miércoles, 7 de junio de 2023

SOS...

El planeta Tierra, es mayormente agua, nosotros también. El oxígeno es nuestra fuente de respiración y vida, y los árboles se encargan de proveernos ese oxígeno, además de la lluvia que mantendrá el planeta fresco, y sus ríos con agua para asegurar nuestra existencia y permanencia, al igual que la de los demás seres vivos que en él habitan, animales, vegetales y minerales. 



Los seres humanos somos terrenales, y estamos conectados a este planeta irremediablemente, y sabemos muy bien todo el daño que le hemos causado. Primero inconscientemente, y después seguimos haciéndolo cada vez con más fuerza, de manera bien consciente. Todo ese daño se traduce en dolor al planeta, que al igual que nosotros, es un ser vivo, que respira, siente y padece. Debido a esa conexión, lo que le pase a la Tierra, nos pasa a nosotros, sentimos su dolor, su agonía y su inevitable muerte de seguir como vamos, y por ende, también nuestra muerte.
 
El dolor físico, se dice que es una señal de auxilio que indica que algo en el cuerpo no anda bien, y que probablemente sea la causa de que algo en la mente anda mal y está afectando al cuerpo. Por eso la salud debe tratarse primero en relación a la mente (las emociones), y luego al cuerpo, para buscar la causa del mismo. 
Erróneamente se acostumbra someternos a un maratón de análisis clínicos y de laboratorios y mantenernos de estudios médicos, en estudios médicos, para a volvernos locos o aumentar nuestro miedo a morir, en lugar de revisar la mente primero.



Son pocos los que no están aquejados de alguna dolencia, pero de un tiempo a esta parte, la mayoría de la población mundial, está al grito de tanto dolor físico y emocional. 
Buscar la causa en el estilo de vida; en la alimentación, exceso o ausencia de trabajo, grandes responsabilidades, problemas emocionales de todo tipo, sedentarismo y contaminación ambiental, y un largo etcétera, es lo habitual.

Si bien es cierto que, mejorando algunos puntos en lo señalado, mejoramos un poco, no es menos cierto que, muchas veces son placebos que nos ayudan a cambiar el chip y olvidarnos del dolor, pero eso no quiere decir que no esté latente… Una cosa es no sentirlo y otra que no esté presente.

Hay un cuento Zen, que dice lo siguiente:

Un buen día, un viejo maestro, viendo que su discípulo estaba muy triste, le envió a buscar un puñado de sal. Cuando este regresó, le pidió que tomara un poco de sal y la echara en un vaso de agua, para luego beberla.
– ¿Qué tal sabe? – le preguntó el maestro.
– ¡Está salada y desagradable! – respondió el aprendiz.
El maestro, con una sonrisa en el rostro le pidió que se llenase la mano de sal nuevamente, y en silencio le acompañase a un hermoso lago. Le pidió que derramase la sal de su mano y que bebiera el agua. Así lo hizo el joven.
– ¿A qué sabe el agua? – le volvió a preguntar.
– Está muy fresca.
– ¿Sientes el sabor a sal?
– No – respondió el discípulo
Entonces, el maestro le dijo: “El dolor existe. Pero el dolor depende de donde lo colocamos. El dolor que hay en la vida es como la sal. La cantidad de dolor siempre es la misma, pero el grado de amargura que probamos dependerá del recipiente donde volquemos la pena. Por tanto, cuando experimentes dolor, lo único que debes hacer, es ampliar tu perspectiva sobre las cosas. Deja de ser un vaso de agua y conviértete en un lago”.

Fin

Esta historia corrobora la teoría de que el dolor, es inevitable, y el sufrimiento, es opcional.

Entonces más que sentir dolor, la humanidad está sufriendo por causa del sufrimiento infringido al planeta, que ya no sabe cómo manejar tanto dolor y salvaguardarnos. La estamos convirtiendo en un vaso de agua, secando sus ríos y lagos, y solo nos quedarán sus mares muy salados, y la amargura no habrá manera de disimularla...




Es tiempo de replantearnos ¿Hasta dónde el progreso es beneficioso? y ¿Para qué y para quienes lo es?

¿Será nuestro propósito, existir para explorar el espacio en busca de otros lugares donde vivir? ¿Es cierto que el fin, justifica los medios?

¿Estamos dispuesto a sacrificar lo único que tenemos y amamos, en pos de aventurarnos a cosas inalcanzables, y pagar cualquier precio por tratar de alcanzarlas?

“No es posible despertar a la consciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que sea, para evitar enfrentarse a su propia alma. Nadie se ilumina imaginando figuras de luz, sino por hacer consciente la oscuridad”. (Karl Gustav Jung)

Lo que es, ya fue, nada es nuestro, todo es heredado y prestado. Venimos con un alma y con ella nos vamos, es lo único que tenemos, nada más. Pero dejamos huellas en forma de legado a la posteridad, a nuestros descendientes y a la vida que perdura en el planeta…
 
¿Y con el alma, qué, nos la llevamos tal cuál la trajimos? 

Es casi seguro que no es así, por algo es lo único que nos llevamos, nos pertenece, y es a ella a quien alimentamos en cada vivencia, a quien enseñamos a crecer a base de alegrías y tristezas, de dicha y dolor…, de crecimiento interior.



Al igual que un juego de laberintos para encontrar la salida, la vida nos muestra diferentes rutas a escoger, en cada una hay peligros y recompensas, nuestras elecciones son las que marcarán el crecimiento álmico. Los peligros son inevitables, enfrentando nuestros miedos con valor y osadía, recibiremos como recompensa ese reencuentro con nosotros mismos, pero con un alma más evolucionada en cada vida transitada. 

Lo que no podemos olvidar es que el escenario para hacer realidad ese juego, es nuestro hermoso planeta, que ha estado siempre a nuestra disposición, y lo seguirá estando, siempre y cuando recapacitemos, pues con nuestro accionar actual, más que nunca antes, lo estamos asfixiando y lo obligaremos a sumergirse de nuevo en su totalidad.


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

10 comentarios:

  1. Una entrada que viene al pelo con el desastre medioambiental que se acaba de producir en Ucrania a cuenta de la voladura de la presa y la anegación de cientos de poblaciones. Y todo provocado por el hombre que ya no respeta ni al elemento fundamental de la vida: el agua. Hombres sin alma o almas envenenadas por la codicia. Me ha gustado la historia que has expuesto y las enseñanzas que podemos sacar de ellas. El dolor mental, que se traspasa al cuerpo, es otro gran tema en el que pocas veces nos paramos a pensar. De hecho, la salud mental sigue siendo una de las grandes olvidadas o escondidas de nuestras sociedades.
    Un fuerte abrazo querida, Idalia.

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    1. Hola Miguel, este lamentable desastre humano y ambiental, tanta vida dañada por la ambición desmedida del hombre.
      La historia es bastante didáctica, y como bien dices, tiene mucho de fondo para extraerle.
      ¡Ay, la salud mental! Cada día se deteriora mas y mas, a causa precisamente de todo ese malvivir de nuestras sociedades...

      Gracias por tu siempre afectiva y efectiva huella en este espacio. Otro fuerte abrazo Miguel.

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  2. ¡Hola, Idalia! Jo, no conocía el cuento que incluyes en tu artículo, pero como casi siempre que te leo parece que siempre eliges el momento justo para trasladarlo a mi propia vida. En este caso, me viene ideal para contárselo a mi hijo mayor que estas semanas está pasando por esos instantes de miedos e inseguridades propios de los 19 años. Una vez más te veo como mi guardiana desde la distancia.
    Preguntas sobre el progreso y a quién beneficia. El progreso es un concepto muy elástico y variopinto, pero lamentablemente ha sido monopolizado por las grandes multinacionales para reducirlo a términos económicos. Así, parece que el progreso económico y tecnológico es algo necesario para el ser humano. Y no solo necesario, sino que este debe desarrollarse aceleradamente arrastrando al ser humano, en lugar de que sea el ser humano el que decida su propio ritmo.
    En los últimos años me preguntaba, ¿por qué tanta urgencia en desarrollar el llamado mundo digital, la IA, los móviles y toda esa tecnología? ¿Por qué, de repente, nuestros políticos y gobiernos o las multinacionales se preocupan por el medio ambiente? ¿por qué tanta insistencia en los medios de información con palabras como sostenible, ecológico, ahorro energético?
    Durante un tiempo reconozco que pensé que algo había cambiado. Pero luego observé la enorme contradicción entre las palabras y los hechos. Por un lado se busca luchar contra las emisiones de CO2 de los coches de gasolina, pero por otro se silencia el impacto de los servidores de internet. Se habla de ser sostenibles, pero cada vez hay más aparatos eléctricos en nuestras casas, incluso cepillos de dientes eléctricos y escobas eléctricas. Se habla de cuidar el planeta, de luchar contra el calentamiento global, pero a parte de las medidas tributarias no veo acciones concretas. Se habla de los beneficios de las fuentes de energía renovables, pero no del destrozo ambiental que suponen los campos de placas solares o los "molinos de viento" de los campos eólicos.
    En definitiva, se nos dice una cosa y se hace otra o no se hace nada.
    Pienso que en realidad lo que intentan es mantener los beneficios y desarrollos capitalista. El mundo real es limitado, y ha llegado un momento que no puede ofrecer más a las industrias para que estas sigan obteniendo beneficios año tras año. Entonces, pensaron en crear otro mundo, con recursos ilimitados. Ese otro mundo es el digital. En ese mundo, el Metaverso que le llaman, no hay límite, por ejemplo, para que un avatar se compre zapatillas deportivas. Basta un programita informático para que miles de millones se las compren a coste cero. No necesitas materia prima.
    Creo que por ahí van los tiros, un simple traspaso de los recursos energéticos a otro modelo de industria, para que los de siempre sigan ganando el dinero de siempre.
    Un abrazo!!

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    1. ¡Hola, David! Siempre es una satisfacción muy grata para mi que alguien se beneficie de mis publicaciones, y si es alguien conocido y querido como en tu caso, mejor aun, más feliz me hace, espero que le puedas transmitir el mensaje necesario para calmar sus temores.

      Muy agradecida por todo lo que expones y con lo que concuerdo al 100%, ya he hablado de eso en antiguas entradas, y la verdad es que hasta me pongo irracional a veces, de tanta impotencia ante lo avasallante de todo ese sistema económico que domina y controla el mundo, y lo a gusto que la gente se somete a él, no deja de sorprenderme, no se detienen a pensar que cada vez que hacemos clic, ya sea en una compra, en soltar una opinión en las redes, o en darle a "aceptar" a alguna página para acceder a ella, o para lo que sea, del otro lado, ya tienen un perfil completo nuestro y de todo nuestro circulo...
      El mundo digital es más controlable y le sale menos costoso a esos grandes dueños. Aunque a nosotros y al planeta nos cueste mucho más que la vida, ellos de seguro ya tienen un chalecito en Marte o en algún planeta alternativo que nos ocultan aun. En mi casa, siempre le digo a mis hijos, ¡Caray! tan bien que estábamos viviendo en esas cuevas, con ropa de hojas y piel de animales, no había que limpiar, ni lavar y planchar, ni trabajar como esclavos para el beneficio de otros, solo ir a cazar, hacer un fuego, comer y divertirse en franca contemplación de la naturaleza, y dormir sin preocupaciones de dinero o salud, éramos curanderos por naturaleza... ¿Ves lo que te digo? que me pongo irracional, ja, ja.

      Mil gracias David por tu valioso y reflexivo comentario. Un fuerte abrazo y ánimo, tenemos que encontrar la forma de contrarrestar todo ese daño colateral...

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  3. Querida Harolina, nos dejas un enorme tema en esta reflexión. Estamos destruyendo el planeta, nuestro hogar, estamos maltratando a la Madre Naturaleza a quien el debemos la vida. En menor o mayor medida, todos somos responsables de su destrucción, pero sobre todo, los señores que ostentan el poder y a los que nada les importa lo que están generando con tal de seguir enriqueciendo sus arcas sin ningún tipo de escrúpulo. Es muy lamentable la situación que estamos atravesando y pienso que es un precio muy alto el que estamos pagando a causa del "progreso", por llamarle de alguna manera, porque progresar no significa destrucción, sino todo lo contrario.
    Como bien dices, lo que le ocurre al paneta, nos ocurre a nosotros ya que estamos conectados a él y a todo ser viviente que la habita, su muerte es la nuestra. Si no se produce un cambio radical en las conciencias la agonía que hoy padece será nuestra extinción porque nosotros somos prescindibles para la Tierra, pero para nosotros es necesaria para vivir.
    Estamos viviendo momentos muy difíciles, hay una densidad oscura en la atmósfera que no debemos dejar que se expanda, creo que la única manera de que no se expanda es combatirla desde dentro a nivel individual en una vibración de amor, fe y confianza. Como mínimo las personas que somos conscientes de lo que está ocurriendo debemos hacer crecer esa sintonía y confiar en que el cambio se producirá.
    Gracias infinitas querida Harolina por todo lo bueno que aportas en mi vida con tus sabias reflexiones.
    Te dejo un abrazo enorme que envuelva tu hermoso Ser. Feliz resto de semana, querida.

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    1. Marina, muchas gracias por tan valioso comentario reflexivo, dando soporte a esta entrada.
      Como bien expresas, en mayor o menor medida todos somos responsables de lo que ocurre al planeta, y precisamente es por esa cuota por donde debemos empezar, porque es la única que podemos controlar, corresponde a cada cual hacer lo propio...

      Gracias querida Marina por tu granito de arena en esta causa, seguiremos regando la voz, en algún momento se hará justicia y el amor brillara con su propia luz sobre la faz de la Tierra.

      Recibe un fuerte abrazo almico y que tu bello Ser siga irradiando luz sobre todo.

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  4. Hola, Harolina, qué hermosas reflexiones repletas de sabiduría de la buena. En el interior de mi país, Argentina, sobre todo en el norte, los descendiente de los habitantes originarios adoran a la madre tierra, a quien llaman la Pachamama. De ella venimos y hacia ella vamos. Ella es la proveedora fundamental, le debemos respeto. A ella nos encomendamos cuando la pena nos atraviesa o el dolor se torna insoportable.
    Te felicito por esta entrada de tu blog.
    Muchso saludos.
    Ariel

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    1. Hola, Raúl, gracias por la generosidad de pasar y dejar huellas tan claras y hermosas acerca de esa Pachamama que tanto agraviamos unos, y adoramos y cuidamos otros.

      Saludos desde este caribe hermoso y caluroso, pero también amoroso.
      Un gusto recibirlo en este pequeño espacio virtual, mis deseos de bienestar en su vida y en el mundo en sentido general. Salud y buena vida.

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  5. Hola, Harolina, de nuevo nos traes un texto para reflexionar, y en el mejor de los casos, sepamos practicar para experimentar. De acuerdo a lo de las enfermedades, al día de hoy también estoy convencida de que todo es emocional (al menos la mayoría), pasa, que ahora nos toca a nosotros saber qué, es lo que está pasando por nuestra mente y para qué? Pero resulta que no nos han enseñado y más triste aún, creo que no se enseña, esa parte tan importante de lo que alberga todo lo que somos. Y es tiempo de aprender individualmente, saber sanar la mente para tener el cuerpo vehículo del Alma en buen estado. Porque es cierto que la mayoría de medicamentos son "placebos".

    Y sobre el planeta, que decir...hoy en un documental, que hablaban sobre Miami y otras ciudades, enseñaban unos grandes barrios de lujo construidos encima de unas aguas que ya antaño se revelaron destrozando todo; acuíferos que servían para extraer agua dulce, a causa de tantas edificaciones ya está entrando allí agua del mar. Bueno iba de esto, lo cual quiero decir, que el hombre ya no tropieza dos veces con la misma piedra, lo hace constantemente, y la tierra toma lo que le corresponde.

    Como siempre, tus entradas dan para mucho debate. El cuento me encantó, es tarea de cada cual hacer de su vida un lago. Todo tu texto es una llamada a la concienciación. Gracias, querida amiga.
    Deseo estés bien en todos los aspectos.
    Un abrazo álmico, y pasa un feliz fin de semana :⁠-⁠)

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    1. Hola Mila, gracias por venir querida amiga, y por hacer el enfoque primero en esas consecuencias físicas que estamos sintiendo y viviendo, y afianzar este punto tan importante de reconocer y aceptar, para poderlo trabajar, entender, y trascender.

      Sobre lo del planeta y lo que cuentas del documental, así es, el hombre ha tropezado tanto con la misma piedra que creo que el planeta ya no le brindara otra oportunidad, y el ser humano lo sabe, por eso anda en busca de otros planetas, porque seremos extinguidos para siempre de este.

      Y mientras nos acoplamos, en crear consciencia y revertir las cosas, o en aceptar nuestro final terrenal, seamos lago querida, para ver mejor las cosas.

      Recibe un fuerte abrazo almico y sigue cuidándote mucho amiga.

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