lunes, 21 de mayo de 2018

Destellos de lucidez

Empezare por tratar de definir lo que a mi entender es la lucidez, ya que en su definición convencional se relaciona con la capacidad de pensamiento coherente, y se asume como el estado mental aceptado como normal, o sea, relacionado con la cordura y la memoria, es decir, que se piensa y razona con claridad y agudeza. 

En mi humilde opinión, la lucidez para nada tiene que ver con cordura y buena memoria. Más bien su significado lo asocio mas a la intuición que a la razón, a la capacidad cognitiva extrasensorial, independiente de la sensorial y del raciocinio intelectual. La asocio a la sabiduría y la capacidad intuitiva de reflexión interior del individuo, a su facilidad de ver otros puntos de vista que están mas allá de las narices, de los conocimientos, de la coherencia y cordura social, más allá de los límites y los parámetros de pensamientos aprendidos, heredados e impuestos por el mundo exterior, mas allá de lo indescifrable e indescriptible, mas allá de la luz...


         
Por eso queridos lectores, he antepuesto a la palabra lucidez el vocablo destellos, porque siendo humanamente objetiva reconozco que no es fácil y menos aun, común, ser una persona lucida la mayor parte del tiempo, más bien experimentamos ciertos instantes o momentos de lucidez, unos más prolongados que otros, donde dejamos de ser netamente humanos, para usar nuestra verdadera identidad cósmica y actuar con esa lucidez a la que me refiero aquí, y la que me atrevo a afirmar que viene de los tres vocablos siguientes:

Luz, Cielo, Fluidez = Lucidez

Entendiendo como Cielo, esa Consciencia Superior que está en cada uno de nosotros y que al mismo tiempo Somos, defino la lucidez como el fluir del Cielo (Consciencia) a través de la luz y mas allá de su alcance. 

Ese fluir en esta dimensión y vida terrenal, no es constantemente óptimo, se encuentra con muchos obstáculos y retrasos que nos roban la calma, por eso nuestra consciencia muchas veces se ve obstruida y avanzamos con lentitud en el devenir evolutivo de la vida. 
Recibimos momentos cruciales de lucidez, y los he denominado como destellos ya que van y vienen, estos nos proveen temporalmente de unas claridades y verdades duraderas, y al mismo tiempo efímeras, ya que solo son llaves para seguir abriendo y atravesando puertas que nos servirán para seguir avanzando con mayor intención y determinación, hasta alcanzar la meta deseada.



¿Acaso no hemos pasado por situaciones donde somos capaces de afirmar, incluso hasta golpear por defender un enunciado, o creencia, y al cabo de un tiempo nos hemos visto en la necesidad de cambiar de puesto y negar lo que antes defendíamos con tanta devoción? 
Pues esto es lo que se llama fluir, y esa creencia que defendíamos no era más que una de esas llaves temporales o puertas de acceso para avanzar, que en su momento nos pareció tan real y duradera, pero se desvaneció tan pronto cumplió su cometido; no aceptarlo y negarse al cambio de óptica, es negarse el fluir y evolución de la vida. 


Avancemos pues con lucidez por la vida, aunque solo sean destellos, con la práctica y la frecuencia, serán más que eso, se convertirán en paisajes bien delineados y luego en realidades irrefutables y palpables, en la mera verdad existencial del desarrollo evolutivo de la vida (su pequeñez y grandeza) y su espectacular y maravilloso trascender. 

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
http://www.elcaribe.com.do/2018/06/16/destellos-de-lucidez/

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

martes, 1 de mayo de 2018

Toxicidades y dependencias

¿Que tanto influye en ti el alcohol, para celebrar tus alegrías o para rumiar tus penas?
Cuando estamos alegres y tenemos motivos sobrados para celebrar, si estamos solos, somos moderados en la cantidad de bebida alcohólica, bebemos menos que cuando estamos en soledad amargados y deprimidos, a menos, claro esta, que estemos en una fiesta o compartiendo con un grupo de amigos por muchas horas en un ambiente festivo.

Los buenos momentos o buenas noticias que se celebran a solas, nos demandan prudencia, los malos momentos y las malas noticias que recibimos estando a solas, lo pasamos muy mal y muchas veces nos excedemos en las bebidas alcohólicas, como si estas fueran un antídoto para las amarguras. 



Esta última tendencia es una especie de toxicidad, ya que abusamos o nos aferramos a estilos de vida dañinos. Las cosas, por muy dañinas que sean, en pequeñas dosis no resultan tan dañinas, es por eso que la moderación y la prudencia son esenciales en la vida y en nuestra manera de manejar los problemas y las emociones. 

Hay un dicho que reza así: “Una borrachera al año no hace daño”, pero una al mes ya es de revisar, y ni que decir de una a la semana, ya es altamente preocupante y tiende a convertirse muy pronto en una borrachera diaria, o lo que es lo mismo, en alcoholismo y con esto todas las nocivas consecuencias que depara.

Por otro lado, cuando padecemos dependencias emocionales y baja autoestima, somos victimas de estas tendencias dañinas también, le hacemos un gran espacio en nuestra vida a esas actitudes nocivas, ya sean adictivas de tipo alimenticio (como las drogas, el alcohol, la gula...), o emotivas de tipo patético y lastimero (victimizándonos y quejándonos constantemente), como dirían los jóvenes de hoy “¡Dando asco!”, con tantas lamentaciones, y generando consecuentemente una continua y preocupante depresión, que termina creándonos mas dependencias, como las de los fármacos, que a la larga, nos hacen colapsar todo el sistema inmune del cuerpo, pues palean unas dolencias, pero causan otras tan graves o mas que las iniciales.

Sabemos que existen sustancias toxicas, que son dañinas unas en mayor grado que otras para el cuerpo, que es nuestro sistema energético palpable, de la misma forma, existen actitudes o dependencias emocionales que son dañinas unas en mayor grado que otras para el alma, que es nuestro sistema energético invisible. 
Como seres humanos, o especies en evolución, cometemos equivocaciones y excesos que a la larga o la corta repercuten en el cuerpo, ya sea como enfermedades o desequilibrios de las energías palpables, y también en el alma, produciendo un retroceso o estancamiento en nuestra transformación evolutiva, o sea, en el acoplamiento de las energías invisibles.



La vida es una caja de sorpresas que se abre y se cierra constantemente, nos trae regalos esperados y algunos inesperados, de cada uno dependerá como acepta esos regalos, si lo hace con alegría, con dejadez, o con enfado. También así mismo lo celebramos, con alegría, dejadez o con enfado. 

No me gusta eso de decir o etiquetar las cosas como buenas o malas, sino más bien como correctas o equivocadas, dependiendo del momento emocional o evolutivo que estemos viviendo o experimentando. Hay vidas en las que definitivamente somos inexpertos y venimos a errar, por así decirlo, y otras en las que al parecer deberíamos ser expertos ya, y no se nos permite o tolera equivocarnos, y el pago por el error, es un retroceso que se refleja tanto en esta vida como en las vidas subsiguientes.  

Tratemos en la medida de lo posible de limpiar nuestro entorno energético y nuestra aura, eliminemos las actitudes toxicas y nocivas y las dependencias emocionales, sabemos como hacerlo, es solo que cuesta lograrlo, por eso es necesario también tratar de hacerlo en la medida de lo aparentemente imposible, que en el fondo sabemos que no lo es, y que se consigue saliendo de nuestra zona de confort y liberando nuestros miedos mediante un proceso de desintoxicación física y mental, con la liberación de todas las dependencias, tanto las adictivas, como las emotivas que tanto justificamos y nos duelen dejar.



Quisiera terminar formulando un nuevo cuestionamiento:

¿Que tanto influyen en ti las circunstancias, el medio ambiente, y el estado de animo de los demás? ¿Eres de los que se dejan influenciar, llevar y arrastrar, o simplemente eres libre? 

Si, libre de expresarte y ser tal cual eres, sin importar el que dirán, libre de todo tipo de manipulación y complacencia, libre de remordimientos y sentimientos de culpa, libre del yugo de la sociedad mundial, y sus acuerdos que solo producen desacuerdos, libre de tu esclavitud auto impuesta por falta de amor propio y de valor para defenderte, ser tu mismo y manifestarte.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Un extracto de esta entrada fue publicado en el periodico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2019/02/04/edicion-impresa/correo-de-lectores/

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