Contemplación

Esta entrada ha sido inspirada por una imagen que ha usado Marina Collado Prieto (una compañera bloguera y amiga virtual), en una hermosa entrada de su blog Emociones y Latidos, titulada  “Ideó su mundo”, por favor hagan clik en el titulo y entren a leerla, es seguro que le agradecerán el ensueño. En su blog encontrarán poesía, pensamientos poéticos y más que todo, una sensibilidad muy a flor de piel.

Además de quedar prendada con ese hermoso mundo creado por su personaje (obviamente por ella), quedé prendada de la imagen, y se la tomé prestada, sin saber cual seria el móvil de la inspiración.

La primera impresión fue la razón para el titulo de esta entrada, “Contemplación”, es lo que vino a mi mente al ver la siguiente imagen. 

Ella mira el lugar y se ve reflejada en él, siente que es allí donde pertenece, pero lo que ve, también la está viendo a ella, y sabe que al fin, ha regresado a casa.  

En alguna ocasión se han preguntado ¿Cuál es su mayor deseo en la vida?

Si lo han hecho, ¿La respuesta apunta a lo material, los deseos del cuerpo, o a lo que no se ve, pero se percibe mas allá de lo que se mira, los anhelos del alma?

Esta respuesta nos ayuda a pensar que tan superficiales somos, o dicho en otras palabras, que tan apegados estamos al mundo material o que tan conscientes estamos del verdadero mundo, el que habita en nuestro interior, en el universo que somos, el mundo extrasensorial, donde solo nos reconocemos por el vibrar de energías que se relacionan, y concilian entre sí, para crear armonía universal.

Siguiendo en la misma línea de la entrada anterior, donde resalto que somos nuestros propios creadores, y haciendo alusión al tema de Marina, “Idear un mundo” les pregunto lo siguiente:

¿Alguna vez se han transportado a un mundo distinto al que viven? O ¿Se han visto “En medio de la nada”, o diría mejor “En medio de todo”, sin saber qué hacen allí, quienes son y más que todo, hacia donde deben dirigirse? Y se quedan estáticos, sin ninguna posible respuesta, como si estuvieran pegados al lugar, pero con unas ganas inmensas de salir corriendo o volando de allí, o de abrazarse y fundirse con el lugar donde están.

Intenta crear tu mundo, contempla la imagen, sumérgete en ella y en ti y mira bien a que lugar te transportas, si sientes deseos de fundirte con ese lugar, es allí donde de verdad perteneces, esa sensación de estar mirando el hogar (el lugar que es tu esencia pura), es infinitamente gozosa. 
Es como contemplar tu nacimiento y tu transformación, algo parecido a cuando tomas por primera vez a tu hijo en brazos, después de esperar esos nueve meses, para abrazarlo, y transmitirle todo tu amor y protección en ese abrazo. 

Mírala de nuevo, a lo lejos un castillo entre brumas, observa a la joven, mira las luces, las sombras, el color, las nubes, el agua..., la mutua contemplación, porque ella observa, pero a la vez es observada por su entorno. 
Todo está en ella y ella está en todo, es como la gota de agua en el mar, fiel a su esencia.

Contemplar, mirando siempre mas allá de lo que a simple vista se aprecia, adentrarse en lo que se ve, formar parte del paisaje, es algo verdaderamente fantástico y gratificante. 

Convertirse en la contemplación, es alcanzar la iluminación y el goce de la eternidad.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.