viernes, 25 de enero de 2019

Locura colectiva

En algún momento en la historia de la vida, las futuras generaciones pasan factura a todo el devenir del quehacer de la humanidad en el tiempo. Cada época tiene sus encantos y sus desencantos, su comedimiento y su desenfreno, su valentía y su cobardía, su cordura y su locura...
Hacer juicios y conjeturas es una cualidad humana muy común y amaestrada por la sociedad y las circunstancias. Llueven las preguntas sin respuestas, lo inexplicable de la sin razón y el por qué seguimos permitiendo que sucedan cosas que a simple vista se pudieron impedir. 


Locura colectiva pareciera ser la mejor y única respuesta para explicar lo inexplicable. Pero en realidad todos sabemos que la respuesta no es esa. 
La vida nos va terriblemente envolviendo, atrapando, amordazando, convenciendo..., y convirtiéndonos en verdugos que se hacen y se creen las victimas. Todos tenemos nuestra cuota de permisividad y tolerancia o indiferencia ante las pequeñas faltas que se van acumulando y creciendo, y precisamente por eso, tenemos nuestra cuota de responsabilidad ante las grandes atrocidades sociales y mundiales, que de inicio ya eran enormes e inaceptables, pero increíblemente sucedieron. 



Tal vez sea cierto el enunciado de la imagen anterior, y seguir adelante sea la única solución, quizás no tuvimos nada que ver con la masacre a los judíos, aunque de alguna manera influyeron en ella nuestros antepasados o nuestras vidas anteriores, pero en la masacre del planeta, todos hemos tenido que ver en cada una de nuestras vidas. Hemos afectado perniciosamente el ecosistema, muchas veces sin importarnos, y otras sin siquiera enterarnos que lo hicimos.

¿Cuántos bichos hemos matado, cuanta basura innecesaria producimos a diario, y cuantas decisiones erradas hemos tomado en lo que llevamos en esta vida? Si, aunque no lo creamos así, cada muerte inesperada, cada inconsciencia y cada decisión equivocada, desequilibran el planeta y con él al universo completo. Esto implica llenar un hueco que no se tenía estipulado, correr un riesgo que pudo ser evitado, y solventar equívocos que debieron ser atinados. Cada crimen, descaro y error cometido, se paga, de alguna manera se paga, y hemos cometido tantos con nuestro hábitat.

La locura colectiva es un mal que nos ha afectado en cada generación, es un virus letal que nos adormece hasta apoderarse de nuestra libertad y consciencia, nos engulle enteros cual serpiente venenosa, sin dejar rastro de nosotros, pero sabemos que estuvimos aquí, y cual fue nuestra cuota de responsabilidad en cada estadía.


Aferrarnos a aceptar que no tuvimos ni tenemos responsabilidad en la masacre de este bello hábitat, es lo mismo que aferrarnos a estar afectados de locura colectiva para justificar lo injustificable. Así eludimos nuestras responsabilidades y cargamos el muerto a alguien más. Basta ya de hacernos los tontos e indiferentes, el planeta nos necesita atentos y amorosos, prestémosle toda nuestra atención y cuidados, el orden empieza en la casa, no lo olvidemos.   

Hace años que hay un S.O.S terrestre, y con él, un llamado de socorro a todo lo que contiene y vive en él, incluyéndonos a nosotros los humanos, que somos los depredadores y responsables numero uno, pero que también somos los damnificados y victimas de este despiadado genocidio que de alguna manera hemos empezado y no hemos sabido o querido detener. No nos damos cuenta de que nuestra zona de confort, que crece a pasos pequeños, se convertirá a pasos agigantados en nuestra zona de batalla infernal, los pocos que sobrevivan, desearán haber muerto.

Me pregunto: ¿Será locura colectiva o indiferencia y egoísmo generalizado?
O tal vez sea parálisis colectiva o adoctrinamiento total, sea cuales fueren las causas, las palabras no bastan para encontrar respuesta a tantos abusos e irracionalidad, y las consecuencias saltan a la vista y sobrepasan los límites de entendimiento general. 
Lo que en apariencia se ve muy claro desde lejos, la cercanía lo nubla por completo, y provoca olvidos, inducidos o no, y nos deja casi ciegos en franca oscuridad. 

El planeta Tierra gira a una velocidad específica, que a unos se les hace rápida y a otros les resulta lenta. La realidad es que gira a la misma velocidad para todos, pero cada uno le imprime la velocidad de sus pensamientos, de sus acciones y sus resultados, todo esto afecta nuestra percepción del curso que sigue nuestro viaje terrenal. La realidad encuentra sentido en la fantasía que refleja.


Definitivamente, “Nada es lo que parece ser”. Somos dueños de crear lo que deseamos, el universo se alía a nosotros para hacerlo realidad. 
Así como tenemos deseos individuales, inofensivos o ponzoñosos, así mismo podemos tener deseos colectivos, altruistas o destructivos, el universo solo lee nuestro interior y ejecuta. 

Por eso, tratemos de pensar y actuar de manera inofensiva y altruista, a la corta y a la larga, la humanidad, el planeta y el universo, y toda la vida existente en ellos, lo agradecerán.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2019/02/19/opiniones/correo-de-los-lectores/locura-colectiva/

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

viernes, 18 de enero de 2019

Escalera y peldaño

Cuando vemos algunas imágenes, como por ejemplo esta que muestro mas abajo, se nos hace el pensamiento aguas, saboreamos cada idea e interpretación, la inicial, la secundaria, la..., y todas las que surgen al pasar cada minuto de nuestra corta o larga apreciación. Y lo más sorprendente de esto es que siempre retornamos a la primera impresión, por más vueltas que le demos.
Algo llamado intuición o sabiduría interior te revela la verdadera realidad de las cosas en el primer instante en que las miras, luego al observarla con más detenimiento, dejando entrar prejuicios, anteriores aprendizajes y acondicionamientos, le damos otra u otras interpretaciones, tergiversando la realidad que nos fue revelada.  


Escaleras como la que muestra la imagen, son verdaderas obras de arte en calles y ciudades. Es una pena que la mayoría de las personas no prestan atención, suben y sólo ven retazos de pintura, pero si se mirara con atención, en conjunto, se tendría la visión completa de la creatividad y el talento que los artistas participantes han puesto en ella. 

Esto se asemeja mucho a la vida y su andar, solo tenemos la atención puesta en retazos de ella, nos perdemos la hermosura de cada huella que dejamos y de lo que vamos creando, y solo ansiamos llegar al final de la meta propuesta. 

Cada peldaño representa una etapa de nuestra vida, lo andado quedó atrás y no visualizamos el siguiente peldaño con precisión, sino vagamente, y sin prestar mucha atención seguimos adelante, por eso es imposible obtener una panorámica fiel del conjunto, del hermoso lienzo que estamos creando, o mejor dicho, recreando a cada paso.

Nosotros somos los artistas creadores, pero también los espectadores, pintamos el lienzo hace muchas vidas atrás gracias al libre albedrío, pero lo olvidamos, así que vemos un lienzo vacio frente a nosotros, y sin saber como ni por qué, empezamos a pintarlo, y aunque no nos demos cuenta de ello, solo estamos sobrepintando, reafirmando la pintura que por alguna razón se nos oculta, y solo lo recordamos al verlo terminado, ya al final de nuestra vida, pero cada paso dado nos da la corazonada de estar haciéndolo bien y de haberlo andado antes.


Cada pieza colocada en esta escalera contiene la esencia del concepto total, desde la idea inicial hasta su feliz término, cada pieza es en sí única e imprescindible, sin ella no hay belleza completa, no hay final feliz. Lo mismo sucede con nosotros, cada uno contiene la esencia del concepto total de la vida, desde su primer vestigio, hasta la última evidencia de ella, cada uno es en sí único e imprescindible, sin su existencia no hay belleza completa, no habría final feliz.   
Visualízate siendo esa escalera, cada pieza, cada peldaño es uno de tus “Yo”, contiene tu esencia, te representa y es parte de ti, y ese conjunto de “Yo”, o sea, esos Yo, conforman tu “Yo Superior”, el cual a su vez es parte de un “Yo Superior Universal” que nos contiene a todos, por el simple hecho de contener toda la vida en él.








Visualízate también siendo un solo peldaño, formando parte de un conglomerado de escalones, o sea de una escalera humana, donde debes hacer tu mejor aporte, ser base y soporte, para el siguiente peldaño, sin tu firmeza se le dificultaría mucho ser estable, y el salto que habría que dar para esquivarte y continuar subiendo a ciegas, sin saber si el siguiente peldaño falsea, podría ser incluso mortal.

Recuerda que respecto a ti, eres la escalera, pero respecto a todos los demás, eres un peldaño, así que mi mejor sugerencia para iniciar el año, es que te concentres en ser tú mismo, en ocupar tu rol y no querer ejercer una función que no te corresponde. 


Ten presente siempre, pero siempre, siempre, que estás en un lugar determinado, en un momento determinado, para algo determinado, (en el espacio / tiempo) ni un centímetro más, ni un centímetro menos, ni un minuto más, ni un minuto menos, justo en tu lugar. 
Si te centras en eso, no habrá equívocos, ni sufrimientos, ni pesares, solo satisfacción, y el goce de saber reconocerte, aceptarte, valorarte, cumplir tu función y volar en libertad a ocupar tu siguiente posición, que será tan importante y decisiva como la anterior.

No te impacientes, no dejes cabos sueltos, no retrocedas ni desistas, solo asume tu rol, fluye en tu dirección, lo que significa ser Tú y solo Tú.

¡Adelante! Eres lo más parecido a la perfección. 

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

viernes, 11 de enero de 2019

Acudiendo a tu encuentro


Aunque no lo recuerdamos, hace muchos años, quizás miles, nos embarcamos en una travesía llamada vida, decidimos venir a este planeta y probar miles de experiencias: 
Dulces y amargas, cortas y largas, grandes y pequeñas, sabias y necias...



Y aún seguimos al frente de ese viejo navío, que en cada encarnación se renueva, pero solo por fuera, guarda en su interior algunas secuelas y una larga historia que contar.                                            


El viento sopla en varias direcciones, no lo contraríes, más bien coopera con él, siéntelo con intensidad, respira su aire fresco y su pureza, son parte de ti. Cuando sepas exactamente en qué dirección va, déjate llevar y espera a que te eleve y te impulse a volar en otros cielos, otros amaneceres y atardeceres, incluso a nuevas vidas, en las que a pesar de tu apariencia, vas a seguir siendo Tú.       
                                                                      


Precisamente el 8 del corriente, celebré mi cumpleaños lejos de casa, en compañía de mi hija menor Emilia, me fui de tour a conocer dos lugares de mi país que no conocía aún, “El Salto del Limón” y “Playa Portillo” que pertenece a las Terrenas, ambos lugares están en Samaná, una de nuestras hermosas provincias turísticas. 
                                 

Quizás no fue el mejor cumpleaños de mi vida, pero fue diferente y espectacular, es donde el viento y mis ansias de cambios me querían llevar, y me lo disfruté a pesar de no estar con toda la familia. El alma sabe reconocer las señales y el universo solo espera tu cooperación para hacer realidad algunos sueños.


Es por eso que siempre hay que decir “Sí “a la vida y simplemente explorar otros cielos con alegría y gozo en el alma. Tuvimos algunos inconvenientes en el viaje, pero eso no le restó entusiasmo, alegría y disfrute.



Lo que sentimos frente a esa imponente cascada conocida como “El Salto del Limón”, no hay forma de describirlo, no hay fotografía que le haga el honor de revelar su verdadera belleza, es como pararte frente a la perfección de la creación y todo lo que no sea observación silenciosa, respeto, admiración y agradecimiento por estar ahí formando parte de ella, sale sobrando. 



La playa aunque hermosa no es lo que esperábamos, las terrenas tiene hermosas playas paradisíacas, pero por lo retirada que estaban y tener otro destino anterior en programa, no pudimos llegar hasta ellas, igual me quedan motivos para volver y conocerlas.


Ahora les haré una pregunta: 

¿Se reconocen en la siguiente imagen, con un corazón prisionero, enjaulado a voluntad propia por inconsciencia o por falta de entusiasmo y valor, navegando en un mar de desilusiones? 


Sepan que en realidad la vida no es así. Eso nos pasa cuando nuestra alma es muy joven y con escasas experiencias en el planeta, o cuando somos almas muy viejas, cansadas y con un cúmulo de experiencias y nos sentimos empujados y obligados a vivir cosas que aparentemente no queremos volver a vivir. Pero no olvidemos que fuimos libres de elegir, fue nuestro deseo experimentar esas emociones, y debemos seguir siendo libres aun sean muy dolorosas, la libertad no puede ser negociable, pues necesitamos usarla para poder lograr nuestro objetivo y el del universo, a quien le prestamos un invaluable servicio, el de explorar los diferentes niveles y estados de consciencia  del Ser.


Cambia de actitud, confía y sonríe, fue tu decisión estar aquí y estuviste de acuerdo en pasar esas adversidades, así que siéntelas, supéralas y libéralas, son parte del proceso de la vida, el universo es tu aliado, esta contigo y tú con él. Cada vicisitud tiene su por qué y su solución, no te apresures en tomar decisiones que luego lamentarás, espera tranquilo tu mejor ola para surfearla y vencer tus miedos, confía en tu poder interior y tu esencia divina, no hay nada que temer, ni nada que no seas capaz de trascender.


Sin mirar atrás, sin arrepentimientos y sin dudar, sigue descubriendo y descubriéndote, cada vez te acercas mas a ti, hasta que llegue el día en el que te reconozcas completamente, te mires y admires y decidas abrazarte, y gritar cuanto te amas y anhelabas encontrarte. 


Al reconocerte y aceptarte tal cual eres, todos y cada uno de tus distintos “Yo” corren a su encuentro y se funden en un mismo abrazo, y juntos abrazan esa eternidad que son, y todos ya convertidos en uno, trascienden a un mundo mejor, o tal vez solo diferente, pero sientes un gozo interior que te aligera, te purifica y te convierte en un Ser de otra dimensión, donde todo se viste de puro amor.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

miércoles, 2 de enero de 2019

Despójate de lo que no eres

Si han hecho un recuento de fin de año, de los sueños logrados, los postergados y los que no se hicieron realidad, y se han propuesto hacer una limpieza interior, dándole prioridad a sus verdaderos anhelos y no a los anhelos del conglomerado general, habrán soltado muchos de esos supuestos sueños y se habrán enfocado solo en los que fervientemente desean alcanzar este nuevo año.



El mayor problema de nosotros los humanos es ese no saber realmente lo que se quiere, y nos dejamos llevar de la corriente moderna sin consultar con nuestra guía interna, sin reparar en qué es lo que verdaderamente nos satisface y qué no.

Para lograr un éxito existencial y sentirnos satisfechos en cuerpo y alma, debemos despojarnos de todo aquello que no somos, que no nos pertenece y que no nos hace sentirnos identificados y a gusto, todo ese sobrante en el que ponemos mayormente nuestras energías, es el causante de nuestra infelicidad y vacio existencial, despojémonos de todo eso que nos agobia el alma y nos deja el cuerpo sin ganas de seguir adelante, nada de eso es nuestro.



La mejor forma de hacer esa introspección es precisamente sabiendo qué no queremos, que no nos satisface y que nos molesta y roba la calma y paz de nuestras vidas. Si vamos eliminando todo aquel sobrante, nos iremos quedando solo con aquello que nos hace sentir bien, felices y gozosos. Así nos iremos reconociendo y reconectándo con nuestra verdadera identidad, y sabiendo nuestro propósito de vida.

Para hacer esa limpieza debemos ser sordos, no hacer caso de los murmullos externos, hacer silencio, acallar esa vocecita interior que siempre nos está azuzando y exigiendo mas de lo que somos y podemos dar, en otras palabras, engañándonos y extorsionándonos, si la escuchamos, no hay forma de sentirnos bien. Hay que bloquear ese dialogo interior que nos acosa y hacer silencio, y será ese precioso silencio el que nos revelará la verdad, y nos hará libres de cargas exteriores ajenas. 


Despójate de todo eso que no eres, se tú mismo, identifícate con tu verdadero Yo, vístete con tu propia piel y suelta los disfraces que has estado usando, que no te quedan nada bien y te incomodan. Cierra los ojos y transpórtate a un lugar donde te sientas poderoso, valioso, libre, pleno de dicha y serenidad y has tu conexión contigo mismo, deja atrás los otros falsos “Yo”, suéltalos al viento hasta que se desvanezcan, y entrégate a tu verdadera esencia, fúndete en ella y se inmensamente feliz. 

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periodico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2019/01/21/edicion-impresa/correo-de-los-lectores-11/

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.