lunes, 11 de marzo de 2019

No te resistas, fluye...

Quizás no recuerdes o tengas claro el día en que naciste, la forma en que viniste al mundo, y el cómo transcurrieron tus primeros años de vida. A veces los recuerdos son muy vagos, otras veces recordamos cosas que incluso no estamos supuestos a recordar. A qué se deban estas claridades no es algo que esté muy definido aún, pero si las tenemos debemos aprovecharlas y no dejarlas pasar.

Existen los que tienen muy buena memoria y por otro lado, los desmemoriados, en el medio, están la mayoría, recuerdan muchas cosas y otras muchas no. Pero lo fundamental es que la fusión de dos microscópicos seres vivos te colocaron en el vientre de tu madre, eras un minúsculo ser vivo antes de salir de allí, y permaneciste ahí hasta que estuviste listo para salir, tan pequeño, indefenso e inofensivo..., pero tan potencialmente grande y poderoso.

Casi sin darte cuenta y sin tu permiso, empezaste a crecer y desarrollarte, a cambiar y transformarte en el ser humano que hoy eres, tuviste que atravesar por duras pruebas, abandonar cada etapa de tu vida para insertarte en la siguiente etapa, dejar al niño, al adolescente, al joven...  y con ellos a cada una de sus personalidades, creencias y prioridades, a eso se le llama transformación.


Quizás la etapa más difícil de atravesar sea la vejez, la de las limitaciones físicas, esa en la que no tenemos los bríos de antes, en ella empiezan a prescindir de nosotros y a prestarnos menos atención. La vejez tiene sus ventajas y desventajas, pero estas más que nada, dependen de nuestra actitud de vida y de cómo nos hayamos preparado mental y físicamente hablando, para recibirla y vivirla a plenitud, sobre todo si con ella alcanzamos la lucidez de lo que esencialmente somos.

En la vejez bien enfocada o “madurez en conserva”, creamos una mayor consciencia de la realidad, y soltamos las limitaciones síquicas, que son peores que las físicas, contamos con claridades, mucha sabiduría y más que todo, desapegos materiales, soltamos las absurdas posturas de la sociedad y vivimos más internamente y menos para el exterior, valoramos lo que de verdad tiene valor. 

Desde luego no todos consiguen llegar a esta etapa con estas claridades, muchos se resisten a los cambios y la transformación no sucede a la par, más bien se transfiguran (transformación física), y se atrofian o mutilan el entendimiento (la transformación síquica y emocional), y quedan rezagados o estancados mentalmente hablando, en un estado de lamentaciones y pesimismo con sabor a dolorosa resignación, es la etapa de la vejez mal enfocada o añeja inmadurez. 



La vida se manifiesta constantemente en evolución, la naturaleza nos da muestra de ello por todas partes. Nada se detiene, el fluir incesante de la vida es la mayor bendición que podemos experimentar. 
La monotonía produce tedio, nos mata la inspiración, la ilusión y la pasión por las experiencias nuevas y gozosas. ¿Se imaginan toda una vida siendo niños, o nacer siendo adultos y no pasar por la niñez, ni las demás etapas?

Ser eternamente jóvenes física y mentalmente es el sueño de la mayoría, ¡Y lo somos!, es solo que no sabemos diferenciar su significado en cada etapa de la vida. 

Somos eternamente jóvenes física y espiritualmente hablando, nuestras células se renuevan periódicamente y las energías no envejecen, solo se adaptan a las nuevas exigencias y tanto ellas como la materia que somos, se transforman para dar paso a otro estado de consciencia, y luego a otro ente existencial y espiritual.


Cuando dejas de resistirte al entendimiento, creces, y cuando dejas de bloquear tu transformación, rejuveneces, es entonces cuando empiezas a sentir tu verdadera esencia, tu unicidad y tu conexión con todo, tu divinidad y tu eterno Yo Soy.

Somos seres experimentales: tubos de ensayo de sentimientos, archivos de emociones (acciones y reacciones), laboratorios de informaciones (conocimiento y sabiduría), materia en evolución y energía en transformación. Por esta razón, vive de lleno todas tus etapas, no te aferres a ninguna, por muy buena que haya sido, siempre vendrán otras, y si no las bloqueas con tus temores y apegos, podrán ser igualmente buenas o incluso mejores, porque podrías estar más consciente de ti, del maravilloso Ser que eres. 


Permítete crecer, pero crecer en tu totalidad, no a medias, no solo por fuera, no te resistas a la ley natural de la vida, fluye en su dirección, relájate y regálate esa hermosa transformación que en tu interior estas deseando y sabes que es tu finalidad. No te mutiles, crece, crece sin cesar, no temas crecer y perder cosas, si fluyes con la vida, siempre llevas las de ganar.  

Que todo fluya y que nada influya en tu andar, mientras mas mires hacia atrás, mas difícil se te hará avanzar. Suelta, no te apegues a nada ni a nadie, vive y procura tu propia transformación.

La capsula tal vez sea incómoda, el tiempo en estado de reposo o aparente inmovilización, es el tiempo de tu transformación interior, cuando estés listo, saldrás del capullo, podría ser doloroso el proceso de identificación, pero definitivamente te sentirás mas completo y a gusto.


Que nadie te ponga limites, llegarás todo lo lejos que desees llegar. Eres el dueño de tu vida y tus anhelos, no busques excusas para detenerte, encuentra el medio de avanzar. Insisto, fluye, fluye sin impedir tu crecimiento y desarrollo espiritual, déjate llevar de tu guía interior, de tus sensaciones gratificantes y gozosas, de tus luces y tus sombras, de tu amor natural y esencial. 

No escuches ni prestes atención a las voces que te niegan tu poder interior, tu fortaleza y tu derecho a superarte a ti mismo y trascender. No aceptes que las amarguras, frustraciones y experiencias desagradables propias y ajenas, te roben tu verdadera estatura y tu derecho a seguir creciendo y transformándote. 
Mantén la serenidad y tu convicción de avanzar, aunque sea a pequeños pasos, son los que mejor nos permiten avanzar, sin prisas, ya que podemos pisar firme y tropezar menos, y además disfrutar el sendero.


No te menosprecies, ni te castigues, tampoco te dejes arrastrar por la opinión de los demás, en algún momento de tu vida, te darás cuenta de todo lo que has logrado, de lo mucho que has crecido y cambiado, y de todo lo que has aprendido a dejar de controlar y a soltar, y también de lo mucho que te has aprendido a amar y valorar.

Cuantas veces nos hemos resistido, negados a dejar nuestras creencias y preceptos, temerosos de estar equivocados y dejar nuestra zona de confort. Cuantas veces hemos deseado obtener resultados diferentes, pero hacemos siempre lo mismo, sin entender que la única forma de conseguirlo es cambiando internamente para que ese cambio se revele en lo exterior. 

Dejando atrás, entendiendo y aceptando el espejismo en que vivimos, y dando paso a la realidad, es como lograremos avanzar.


Tan pronto descubres el velo de la inconsciencia, y desatas los nudos que no te dejaban estirarte y crecer, te das cuenta de algo mágicamente espectacular, el universo se alinea con tus mas nobles anhelos y tus deseos puros, y estos se hacen realidad, y empiezas a entender de que va la cosa, y sin importarte en que etapa de la vida estás, te sientes ardientemente joven y vivo, pero con un ardor diferente, para nada banal y de alegrías pasajeras, mas bien un gozo constante y duradero, y una amorosa felicidad que se plasma en tu rostro haciéndolo lucir relajado y sonriente, sin importarte el que dirán.

Ese cambio que acabo de describir es lo que llamo fluir, sale solo, como el correr de las aguas de un río, sin forzar, sin planificar, sin engañar... Y se vuelve tu modo de ser y vivir, vas por la vida, ligero, seguro, relajado, agradecido y sumamente gozoso y feliz. 

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

5 comentarios:

  1. Genial Idalia; irradias positivismo y buenas energías con tu nuevo texto. Me ha llamado la atención una cosa, entre otras. Y es cuando explicas que hemos deseado obtener resultados diferentes, pero hacemos siempre lo mismo...ese aspecto creo que es una de la claves en la consecución de los objetivos vitales de la felicidad plena. Besos y feliz semana.

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    1. Mil gracias Miguel, por pasarte y dejar este comentario tan alentador.

      Muy importante la parte que resaltas, bien lo expresó Albert Einstein "Si quieres resultados diferentes, deja de hacer siempre lo mismo".

      Un placer leer tu aporte a esta reflexion amigo.

      Que disfrutes a plenitud el resto de la semana.

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  2. Tu maravilloso texto me ha recordado, o quizás no es más que un aspecto de ese fluir que mencionas, al amor duradero. Cuando es auténtico no decrece en intensidad, pero sí cambia y se hace diferente, más maduro, más profundo, con más raices por todo lo compartido con la otra persona. Al final y en muchos aspectos eres uno solo con la otra persona, aunque ese proceso lleva tiempo. Sería el "fluir" en el campo de lo afectivo amoroso.

    Creo, querida Harolina, que para lograr ese estado que tan bien describes y que tanto me ha gustado de "dejarse llevar para crecer y desoir todo lo que nos pone trabas", antes hay que saber practicar la introspeccción, la meditación. Antes de nada hay que volverse a mirar hacia dentro. Y me parece que ese es el problema para muchas personas, que están atrapadas en las apariencias, en las exigencia de la sociedad, en lo que dirán los demás, en las modas. Así resulta que el paso de los años no es más que una losa insoportable que muchos no quieren cargar de ninguna manera. Ahí llegan los miedos y frustraciones.

    Me ha encantado tu texto por lo que tiene de positivo, por el enfoque relajado y animoso, por las muchas oportunidades y premios que resalta frente a las miserias y penas que solo otros puntos de vista ofrecen. Para enmarcar, no tengo dudas. ¡Un millón de gracias por compartirlo! :))

    Un abrazo enorme de miércoles

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    1. Querida Julia, lo que está para enmarcar es tu valioso comentario.

      Gracias por lo profundo de tu lectura y comentario reflexivo y retroalimentador. Hermoso como lo relacionas y asemejas al amor verdadero o mejor dicho, al verdadero amor, no al que mostramos a manera de pantalla y auto engaño.

      Julia usaste una palabra clave para ese dejar fluir, "La introspección", a la que muchos tanto le temen mas que nada porque talvez no les agrade lo que puedan encontrar, y se nieguen a aceptarlo como su realidad.

      Un billón de gracias a ti querida por esta joya de comentario.

      Que pases super bien el resto de la semana.

      P.D. ¿Viste mi correo de felicitación atrasada?

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    2. Sí que lo ví, querida, y me hizo mucha ilusión :) Perdona que no te haya dicho nada, pensaba contestarte cuando tuviera más cositas que contar.
      Mil gracias por acordarte y por invertir parte de tu tiempo en felicitarme. Para mi fue un auténtico regalo ese mail.
      Un abrazo enooorme, amiga.

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