miércoles, 1 de enero de 2014

Lo mejor que nos pudo pasar

                                                                                    
                                                 









 Bienvenidos al 2014



Sin duda alguna lo mejor que nos pudo haber pasado es tener la dicha de ver el comienzo de un nuevo año. Una nueva oportunidad de renacer, prepararnos, reparar errores, aceptar retos y sobre todo abrigar nuevas esperanzas, sueños, amores y deseos de vivir plenamente este año 2014, con la finalidad de alcanzar nuestro máximo desarrollo emocional y espiritual, apoyados desde luego en un condensado positivo de las experiencias vividas en años anteriores, en especial las del año que se acaba de despedir.

Una vez más llega enero, con su temperatura fría y fresca, sus aires de dueño y señor, de primogénito a confirmarnos que estamos vivos y deseosos de iniciar algo nuevo que nos llene de alegrías y cale bien hondo en nuestros corazones sedientos de amor, aventura, progreso, armonía y felicidad.




Una vez más, seamos agradecidos de la vida, del año que se acaba de ir y supimos surfear a pesar de nuestras debilidades, ingenuidades, egoísmos e inmadurez. Agradezcamos los frutos recogidos aun no fueran tan dulces como esperamos y sigamos sembrando cada vez con mejores técnicas para obtener óptimos resultados para el bienestar de todos.

Los comienzos de año se caracterizan por un grado de dificultad alto, no olvidemos que se nos acaba de ir un año y en los seres humanos la sensación de pérdida causa un sentimiento de abandono, desacierto e incertidumbre que se relaciona mucho con nuestra partida algún día, por eso nos suele entristecer más de lo debido y pone en baja nuestras defensas y es obvio que eso dificulta más aun el recibimiento con soltura, entusiasmo y buenas perspectivas al recién llegado. 


El periodo de gestación para renovar y renacer el espíritu es anual, los malestares por suerte la mayoría de las veces no son continuos, vienen y van al igual que las contracciones del parto, lo generoso es que casi siempre al final del año, el parto es fácil, alegre y divertido, lo que nos asusta mas es el recién llegado, no sabemos cómo será, como debemos tratarlo, enfrentarlo  y comportarnos ante él, pero la sabiduría divina presente en el interior de cada ser, sirve de guía para poder salir airosos y añadir un año más de experiencia, enriquecimiento y buen desenvolvimiento humano y espiritual, que sin duda alguna, es lo mejor que nos puede pasar.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe
http://www.elcaribe.com.do/2014/01/03/correo-los-lectores


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