miércoles, 3 de agosto de 2016

Vive en el presente

"¿Y si antes de empezar lo que hay que hacer, empezamos lo que tendríamos que haber hecho?"

Esta frase de la imagen aparentemente inofensiva, bien podría ser un arma de doble filo. Nos podría estar induciendo a no seguir dejando acumular cosas pendientes y empezar por ponernos al día, algo que suena bastante lógico. Pero por otro lado y algo que suena ilógico, es querer hacer en el presente algo que quedó atrás, en el pasado, pues de seguir haciendo las cosas en ese orden, siempre seguiremos retrasados, ya que el cúmulo de cosas que nos exige la vida actual, no permite que hagamos lo de ayer y lo de hoy, sin seguir sacrificando al menos parte del hoy. 

Nunca será una buena idea eso de ir haciendo cosas que tendríamos que haber hecho, hay que hacer las cosas en su momento indicado, si no se hicieron es porque no lo era, y si no lo era no tendríamos que haberlo hecho, en definitiva lo haremos en tiempo real. No se puede hablar en tiempo futuro ni pasado, refiriéndonos al presente. Lo que hicimos, ya no es, lo que haremos tampoco es, lo relevante es lo que hacemos, a partir de ese punto, actual y presente hilvanamos el futuro, que a cada instante deja de serlo para convertirse en presente. 

El pasado solo debe servirnos como referencia para no permitir que volvamos a dejar de hacer cosas que “debimos” hacer, aunque si no las hicimos, créanme que no teníamos que haberlas hecho, lo que había de ser fue y lo que se había de hacer, se hizo.

Lo que hay que hacer es impostergable, lo que tendríamos que haber hecho, no es más que una condicional, pudo haber sido pero no fue, no era su momento, se postergó y mientras no sea el momento de hacerlo se seguirá postergando.

El presente es lo real, lo marca la respiración, no puedes irte al pasado a respirar unas cuantas inspiraciones que se te olvidaron para resolver un problema pulmonar que se originó por falta de recibir aire en tus pulmones, debes resolverlo aquí y ahora, en el presente, es ahí donde respiras, el pasado es sombra, quedó atrás, y el futuro es mera ilusión, nunca llega, al igual que el horizonte, siempre se mantiene alejado por mas rápido que camines.




Vive en el presente, levanta la mano y di: ”Presente”, como hacías de niño en el colegio, pon atención al maestro y haz tus tareas, aunque creas que abandonaste la escuela y te graduaste, es solo una ilusión, sigues en ella pero te has ausentado, llevas tantas faltas que repites el curso una y otra vez, sacúdete el sopor, abre los ojos, mantente alerta, respira profundo y PRESÉNTATE a la escuela de la vida, ella espera por ti, no se permite darse de baja, cada día tocan el timbre y te hacen el llamado y si no asistes, cada noche te vuelves a inscribir para recibir la misma clase.

Las preguntas que te debes hacer y responder son las siguientes:

¿Hasta cuándo voy a estar inscribiéndome para no asistir a la escuela de la vida? ¿Hasta cuando estaré repitiendo el curso? 
¿Hasta cuándo estaré rememorando y añorando el pasado o imaginando y esperando un futuro innombrable e incierto? ¿Hasta cuándo estaré ausente del presente? ¿Hasta cuándo?

Si necesitas una pequeña pista te la daré, “Hasta que despiertes y te hagas consciente de vivir en el presente”

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2017/06/28/correo-los-lectores

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

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