domingo, 16 de noviembre de 2025

Armando piezas

Algunos de ustedes ya saben cómo funcionan las cosas en mí, ya sea cuando tienen algo que decirme, o cuando me instan a decir algo, pues no me dejan tranquila hasta cumplir el cometido.

La siguiente imagen es del ilustrador artístico Cody F. Miller. Viene rondando en mi cabeza desde que la ví en la portada del Aposento Alto (devocional) correspondiente a los meses de mayo y junio del corriente año. Fue usada como representación del viaje de Ruth y Noemí que narra ¿La Biblia? y que desconozco. 



Algo que a mí me parece extraño, es que los colores muy vivos yo los rechazo, prefiero los colores pasteles tenues, aún así, me atrae demasiado la ilustración. 

Como sea, aquí estoy tratando de ver si ese algo sale y la imagen deja de seguir haciendo ruido en mi cabeza y reapareciendo frecuentemente en mis ojos. 

No creo que ese algo tenga nada que ver con el uso que le dio la revista, pues desconozco el pasaje al que hace alusión, aunque me suenan los nombres. Tampoco sabría decir si el autor se inspiró en ese viaje, pero hay algo en la ilustración que me habla, me hipnotiza y pide salir. 

Me pregunto ¿Qué será?

Debo confesar que desde el día en que la ví, me ví reflejada en ella, lo extraño fue que lo hice en los dos rostros, en el de la joven y en el de la mayor. Si observan con detenimiento, verán que ambos rostros tienen la misma expresión y cierto parecido.
 
Pero adentrándome más en sus rostros ahora, me dije que la mayor era yo, tiene mi nariz, mi color y esa actitud pensativa, como quien sospecha lo peor y se guarda sus temores. Y que la joven era mi hija Viola Milagros (también se le parece mucho, es la madre de mi nieto Malik) que a pesar de su juventud, respira madurez y entereza, siempre con una actitud benévola.

Partiendo de esa premisa, veré si puedo armar el rompecabezas y encuentro el mensaje oculto que tiene la imagen para mí. 

¿Hacia dónde van? ¿Qué buscan? ¿Qué conexión tan fuerte guardan?

¿Por qué la joven tiene esa cara de pesadumbre y resignación? 
En la mayor se podría entender, por el cansancio de los años... 

Creo que las dos han perdido la esperanza, y el estar juntas les hace conservar algún vestigio de ella. Pero 

¿Por qué? ¿Qué ocurrió? 
 


La joven lleva una brújula en su vestido, señal de que no están seguras del camino a tomar. 

Me intriga el morral ¿Que tendrá dentro? 

Es de suponer que lo obvio para emprender el camino, pero también representa ese cúmulo de cosas que vamos cargando en nuestro interior (apegos, dolor, culpas, remordimientos...) y que nos hacen el tránsito más pesado de lo que debería ser.

Pensar en ello, podría incluso rompernos el alma en dos...

¿Qué me querrán decir, o qué me muestran?

A veces tengo miedo de mí misma, no me gustan los vaticinios y menos los funestos y estos siempre me persiguen desde niña. 

En ese mismo devocional, la portada del mes en que murió mi hermano Teófilo, era la de una viuda y la imagen también me llamó mucho la atención, pensaba con frecuencia en ella, y cuando ocurrió su muerte me dije, mira lo que era, alguien de mi familia iba a quedar viuda...

Así es que esta vez me propuse hacer la tarea, por si acaso, no me vaya a tomar de sorpresa, y sin saber hacia dónde me lleve esto, continúo mi exploración.




Volviendo a la imagen, pude observar que hay varias señales más: 

Están siendo llevadas a paso de tortuga, sin prisa, un paso a la vez.
 
La mariposa y la rana dan un halo de luzlos árboles aún reverdecen, hay nuevos brotes, y el agua corre limpia, le dan un toque de vida al paisaje que sirve de aliciente para creer que no todo está perdido

La flor en el pelo de la joven, es muestra de vida, y mientras la llevamos como bandera, no hay dudas de que siempre florece, por lo cual, la esperanza no ha muerto del todo.  

La tortuga y sus huevos en el lomo, es un recordatorio de que contamos con lo esencial, y que cada día encontraremos alimento, cobijo y lo necesario, para vivir el día a día. 

Iba a pasar por alto las vestimentas y los pies descalzos, pero las primeras nos hablan de protección, y la otra, de nuestra conexión con la tierra, esa que hemos perdido hace mucho tiempo...

Dos mujeres, con al menos dos generaciones de por medio, una lleva el peso de los años y carga en su rostro y su bastón, todos los avatares vividos en ellos y sus respectivos aprendizajes. La otra lleva una carga visible en su hombro y un peso invisible que deja huellas tristes en su rostro, pero su juventud le permite florecer.
 
Ambas encerradas en sus propios pensamientos. Aunando sus soledades, desafiando la vida en busca de encontrarle sentido a seguir adelante, un paso a la vez, deseando en lo más íntimo del Ser, encontrar ese hogar que les permita por fin descargarse y descansar. Ese retorno a la esencia pura de la mujer.




Quizás esto último suene a feminismo, pero no lo es, ni tampoco es mi intención que lo sea, para nada ando en esa corriente de hoy que ha desvirtuado casi por completo el feminismo. 

Pero es la pura realidad de un género que ha atravesado miles de años por el puente de los sufrimientos y la incomprensión, tratando de no caer en aguas turbulentas como alimento de los cocodrilos, y cada día se esforzaba más en ser valorada y comprendida. 
Lamentablemente, hoy sus esfuerzos se encaminan al precipicio, por transitar el sendero incorrecto.
 
Finalmente, de representarnos a mi hija y a mí, llego a la conclusión de que las dos seguimos tratando de encontrar un modo de solventar nuestras diferencias generacionales y vamos juntas en pos de un mismo ideal, buscando un punto intermedio que sirva para salvaguardar lo bueno de antes y unificarlo a lo bueno de hoy, desechando todo lo demás. 

El cruzar juntas ese puente sin mirar atrás, con valentía y paso decidido, nos liberará de males peores. 

Definitivamente “El amor hace la fuerza”. 

Si la sabiduría no se improvisa y crece con los años, la juventud unida a ella y bien enfocada y aprovechada, es el mejor camino hacia la libertad. El antídoto perfecto para inmunizarnos del mal que acecha a nuestra sociedad.

Lo malo daña y lo turbio ensucia. La venganza engulle y la violencia destruye...

Como dice una bella canción de Silvio Rodríguez

Debes amar, el tiempo de los intentos
Debes amar, la hora que nunca brilla…

“Solo el amor, engendra la maravilla”


P. D. Perdón por castigarlos con la repetición de la ilustración. 
¡Ah! y luego de redactar la entrada me picó la curiosidad y busqué sobre el viaje al que hace alusión la imagen en el devocional. ¡Wao, bien por Ruth! 
Me pareció bastante apropiada la imagen, también mi impresión de la misma se le parece en la idea central, "El acompañamiento femenino".


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

10 comentarios:

  1. La relación de madre e hija siempre es complicada. Un beso

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    1. Susana, no siempre es así, en mi caso me llevo muy bien con mis tres hijos, dos mujeres y un hombre.
      Lo que quiero dejar dicho es más bien que las diferencias de generaciones tienen prioridades y estigmas sociales muy diferentes, y eso conlleva retos a corta y larga duración, que espero se puedan acoplar en generaciones futuras. Gracias por pasar y dejar huellas, otro beso.

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  2. ¡Hola, Idalia!

    Veo en tu texto un viaje de reconocimiento mutuo, no solo entre la anciana y la joven de la imagen, sino entre tú y tu hija Viola Milagros, y más allá: entre generaciones de mujeres que cargan morrales invisibles. Esa brújula en el vestido de la joven me habla de búsqueda orientada por el amor, no por la certeza. ¿Acaso no es eso la fe? Caminar sin mapa fijo, confiando en que el paso siguiente se revelará cuando el corazón esté listo.

    No niegas la sombra; la invitas a la mesa para que deje de gritar en silencio. Y ahí, en esa mesa compartida, aparece la tortuga: símbolo ancestral de paciencia divina, de “un día a la vez”. Sus huevos en el lomo son promesa: lo esencial ya está dado. No necesitamos más que abrir los ojos para verlo.

    Gracias por recordarnos que el morral pesa, pero también guarda tesoros: aprendizajes, perdones no dichos, abrazos pendientes. Idalia, has convertido una ilustración en oración visual, en espejo del alma colectiva. Y al final, descubres que el mensaje no era funesto, sino invitación a la reconciliación generacional.

    Te envío un montón de abrazos para repartirlos a lo largo de la semana entrante je, je.

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    1. ¡Hola, Miguel!
      Que bien has interpretado la imagen y lo expresado. Gracias por estas significativas palabras, pues de eso va esta reflexión que salió sin que supiera a dónde me llevaría.
      Y como bien señalas, me llevó a ese reconocimiento mutuo entre generaciones de mujeres que han cargado y siguen cargando morrales invisibles que las lastiman y no las dejan ser ellas mismas.
      Que bueno que señales la fe, y lo hagas de esa manera tan positiva y coherente. Sabes, cuando escribí "Creo que las dos han perdido la esperanza", también agregué "la fe", y luego me dije, no, si no tuvieran fe no emprenderían el viaje.

      Sobre el segundo párrafo, me ha maravillado como los describes, y también el tercero, mejor no digo nada para no opacarlo, gracias por tanta sabiduría, belleza y sensibilidad a flor de piel.

      Si, Miguel, me alegra que no fuera funesto, tenía mis dudas. Espero con toda mi alma que esa reconciliación generacional entre los géneros y entre los humanos en general, se haga realidad pronto, por el bien de todos.

      Mil gracias por esos abrazos Miguel, siempre calan y son reconfortantes, y eso que no soy de mucho roce físico, pero a mi edad lo estoy aceptando mejor, ja, ja.

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  3. Uy, pero qué entrada tan curiosa!
    Me has mantenido en suspense con la imagen...
    Y desde luego, la imagen te hablaba. Tú inconsciente se ha detenido en ella y no ha parado hasta desvelar ese significado único y profundo, sólo para ti...
    Fíjate que antes de leer tu interpretación observé la pintura detenidamente. Es extraordinaria. Tiene mucha fuerza.. Y al mirar sus rostros a mí la pintura me hablaba de calma, de poder, de seguridad en sus expresiones. No percibí en absoluto desasosiego... Me pareció encantadora esa tortuga transportando los huevos (que tan bien interpretas como alimento, aunque yo los vi como su propia prole, jajaja 😃) y el toque de la ranita y la mariposa viéndolas pasar...

    Me gusta mucho tu visión del equipaje, y lo que parece la síntesis de tu interpretación:
    La Fuerza. La unión hace la fuerza.
    El amor puede con todo lo que tenga que venir... Todo lo suaviza, todo lo ilumina...

    También me llamó la atención la brújula, y pensé: que bien preparadas para su viaje van 😀
    Pero es que está pintura es para ti. Te habla a ti sola, por eso sabes mejor que nadie lo que te está diciendo...
    Lo dicho, interesantisísimo viaje por está pintura, de tu mano.... Espero que te haya ayudado mucho desentrañarla.

    Un beso enorme, ánimo y luz viajera del Cosmos!!

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    1. ¡Ay, Maite! me has sacado una sonrisa con esa primera línea, ja, ja. Y si que es curiosa ¿verdad? Mi hija Emilia cuando digo o hago cosas parecidas a estas, tan curiosas, me dice "Mami, tu lo que ta e loca", ja, ja, y me hace reir tanto, pues se que lo estoy, y lo peor es que me gusta estarlo, ja, ja. De hecho le he dedicado varias entradas a mi locura. Al final te dejo una de ellas.

      Maite, me ha gustado que hayas visto la imagen y sacado tus propias impresiones antes de leer, pues eso le da otra visión diferente y sin dudas enriquece la entrada. Como dibujante que eres tienes esa percepción de ciertas cosas un poco más prácticas y globales diría yo, para extraer lo general y detallar algunas cosas. Tu pensaste en sus hijitos, yo no pensé que los huevos fueran de tortuga, solo huevos comunes para su alimentación.
      Me ha gustado mucho tu interpretación y la calma y seguridad que has visto en sus rostros.

      Pues si supieras que desentrañarla me ha servido para hacer esas comparaciones entre generaciones de ayer y hoy, una tiende a defender sus criterios y hasta cierto punto se ciega a la realidad que se vive hoy, pensando que cargamos un morral mas pesado, que hoy todo es más cómodo, y quizás lo sea, pero no así más llevadero y reconfortante, la crisis existencial hoy va en aumento, la carga visible es más pesada y la invisible es hereditaria, se carga en el ADN.
      La lucha es diferente, muy cierto, pero al fin y al cabo no deja de ser lucha, recae sobre nuestros hombros y también sobre los hombros de nuestros hijos y nietos.

      Gracias a Dios que existe el Amor, eso que todo lo mueve y encauza por mejores caminos, y este Amor crea esos lazos de unión que hacen la fuerza y todo lo pueden lograr...

      Te dejo un fortísimo abrazo álmico y mil gracias por venir y dejar tan interesante comentario, también mucho ánimo y luz en tu camino y el largo viaje universal.

      https://pariendofelicidadautentica.blogspot.com/2017/07/patentizando-mi-locura.html

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  4. Pues yo os he leído a los tres, IDALIA, MIGUEL y MAITE entre alucinada y admirada, porque la disección que cada uno de vosotros habéis hecho de esta preciosa ilustración ( a mi me ocurre lo contrario que a ti, me rechiflan los colores intensos, vivos y rotundos) aunque, tampoco me lo parecen especialmente, de hecho, a excepción del enorme tronco caído ( que sorprendentemente nadie ha hecho referencia) , la mariposa y el pañuelo que lleva la mujer más mayor en la cabeza, que son naranja brillante y los troncos vivos que son marrones, predominan los colores neutros y pastel como a ti te gustan.. Es verdad que resulta muy simbólicos todos los elementos, tv me intriga mucho esa ranita que asoma en le agua mientras las ve pasar … Fíjate por elucubrar un poco más y sobre todo por el enorme tronco caído en el centro de la imagen .. me sugiere que están alejándose de algún lugar que ha sufrido una calamidad, o se alejan de algo que ha devastado sus vida, de ahí el tronco caído y ese enorme saco, que podría cargar todas sus pertenencias al partir, por eso les acompaña la tortuga ( con alimento para el trayecto; ) y salen a saludarles la rana y la mariposa y por eso la brújula, para encontrar el camino adecuado que aun desconocen . peeero quien sabe! Todos habéis hecho unas lecturas tan increíbles que todo es posible. En todo caso, que de esta imagen nada te perturbe y que todo lo que esté por llegar de ser tú y tu hija efectivamente las protagonistas, sea bueno y deseable para ambas.. un beso lleno de mis mejores deseos y augurios para las dos! : )

    Y... montón de besos más, para estos otros dos estupendos caminantes ( MIGUEL y MAITE) que siempre nos acompañan en letras en este, nuestro trayecto, aquí : )

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    1. Me resulta muy interesante la visión de María, resaltando ese tronco, que en realidad es tan destacado e impresionante como las figuras.
      Es muy,, muy enigmático!
      Me he fijado que está partido, y que justo la parte que hace de fondo de las mujeres es rojo vivo, mientras que el trazo roto de la derecha es negro.
      Podría sugerir que al pasar, ellas le infunden vida (el rojo es el color de la sangre, de la vida...). Algo muy positivo, ya que la vida y poder de ellas dos se trasferiría a lo inanimado). (Bueno, una posible interpretación...)
      Mira si trae tela tu pintura...jaja.😅
      Un abrazo enorme y cálido para María, Miguel y tú, geniales compañeros!

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    2. Pues la verdad es que no estoy convencida de que sea un tronco, aunque lo parezca, ja, ja, le respondí a Maria que por eso no lo menciono, por no estar completamente segura de lo que es.
      Gracias de nuevo Maite, aunque como dibujante que eres, es casi una confirmación, pero hay cosas que no me encajan... Más abrazos y besos para ti.

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  5. María, gracias por venir y participar, me ha dado gusto recibir también tu impresión de la ilustración. Con los colores llevas razón, no son tantos los fuertes, pero si sobresalen más, en especial lo que has visto como un árbol caído, que no me acaba de convencer lo que es, por eso no hice alusión a ello y quizás le falta ese dato al mensaje descifrado, ja, ja. Por el color tan vivo no creo que lo sea, si lo fuera el color fuera marrón oscuro, no tan rojizo, ya que se trataría de un árbol casi muerto. Lo que le da la impresión de ser un árbol es esa sombra que se refleja, y le da apariencia de grosor, como una imagen 3D, pero a mi no me lo parece así. Por el color y porque un tronco caído de esa magnitud, destruiría el puente, pues si te fijas aparece sobre él. Podría ser una especie de verja de madera quizás evitando un precipicio en ese lado, o cualquier cosa, lo cierto es que me gustaría escuchar la explicación del ilustrador. Soy un poco maniática con las incongruencias, una "hater" como diría mi hija Emilia, ja, ja.
    Y no es que la imagen me perturbara, más bien me hacía guiños y me invitaba a descifrarla, pero me queda esa pieza en el aire, lo cual me deja una brecha...
    Pero como bien dices María, todo es posible, la mente tiene esa bella cualidad de reflejar lo que llevamos dentro y también algún recuerdo perdido que aflora sin que sepamos la causa y cargamos de vidas anteriores.

    Mil gracias por venir y por esos buenos deseos para mi hija y para mi, y por ese otro montón de besos tan merecidos para esos amigos que siempre dejan sus huellas aquí y allá. Besos y abrazos cálidos para ti.

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