El vocablo “introspección” cuyo significado es hacer una inspección interna, lo defino como el contenido oculto que el espejo muestra como parte de nosotros, ya que nuestra expresión facial lo revela de inmediato.
Aunque no estemos con los ojos tan abiertos para notarlo, o porque al notarlo huimos en seguida de ese reflejo (no hay peor ciego que el que no quiere ver), algo en nuestro interior sabe la vedad, solo la rehuimos para no tomar el control y la responsabilidad absoluta de nuestros pensamientos y actuaciones.
Cuando asomamos el rostro al espejo, y casi de inmediato nos enfocamos en el físico por partes, los ojos, la boca y nariz, el pelo etc., tratamos de evadir el reflejo real de nuestro rostro en conjunto, si lo hiciéramos notaríamos aquello que está dentro de nuestra imagen, el malestar que se oculta y a primera vista tratamos de obviar evitando autoanalizarnos a fondo.
La vida exterior es muy compleja para ocuparnos de la vida interior, es el pensamiento generalizado, y es por eso, por enfocarnos más en lo externo, que vamos en estado de ánimo apagado y derrotista, inconformes, en busca de felicidad cambiamos de: trabajo o profesión, de amigos, parejas y hasta de casa, ciudad o país, ya que creemos que son estas las razones más obvias de nuestra inconformidad o malestar emocional en los mejores casos, o de vacío existencial en los peores.
Para hacer una introspección no necesariamente tenemos que tener papel y lápiz a mano y dedicar semanas a autoevaluarnos, o asistir al psicólogo para que nos escuche por horas en varias sesiones.
En verdad, no es tan complicado, solo se necesita ser honesto con uno mismo y afrontar la realidad sin miedo. Así que la podemos hacer —si somos lo suficientemente valientes y perspicaces— mediante un espejo, ya que es fiel a nuestro sentir, por más maquillaje y muecas sonrientes que hagamos, hay un halo que no se puede disfrazar y allí es donde —si de verdad tienes el valor— surges tal cual, y podrás encontrarte a ti mismo, a ese Ser que te habita y sabe que no le estás prestando atención a sus señales y objetivos de vida.
Si deseas tener mejores resultados en tu vida, cada vez que uses el espejo, trata de introducirte en ti, y aclara todo lo mejor que puedas tu visión sobre ti, para que te muestres a los demás tal cual eres y sientes, porque a fin de cuentas
¿A quién crees que engañas y le mientes?
“Y si encaramos por fin tantas ganas
De ser los testigos de nuestras mañanas”
Como dicen los versos citados arriba, de la canción del cantautor Santiago Cruz. “Y Si Te Quedas, ¿Qué?”, la cual dejo para que puedan escucharla.
Y aunque no sea el móvil de la canción el tema tratado aquí, esos dos versos, y también los cuatro siguientes, bien podrían relacionársele, pues nada mejor que ser testigos de nuestro sentir cada mañana, y vivir para disfrutarnos tal cual somos y lo deseamos, primero a nosotros mismos y luego a los demás.
Dejo una antigua entrada relacionada al tema
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