Intenta ser tú

En estos días de sosiego, de paz y tranquilidad espiritual, las musas andan algo contagiadas, y algo perezosas aún, quizas sea el sofocante calor que nos agobia en estos días, nos roba las ganas hasta de movernos, incluso nos impide pensar con claridad.

Ellas y yo nos hemos puesto a divagar entre luces y sombras, y a soltar algunos afanes cotidianos, la vida tambien llama al ocio o descanso de la mente inquieta, que a veces solo desea dormir, y dejar de activar pensamientos que requieren una continua labor mental, exigente y perfeccionista.
A veces solo desea relajarse y soltar, dejar que lo que vaya a ser, sea no más. 
Como escribió el poeta Henry Wadsworth “Lo mejor que puedo hacer cuando está lloviendo, es dejar que llueva”.

En ese estado de somnolencia y tranquilidad (esa  que causa el calor extremo), aparecen unas cuantas interrogantes tocando a la puerta, y con un gesto de amabiliadad las dejo entrar, las saludo, las analizo y seguido las dejo ir, que salgan a la luz, sigan su camino y fluyan. 

Aquí las suelto, al libre espacio virtual, para que lleguen a ustedes, mis amables lectores y hagan lo propio. 

¿Podemos vivir sin la tierra? No
¿Podemos vivir sin el aire? No
¿Podemos vivir sin el agua? No
¿Podemos vivir sin el fuego? Tal vez si, ya vivimos sin él antes de descubrirlo.

¿Podemos vivir sin la luz y el calor del sol? Tal vez si, los esquimales lo hacen.
¿Podemos vivir sin ingerir alimentos? Definitivamente, no, aunque si podemos hacerlo sin comer como se acostumbra a comer actualmente, en exceso y de antojos.
¿Podemos vivir sin caminar y ejercitarnos, postrados? De hecho podemos, aunque tengamos que pagar las graves consecuencias que implica.
¿Podemos vivir sin hablar, ni relacionarnos, como ermitaños? Podemos aunque no sea muy agradable hacerlo para la mayoría.
¿Podemos vivir sin reir, llorar, cantar, bailar..., sin sentir las emociones? Me parece que no es posible vivir sin sentir las emociones, podemos esconderlas, doblegarlas, pero no, dejar de sentirlas.

¿Podemos vivir sin Amor? 
Esa respuesta la dejo en el aire, al criterio de cada quien.

Desde luego me refiero al Amor en sentido general, no en especifico al de pareja, padres, hermanos,  amigos, etc. Si no al verdadero amor, ese que nos crea, nos sostiene y nos transforma en seres especiales y maravillosos, capaces de alcanzarlo todo gracias a sus bondades.

¿Podemos vivir sin...? 

Ustedes agreguen sus inquietudes, sus incognitas, los questionamientos que los llevarán a darle importancia o no a las cosas de la vida. Y agreguen tambien mas sabor a las respuestas, haganlas suyas, tan extensas como lo ameriten, yo no quise alargarlas para no influenciar en ustedes.

Por ejemplo a la primera pregunta, agreguenle además del por qué, qué pueden hacer para cuidar más la tierra, pequeñas cosas, hacen grandes milagros...  

Pregúntense con qué no pueden vivir, pregúntense el por qué, escudriñen las razones, y dependiendo de sus respuestas, echenlo a un lado o salgan en su búsqueda, cuiden sus necesidades, no las derrochen, de ello dependerá el éxito de sus vidas, el grado de satisfacción, bienestar, y salud fisica y mental, la alegría de vivir y agradecer la vida...

En estos tiempos duros, que nos han apartado de la naturaleza y de nuestra esencia primordial, es imperante resolver los dilemas que se presentan a diario, pero mas que todo, es imperante resolver nuestros dilemas internos, aquellos que nada tienen que ver con lo material y externo, esos que nuestra alma va cargando de vida en vida, acumulando energías indeseables, sin dejarlas fluir, es hora de “Ser como el río, que fluye”.

A propósito, este término entre comillas y en negritas, es el titulo de un libro de Paulo Coelho, y voy a aprovechar la ocasión, para dejarles este corto escrito del libro:

CONTEMPLANDO EL JARDÍN AJENO

"Da al tonto mil inteligencias y sólo querrá la suya", dice un proverbio árabe.

Comenzamos a plantar el jardín de nuestra vida y, cuando miramos al lado, reparamos en que el vecino está ahí, espiando.
Él es incapaz de hacer nada, pero le gusta ofrecer ocurrencias disparatadas sobre cómo sembramos nuestras acciones, plantamos nuestros pensamientos, regamos nuestras conquistas.
Si prestamos atención a lo que él dice, acabamos trabajando para él y el jardín de nuestra vida será idea del vecino. Acabaremos olvidando la tierra cultivada con tanto sudor, fertilizada por tantas bendiciones. Olvidaremos que cada centímetro de tierra tiene sus misterios y sólo la paciente mano del jardinero puede descifrarlos.
No vamos a prestar atención al sol, a la lluvia y a las estaciones... para centrarnos sólo en esa cabeza que nos espía por encima de la cerca.
El tonto al que encanta ofrecernos opiniones disparatadas sobre nuestro jardín nunca cuida sus plantas.

Fin de la cita

Espero que el mensaje de este escrito de Coelho, les sea de provecho.

La vida es nuestra y única, le toca a cada quien vivirla según sus expectativas, no de las de nadie más.

No lo olviden, “Sean como el río, que fluye en la dirección deseada, nunca en contra de su propia corriente”

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.