miércoles, 18 de diciembre de 2019

En la cuenta regresiva

Hola amigos, aprovecho esta última entrada del año en el blog, para desearles una agradable y alegre navidad.


¿Que creen? Ya estamos casi despidiendo el año, ¡Huy! Que rápido pasaron los meses, días y horas. A decir verdad, si el día sigue durando 24 horas, no acabo de entender por qué esas horas se han acelerado tanto, ¿O no es así en realidad y los acelerados somos nosotros? 
Es lo más probable... 

Bueno, tiren los dados, crucen los dedos o ruéguenle a su Dios, pero de que esto va a millón no caben dudas, al menos, así lo percibimos. No es solo cuestión del cambio climático, si no también, de aclimatarnos a los cambios de otra índole. Eso lo veo necesario y casi hasta imprescindible, pero (siempre ese pero) lo apropiado es que sea a un ritmo moderado, que seamos capaces de sobrellevarlo, sin desmayar en el intento ni tirar todo nuestro aprendizaje por la borda. 

Y más que todo, sin perder de vista, nuestra dualidad humana y espiritual, con nuestras particularidades (dones) como individuo único e irrepetible de la especie y nuestro rol como la poderosa divinidad que somos, además de nuestra misión como colectivo humano (célula humanoide universal) y sus implicaciones. 


Necesitamos soltar todo eso que nos pesa (que nos impide avanzar y coger impulso), todo lo que no sea de nuestra identidad. El otoño entra suave, como un susurro, luego sube un poco la voz, el viento sopla más fuerte y arranca aquello que no nos decidimos a soltar. También sube de color y cambia las tonalidades, así nos invita a cambiar con él...

La naturaleza cada año a través del otoño, nos hace ese recordatorio, nos dice: 

“Suelta las cosas muertas, desnuda el Ser, y no te preocupes, que más tarde el frío y la nieve te servirán de conserva, de reposo, para que en primavera, puedas lucir tu nueva vestimenta sin perder tu auténtica belleza, tal cual lo hago yo”.

Después de soltar y despedir el otoño, démosle la bienvenida al invierno y con él, a un nuevo año que se aproxima... 

Pongámonos nuestra mejor vestimenta, que no es otra que una amplia y hermosa sonrisa, y salgamos a esparcir nuestra luz y a brillar con la luz propia, que el amor que somos, se manifieste en nosotros y a través de nosotros.


Siempre tenemos motivos para celebrar, no esperemos la navidad para mostrar nuestra mejor cara y sonrisa, nuestro lado caritativo, celebremos diariamente la vida, amándonos, respetándonos y dando lo mejor de nosotros, así estaremos en condición de mostrar condescendencia y amor por los demás.

Antes de que termine el año, quiero decirles a todos ustedes, amigos y amables lectores, gracias del alma, por su compañía a lo largo de este tiempo.

Y junto a mi agradecimiento, quiero desearles un esplendoroso, dichoso y gozoso año 2020, con los ingredientes que necesiten para llevar a cabo la consecución de sus metas y sueños, con la salud y la disposición total de disfrutarlo, y con la intención de que nunca les falte lo más importante y esencial, el amor.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

¿Deberíamos hibernar los humanos?

Recuerden que aún es otoño, el tiempo de soltar y prepararnos “supuestamente” para el reposo del invierno, solo los humanos no lo hacemos, el resto de la vida en el planeta, descansa, se mantiene bajo perfil y se recupera internamente, para surgir de nuevo en la primavera de la vida, todo hermoso, brillante y lleno de vitalidad.

Algunos animales pasan por un proceso llamado hibernación, en el cual, lo único que hacen aparentemente, es dormir la mayor parte del tiempo que dura dicho periodo, pero internamente, sufren transformaciones que le permiten mantenerse con vida sin necesidad de ingerir casi alimentos, por la poca cantidad de energía que gastan durante el invierno.

En este enlace encontrarán algo de información generalizada.   

¿Les gustaría hibernar y pasar una buena parte de la vida durmiendo y ahorrando energías, para los tiempos en que en verdad la necesiten usar con criterio y buen propósito?
 
Bueno que les digo yo, a mí particularmente sí, me gusta dormir, y no me gusta malgastar nada... 


Lean estos dos artículos antes de responder
Humanos hibernación

Los humanos en lugar de economizar y tener algunas reservas, somos expertos en derrochar, y no solo eso, catalogamos mal al que no lo hace, o es tacaño o es holgazán y si es un acumulador impulsivo, lo tildamos de avaro, egoísta o envidioso, y si no le agradan las fiestas, es un miserable aburrido y amargado
Como ven, somos un abanico de situaciones diversas y llamamos a cada una por un nombre, que generalmente está mal usado, pues juzgamos a la ligera, sin saber bien el meollo del asunto.

Retomando el tema de los humanos y esa temporada de supuesto descanso de las actividades comunes, al parecer, en nosotros se da lo contrario, es cuando más fiestas celebramos, más energías gastamos y menos descansamos, parecemos marionetas de tanto ir y venir, de tanto saltar y bailar, de tanto hacer y querer abarcar, de tanto...

En los videos que se grabaron del famoso terremoto y posterior maremoto de Japón, ya hace unos años (2011), pude ver como algunas personas corrían despavoridas, mientras otras lo tomaban a la ligera, con calma. Se preguntarán ¿Y hay forma de tomarlo con calma en caso de maremoto?, pues al parecer, para algunos sí.

En vista de esto, les recomiendo aprovechar la temporada navideña para soltar ese estilo de vida tan acelerado, agobiante y poco gratificante. Bajarle unos grados de intensidad a ese maremoto interior que provoca la antesala de esas fiestas, tomarlo con calma y reposar un poco más, verán que el siguiente año lo pasarán diferente. En lugar de pasarlo con mala cara, lleno de deudas y bastante cansados, lo harán relajados, alegres y con los bolsillos mejor equipados.

¡Dense un verdadero regalo, respiraren la paz que se merecen!

Las fiestas colectivas y algarabías desenfrenadas, rara vez son auténticas, nos dejamos llevar de los demás, nos contagian una supuesta alegría que en realidad no tenemos muy clara, “La costumbre hace ley”. 

Aquí les muestro ambas caras de la moneda en la época navideña:




Adornan las casas, las llenan de luces de colores, guirnaldas..., compran comida y de todo en exceso, les obsequian regalos a los hijos, de dudosa procedencia (Santa Claus o los Reyes Magos). Ríen, cantan, sueñan, etc.  






Miran como los demás adornan las casas, las llenan de luces de colores, guirnaldas..., como compran comida y de todo en exceso, y les obsequian regalos a los hijos, sin entender por qué a ellos, Santa Claus y los Reyes Magos los pasan de largo. No tienen ganas de reír ni cantar, y a pesar de eso, sueñan con que sea diferente el año próximo.  




No me mal interpreten, no digo que se aíslen y amarguen, no, no, para nada...

¡Alégrense!, pero de corazón, no por contagio o costumbre. Salgan y den algo de ustedes, hay tantos que necesitan una simple sonrisa..., sean amables y generosos, demuestren esa divinidad plena de amor y bondad que caracteriza la esencia del verdadero Ser que los habita, verán como esa supuesta alegría (que no acabamos de digerir), se torna en alegría verdadera y gozo interior. 



Esparzan amor, gratitud, serenidad, bendiciones..., y sobre todo paz, mucha paz; en su entorno, donde quiera que vayan y en vuestros corazones.

Si no son capaces de controlarse y mitigar ese maremoto de despilfarro, siempre pueden optar por hibernar, y mantenerse bajo perfil, es mejor que desenfrenarse y echarlo todo por la borda, para tan pronto acabe el año, arrepentirse, no por pasarlo “bien”, si no, por no haber sido lo suficientemente sensatos y coherentes con su forma de pensar y sentir la vida.

No actúen como resorte, satisfagan la verdadera necesidad que palpita en su interior. Si son las fiestas, pues a fiestear, si son las dádivas, pues salgan a dar, si es oración y recogimiento, pues a orar se ha dicho, y si es serenidad interior, permítanse hibernar, el cuerpo y el alma agradecerán ese respetar y responder a sus propias necesidades, no a las ajenas.

Hagan buen uso de vuestra cordura, que tengan una liviana y beneficiosa despedida del otoño, y una juiciosa, auténtica y gozosa bienvenida al invierno.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

jueves, 5 de diciembre de 2019

Diosas del saber

Leyendo algunas entradas de compañeras blogueras dedicadas al cese de la violencia contra la mujer,  y a raíz de un comentario que he dejado en el blog “Artesana del verso”, de la amiga y compañera Estrella Amaranto, y que dice lo siguiente:

“Mujeres de carne y hueso que sienten y padecen, pero que también enaltecen los corazones, los hogares y las sociedades a las que pertenecen. 
Mujeres de aquí y de allá, de tiempos en tiempos, dueñas de espacios cerrados y cielos infinitos, mujeres dadores de vida, sanadoras de almas, correctoras sociales, amantes, madres... y más que todo, diosas del saber, el amor, la justicia y la ternura.  

Mujeres como tú y tantas otras que han dejado huellas imborrables que tarde o temprano aflorarán para conocimiento de todos...”


Que mi voz se una al cese de tanta violencia y abusos inmerecidos, que nos permitan volar alto y ser tan libres como los que más.

Esta entrada va por nosotras, las mujeres del mundo, todas y cada una de las que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, y las que hoy estamos; las reconocidas, las anónimas, las mártires, las villanas, las sumisas, las endemoniadas, todas somos las mismas, como dice esa canción del fenecido José José, “las tranquilas, las de guerra” (al final les dejo el video de la canción).

Todas, las llevamos dentro. Llevamos ese clamor interior por romper las cadenas de los abusos y desvalorización sufrida por los siglos de los siglos. Hace años, al principio del blog, compartí una entrada titulada “Fragilidad irrompible”, es alusiva al tema, y contiene un vídeo que volveré a colocar aquí para que no se lo pierdan, por si no entran al viejo enlace.



Y como un homenaje a las diferentes condiciones humanas en que sobreviven y luchan tantas y tantas mujeres, dejo en la página PDF libros, el tercer libro que les compartiré de manera gratuita, también inédito, escrito hace varios años, y debidamente registrado. 

Se titula “Había una vez una niña...”, lo escribí a manera de cuentos cortos reflexivos, como pruebas de vida, donde se deja ver que cuando se quiere, y tenemos la confianza en nuestro poder interior, el valor y las fuerzas, y la suficiente autoestima, se puede salir adelante con la cara y la frente en alto.

Agradecida a la vida por todo lo que me ha dado y permitido dar, espero de corazón que tanto mujeres como hombres, dejemos a un lado el daño, la violencia física y verbal, y el odio que corroe las relaciones y el alma. 

Resolvamos sanamente nuestras disputas y rencores, y aceptemos las claras y privilegiadas diferencias intrínsecas del género, no así las señaladas antojadiza y convenientemente para ejercer dominio del uno sobre el otro.

Se puede vivir en armonía y paz, así lo creo y está demostrado en muchas ocasiones, hagámoslo una realidad universal. 

Tal como les anuncié, aqui dejo un vídeo de la canción de José José, escogí este para mostrar un rostro de mujer más feliz, al menos en apariencia, en esencia, seguimos aflijidas.



I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Armonía

Una de las cosas que más llaman nuestra atención, es cuando algo se sale del conjunto rompiendo los esquemas o la monotonía del entramado que lo conforma.
A veces sobresale de manera que nos descoloca y nos hace sentir hasta incómodos con lo visionado. Ya sea porque nos parece grotesco, desproporcionado, incongruente, o simplemente desagradable.
Muy diferente es cuando llama nuestra atención y admiración porque siendo diferente, encaja a la perfección y nos deja con un buen sabor y una agradable sensación por haberlo visionado o experimentado. Esto podríamos decir que es el efecto que produce la armonía que hay en el conjunto y en la forma de ver las cosas.


En la actualidad, las cosas han tomado un curso rápido y cambiante que a la mayoría nos ha hecho reevaluar nuestros valores y adaptarnos a los tiempos modernos, pero al principio, estos cambios fueron más bien desagradables, incongruentes con la realidad que se vivía y nos ha costado mucho a la gran mayoría asimilarlo y aceptarlo como bueno y válido, armonizarlo en nuestras vidas...

Pese a esto, algunas cosas siguen siendo inaceptables, descabelladas y repudiadas, por más que se quiera demostrar que no es así, aún nos queda algo de pudor y valores morales, siguen desentonando y estando carentes de armonía.
Se ha dicho que muchas de estas cosas se han incorporado en la sociedad para tratar de llevarnos mejor los seres humanos, aceptarnos como somos y respetar las opiniones y decisiones de los otros, y las diferencias que tenemos de: género, raza, creencias, estrato social y un montón de etc.  

Así como las diferentes notas musicales se acoplan para crear la más bella música, así mismo deberíamos acoplarnos para hacer de este mundo un apacible, seguro e ideal paraíso, donde todo sea de todos y nadie se apropie de nada, trabajar juntos en pos de una vida de disfrute, respeto y sobre todo armonía y amor.

Podría parecerles utópico, o descabellado este pensar, si incluso en las mejores familias hay disputas y enemistad. Pero si se van al meollo del asunto solo hallarán una respuesta lógica y colectiva, “AMBICION”, y de ella se derivan el egoísmo, la envidia, el odio y todas las demás cosas que nos causan los conflictos, los celos, las guerras, el desamor...


La vida como la conocíamos hasta hace poco, está en agonía, está surgiendo una nueva forma de vida, quizás no tan humana, ni tan arbitrariamente libre, pues dejaremos de pensar por nosotros mismos para formar un solo pensamiento colectivo, y conducirnos por él, sin tener siquiera el deseo o la noción de que se puede vivir de otra manera y seguir siendo dueños de nuestros pensamientos. 

La llegada del internet cambió el curso de la historia, y de seguir como vamos también cambiará radicalmente la humanidad. Somos pocos los que no usamos redes sociales, los que no vivimos atentos al celular y dormimos pendientes de él y sus mensajes de WhatsApp, y toda la basura que pulula a la velocidad de la luz en sus pantallas, los que no vemos los videos que circulan de todos los disparates, casos, talent show, y un montón de cosas aparentemente entretenidas y sin morbo, “simple y sana diversión” lo llaman, pero causan tanta adicción como las drogas, y vaya usted a saber, a la larga quedará demostrado que fuñen el cerebro de la misma manera. 
Si a esto le sumamos el montón de oportunistas y enfermos de todo tipo, que se esconden detrás de estas pantallas, me temo que no habrá escape. 

Ya casi todos padecen la misma enfermedad, y los que no, seremos marginados, y quedaremos fuera de este ciber mundo. 
Y al decir esto, agrego la frase siguiente: “Seremos personas que giraremos en torno a cosas inexistentes”. Le tomé prestada esta frase a Emerencia Alabarse, mejor conocida como Emerencia Joseme, usada en una entrada de su blog Viajes y fotos.  

Sí amigos lectores, el mundo se nos está tornando muy difícil de aceptar, y si nos rehusamos a meternos en el ruedo, aún más, por el momento lo hemos podido sobre llevar, pero créanme si les digo que no será por mucho tiempo, pasaremos a ser prácticamente invisibles. 

Como reza el dicho “Una cosa es llamar al diablo, y otra muy diferente verlo llegar”, y como dice una canción de años atrás, “Y todavía no es na, peligroso es lo que viene atrás...”.

Se que siempre les he recalcado que es bueno aceptar los cambios, fluir en su dirección, pero también les he manifestado que contamos con una guía interna que sabe muy bien a cuales cambios les damos la bienvenida y a cuales no. Porque no solo se trata de vivir en el colectivo humano, y hacer lo que la mayoría, también se trata de velar porque ese colectivo no se deje engañar por falsos cambios, o sea, cambios manipulados y encaminados a regresarnos a una esclavitud indeseada, y para nada bien intencionada, a una involución. También se trata de mantenerse mayormente feliz. 


Después de muchos años  de mantenernos a oscuras, de repente se nos han abierto muchos frentes diferentes, con tanta luz, que ciega más que la oscuridad. ¿A quien le creemos y en quien confiamos? Solo tu guía interior y tu consciencia bien despierta te revelarán la verdad, y es ella quien te hará libre, así vayas en la dirección contraria a la mayoría, mantente armonizado con tu Ser, no con lo que en apariencia te venden como el paraíso. 

No dejes de pensar por ti mismo, de actuar por ti mismo, de vivir por ti mismo y de renacer por ti mismo. Eres un eslabón en esta cadena oxidada de destrucción masiva, que se ha camuflado como collar de perlas y diamantes, hazla colapsar. Mueve montañas de incomprensión y sacúdete esa ignorancia que acecha con desalmadas intenciones, marca la diferencia, rompe esa cadena, no te unas a ella, pues más temprano que tarde, será la causa de nuestra desaparición como humanos, haz tu parte con amor y con confianza en ti.


Mira bien todos los lugares que frecuentes, las personas con las que te relaciones, los pensamientos que se asoman a tu mente, busca siempre encontrar ese punto donde deben armonizar las cosas, donde se acoplan bien, si no lo visualizas es muy probable que no exista, entonces esa será la señal para saber que no conviene, que no debes ceder a sus demandas por muy solo y marginado que te sientas. Date un voto de confianza y vencerás.

Somos un colectivo humano, pero también somos individuos que sienten y piensan de forma diferente, no permitas que te conviertan en un clonado más, en una cifra más de su triunfo, si no lo haces por ti, piensa en el futuro de tus hijos y de todas las descendencias y generaciones venideras. 

Mírate ¿Ves y sientes armonía en ti, te resultas agradable? ¿En tu entorno, y en tu mundo, hay equilibrio y paz? Empieza por ti y por tu pequeño mundo a hurgar, descubre las incongruencias, retíralas y armoniza tus relaciones y conexiones con él, despréndete de los software mal intencionados, resetéate y pásate un buen anitivirus, cada vez nos bombardean y nos infectan más y más.

¿Acaso el mar es ahora dulce y los ríos salados? Díganme si ahora los animales marinos viven en el bosque y todos los demás se han vuelto acuáticos, si las aves se han vuelto reptiles y estos se han echado a volar..., ¿verdad que no? Entonces ¿Por qué los humanos queremos renegar y ser lo que no somos y destruir nuestra humanidad permitiendo que nos enajenen mentalmente, y nos conviertan en máquinas?    


El mundo cambia y la vida con él, pero no para destruirnos, si no para reforzarnos, reafirmando y mejorando lo que somos como humanos y como parte y todo de este bello y acogedor hábitat. Nutriéndonos del amor que fuimos, somos y siempre seremos, si es que no nos dejamos engañar, lograremos que la armonía y la serenidad, sean los pilares que sostengan ese enorme puente llamado humanidad, que conduce hacia la eternidad.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Un extracto de esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2020/02/22/armonia/

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miércoles, 20 de noviembre de 2019

Un verdadero milagro

Participo en un nuevo reto, esta vez la modalidad es tener el mismo final, establecido con bastante ingenio por David Rubio. Como de costumbre, las instrucciones están en la imagen que acompaña al reto.

Aquí vamos


UN VERDADERO MILAGRO

Carlos no ve la hora de llegar a casa, ha tenido un mal día en la oficina, para colmo, las calles congestionadas lo hacen demorar más de lo acostumbrado, y esa extraña sensación durante todo el día que no acababa de entender. Sin dudas algo no estaba bien...

− ¡Por Dios, y toda esta sangre!... ¿Mi vida dónde estás? ¿Qué ha pasado?
− Por fin llegas, no he podido buscar ayuda. ¿Crees que estará vivo aún?
− Claro que si Patricia, estarán bien, vayamos al hospital ¿Te duele mucho?

Ella se desmayó no bien la cargó. El estaba tembloroso, pero era urgente, no quería perderlos. Se reprochó no poner ese teléfono, una llamada hubiera evitado... 
Lloraba, debía controlarse o tendrían un accidente y no se salvaría ninguno de los tres. 
La oyó quejarse y luego un grito muy fuerte, no podía detenerse, ya casi llegaban.

− Por favor resiste, el dolor debe ser insoportable, piensa en nosotros y la felicidad que nos traerá... ¡Llegamos!

Se paseaba, era imposible calmarse, había pasado una hora y nada, ni siquiera servía la máquina de café. 
Un señor se le acercó y preguntó la hora, Carlos lo miró como si se tratara de un sueño, tardó en decirle que eran las siete. El señor dijo que había cumplido su cometido, y se marchó.

− ¿Cuál cometido? ¿A qué se refiere? 

No hubo respuesta, a decir verdad, sí, salió el doctor y le dijo, − no sabría explicarle cómo, ha sido un milagro, un ángel estuvo ahí con nosotros y pudimos salvarlos. Entre solo un momento, eso les ayudará a los tres.

− Gracias mi amor, eres la mujer más valiente que conozco. Y tú ¡Campeón!, eres lo más hermoso que jamás haya visto. Te llamaremos Nicolás. ¿De acuerdo?  

Ella asintió, y entonces sonrió...













300 palabras

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

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domingo, 17 de noviembre de 2019

Cumplir nuestra misión

Siempre me he preguntado ¿En que punto fue que nos perdimos y la vida tomó un curso equivocado, indeseado y fuera de la línea recta de la generosidad, la condescendencia y el amor, para tomar la tortuosa ruta de la ambición, la indiferencia y el desamor?

No había visto la película titulada “Que bello es vivir”, hace unos días por la mención que hizo el compañero bloguero Miguel Pina en su blog, “Cine y criticas marcianas”me enteré de su existencia, y la vi. 

Supongo que soy de las pocas personas que no la ha visto, al menos de las de mi generación (del 60), o cercana a ella. No entraré en detalles de la película fuera del guión, pues de eso sé muy poco o nada, pero si resaltaré, que es hermosa, humanamente sensible y que sirvió para contestar la pregunta con la que he iniciado.

Nos muestra muy claramente que cada uno tiene un rol que cumplir en esta vida, y que si no lo cumple, son muchas las cosas que cambiarán para perjuicio del buen desenvolvimiento de la humanidad y el mundo a través del amor. 
Hoy confirmo que definitivamente muchos de nosotros fallamos, en vidas anteriores, nuestros ancestros..., y aún hoy seguimos fallando más y más. 

Existimos, pero actuamos como si no existiéramos.


Aunque no lo creamos, son muchas las vidas que tocamos, y no necesariamente tenemos que ser un benefactor de buen corazón como George, el protagonista de la película. Todos venimos a dar lo mejor y a hacer las cosas más llevaderas, pero al no cumplir nuestra misión, lo que pudo seguir siendo nuestro bello y armonioso hábitat, se ha ido convirtiendo en una jungla de concreto y violencia, donde predominan los depredadores y el ¡Sálvese quien pueda! 

!Que diferente son esas viejas películas con mensajes de amor y confraternidad! A las que se hacen mayormente hoy día.
Sí, el mundo cambia, pero hay cosas que no deben perderse de vista, y la formación encaminada al respeto, la bondad y el amor, deben primar por encima de todos los cambios. Hay cosas que no se debieron negociar, y no solo las negociamos, si no que las regalamos por baratijas. Se dice que todavía hay muchos indios, porque desconocemos el verdadero valor de la vida, o mejor dicho, ignoramos las cosas que de verdad son valiosas. Pero ellos lo sabían muy bien, por eso no valoraban el oro como lo valoraban sus visitantes y supuestos descubridores. 


Hoy se hace énfasis en hacernos llegar otras cosas para desviar y descontrolar nuestros pensamientos, para desmontarnos esos valores y esas buenas costumbres ancestrales. Está claro que no todo era perfección y color de rosa, pero pocas cosas desentonaban, hoy pocas entonan y van por buen derrotero, ya ni el suicidio nos salva y los ángeles, como están tan ocupados, ya nacen con alas y no necesitan salvar a nadie. Se han multiplicado demasiado pronto los Potter del mundo (ambiciosos, avaros, y sin corazón), y los “George y Mary” se han avergonzado de ser como son, y se han dejado seducir por la vida de comodidades y frivolidades que les ofrecen los Potter.

La película me ha dado la respuesta, no fue en un punto específico, si no en muchos puntos comunes y al unísono, y estos ejercieron influencia en otros puntos comunes, y estos en otros, y así sucesivamente, como una reacción en cadena. Pero ¿Qué definitivamente creó al primer Potter de la historia? Sin dudas la falta de amor en su infancia, sus carencias de afecto, su soledad sin mitigar, su dolor, rabia y envidia por no poder llenar esos vacíos... He visto muchas películas que dejan ver como se forman los Potter y se multiplican a diario.


Hay un mensaje que se divulgó hace años en la web, titulado “El circulo del odio”, la imagen superior es una muestra de eso, y como bien lo dice "El odio y el miedo son virus; necesitan de un huésped para crecer y contagiar a otros".

Y sí amigos, si no tuviéramos un gran corazón, unos valores tan arraigados y un amor tan puro como el de George y Mary, no podríamos vencer las tentaciones y actuar con valor, escudados siempre en el amor que no espera recompensa, pero que sin lugar a dudas la recibe.

Algo que también quiero resaltar de la película, es que a pesar de la maldad de Potter, no se valen de desenmascararlo para hacer el final, si no que se muestra como la bondad de George fue retribuida por las personas que tanto ayudó, o sea, que lo mejor de la película es que no nos insta a la venganza, o a disfrutar de ella, inclusive no se enfoca más de lo necesario en el personaje cruel, y eso me pareció un punto altísimo de valor agregado a este excelente film.

¡Y pensar que alguna vez el mundo fue así de bueno y de honesto! Donde no se necesitaban firmas ni documentos, solo la palabra dada y el amor, eran suficiente.

Me hago una pregunta final ¿Alguna vez podremos revertir esto y volver a ser tan puros y confiables como antes? 

¡Gracias Miguel!, creo que por alguna razón debía ver esta película antes de morir, o sea, que ya me puedo ir tranquila. ¡Misión cumplida! Ja, ja.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Un extracto de esta entrada fue públicado en el periódico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2020/05/16/cumplir-nuestra-mision/ 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

domingo, 10 de noviembre de 2019

¿De que va esto? (externo / interno)

Bueno, bueno, seguiré en la misma trayectoria de la entrada anterior, y dirán que me he puesto muy curiosa o inquisitiva, pero de nuevo voy a hacerles algunas preguntas, solo para que se las contesten ustedes mismos y den una revisadita a cómo andan internamente, aunque no lo crean, nuestro exterior dice mucho de lo interno y viceversa. 


¿Cuál es la cosa que con más celo guardan de todas sus pertenencias, prendas personales, o de vestir? 
Desde luego no incluyan aquí las joyas de “supuesto valor”, como el oro, piedras preciosas...

Si han contestado que es la ropa interior, piensen en cual es la más reservada. Aunque los tiempos han cambiado demasiado, todavía no andamos en ropa interior o íntima en la calle, hay mucha desnudez pero no llegamos a tanto. Sí, si, lo sé, hay sus excepciones, ja, ja, pero mayoría es aplastante.

Sabemos que nuestra apariencia externa dice mucho de nosotros, de lo interno, nuestros gustos al vestir nos definen y delatan, pero hay prendas muy intimas y a las que quizás no le prestamos nada de atención, como son el desodorante y el cepillo dental. 

Ahora son ustedes los que se hacen esta pregunta ¿Pero esa señora perdió el juicio? Bueno para su información nunca lo tuve, recién ahora es que he cogido algo de eso. No quiero ni imaginarme la pregunta que le sigue, ja, ja.

Pero sí amigos, el cepillo dental dice mucho de nosotros, más de lo que piensan, la manera de cepillarte (lo cual se refleja en el estado de tu cepillo a las dos semanas) habla de tu interior. Si el cepillo es de buena calidad, según los odontólogos cambiarlo cada tres meses está bien, siempre que lo mantengamos en buen estado físico e higiénico. 


¿Al levantarte, te cepillas con suavidad, con calma, con el tiempo necesario y el deseo de guardar una buena higiene bucal? ¿Disfrutas de la limpieza de tus dientes y saboreas tu despertar? 

O por el contrario

¿Te cepillas deprisa (estás contra el reloj), con rabia o con violencia muerdes el cepillo, te descargas con él, como si el cepillo tuviera la culpa de tus males?

¿Estás tan sumido en tus pensamientos, el tener que levantarte temprano para ir a trabajar en algo que te disgusta, el tener que dormir con esa persona que ha tronchado tu vida, o el lidiar con tu soledad, con los problemas económicos, etc.?

Si eres de los que antes del mes ya el cepillo está de cambiar, porque no se sabe si limpiaste el abanico encendido con él, ya que las cerdas andan cada una por su lado, créeme que no debe ser lo normal que le apliques tanta fuerza al cepillado, algo no anda bien. 
¿Siempre eres tan duro contigo...? 
También puedes guardar mucha rabia interior, por dejarte subyugar quien sabe desde cuando. 

Este es un tipo de lenguaje que se nos escapa a diario, descífralo y pon atención a lo que te dice. Tú y solo tú, eres el autor y el responsable de tu vida. Pueden ser muchos los argumentos, pero hay una sola realidad..., revisa y contéstate con sinceridad.

Expongo este otro caso, si somos descuidados con nuestras prendas más íntimas, porque creemos que solo nosotros la vemos, y por fuera andamos como un percal y muy perfumados, también dice mucho de nuestra personalidad, somos de los que viven para el qué dirán, vivimos de las apariencias. O se es limpio o no, nada de medias tintas.


Por cierto vi en la web, aunque no abrí la página, que dependiendo de que parte del cuerpo te estriegues primero al bañarte, eso describe tu personalidad, algo así era. !Que les parece! de que somos una caja de sorpresa, lo somos, cada quien con lo suyo. 

Eso me recuerda que el jabón es de uso personal y su fragancia habla de nuestras preferencias, al igual que los perfumes, los colores, las modas etc., y definen en parte la personalidad. ¿Cómo lo prefieres, de olor fuerte o suave?

La preferencia nos revela si nos gusta llamar la atención con olores fuertes, o hacernos un recordatorio con ese olor tan indiscreto. Y si es todo lo contrario, preferimos pasar desapercibidos, ambas son características propias de nuestra personalidad y tienen su fundamento en alguna situación vivida anteriormente.
¿No les pasa que una fragancia determinada les trae recuerdos de antaño? Vaya usted a saber cual es el botón que se enciende en nuestro cerebro, pero ahí se guarda ese olor.

Otra cosa que también es de uso personal, es el vehículo que tengamos a cargo, sea nuestro o asignado. De nada vale lavarlo por fuera semanalmente, si dentro tenemos una montaña de cosas tiradas en los asientos y polvo acumulado en las alfombras y otras dependencias. Si nos descuidamos en su organización y limpieza interior, es muy probable que así seamos de desorganizados y tirados. 

Tomen nota de eso, que tampoco es válido tenerlo bien organizado en los asientos y el baúl casi impenetrable, porque solo tú lo usas y lo ves. El orden empieza en lo interno y sale a relucir por sí solo, al igual que el desorden.


Nada de vivir de las apariencias y convertirnos internamente en un vertedero. Las energías deben fluir limpia y organizadamente en donde nos movamos y en todo lo que hagamos y tengamos a nuestro cargo, de dentro hacia a fuera, de lo contrario las bloqueamos y nos estancamos. 

Por ultimo, y no menos íntimo, tu hogar, el lugar donde vives, descansas y sueñas... ¿Que hay con él, como lo mantienes? ¿Le das amor y calor, y te mimas en él?

Es cierto que no siempre lo podemos tener totalmente limpio y organizado, pero en general, sí deben estar las cosas en un lugar determinado, no tiradas donde más rápido encuentres, ni metidas a fuerza en un closet de poco uso, que el día que lo abres, todo se viene abajo. Ese hogar es nuestro edén, o paraíso terrenal, no hay ningún otro, así que cuidemos de él tanto como de nosotros. 

Hay tantas cosas que influyen diariamente en el desenvolvimiento de nuestra vida, y que no les prestamos la más mínima atención, que daría para hacer un monográfico. ¿O quizás dos? 
Como pueden ver, así como todo esto, hay muchas otras cosas más que hablan de nuestro estado emocional, y de como andamos internamente. 


Y solo he hablado de cosas exteriores y materiales, que muchos catalogarían de poca monta, pero de que revelan cosas importantes no me caben dudas, lo hacen, nos desnudan por así decirlo. Imagínense si nos adentramos en el interior de nuestras cavilaciones, dubitaciones, emociones, reacciones, frustraciones, y un millón de “iones”, ja, ja.  Sería “La historia sin fin”, de Bastian y Atreyu.

¿Qué de qué va esto? 
Pues ya vieron, nada que no sepan, externo, interno...

Las musas tenían ganas de fastidiar, a veces cuando me susurran y no les hago caso, son insoportables, se vuelven impertinentes y odiosas. Así que perdonen mi atrevimiento.

Espero que en realidad les sea de provecho esta entrada indiscreta y ellas (las musas), se den por satisfechas.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

sábado, 2 de noviembre de 2019

Seamos auténticos

Hola amables lectores. 

Hoy vengo con interrogantes y comparaciones.

Cuando tomé esta imagen de la web me pareció hermosa, y lo es, los colores pasteles son mis favoritos, luego viéndola con atención me dije: !Pero que imagen tan cargada de objetos!


¿Desean contar las cosas que hay en el frente de la casita de aparentemente 25 m²? 

Y de hecho, de primera impresión no es que se vea mal, luce acogedor el pequeño hogar frente al mar, porque después de todo, están colocadas con cierta armonía visual. 
Pero les pregunto 
¿Se vería mejor con menos cosas? 
Yo entiendo que sí, ya que unas, hacen que se pierdan otras, así de sencillo.

¿Qué es lo que más llama su atención al verla por primera vez en su conjunto? 
A mí, el salvavidas colocado en la puerta, es lo que nunca pasará desapercibido, y tratándose del lugar, es lo que nunca debería faltar. 
Ven, guarda cierta armonía y cumple con lo primordial.

Lo mismo nos pasa a nosotros, queremos agradar y abarcar tanto, que inconscientemente nos sobrecargamos, y hacemos que se pierdan algunas cosas, porque quizás sean las que más opacamos, siendo las que más nos deberían adornar. Nos sobre maquillamos cual quinceañera que no sabe reconocer la belleza de su rostro juvenil, y al maquillarlo lo estropea.

Tanto imbuirse en labores, para aturdirse y no pensar, para no enfrentar realidades y para huir de las propias responsabilidades de nuestra vida, se ha hecho tan común, que son pocos los que no están como esa imagen, saturando el paisaje al querer aparentar más. 
Llamando la atención, saboteando y ocultando su interior, por no saber valorarse y aceptarse, por no entender de una vez por todas, que al no ser como realmente somos, arruinamos lo más bello que poseemos, “Autenticidad”

¿Y esta otra imagen, que les parece? 


A mi me parece hermosa, sencilla y con personalidad, y eso, que no me agrada mucho el color rojo. Sin embargo, son los detalles a mi entender, lo que hacen la diferencia. 

En la primera imagen todo está tan uniforme, tan falto de contrastes..., y en la segunda, precisamente son los contrastes lo que le dan personalidad a esta pintura. 
Quizás me equivoque, pues no se nada de pinturas, pero algo si sé, mis sentidos juegan un gran papel en el escenario de la vida y me hacen saber cosas sin haberlas estudiado o practicado, cosas que van con mi personalidad y mi perspectiva de vida.

Pues también eso mismo pasa con nosotros, son los detalles, las actitudes, las que hacen la diferencia. 
Esos contrastes que se turnan tan oportunamente, enriquecen la personalidad para que podamos lucir mejores personas. 

Esas luces y sus respectivas sombras, esa madurez y esa infantil inocencia que asoma cuando menos se espera, ese canto que termina de ahogar el llanto y lo convierte en risa, esa manera tan genuina de ser, es incomparable, única en cada uno... 


    


Si le echamos otro vistazo a ambas imágenes, podremos constatar, que cada lugar tiene sus encantos, y que no por estar, en uno o en otro tenemos garantizada la alegría y la felicidad. 

Creo que todo depende más bien, de cómo ande nuestro interior, de cómo veamos y sintamos las cosas. De esto dependerá el que nos podamos adaptar y saber apreciar el exterior. 

Cada momento es único, ya que está influenciado por muchos agentes externos que afectan las emociones, y marcan ciertas pautas en nuestro sentir interior. Aunque en definitiva estemos identificados y sintonizados con ciertas formas y colores, que van acordes con nuestra manera de ver generalmente las cosas, con nuestra personalidad. 

Les expresé mi opinión según mi actual criterio interior y según mi manera de ver las cosas en sentido general.

Cada cual tendrá la suya, para el gusto los colores, para la comida los sabores, y para la nariz los olores... 

Seamos auténticos, nada como marcar la diferencia, la monotonía apesta, y el querer engañar y tapar las apariencias, apesta más.

Lo que sí está muy claro es que:

Ningún lugar es mejor que otro. Tú y tu manera de ser, de  ver y de apreciar las cosas, será quien haga la diferencia.


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente.

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

domingo, 27 de octubre de 2019

Urgencias del amor

!Que les parece amables lectores!, me he dado permiso para participar en un nuevo reto literario. 



No recuerdo quien, pero alguien me comentó que David causaba adicción.

¡Ya lo creo! Por eso he agregado una nueva etiqueta al blog (Reto literario), y creado una nueva página, titulada "Pulsaciones", para agrupar ahí mis participaciones literarias, hechas con miras de desarrollar habilidades en la escritura, la narración e inventiva de relatos. 
¿Por qué?
Vaya usted a saber, quizás estoy siguiendo un nuevo llamado, o simplemente, motorizando algunos cambios interiores y estos relatos me servirán de ayuda.

Sin más preámbulo, cedo la palabra al micro.

URGENCIAS DEL AMOR













– Quedamos a las cuatro ¿Por qué esa insistencia en que fuera antes?
– Es que ha pasado algo importante.
– ¿Que pasó?
– Ya saben de nuestras reuniones.
– ¿Y?
– ¿Te parece poco? Alguien nos delató.
– ¿Sabes lo que me cuesta buscar una excusa para vernos?
– Lo sé, también a mi me cuesta mucho buscar una excusa para escabullirme.
– Entonces ¿Qué haremos?
– No lo sé, por eso adelanté la hora, para trazar algún plan.
– Bien, lo haremos público, o nos escapamos juntos.
– ¿Y cómo sobreviviremos? Ya somos muy viejos.
– Podríamos pedirles que nos pongan en un asilo, no se opondrán, saldrían de responsabilidades.  
– ¡Buena idea mi amor! Le diríamos en cual. Estaríamos juntos todos los días. Daría lo que fuera por pasar el resto de nuestra vida juntos.
– ¡Hecho! Busquemos alternativas...
– ¿Y si se oponen?
– Nos escapamos y morimos juntos en cualquier lugar.
– Ven, dame un beso.

                                              *****

– Deberíamos casarnos, así nos permitirían dormir juntos.
– Como eres de posesivo. ¿No te bastan todas las horas del día?
– Es que de noche no puedo dormir, quiero que amanezca pronto para estar junto a ti.
– Pervertido... No sé que nos pasó de jóvenes.
– No tuvimos el valor de enfrentar a nuestros padres y defender nuestro amor.
– Eran otros tiempos, ellos tenían nuestras vidas comprometidas.
– Tu rica, yo pobre..., tomamos caminos distintos.
– No te aflijas así, quizás no nos hubiera durado tanto el amor. Gracias a esa separación, aún nos amamos mucho.

– Abrázame, cierra los ojos, hoy te voy a hacer aquí mismo el amor...



Moraleja: lo que la vida te quita en un momento determinado es por una de estas tres razones:

1. No estabas listo para vivirlo y disfrutarlo a fondo.
2. Bloqueaba tu crecimiento y evolución.
3. Lo necesitarás con más urgencia más tarde.

Tal como dice el mensaje de la imagen inicial del micro “La vida te da la oportunidad de escribir, corregir y mejorar tu historia todos los días”.      

Pues bien, desde que arribé al mundo estoy escribiendo mi historia, hace muchos años que estoy corrigiéndola, y desde hace ya unos años, mi historia, a diario va mejorando...

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

domingo, 20 de octubre de 2019

La insólita desidia

Cada día que abrimos los ojos y nos damos cuenta de que aún estamos vivos, es un mágico milagro de la existencia misma. 



El hecho de haberle ganado la partida a la muerte el día anterior, es motivo de celebración interior, y no porque sea malo o trágico morir, más bien es todo lo contrario, es una especie de liberación y celebración; siempre y cuando hayamos cumplido nuestra misión. Si no es así, entonces, sí que es una lamentable tragedia, pues eso de repetir experiencias por no haber sabido enfrentar las pasadas, no es para nada agradable, es una clara razón para experimentar esa desidia ante lo venidero.

Dicen que la costumbre hace ley, que la monotonía es el peor enemigo de la alegría, que incluso hasta la belleza y la felicidad cansan. Nos hastíanos con facilidad de las cosas cotidianas, las damos por sentadas y terminamos omitiéndolas de nuestro estado de alerta.

¿Será por eso que nunca estamos conformes con nuestra vida y continuamos buscando y explorando otros mundos, otros planos existenciales, otras galaxias y otras vidas?
Siempre vamos por más, por cosas diferentes y nuevas: otros trabajos, otros amigos, otros países, otros sentimientos..., en fin, otras experiencias existenciales. 

Para una persona activa, animosa y con metas claras, sentir desidia es algo muy poco común, algo insólito, pero a veces sucede. Ya sea por una razón ajena a su estado de conciencia, o por razones intrínsecas a su personalidad, se cansa de alcanzar logros, de ser laureada, de tener que fijarse metas y comprometerse más de lo deseado a cumplirlas.


La familia (la pareja y los hijos) se quiere más que nada, pero también se descuida más que todo, damos ese amor por sentado y a buen resguardo, lo etiquetamos como un logro más alcanzado, y olvidamos regarlo a diario. Y si sentimos una fuerte demanda por parte de ellos, terminamos por aborrecerlos, aunque sea un sentimiento pasajero, los vemos como un obstáculo para seguir avanzando y probar cosas nuevas, como cadenas que nos sujetan y nos esclavizan. Eso mismo nos ocurre con nuestros padres cuando somos adolescentes y muy jóvenes, son una verdadera molestia para muchos, son el enorme muro a derrumbar.

Por eso, si te visita la desidia, déjala pasar y entrar, conversa con ella, descansa en su respiración perezosa, pero no la acomodes mucho, no vaya a ser que se quiera quedar. Luego de un tiempo prudente, más bien cortito, persuádela para que siga su camino, y hazle saber que si alguna vez la necesitas, la volverás a recibir con amabilidad, pero siempre de paso.

Para una persona poco activa, perezosa y carente de objetivos, sentir desidia es algo muy común, algo estacionario, la desidia se convierte en su mantra.  Ya sea por una razón ajena a su estado de conciencia, o por razones intrínsecas a su personalidad, nada le motiva, fijarse metas y comprometerse, no está en sus registros.


Nada es tan negativo, como para que no podamos encender la lámpara del corazón, ni nada es tan positivo, como para que no podamos apagar la lámpara de la razón. Nunca son tantos los electrones dentro de un mismo átomo como para que no haya protones, y esto también ocurre a la inversa, y cuando ambos se igualan en cantidad, sencillamente no hay carga eléctrica, está descargado.
Eso mismo nos ocurre a nosotros cuando nos visita la desidia, estamos en modo neutro, descargados, así que necesitamos darnos un tiempo de reposo para reacomodarnos y reactivarnos, y que esos electrones y protones, se superen unos a otros para recargarnos.
Esto se consigue experimentando esas cosas nuevas, dejando a un lado la monotonía, como dicen los que practican deportes extremos, dándose un subión de adrenalina pura. 

Por suerte, la vida se encarga de sacudirnos, de abrirnos los ojos y ayudarnos a despertar, aunque no siempre lo conseguimos a tiempo, muchas veces se nos hace tarde para entender la magia de la vida, y recuperar la sabiduría perdida.
Dicen que no hay dos sin tres, por algo será, o que la tercera es la vencida, y siempre se acostumbra a contar hasta tres, antes de tomar cualquier acción riesgosa.
Y vivir a toda capacidad, es la más atrevida y riesgosa de las acciones.

¿Contamos? Uno, dos y...
P.D. Les dejo el enlace de una vieja entrada “Hay días...”, que se relaciona mucho con el tema.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2020/05/09/la-insolita-desidia/

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jueves, 10 de octubre de 2019

Lecciones de la vida

Amigos, aquí estoy de nuevo con un relato para participar en otro reto en el blog “El tintero de oro” de David Rubio, por cierto, que hizo una hermosa revista recopilando los relatos del reto anterior “La puerta”, en el que participé y fue mi primera vez en su interesante blog.

Se trata de un ejercicio de escritura, esta vez el límite de palabras es de 450, y el único requisito es que hable de un objeto mágico, veremos si les gusta el micro...



Lecciones de la vida (Paseando por el río)

Luis  y Julián, inseparables amigos de infancia, inquietos como cualquiera de su edad, siguieron distintos caminos, la vida los obligó a separarse. Cuando apenas empezaba la verdadera diversión, Julián se mudó a una ciudad lejana, apenas si tenían noticias del otro, pero a pesar de la distancia, encontraban la manera de hacerse sentir, de establecer algún tipo de vínculo.

Si caminaban por la vereda de un rio trataban de detenerse a contemplar sus aguas, y escuchar el sonido que hacen en su recorrido, algo que era costumbre hacer de niños y acordaron hacerlo para no olvidarse. Eran los años sesenta y las cartas no les hacían mucha ilusión, tardaban demasiado.

Algo que también hacían ambos era deleitarse en sus orillas, tratando de encontrar algún vestigio de vida, o más que eso, de algo trascendental y fantástico, que cambiara sus vidas para siempre, y antes de separarse acordaron que si eso ocurría pedirían un único deseo, volver a ser niños y juntarse de nuevo.

Pasaron varios años, eran ya unos jóvenes enamoradizos y apuestos... 




Un día Luis recibió una carta de Julián en la que contaba que a orillas de un río encontró algo muy extraño, parecía una vasija imperial con bordes de oro y sellada en su interior, la divisó aguas abajo en un río poco caudaloso y enseguida se tiró a buscarla, tenía una breve inscripción: “Pide un deseo y se te concederá”. En la carta le pedía autorización a Luis para pedir el deseo que habían acordado, no se atrevía a hacerlo sin su permiso, pues si le había ido bien la vida, de seguro no querría regresar a la niñez. Le contaba que a él la dicha no le sonreía para nada...

Para su sorpresa la carta llegó rápido y la respuesta de Luis no se hizo esperar, explicándole que había sido muy infeliz todos esos años, pues la chica que amaba ni lo miraba y se casaría muy pronto con otro. Así que le daba permiso de pedir el deseo, y añadirle que no se separarían jamás.
  
Mediante cartas fijaron día y hora... Desde luego ambos desaparecerían de sus respectivas familias, algo con lo que no contaban, y vivirían por siempre en su lugar natal, entre la maleza del rio, sus aguas y su alegre cantar. 

El artefacto desapareció al cumplirse el deseo.

Pasaron tres años y se cansaron de ser niños, ya no les gustaban las cosas de antes, y no tenían forma de revertirlo. 

Un día el objeto volvió a aparecer a orillas del río, esta vez la inscripción era diferente, decía: “Acepta los cambios, no te castigues”. Sonrieron, se abrazaron y retornaron a sus vidas con la lección aprendida...

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

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