todo pronóstico (llueva, truene o ventee), como decimos por aquí. 
No tenemos que entenderlo, solo cooperar, o al menos, no bloquear el paso para que pueda intentarlo, y quizás lograrlo.


Aunque el árbol genealógico familiar te informe las probabilidades que tienes de continuar caminos ya trazados, no necesariamente tienes que caminarlos, puedes romper el karma familiar, y los esquemas  generacionales, y crear un nuevo camino, que tal vez otros puedan transitar, o que a partir de este, se construyan otras herencias genéticas y el abanico de posibilidades se abra mucho más.

Nada es estático ni invariable, las herencias te las pueden dejar, pero tú elijes si las tomas o las dejas, ponle a tu vida tu sello único y personal. Admira, reconoce y honra, pero no te quedes siendo una misma versión o imitación de nadie, incluso dentro del seno familiar, aún lleves su mismo nombre, se tu mismo siempre.  

P.D. Aquí les dejo algunas entradas que hacen referencia al tema familiar, colocadas en el orden en que están publicadas. Espero les sean de provecho.

¿Evolución o revolución?

La Maternidad  

La “Familia”, la mayor empresa de la sociedad 

DEDICADO A MIS TRES HIJOS

 La sobreprotección al hij@ menor 

Carta de un adolescente

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Un extracto de esta entrada fue publicado en el periodico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2020/03/07/lo-que-cada-uno-quiere/

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

martes, 23 de julio de 2019

No saldrás por esa puerta

Amables lectores, esta vez les compartiré algo inusual, aunque en realidad no es la primera vez que lo hago. Lo hice en dos o tres ocasiones, con mi participación en la comunidad “Escribiendo que es gerundio” del compañero bloguero Francisco Moroz.

Se trata de participar en un reto del blog “El Tintero de Oro” , de David Rubio Sánchez, escritor y hacedor de buenas letras, que ha promovido e incentivado el desarrollo literario en este ciber espacio. 
Me ha llamado la atención la iniciativa de este reto, ya que no es un concurso a premiar, si no un hacer letras por el mero hecho de participar, compartir y pasarla bien entre escritores literarios de relatos, algo que no es mi formato de escritura, pero de todas formas me atreví a participar. 

Sin más preámbulo, aquí les va este ensayo...

No saldrás por esa puerta    









Antes de abrir la puerta, echó un último vistazo a todo aquello que dejaba atrás, sus ojos hurgaban en todo el entorno; los muebles, cuadros, la exquisita decoración que con tanto amor escogieron ambos

Los susurros y risas que salían como fantasmas de entre las paredes, lo hicieron desviar la atención, unas lágrimas brotaron, pero pronto se recuperó.

Por un instante, sus ojos se quedaron fijos en aquel viejo sofá, compañero de tantos años de felicidad (cómplice de tantos besos y caricias, charlas amenas, comidas y juegos apasionados con su amada y difunta esposa) que pasó a ser testigo de largas horas de llanto, dolor, silencio y soledad, y una inmensa tristeza que no acababa de superar. 
Si no estuviera tan cargado de recuerdos, le haría un lugar, eso pensó. Pero no, así no superaría la pérdida, ya era hora de dejarlo todo atrás, se repetía sin cesar.




Justo cuando se proponía girar la manilla, un extraño brillo llamó su atención, y lo hizo fijar la vista sobre ese mueble antiguo que ella tanto amaba, ahí estaba su fotografía preferida, la del mejor paseo de sus vidas, lucían radiantes, y como una señal, dejó la maleta frente a la puerta y la fue a buscar, la besó y apretó fuerte contra su pecho, tanto la oprimió que el cristal se rompió y lo traspasó, cayó al suelo lentamente, tomó la foto ensangrentada, y con una leve sonrisa en los labios, expiró. 

Detrás se leía el siguiente mensaje: “Ni la muerte nos podrá separar”.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

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sábado, 20 de julio de 2019

LA MEDIA DOCENA DEL BLOG

Amables lectores y queridos amigos visitantes de este blog. 



En ocasión de CUMPLIR SEIS AÑOS ininterrumpidos compartiendo con ustedes parte de mis experiencias de vida, quiero hacer un recordatorio de mi primera publicación, aquí les va, con la misma imagen que tiene, y que tanto me gusta.

LA SENCILLEZ Y COMPLEJIDAD DEL SER     


Dentro de ti hay un mundo ilimitado esperando ser explorado. El mundo exterior resulta insignificante comparado con tu inmenso mundo interior, descúbrelo, descífralo, sumérgete en él y…, evoluciona, estarás en comunión con todos y con todo el universo.


Aquí termina esa primera entrega, es bien cortita, ¿Verdad?

Aunque mi introspección empezó años antes de iniciar este blog, y ya había emprendido el camino del no regreso (del despertar de la consciencia), es mucho lo que he hecho, aprendido y cambiado en estos seis años. 


Cambio que agradezco...
En parte a las experiencias de vida y a las claridades recibidas, que me han llevado a escribir dos libros de reflexiones (antes de crear el blog), y a redactar las entradas reflexivas que he publicado en este espacio virtual. 
Y en parte a las retroalimentaciones recibidas de los que visitan y dejan huellas.
Y a las publicaciones reflexivas que he leído en los respectivos blogs de los que he conocido, y en sus páginas de Google +, esa plataforma virtual que hasta hace poco nos dio hermosas vivencias, buenas pautas de aprendizaje, y nuevos amigos y compañeros, que nos mostraron lo hermoso de la diversidad, el respeto a las opiniones de los demás, y que este camino, no lo estamos transitando solos, aunque nuestros seres queridos y amigos fraternales no nos estén acompañando aún, somos muchos los que estamos sintonizados en esa misma frecuencia. 

Esa parte final de mi primera publicación, ese “..., evoluciona, estarás en comunión con todos y con todo el universo”, es hoy una realidad para mí, tan veraz como que hace justo seis años hoy, empecé este blog. Todavía estoy en proceso de seguir evolucionando, creo que no hay limites para eso, pero desde ya disfruto de esa comunión y armonía con todos y con el todo, aunque no está firmemente arraigada aún (tiene sus altas y bajas), pero agradezco que son más las altas que las bajas.  




El camino es largo y arduo, y es difícil mantener esa firmeza sin sentir algunos titubeos, o cansancio almico, pero creo que es mas lo andado que lo que me falta, espero estar en lo correcto, y si no es así, espero tener toda la fuerza de voluntad para seguir adelante sin desmayar. El mejor termómetro es el haberse desvanecido esa sensación de vacio existencial y desidia que tenía años atrás, y lo a gusto que me siento conmigo misma, y con el camino andado, además de la certeza de que voy por el sendero que mi Ser ha trazado, sumado a esa sensación de paz, alegría y gozo interior, que mayormente me acompaña.




¡SEIS AÑOS!  Agradezco de corazón una vez más a la fuente divina o guía interior, por poner en mis manos las herramientas y la voluntad suficiente, para dar vida, y alimentar continuamente este proyecto que hoy cumple media docena de años. 

En la imagen les dejo un bocadillo por año. !Perdón! Mordí uno, no me pude resistir.

GRACIAS POR EL APOYO RECIBIDO DE PARTE DE USTEDES. 

Agradezco inmensamente a tantas almas que se han ido sumando, compartiendo y enriqueciendo este espacio. Lamentablemente con el cierre de google+, perdí todos esos comentarios enriquecedores y amables que dejaron, las entradas lucen ahora desoladas después de haber tenido tantas experiencias de vida compartidas en ellas. Nos queda continuar, sin mirar atrás ni desanimarnos.


Por ultimo, los felicito también a ustedes, y a todos los que de alguna manera han “Fluido” con la ayuda de alguna que otra reflexión de este humilde blog.

Y les reitero...

MI ADMIRACION Y RESPETO, A VUESTRO MARAVILLOSO SER INTERIOR.

P.D.

Al leer esta mañana "La Palabra Diaria", sentí un fuerte impulso de compartir el mensaje de hoy en esta publicación, pues me pareció muy apropiado y acorde con mi andar en este espacio.

Aquí les va


Dar pasos
HOY DOY PASOS PARA APOYAR A LA HUMANIDAD.
Hoy hace cincuenta años que dos astronautas americanos se convirtieron en los primeros en caminar sobre la luna. Neil Armstrong lo llamó “un salto gigante para la humanidad” a medida que dejaba sus huellas en la superficie de la luna.
¿Cuáles son las huellas que dejo a medida que paso por mi existencia humana? ¿Podría dar algún salto para la humanidad? ¿Son mis esfuerzos por amor, perdón y compasión un sendero para otros hacia una mayor conciencia?
Al celebrar este día en la historia, elijo creer que cada paso que doy es importante. Cada paso puede acercarme a vivir partiendo de un estado mental espiritual, más cerca de una sensación de mi unidad con Dios. Hoy, según prosigo, doy pasos para servir a la humanidad.

Amémonos unos a otros con amor fraternal; respetemos y mostremos deferencia.—Romanos 12:10

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente.

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miércoles, 10 de julio de 2019

Mi serenidad interior (El tercer ojo)

Cada uno de nosotros lleva el universo en su interior, y tiene la responsabilidad de mantenerse equilibrado y sereno, para así colaborar con el equilibrio colectivo y universal.


Cada mirada es una confesión de amor, cada respiración es una entrada y una salida a otros estados de consciencia interior, cada latido del corazón es un toque de magia y esperanza. Cada parpadeo es una nueva visión de las cosas, cada sueño es un misterioso despertar..., y cada muerte, es un hermoso renacer a la vida.

El tercer ojo, el de la sabiduría innata, es como un portal dimensional, a través de él, me hago consciente de quien soy, y de todo lo que expreso en el párrafo anterior. El es como la planta eléctrica que me suple de energía, y que evita que me apague, aunque no lo sepa apreciar. Es además, quien vigila que todo se haga en el orden y la armonía del cosmos, es nuestro guía, catalizador de pensamientos y de ideas, portador de las realidades que nos conducen a la transformación, sin perder el equilibrio interior.



Debemos mantener ese tercer ojo bien abierto, limpio y ejercitado, para caminar con mas claridad y precisión por la vida, pero también debemos alimentarlo de visiones gratificantes y amorosas, que lo mantengan cristalino, y pueda reflejar con mayor amplitud nuestra luz interior, nuestra bondad y amor incondicional. El se nutre de silencios, serenidades y gozo interior, y de la felicidad que nos reporta el amor que llevamos dentro.

Por medio del tercer ojo y a su apertura, que me proveen de entendimiento y comprensión, se que soy un ser valioso y sano, divinamente radiante y perfecto. Gracias a su intuición me cuido y me amo, suelto y dejo ir, me libero de las cargas que no me favorecen ni me pertenecen. Y por su insistente observación, dejo de querer controlarlo todo y permito que cada cual libre su propia batalla.

Debido a la perseverancia y al apoyo incondicional del tercer ojo, cada día avanzo hacia mi mayor bienestar total, no hay vuelta atrás. Un paso a la vez, me voy aproximando y acoplando con mi perfección espiritual, siempre que permito que la libertad sea mi estandarte, y respeto que también la libertad, sea el estandarte de los demás.


Gracias a todo ese conjunto de perfección divina; respiro, me aquieto y amo todo lo que soy, lo que fui, y lo que todavía me falta por llegar a ser, y mi ser se mantiene sereno, y reboza de armonía y paz. 
No es muy fácil mantenerse continuamente en ese estado de consciencia, o de gracia, pero para eso estamos trabajando, observando y aprendiendo, para algún día poder lograrlo sin que por un minuto perdamos esa capacidad.

En un abrir y cerrar de ojos, en el vaivén de la ola, y a la velocidad de un haz de luz, se puede abrir una flor, dar un beso, abrazar a un niño o llorar a un ser amado. 

En un abrir y cerrar la puerta, podemos crear consciencia de lo que somos y hacia donde vamos, y venerar la tierra que pisamos y habitamos. 

En un abrir y cerrar el libro de nuestra vida, podemos discernir la ilusa fantasía que desvirtúa la realidad inmediata, y el verdadero propósito de nuestra existencia.

En el instante en que abrimos el tercer ojo, la vida nos cambia, la percepción e intuición abren ductos que teníamos tapados, y las claridades y certezas empiezan a aflorar, y a advertirnos que es a partir de ese instante, que empezamos un mágico viaje hacia nuestro mundo interior, el cual nos llevará por mundos hasta ese momento desconocidos e ignorados. 


A partir de ahí, empiezan a vibrar con mayor intensidad las energías que circulan por nuestro cuerpo, y mente, y se genera una incomprensible simbiosis entre el que soy, y el que acabo de dejar atrás, y un acoplamiento entre este plano y otros planos dimensionales, que puede resultar doloroso y muy tedioso, pero al final, será la transformación mas hermosa que podemos experimentar, algo parecido al gusano, la crisálida y la mariposa, pero de mayor magnitud y trascendencia. 

Con la apertura total del tercer ojo, podemos ver todo el universo que somos, y lo majestuoso de la transformación y evolución que experimentamos, podemos trascender la materia y transmutar en amor universal la energía que generamos y conservamos en cada vibración almica, en cada encarnación y en cada expansión espiritual, y todo esto, sin perder el equilibrio y la serenidad interior. 

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

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miércoles, 3 de julio de 2019

A quién pueda interesar

Esta entrada va dedica a Estrella Amaranto, una querida compañera bloguera y amiga virtual, que en su Blog Literario Amaranto, nos dejó una interesante reflexión filosófica sobre la existencia, titulada: “Los durmientes” 

Nos puso a pensar en la existencia y en los sueños, haciéndonos cuestionamientos que nos pusieran a reflexionar en la veracidad de la misma o en su mera ilusión.


Dos temas que siempre me han llamado la atención, especialmente el de los sueños, ya que soy de las que sueña a diario, lo recuerdo y vivo en ellos unas aventuras a lo Steven Spielberg, y lo de filosofar sobre la existencia y la vida, también es algo que me gusta mucho, aunque más bien a manera de monólogo interior.

Mi introspección me llevó a la siguiente respuesta filosófica, dejada como parte del comentario que le hice: 

“Existimos, por encima y debajo de todo, porque somos parte de la existencia y la eternidad de la misma. Somos lo que pensamos, y soñamos lo que somos, pero más allá de esos pensamientos y sueños; Existimos tal cual somos en realidadExistimos fuera de los pensamientos condicionantes, del pasado, del presente y del futuro, fuera del tiempo y el espacio, fuera de las experiencias de vida, de ese cuerpo material y del cuerpo astral, fuera de lo negro y lo blanco, del todo y la nada, fuera del Ying y del Yang, fuera de la dualidad, simplemente existimos, porque somos energía pura, que ni se pierde ni se disuelve, sencillamente se transmite y se transforma eternamente.”

Por mi comentario, dicho de esa manera, algunos pensarán que suena como una maldición esa eternidad, pero como la permanencia es variable, ya que nos renovamos continuamente, nos transformamos periódicamente y evolucionamos cíclicamente, no lo es. Esto significa que todo es nuevo en la forma de experimentarlo, entenderlo y resolverlo, pero viejo en la manera de existir y manifestarse, pues ya otros lo vivieron antes, incluso nosotros en otras vidas pasadas.


Existir o soñar que existimos, interrogantes cuyas respuestas nos dejan mas preguntas al aire, pero algo en nuestro interior nos dice que sí existimos, desde siempre, y soñar es parte de esa existencia.
Hasta los animales sueñan, y pienso que las plantas también lo hacen, pues duermen de noche también. Los minerales aunque no veamos muestras de sus horas de sueño, supongo que no son la excepción y como son los más longevos de todos los seres vivos del planeta, deben pasar gran parte de su vida durmiendo.

Tengo unas cuantas entradas en el blog en esta onda, les dejaré los enlaces de tres de ellas: “Esa energía que somos” , “Conócete a ti mismo” “Los sueños ¿Qué son en realidad?”

Son interrogantes que siempre han estado en mi cabeza y que cada día se aclaran un poco más, al menos para mí. En este momento de mi existencia, son mi verdad. Cada cual encontrará la suya, la que le hace más sentido al camino que ha andado.

Ya pueden entender porqué me sentí motivada a escribir esta entrada al leer la excelente publicación de Estrella y comentarla. Gracias amiga por existir en mi pequeño mundo.

Mientras tengamos la capacidad de pensar, seguiremos creando y haciendo realidad muchas de las cosas que pensamos, y mientras sigamos soñando, seguiremos existiendo en esos sueños y en la realidad. 

Y más allá de todo eso, existimos tal cual somos en realidad, sin adornos, sin influencias externas, fuera de ese mundo de fantasía que es la vida terrenal, existimos porque somos la razón y la sin razón de la existencia y la eternidad.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.