lunes, 5 de noviembre de 2018

Entendernos... Cuestión de amor

Hace unos años atrás, la comunicación era algo que se hacia muy difícil, en parte por lo complicada que se volvió la vida, y por lo mucho que abarcamos o queremos abarcar en apenas 18 horas del día, dejando las otras 6 para descansar y dormir.
En tiempos anteriores, a principios del siglo 20, la comunicación cercana (verbal) era muy buena, o sea, entre familiares, amigos y vecinos, la distante era muy lenta pero existía, y ese esperar al cartero o ir a la ciudad a recibir o poner un telegrama, era mas que un tedio, una alegría. Ahora es todo lo contrario, la cercana es pésima y la distante es lo máximo.

Si nos vamos más lejos, cuando el tipo de comunicación escrita apenas si existía, era mas bien verbal y muy limitada, aun así, había mayor entendimiento que hoy día. Un gesto, una mirada, alguna seña, decía mas que dos o tres palabras...



Pero por encima de todo esto, existe un lenguaje capaz de atravesar todas las fronteras, es el lenguaje del Amor, mas que verbal, elocuentemente silencioso.

Una sonrisa no conoce de idiomas. Un gesto amable no necesita traducción. Un beso o un abrazo es un lenguaje universal

Practicando este tipo de comunicación no tendremos problemas de incomprensión. Pero pensarán que esto solo lo podemos practicar si estamos en contacto físico con las personas, y que a distancia, este tipo de comunicación tan fluida y eficaz, resulta imposible. 
La buena noticia es que podemos hacer llegar esas sensaciones que produce este lenguaje del amor, y a una velocidad increíble; casi simultáneamente al momento en que las transmitimos llegan, pero el receptor debe estar en sintonía para recibirlas, o más bien, percibirlas, porque de que llegan, llegan, solo es cuestión de saberlas enviar y de estar abiertos y poderlas captar.

Antes de que el hombre conociera los idiomas o diversidad de lenguajes, ya existía un tipo de comunicación cercana y a distancia, muy fluida y altamente efectiva, la comunicación telepática, que funciona igual que lo hacen las ondas sonoras de radio, televisión, internet..., por emisión de corrientes eléctricas y electromagnéticas, por ondas de energía a través del pensamiento. 


La telepatía es una facultad de lenguaje que todos poseemos, pero muy pocos desarrollan, y “aparentemente” cada día se hace menos necesaria, debido a la gran red de comunicación de la que gozamos actualmente y a su eficiencia y velocidad de transmisión. 
Aunque no sepamos un idioma, los traductores de la web de inmediato resuelven ese problema, sin mencionar las facilidades que van en aumento de aprender cualquier idioma en pocos días. Pero para eso necesitamos indispensablemente el internet y un artefacto electrónico, la telepatía no necesita nada externo para hacerse efectiva.

Podemos volver a desarrollar nuestra habilidad telepática y dejar de tanto hablar y hacer ruidos, eso nos distrae de la verdadera transmisión de pensamientos, ideas, sensaciones y emociones..., de la verdadera comunicación energética que existe entre las células humanas, animales, vegetales y minerales, todas se comunican entre sí a pesarde nuestro bloqueo mental. Y con cualquier otro tipo de célula que exista en el planeta y aún no hayamos descubierto o percibido por estar tan centrados en nosotros, en alcanzar las estrellas, y por estar bloqueados al amor, que es el transmisor universal por excelencia.



Para conseguir desarrollar esta habilidad, es menester dejar a un lado nuestra acelerada vida y detenernos más en los detalles, prestar más atención a todo y a todos, conectarnos con la esencia de la vida y la divinidad y maravilla que somos. Alinearnos con la fuente de energía que nutre todo lo existente en esta simple dimensión y en otras mas complejas. Armonizar y conservar el equilibrio interior y exterior. Respetar los espacios de luz y la vida palpable, y los espacios oscuros y la vida no visible; ya sea perceptible o imperceptible, ahí pulula... 

Relacionarnos con el cosmos y lo que habita en él afectuosamente y con respeto, sin egoísmos, sin maldad, sin intereses mal sanos... Estar dispuestos a poner nuestros dones al servicio de la humanidad y la vida del planeta, y actuar con sabiduría y bondad en pos del bienestar común, son solo los primeros pasos, los cuales paulatinamente irán abriendo puertas y nos llevarán al entendimiento general.
Para ello, lo imprescindible y necesario, es amar, con un amor puro y auténtico, compartiendo la alegría y el gozo de interactuar en armonía y de sentirnos unidos por lazos afectivos que producen una gratificante e incomparable sensación de gozo y bienestar interior, donde afloran, crecen y se desarrollan los mas tiernos y hermosos sentimientos...

Esa es la antesala del verdadero amor y el camino correcto al entendimiento y la comprensión.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2019/01/07/opiniones/correo-de-los-lectores/entendernos-cuestion-de-amor/

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