domingo, 20 de diciembre de 2020

2020 !Gracias y adiós!

Celebremos la partida de un año duro, el 2020, en el que perdimos muchas cosas, pero ganamos otras, al que hemos sobrevivido con valentía, y el que nos ha hecho más fuertes para enfrentar lo que traiga el 2021, lo que tenga que venir bienvenido será, sabremos discernir con claridad.




Ya se despide el año, sin dudas que hemos tenido un aleccionador 2020, con muchas cosas que lamentar y muchas cosas que agradecer, así que despidámoslo sin rencor, dándole las gracias por todo, por lo que nos dio y lo que nos quitó, con la esperanza de que fue el presagio de un mundo mejor.
 
Nos obligó a una limpieza interior y exterior muy dolorosa, pero también muy necesaria, y para muchos, liberadora... Saquemos lo positivo de este 2020 y dejemos atrás lo peor.

Demos un salto de esperanza, ya que nada es permanente y no hay mal que por bien no venga, es seguro que vendrán tiempos mejores, diferentes..., donde estaremos más conscientes de nuestra existencia, y sabremos el porqué de nuestra permanencia en el planeta. 




Como seres espirituales, como entes de luz y energía, como materia y seres vivos, como seres humanos..., como sea que nos califiquemos, hagamos de este tránsito algo más significativo que el mero hacer o estar, algo más atractivo que el mero ser, y algo más amoroso que el mero dejar ser...

Hagamos que nuestra divinidad se manifieste poderosamente unificándolo todo, lo que fuimos, lo que pudimos ser y lo que somos, acoplándolo en una misma frecuencia vibratoria y un mismo latir, al unísono con nuestra galaxia y nuestro astro sol...

Alineémonos como lo hacen los planetas, que se mantienen en órbita armonizados, compartiendo e intercambiando movimientos, con una coordinación envidiable, cada uno manteniendo su frecuencia para no salirse de órbita y estropearlo todo.
Mantengámonos también nosotros así, coordinados armónicamente, cada cambio y aparente colapso es un triunfo colectivo, no lo olvidemos, hay que saber resistir sin salirse de órbita.    

Sin prisas, pero sin pausas, sin falsas expectativas, pero esperanzados, démosle la bienvenida al 2021, y para esto, quiero dejar este pensamiento o frase reflexiva del Tao que dice lo siguiente: 

“Conténtate con lo que tienes; regocíjate en que las cosas son como son. Cuando comprendes que nada te falta, el mundo entero te pertenece.”

Y es así, el mundo entero es nuestro, ya que somos el mundo, somos artífices de su existencia.

Reciban esta frase del Tao, como un mensaje de esperanza, por lo que hemos vivido en este 2020, y con la intención de que no nos dejemos avasallar por lo que nos depare el 2021...
 
Sin juzgar y menospreciar lo que pasó, digámosle gracias y adiós al 2020 y sin miedo ni apegos, démosle la bienvenida a lo que ha de venir en este nuevo año.

Que el 2021 rompa fuente y dé a luz una humanidad consciente y sin miedos, generosa y amorosa y que tengamos un hermoso despertar colectivo.

Para ayudar a crear conciencia, les dejo este vídeo de Freddie Mercury interpretando la canción “Is This The World We Created?”

Lo más importante y vital en este proceso llamado transición de vida...

Es unirnos en un mismo sentir.

Juntar nuestras manos y corazones, nuestras respiraciones...

Agradecer todo lo vivido y aprendido... 

Vibrar en la sintonía del amor.

Y elevarnos a un estado de consciencia mayor.   

SALUDABLES Y ALEGRES FIESTAS DE NAVIDAD Y MARAVILLOSO 2021

 

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Analicemos nuestro despertar

En esta ocasión quiero ponerlos a pensar un poco en cuál es esa primera sensación al despertarse, o más bien, llevarlos a analizar la forma y actitud en la que generalmente se levantan de la cama. 

Para esto he preparado algunas interrogantes…

¿Cómo es diariamente tu despertar? 
¿Te levantas con entusiasmo, o lo piensas mucho para levantarte? 
¿Lo haces con demora y pocas ganas de pisar el suelo, o te levantas de un tirón al baño, lleno de energía y entusiasmo, o impulsado como un autómata por tus obligaciones?

¿Te tomas un tiempo bajo la ducha para disfrutar el agua y dar gracias?
¿Besas y abrazas a los tuyos antes de salir, o sales todo amargado con el ceño fruncido y pocas ganas de hablar?
¿Eres consciente del regalo que se te ha dado al ver el nuevo día? 
¿Sopesas lo que tienes y valoras ese bienestar?


Son preguntas quizás inapropiadas o necias, pero tal vez sean de las mejores preguntas que nos podemos hacer para evaluar nuestra actitud frente a la vida día a día. Por eso vuelvo a la carga…

Al amanecer vivo

¿Qué esperas del día, y que piensas hacer con esas próximas horas que te regala la vida?
¿Piensas en darte gusto y mimarte, y en cumplir tus responsabilidades con entusiasmo, o en cumplirlas como una obligación, solo por complacer a los demás? 
¿Das gracias por amanecer con vida o lo das por sentado, y a regañadientes te dispones a cumplir tu amarga rutina? 

¿Celebras la vida, o apenas inconscientemente la ves pasar?
¿Qué te empuja a seguir con vida? La ilusión, la pasión y la alegría… 
¿O la certeza de que te debes a los demás y no les puedes fallar? 
¿O solo piensas que no te queda opción? 


Podría formular un montón de preguntas como estas. Queda claro que todos los días no amanecemos con el mismo entusiasmo y el brillo de la alegría en los ojos, hay momentos tristes y decepciones que afectan el ánimo, pero ¿Con que frecuencia suceden esos bajones?

Responder estas interrogantes nos da una buena pista de nuestra relación con la felicidad, y a cuales cosas debemos prestarle atención y cambiar el orden de prioridades, y a cuales debemos darle de baja y deshacernos de ellas.

No hay dos días iguales, por mucho que se parezcan, la rutina diaria tiene un ingrediente diferente, aunque sea el clima o la comida, el perro del vecino que hoy no ladró en la madrugada, o el transporte que pasó unos minutos más tarde…

Has memoria y repasa el día anterior, o presta más atención a los venideros, pues así como el giro constante del planeta nos deja ver cuatro cambios lunares, y la marea cambia constantemente a lo largo del día y la noche, de la misma forma, también cambian las cosas a nuestro alrededor, y con ellas nuestra actitud y estado de ánimo.


Las personas que están impuestas a esperar diariamente el amanecer o el atardecer y contemplarlo, saben que no hay dos iguales, y no solo se debe a los cambios que la rotación y traslación de la Tierra provocan, también influye en esto nuestra condición emocional al verlos, pues no es lo mismo ver la luna llena ensimismado y pleno de pasión, abrazado a nuestra pareja, que verla lleno de tristeza y pesar por estar sin compañía…

Si amanecemos angustiados hay mayores probabilidades de tener un día alborotado, de sentirnos incómodos y presos de angustias. Por esto es primordial que prestemos atención a nuestro sentir al despertar, pues de ello van a depender los resultados del día. 

Si estás enojado o te sientes indispuesto, haz unas cuantas respiraciones conscientes, agradece y maravíllate por amanecer vivo, y espera unos minutos para liberarte y equilibrar tus emociones, relájate y regálate una sonrisa, es preferible esa pequeña demora, que estar a tiempo y ser el ogro del día.


Recordemos el poder de la atracción, y al acostarnos e ir a descansar, dejemos todo lo acontecido a un lado, sintonicemos con un sueño reparador, y visualicemos un despertar radiante, armonizado con las buenas vibraciones de la naturaleza y la vida. 

Si hacemos este ejercicio mental a diario, a lo largo de los días, iremos viendo mejores resultados, y tanto el cuerpo físico, como el emocional se beneficiarán, y nuestros relacionados, lo percibirán y agradecerán.

Lo que tu no empieces, nadie podrá terminarlo por ti. Como se suele decir... 
"Ayúdate, que yo te ayudaré".


P.D. Les dejo una vieja entrada relacionada al temaHay días...


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

sábado, 5 de diciembre de 2020

Hablando de imaginación


Este vocablo me parece surgido de la combinación de dos vocablos, imagen y ensoñación, ya que en eso consiste la imaginación, en crear o recrear imágenes y dejarnos seducir por el ensueño que estas nos provoquen.


La imaginación da para todo, y está al alcance de todos, pues cada quien es libre de crear su realidad a partir de este ejercicio mental (visual y emocional), y hacer del infierno un paraíso, o viceversa, por eso hay que tener mucho cuidado al usar nuestra imaginación, ya que es un arma de muchos filos, nos puede engrandecer y salvar, y también nos puede hundir y matar, pues con el mismo entusiasmo y poder que creamos y construimos, también destruimos nuestras vidas. 


Así como somos capaces de imaginar cosas buenas y reconfortantes, de esa misma forma somos capaces de imaginar las cosas más angustiosas y horripilantes, pero gracias al libre albedrío podemos elegir que imágenes y ensueños darán vida a nuestra imaginación, de cada uno de nosotros dependerá el que le demos un buen uso a este maravilloso recurso.


Aunque estamos viviendo momentos históricos muy inciertos y procesos de cambio muy duros, tenemos a mano nuestra imaginación para poder vislumbrar mejores condiciones de vida. 

Si bien es cierto que “no se puede negar la existencia de algo palpable, por más etéreo que sea”, como dice el verso de esa famosa canción “Oh que será”, de Willie Colón, no es menos cierto que podemos no dejarnos arrastrar, y quedarnos en puras lamentaciones. 
Hay que levantarse, mirar al frente y tomar resoluciones nuevas que nos muestren una visión panorámica del asunto.
 
Nada es permanente, ni tan letal que no tengamos un antídoto para enfrentarlo y combatirlo airosos. El poder de la mente, es nuestra mejor y más poderosa arma. 


Imaginemos un mundo mejor, sin enfermedades ni tragedias, trabajemos y esforcémonos por un mundo sin odios ni resentimientos, tenemos la potestad para crear en nuestra imaginación un mundo de equidad, paz, respeto y comprensión. 


Si lo imaginamos, le damos el permiso y el poder de hacerse realidad.


La hermosa canción que compuso John Lennon, titulada “Imagine”, es un himno al uso adecuado de nuestra imaginación. Si hace años le hubiéramos puesto más atención a sus letras, y usado colectivamente nuestra imaginación para darle vida real a su inspiración, de seguro que hoy tuviéramos un mundo mejor. 

Estamos a tiempo de hacerlo, pero no podemos darle más larga ya al asunto, de nosotros depende que ese sueño de Lennon, que bien puede ser el de toda la humanidad, se haga realidad. 


Cerremos los ojos y escuchemos muchas veces esta canción, cantémosla con el corazón y visualicemos estar viviendo en ese mundo de amor, donde las diferencias no sean una traba u obstáculo, sino más bien, un motivo de unión.


A propósito de Lennon, ahora (el 8 de diciembre), se cumplen 40 años de su muerte.

No intento ser una pulga performista nunca más. Yo era el dreamweaver, pero aunque yo este aquí no intento estar corriendo a 20,000 millas por hora probándome. No quiero morir a los 40.”― John Lennon

Lamentablemente, murió a los 40…, pero nos dejó un buen legado de ideales nobles, canciones, frases, y mucho mas. 

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:

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