domingo, 27 de septiembre de 2015

Ser lo que somos

Esta entrada surgió a raíz de un comentario que hice en el blog de una amiga, y como siempre dejo que mi guía interior me dirija, aquí estoy cumpliendo su voluntad de plasmar este comentario inicial aderezado con un par de condimentos más.


Sean bienvenidos a la vida y al mundo del SER, nada más grato que fluir con lo que en el momento presente fluye, si hay viento, ser aire, si hay lluvia ser agua, si hay frío ser hielo, si hay calor ser fuego, si hay sol ser día y si hay luna y estrellas ser noche. Ser la esencia de lo que está siendo.

Díganle adiós a la muerte y al mundo del HACER, nada más ingrato que la rigidez de un programa preconcebido, de una fachada desarticulada, de una tediosa rutina, donde todo se HACE..., y nada se ES.

Deja fluir la vida, siente tus emociones, exprésalas, goza las alegrías y siente el pesar de las desilusiones, celebra tus triunfos y duélete por tus derrotas, no reprimas nada, no escatimes las alegrías ni las penas, son parte de tu vida y de ti.


No transijas en tus gustos, intereses e ideales por mucho tiempo, esto nos roba la salud y la felicidad, nunca te traiciones y no permitas que el arte de la complacencia al prójimo te convierta en un mutilado emocional, valórate y defiende tu derecho a experimentar la vida de forma plena, en todas sus dimensiones y en todas las direcciones que tu alma considere necesario hacerlo.

Vivir es disfrutar cada respiración, amar, dar, recibir, gozar, sentir, agarrar, soltar…, pero sobre todo “Fluir con el Ser”


Que nada nos impida, SER lo que verdaderamente SOMOS.  

Recibí este vídeo por correo electrónico y le va muy bien a la entrada.

     
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

martes, 22 de septiembre de 2015

Lo que he recordado

Siempre me han sucedido cosas fuera de lo establecido como normal por no sucederle a la mayoría, pero que en cambio les pasan con frecuencia a un grupo no tan reducido de personas. 

Sentía la necesidad de hacer o encontrar algo especifico y esencial y por más que me rompía la cabeza y buscaba ¿Qué era eso que debía hacer o encontrar para sentirme tranquila y satisfecha?, lamentablemente no daba en el clavo, me decía una y otra vez: Sé que tengo que hacer o encontrar algo importante e imprescindible para cumplir mi finalidad en este mundo, para saborear de lleno el sentido de mi vida, para…, y por más que indagaba y me llenaba de conocimientos y experiencias que entendía debían ayudarme a avanzar, me sentía igual de estancada, llena de dudas y temores.

En mi proceso de crecimiento he ido desarrollando (o tal vez debo decir recordando) y despertando a ciertas cualidades que no me había percatado que tenía, no sabía cómo usarlas o no sentía la necesidad de hacerlo y por eso me pasaban desapercibidas.

Últimamente he experimentado muchos cambios evolutivos (por decirlo así) en mi vida. He desarrollado o despertado facultades dormidas que me sorprende sobremanera poder utilizar con tanta familiaridad y facilidad y además, sentirlas como experiencias gratificantes, las que me están llevando al punto de haber mermado ese deseo de búsqueda y la ansiedad que hace años sentía y no me dejaba mucha paz interior. 


Dentro de esas facultades despiertas están: la telepatía, el aumento de los niveles de desarrollo del sexto sentido y la intuición, el alto grado de percepción, al poder sentir la conexión con otros seres vivos y con la vida de forma intensa, incluso con la que se plasma en una imagen cualquiera, en la que puedo encontrar, apreciar y sentir todo un mundo de posibilidades, de forma rápida y clara.
He vivido extraordinarias visiones, sensaciones, experiencias y certezas que se logran a través de la sabiduría interior, del despertar de la consciencia, de recordar y sobre todo de la apertura del tercer ojo, la cual se ha incrementado y se ha hecho más amplia, intensa, nítida…, consciente.

Hoy puedo decir y admitirme a mi misma, que no sé en qué momento pasó, pero he notado que solté la ansiedad, he encarado muchos miedos, dejé de buscar afanosamente y empecé a utilizar todo lo que iba encontrando y aprendiendo (recordando) en el camino de mi búsqueda, para hacer con ese aprendizaje acumulado, una poción mágica que me sirva para regarla (cuando lo amerite) en el sendero que me queda todavía por andar, que siento no es tan largo, para tornarlo algo relajante, placentero, y poder vivirlo como una excitante aventura, en lugar de sentirlo como una obligación y una carga pesada. 


En fin, les puedo asegurar que esa colección de AVATARES, ha sido la que me ha ayudado a crecer al punto en el que me encuentro hoy, a ser más sensible y humana, más emotiva y espiritual que nunca, pero sobre todo, a estar más ligera de equipaje, con un aire de libertad, que he empezado a experimentar, que me ha devuelto la paz interior, la confianza y la tranquilidad de mi ser, además de la certeza de saber que estoy en el camino correcto, en la vía indicada y que voy a la velocidad exacta para llegar a tiempo a mi encuentro conmigo misma, con lo que verdaderamente represento y SOY, y por consiguiente a mi encuentro con el todo, del que formo parte y el que verdaderamente ES.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Las creencias

Existen tantos mundos como cerebros hay, no en vano el dicho que reza: “Cada cabeza es un mundo”.
Gracias a nuestro enorme poder de crear y al libre albedrio tenemos la facultad de crear tantos mundos como necesidades se nos presenten. Vivimos en un solo planeta pero configurado por millones de mundos diferentes y para la creación de esos mundos solo se necesita el poder de la imaginación. Lo pensamos, lo creamos. 

Cada cual tiene sus propias creencias, necesidades, deseos y metas y sus propios miedos y fantasmas a enfrentar y vencer, por lo que cada cual necesita armar su mundo a su medida para satisfacer su realización. Si desconocemos algo porque en nuestro mundo (el que creamos), no existe, ya que no hemos tenido la necesidad de crearlo, este algo no tiene ningún tipo de interés, poder o significado para nosotros. 


Un claro ejemplo los famosos amuletos o cualquier herramienta o material con supuestos poderes de ayuda o protección, aunque los usemos y los llevemos puesto todo el tiempo, si no los conocemos o creemos en su poder, no nos servirán de ayuda o protección, nada alejará ni evitará que las energías negativas nos toquen.
Ahora bien, si creemos en su poder, es seguro que las alejará, pero no por su poder en sí, sino más bien por el poder que le imprimimos con nuestra creencia y nuestras energías transmitidas y absorbidas por él mientras lo usamos, las cuales pueden perdurar o permanecer por un tiempo razonable, en el material usado (sea mineral, vegetal o animal) como ser vivo que es, de la misma forma en que creemos en el mítico uso de los anillos, medallones, etc.

Todo lo que posee vida o está hecho de materia viva, contiene un tipo de energía conocida como energía potencial, pero permanece estática, al provocar su movimiento se convierte en energía cinética. Es similar a un martillo, que es una herramienta fuerte y puede tanto ayudar como dañar, pero por sí solo, no tiene poder, tenemos que imprimirle nuestra fuerza y energías para que cumpla su cometido. Podemos andar con un martillo en la mano para intimidar ante cualquier ataque, las personas saben lo peligroso que puede ser un martillo cuando se usa y se alejan, pero el martillo por cuenta propia no hace nada por nosotros, si no lo que este representa. Pero si un agresor no conoce un martillo y no tiene idea del daño que puede provocar, no se intimidará al vernos con uno en la mano y tratará de atacarnos. Pienso que estas herramientas y todas las cosas trabajan igual, con el poder que les da el conocimiento y la Fe, o sea, a través de nuestras creencias.

De la misma manera en lo que creemos eso vemos, está registrado en nuestro subconsciente. Muchos de los que han tenido experiencias del más allá, personajes que nos merecen respeto y admiración, han visto por ejemplo a Jesús esperándoles para recibirlos, esta es una visión enraizada en las creencias, pues ningún budista se topará con Jesús recibiéndole, así como ningún cristiano se topará con Mahoma esperándole para darle la bienvenida y ningún islamista tendrá a Siddhartha (Buda) por anfitrión, cada quien verá lo que quiera ver, en lo que crea, así de sencillo. 



Por esta razón estos testimonios, muy valiosos para el que los experimenta y para las personas que viven en un mundo similar a este, carecen de sentido para los demás. Cada quien con lo suyo y cada cual con el mundo que ha creado y en el que cree ciegamente. Dioses o Maestros Ascendidos que surgieron en el mundo material por la necesidad de enfrentar y contrarrestar miedos, por la necesidad de guía y dirección, por la necesidad de controlar…, por las inseguridades del ser físico y emocional  y su desconexión total del ser espiritual y poderoso que es, de la esencia primigenia del ser y de su gran poder intrínseco y natural, que sin duda no necesita de falsas creencias, amuletos ni profetas para manifestarse, solamente del autoconocimiento interior para permitirle expresarse y fluir junto al universo y al planeta, en sintonía con la fuente y fuerza omnisciente, omnipotente y omnipresente de la creación.   

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2017/07/29/correo-los-lectores

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lunes, 14 de septiembre de 2015

La mirada

Queridos lectores, el amor me tiene atrapada, ¿Será septiembre con sus eclipses la razón?
Hoy quiero hablarles del amor que se expresa a través de una mirada.

¿Cuántas cosas se esconden detrás de una mirada?, podríamos hacer un libro dilucidándolo, pero prefiero hablar de lo que encierra una suave mirada; sutil, diáfana, que habla todos los idiomas, que se mete en el alma desplazándose ondulada, firme pero lentamente, como la ola que acerca a la orilla a una ostra que guarda celosamente su mejor tesoro, una hermosa perla.

Regálame una mirada, de esas que dicen más que 100 palabras, más que 50 suspiros, más que 20 abrazos, más que 10 besos tiernos, dulces o apasionados, más que…

Mírame y no te canses de mirarme ni por un instante, mírame de frente y dime, ¿Que es lo que ves? ¿Que descubren tus ojos en los míos?


Es difícil acertar, saber a ciencia cierta lo que encierra una mirada, pero para las almas que se conocen bien, que son afines o gemelas, que están bien compenetradas, descifrar el lenguaje de los ojos o del alma, es el más sencillo hacer. Conversan, se confiesan su amor, se acarician, se besan, se entregan, y viven la más grande aventura que jamás podrán tener, en el mágico instante de una mirada. 

Esto es así, porque la mirada más tierna y amorosa, más diáfana y profunda es esa que se da desde el interior del ser, que deja ver tu alma, esa que te hace creer y confiar, que te vuelve noble, digno, capaz de amar y trascender, para elevarte a un nivel superior del ser donde el rostro se esfuma y solo queda…, la mirada

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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jueves, 10 de septiembre de 2015

Amosolu

Siguiendo en la misma corriente del amor, quiero obsequiarles una de esas entradas que se me ocurren de vez en cuando, cargadas de un toque mágico de locura, pero que las siento tan importantes y necesarias como las demás.
Amor – Sol / Luna (Amosolu)

Un amor imposible existe entre la luna y el sol, ambos entregados a un continuo movimiento circular que les impide besarse y coquetear. 

Mientras uno está ardiente, vigoroso y radiante, la otra parece ausente, invisible y distante. 
Mientras uno sale de manera espectacular a la otra, cual si fuera un castigo la mandan a acostar. 

Dos fieles amantes platónicos cuyo amor han eternizado.

Uno se mantiene candente, enviando su llamarada solar, la otra romántica, luciendo complaciente su fase lunar.
Un  corazón en medio, en su latir pregunta desconcertado…

-¿Dime Luna donde esta mi Sol, que no siento su calor? / ¿Dime Sol donde está mi Luna que no veo su hermosura? 

La Luna contesta con su belleza, está calentando el otro lado del planeta y el Sol le dice con su brillar, está obsequiando poemas, del otro lado mar.

 ¿Este amor, será solar o será lunar? 
Sin duda ninguno de los dos y a la vez ambos, es Amosolu, un amor hermoso entre el Sol y la Luna que no necesita roce para materializarse, pues a pesar de mantenerse distanciados, lucen alegremente enamorados, como si estuvieran tomados de la mano. 

La conexión es tan perfecta, que nada impide que actúen y nos muestren su belleza cada uno por su lado, pero amorosamente sincronizados.

Un amor universal que tarde o temprano todos llegamos a sentir y que sin dudas es la razón de vivir.                                        

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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viernes, 4 de septiembre de 2015

La naturaleza del amor

¿En que pensamos fugazmente cuando vemos esta imagen? ¿Qué nos pasa de repente por la mente? ¿Y al observarla detenidamente, qué percibimos y sentimos? 



Particularmente yo, al verla fugazmente en su conjunto me dije ¡Que original!, pensé en la creatividad de la imagen, luego de repente pensé, bonita asociación de la naturaleza y el amor, enseguida me dije:
- ¡Que bella es “La naturaleza del amor”! y se me ocurrió como título para una entrada del blog.

Al observarla con más detenimiento y adentrarme en la imagen, sentí el olor de la lluvia y la frescura del agua en los pies y el otoño acariciándome con sus hojas, siendo cómplice y testigo de la ternura y el amor.  

En esa pareja vi proyectados a mis padres y a muchas parejas que caminan de la mano por la vida, se acompañan, se respetan, se comprenden, se aman y envejecen juntos y nunca dejan de tomarse de la mano, de ser galante él y ofrecer su confortable hombro para que ella al recostarse le transmita su cálida ternura, su delicioso olor y esa gratificante satisfacción de ir colgada de su brazo protector, ¡Mimada toda ella y orgulloso todo él!

A la mayoría de seguro que lo primero que les vendrá a la mente es el amor, ya que dan la impresión de caminar:
- ¡Felices!
Con la inocencia de dos niños.
- ¡Soñadores!
Como cuando eran novios y se sonrojaban por cualquier cosa.
- ¡Satisfechos!
Como cuando descifraron su complicidad y el amor de ser físico y pasional, pasó a ser sentimental y espiritual.
- ¡Gozosos!  
Como ahora, donde el silencio es quien habla, y la cercanía física no es para ser amantes, si no para estar juntos.

Qué hermoso poder sentir sus corazones latir con fuerza y que los recuerdos hagan sus piernas flaquear y exhalar un suspiro en ese mágico instante en que la emoción que los embarga los sostiene en brazos para hacer más ligero su andar, como si en ese intercambio de emociones se resumiera toda la vida compartida.


¡Sí!, esa es sin duda “La naturaleza del amor

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

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