jueves, 23 de octubre de 2014

¿Cual es tu sintonía?

En la sintonía que estés, en esa misma sintonía escucharas la melodía.
Si estas sintonizado en boleros, escucharas boleros, si tu sintonía es en salsa y merengue, escucharas salsas y merengues, si te sintonizas para escuchar bachatas y reggaetones, eso escucharas. Dependiendo de lo que desees escuchar tus oídos se preparan para eso, aunque te gusten los merengues si no estás sintonizado para escucharlos te molestaran y no los escucharas, por eso es que debemos estar bien claro en cuál es nuestra sintonía, pues por esa misma razón muchas veces escuchamos lo que queremos escuchar y no lo que realmente nos dicen y recibimos lo que estamos condicionados a recibir y no lo que realmente nos dan.

Todo en la vida es variable y cambiante y más según sea el estado de ánimo y los fines que se perciben. Pero en sentido general existe en nuestro interior una sintonía primordial que aunque es flexible siempre se mantiene sobre unas bases solidas y fijas de amor, esa sintonía es la que debemos tratar de identificar para salir airosos y triunfantes en nuestro paso por la vida y saber a qué le damos cabida y a que no.

Si naciste, te criaste y desarrollaste en una sintonía de amor, es casi seguro que esa será tu sintonía durante el resto de tu vida, lo cual es motivo suficiente para sentirte agradecido y feliz. Si por el contrario naciste, te criaste y desarrollaste en una sintonía hostil y llena de odio e inconformidad, debes luchar duramente por cambiar de sintonía, pues si no lo haces seguirías por el resto de tu vida en una sintonía de amargura y desprecio que te desviaran de tu sintonía innata basada en el amor, y por ende serás infeliz.
No todos nacemos bajo las mismas condiciones y circunstancias, pero todos tenemos el potencial para cambiarlas siempre y cuando no sean favorables, dependerá mucho de nuestra actitud el cambiar de sintonía o resignarnos a escuchar una melodía desafinada, estruendosa y desagradable todo el tiempo, si nos vimos en la necesidad de hacerlo cuando niños y adolescentes, podemos educar el oído cuando adultos para escuchar algo mejor, mas armónico y suave, con mas cadencia y belleza.

Trata de que la sintonía externa vaya acorde con la interna, la innata, pues si no lo están, vivirás bajo una tortura constante, si tu alma quiere escuchar y bailar valls, no vayas a someterla a escuchar salsa, rap o un reggaetón, si no tienes a mano el valls, al menos ponle un jazz o música clásica, siempre puedes sintonizar más o menos la onda por la que anda tu alma, no le lleves la contra ni obligues y sometas a tus oídos a castigos muy severos pues puede ocurrir que más tarde el castigado seas tú. 


Descubre la sintonía de tu alma y sintonízate con ella, de esa forma solo puedes ganar, no te dejes influenciar por comentarios ni condicionamientos del pasado, haz tu introspección y saca tus propias conclusiones, y más que todo trata siempre de estar sintonizado en amor, pues en la medida en que te sintonices en él, ayudaras a que los demás también se pongan en esa sintonía.  

Donde pongas el oído pon el corazón, no la condición.

Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2015/08/04/correo-los-lectores

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