miércoles, 28 de mayo de 2025

Nómadas y sedentarios

En esta ocasión las musas han tomado en cuenta una palabra y un poema que les ha servido de inspiración para crear esta reflexión, pero ante todo además de felicitar, quiero agradecer a 
Maite Sánchez Romero, amiga bloguera, de las que conmueven por su buen hacer literario y su sensibilidad, la generosidad que desprende al publicar un nuevo libro, su primera antología poética “Claridad o Nube” y obsequiar una primera parte del libro en su blog Poesía y prosa poética 

Esa primera parte del libro, la cual ella misma define como sus poemas más inocentes, me gustó mucho y pude apreciar la hermosura y sensibilidad álmica ya en sus inicios poéticos. 

Como es de esperar algunos poemas resonaron más en mí, y uno en especial me cautivó, “Nómada”, de solo leer el título me conquistó y trasladó a mis años mozos, fue tan revelador y resonó con tal fuerza que me ha inspirado para dejar sus huellas en el blog a través de una reflexión, desde luego con el debido permiso de Maite, y todo el respeto y admiración que ella se merece e inspira.

Digo que me trasladó a mis años mozos porque nos mudábamos con tanta frecuencia de lugar, que me definía como nómada, asociándolo a los años de escolaridad y aquellos inicios de la humanidad. Que dicho sea de paso con el tiempo se asentó en el sedentarismo a tal punto que hemos olvidado que fuimos nómadas alguna vez.    

Les copio aquí el hermoso poema de Maite Sánchez Romero, conocida también por su seudónimo "Volarela"

NÓMADA 
  
No camino, el camino me camina.
Entra en mí.
Y mi sombra inmensa es la suma de todas mis sombras.
Adoro tocar la piel de los árboles.
Adoro saltar rayuelas de luz.

No tengo nada, y todo se me ofrece.

Estoy desahuciada desde el nacimiento,
Condenada dulcemente a la vida eterna…

Nómada, 
con mi collar de montañas
y un coro de peces por mi sangre…,
soy un potro rosa que cabalga por el amanecer;
un reflejo de luna
buceando en los negros latidos del mar.

Nómada…
Canción de océano con labios de desierto, 
rodando voy por los acantilados, 
hija del viento, 
rayo de sol,
piedra de agua… 
Libre 
hasta el agradecimiento. 
Y la entrega de mi misma.

GRACIAS MAITE POR ESTA JOYA.


Una belleza de creación poética, en ella Maite nos deja ver 

Que somos el camino, y la suma de nuestro crecimiento nos engrandece. 
Que somos la integración de la naturaleza, la realidad y lo que se refleja. 
Que aún sin tener nada, todo se nos pone a mano, se nos revela, y la vida que aparenta corta, es eterna. 
Que llevamos encima las montañas y muy adentro el mar.
Que somos los colores del amanecer y la oscuridad donde la luna se engalana. 
Que somos una hermosa aleación de océano, desierto, roca, viento, sol, agua…,
con la libertad de ser uno mismo, sin dejar de ser todo lo demás.


El poema me hizo ver que por más sedentarios que estemos, álmicamente seguimos siendo nómadas, de ahí esa insatisfacción que cada día se acrecienta más, esa búsqueda incansable de una felicidad utópica, porque jamás la encontraremos si seguimos amarrados y estancados, si no estamos en libertad de ir y vagar por el mundo a nuestro libre albedrío, si no dejamos a un lado los apegos, la sumisión y la ambición económica. Si no volvemos a compartir como hermanos, a respetar lo sagrado de todo y de todos y a amar incondicionalmente.



También la palabra nómada me pone a pensar en esa dolorosa migración debido a los conflictos bélicos, donde vemos a tantas mujeres, niños y hombres, caminar y vagar por senderos inhóspitos en busca de refugio, seguridad y protección contra los ultrajes y el poder opresor. 


Y me hace recordar lo que dicen, que todo es cíclico y que tarde o temprano volveremos a nuestros orígenes.
 
Los nómadas son los menos, aún hay pueblos así, pero algún día serán los más y la tierra volverá a ser de todos por igual, sin fronteras... Libres. Como termina diciendo el poema.

Libre hasta el agradecimiento. 
Y la entrega de mi misma.

Por último, el poema me recordó esa famosa frase bíblica “Yo soy” que se complementa así: “Yo soy el que soy”, y de la cual hace unos años publiqué un par de entradas en el blog. 

En estas entradas, al igual que en el poema, se resalta esa esencia del Ser y serlo todo al mismo tiempo (como lo expresé anteriormente al final del análisis del poema), con esa libertad de ser uno mismo, sin dejar de ser todo lo demás. 

Aquí dejo los enlaces de esas entradas por si desean leerlas.


Al leer el mensaje de hoy del devocional “La Palabra Diaria” lo encuentré apropiado para cerrar esta reflexión, nos habla de “Deleite” y dice así:

El espíritu se expresa en mí y llena mi vida de deleite.

Hoy establezco la intención de apreciar conscientemente las bendiciones en lugar de darlas por sentadas. Al estar más presente, descubro que la belleza está en todas partes.
A veces, la rutina puede insensibilizarme ante las pequeñas maravillas y dulces sorpresas del día a día. Una mañana ajetreada podría marcar el ritmo de un día frenético, por eso elijo comenzar con una pausa, disfrutando de las personas, las mascotas y el hogar que me bendicen.
A lo largo del día, me esfuerzo por mirar la vida con nuevos ojos. Redescubro a Dios en las glorias que me rodean. Cuanto más busco, más motivos encuentro para alegrar mi corazón y disfrutar las maravillas que embellecen mi vida.


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

12 comentarios:

  1. La vida nómada tiene su encanto. Un beso

    ResponderBorrar
  2. Bien por Maite y ese profundo poema en el que te has inspirado. En un mundo que glorifica la estabilidad, el espíritu nómada puede sentirse como una anomalía. La sociedad moderna, con sus estructuras rígidas, presiona al nómada a "sentar cabeza", a elegir un lugar, una carrera, una identidad fija. Pero el nómada resiste, no por rebeldía, sino porque su alma no sabe vivir de otra manera. En la era digital, este espíritu encuentra nuevas formas de manifestarse: nómadas digitales, viajeros minimalistas, personas que construyen hogares efímeros en cada rincón del mundo. Sin embargo, la esencia sigue siendo la misma: un corazón inquieto que encuentra paz en el movimiento. En cada nómada hay un un soñador, un ser que danza con el viento, sabiendo que su hogar no está en un lugar, sino en el acto mismo de moverse, de buscar, de ser.

    Querida, Idalia: sigue disfrutando de las maravillas que nos ofrece la vida.
    Mil abrazos desde Marte.



    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Miguel, que belleza de comentario me dejas, me supo a poesía la forma en que describes esa sensación del nómada, así que es seguro que también fuiste inspirado por el poema de Maite, y suscribo tu comentario, porque eso que dices tan bellamente es de enmarcar.
      "En un mundo que glorifica la estabilidad, el espíritu nómada puede sentirse como una anomalía. La sociedad moderna, con sus estructuras rígidas, presiona al nómada a "sentar cabeza", a elegir un lugar, una carrera, una identidad fija. Pero el nómada resiste, no por rebeldía, sino porque su alma no sabe vivir de otra manera".
      Y aciertas al decir que en la era digital seguimos intentando vivir esa libertad
      álmica a través de las posibilidades que ofrece la web, donde cada uno se mueve a su antojo.
      El cierre de tu comentario también es poético y muy hermoso y lo suscribo para resaltarlo más,
      "la esencia sigue siendo la misma: un corazón inquieto que encuentra paz en el movimiento. En cada nómada hay un soñador, un ser que danza con el viento, sabiendo que su hogar no está en un lugar, sino en el acto mismo de moverse, de buscar, de ser".
      Una belleza poética todo tu comentario, de seguro que Maite debe sentirse muy satisfecha por lo que su poema ha generado en ambos y seguro en muchísimos más.
      Que hayas pasado genial el fin de semana y que junio traiga muchas alegrías a tu vida querido marciano. Muchos abrazos para ti, alma hermosa.

      Borrar
  3. Idalia… ¡qué preciosa entrada has hecho a partir de mi poema…!!

    Es un goce y un privilegio que algo que escribo penetre en otra alma y derive en pensamientos tan bellos, tan profundos… Ser el impulso de tu inspiración… ¡no podía gustarme más!
    Qué curioso que ya de niña tuvieras que cambiar tanto… Eso seguro que te ha hecho bien flexible y adaptativa.

    Y bueno, ya te dije que este poema es muy especial para mí… Mi vida no es nómada, no es posible, pero si que lo tengo por ideal por varias razones: porque implica el desapego máximo y la libertad máxima. Tan sólo fui nómada durante seis meses atravesando a pie los Pirineos y ya me hice idea de lo que es vivir así… La comunión con la naturaleza es muy intensa, y luego cada día es un descubrimiento, un viaje que no acaba…
    Me gusta mucho lo que dices de que somos el camino, somos naturaleza, que lo tenemos todo aunque no lo sepamos, y que somos libertad sin dejar de ser lo demás.

    Pero la libertad interior es por sí misma otro camino, largo y difícil y quizá sólo se alcance cuando comprendamos y actuemos conforme a nuestra verdadera esencia, ligada de nuevo al Todo universal.

    Has analizado también en profundidad las otras acepciones, más literales de la palabra. Y sí, lo que define el poema es ese nomadismo espiritual al que te refieres; esa búsqueda inquieta, esa sed de conocimiento y crecimiento…

    La frase con que cierras “El espíritu se expresa en mí y llena mi vida de deleite” es maravillosa, así como todo el último párrafo.

    En fin… que es un placer ver cómo mis palabras saltan, entran y abren más y más ideas en otros corazones. Nunca lo hubiera imaginado…, así que GRACIAS, por tu inspiración y por difundir mi poesía.

    ¡Un grandísimo abrazo, querida Idalia, efusivo y libre como el viento! :-))

    ResponderBorrar
  4. Hola, Maite, es que lo hermoso solo engendra hermosura y tú, además de tus poemas y este que tomo prestado en especial, eres hermosura de la más auténtica. Y fíjate que Miguel ha sido también super inspirado con tu poema, que tiene ese magnetismo de extraer la belleza interior de cada uno.
    Tuve que experimentar muchos cambios de lugar, escuelas y amigos en mi infancia y adolescencia, creo que por eso era tan huraña, poco sociable y reservada, así no dolía tanto el dejar atrás a los amigos, supongo que una manera de autodefensa y no apegarme a nada ni nadie, excepto la familia, claro. Me acostumbré tanto a mi libertad que pienso que por eso no he sido más feliz llevando una vida tan asentada, con los años mi vida se ha vuelto muy monótona y estable, otros dirían segura y tranquila, pero yo soy ente de cambio y agonizo a diario en un mismo lugar, ja, ja...

    Sí, leí tu viaje de seis meses en los Pirineos, una experiencia envidiable, con lo que se vive cada dia y enseña la naturaleza no hay ninguna vida en la ciudad que enseñe e inspire tanto y produzca tanto goce y plenitud álmica, por eso añoro volver al Pico Duarte.
    Bueno, lo que digo es lo que me transmitió tu poema al leerlo con todo el Ser, apreciar que somos el camino, la naturaleza, que todo lo tenemos y en especial la libertad de Ser únicos siendo al mismo tiempo todo.

    Y esa libertad interior se nos hace más difícil por estar tan identificados con etiquetas, cuando en realidad simplemente "Somos", todo y nada en concreto, la interferencia mental nos arrebata nuestra auténtica y libre esencia, pero poco a poco vamos recuperándola y dejando a un lado tanta vacuidad.

    Esa búsqueda inquieta, ese llamado álmico, la sed del reencuentro, adentrándonos en nosotros, y descubriendo todo el universo dentro de sí, es el camino hacia esa libertad interior, que no depende de nada externo en concreto.
    Cada estrofa del poema, todo lo que vas nombrando se refiere al crecimiento y conocimiento espiritual, que está dentro de tí al igual que lo estás tú, en él.

    La parte final, el mensaje del devocional que leo a diario y empieza con esa frase que te ha parecido maravillosa ( que para mi define la sensación del nómada) junto a todo el párrafo a mi tambien me lo pareció así, y sentía que encajaba con el mensaje de fondo del poema, me alegra que te gustara.

    Muchos besos y mil gracias por tanto Maite, felices y placenteros días de junio y miles de abrazos.

    ResponderBorrar
  5. Gracias a ti, querida Idalia, por leer, inspirarte y responder siempre con tanta honestidad y belleza, con todo tu Ser :)
    Subrayo y celebro tu opinión, siempre tan interesante... tu vida y tus anhelos de naturaleza, y por supuesto el hilo del que sigues tirando... ¡que es a su vez otra preciosa entrada!

    Gracias también a Miguel Pina por su ajustada, certera y bella definición del espíritu nómada, también me ha encantado.

    ¡Besos y abrazos a ambos y muy feliz mes!

    ResponderBorrar
  6. Más besos y abrazos para ti Maite por tu maravilloso Ser de luz y amor, y todo el agradecimiento del Ser que me habita. Feliz vida.

    ResponderBorrar
  7. María, eres una persona maravillosa; nada de lo que me dices a mí dejas de tenerlo tú multiplicado... Gracias por tanto; espero que sigamos por mucho tiempo compartiendo; tú, Idalia, Mila... y algunas personas más son lo mejor que he experimentado en la blogoesfera... ¡Un regalo de la vida!!!
    Aunque ahora estoy reposando, no dejaré de asomarme de vez en cuando para leer y contagiarme de tu luz...!
    Besos para ti e Idalia, grandes seres!!

    ResponderBorrar
  8. Mil gracias María y a ti Maite por seguir aquí bien cerca de nosotras y las nuevas y hermosas huellas que dejas.
    Y ya ves, María, me alegro haber dejado esas nuevas huellas en tu blog, así sabemos que estás bien porque sigues brillando como de costumbre con este generoso y sincero comentario que nos regalas. Luces como las de ustedes dos y las de Mila (como señala Maite), nunca se apagan por más que se alejen.

    María mil gracias por venir, corroboro con todo lo hermoso que dices de Maite, de su poesía, sus letras bien edificadas y sobre todo de su Ser tan bello y especial.
    Precisamente esa estrofa donde aparecen esos dos versos que resaltas, y dices ver a la madre naturaleza en su esencia más profunda, yo a quien visualizo es a Maite, a mi y cada ser humano dejando fluir su verdadero Ser. Esta estrofa es poesía almica pura, toda sensibilidad, de una belleza literaria que como aroma de las más perfumadas flores te envuelve, penetra en tí, te hechiza, te transforma, y es una muy bella metáfora de lo que es ser nómada, no necesariamente es tu cuerpo físico el que debe andar mudándose, sino tu cuerpo etéreo, tu espíritu el que debe estar mutando constantemente..., y tú también eres nómada en ese sentido, una nómada espiritual que donde quiera que vaya o esté, deja su inconfundible aroma y su estela de luz.

    María y Maite, si algo no sé hacer, es hablar bonito como ustedes (para eso están mis dos hermanas), soy muy llana y con pocos adornos, pero sé sentir y percibir con mucha intensidad la belleza de las almas nobles y sinceras, y ustedes son un regalo en este espacio y también en mi vida, al igual que Mila a quien quiero muchísimo y extraño mucho leerla, ya se compondrá pronto y sí que volverá a escribir.

    Por otro lado María, eres un sol y todo sentimiento y amor, no te censures, lo que sale de nosotros en esa forma como solemos hacerlo, sin poses, más bien con naturalidad y sinceridad es de lo más admirable, no vivimos pensando en el qué dirán, tenemos una cualidad que muchos no se atreven a expresar y prefieren esconderse en otra realidad. Ya ves María, yo que soy de poco hablar me extiendo infinito en la escritura, ja, ja.

    Bueno ya las dejo, muy agradecida en el alma de ambas, muchos besos y abrazos y mil gracias por Ser y estar. Si este blog está latiendo aún, es gracias a unos cuantos de ustedes que me impulsan a continuar.

    ResponderBorrar
  9. ¡Hola Idalia! El poema de Maite es puro sentimiento, y tu manera de desglosarlo, resaltando esa idea de que seguimos siendo nómadas en el alma, aunque estemos anclados en el sedentarismo, me dio mucho en qué pensar. Esa imagen de llevar “montañas en el cuello” y “un coro de peces por la sangre” es tan poderosa, y tú la haces aún más viva con tu interpretación. Me tocó especialmente cuando hablas de la insatisfacción moderna, esa búsqueda de una felicidad que se nos escapa por estar “amarrados”. Es un recordatorio de que la libertad, como dice el poema, está en soltarnos y volver a lo esencial.
    También me pareció muy acertado que menciones el dolor de los migrantes forzados por conflictos. Es un contraste que da perspectiva: ser nómada por elección es una cosa, pero por necesidad es otra, y aun así, ambos buscan algo universal: un lugar donde ser libres. Y ese cierre con la cita bíblica “Yo soy” y el devocional sobre el deleite… ¡qué forma tan bonita de redondear la reflexión! Me dejó con una sensación de esperanza y gratitud.
    Gracias por compartir este poema y por tus palabras, Idalia. Tu blog siempre es un espacio para reconectar con lo que de verdad importa, y esta entrada es un ejemplo perfecto.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  10. ¡Hola, Marcos! Muchas por venir y por este rico comentario que nos regalas. Me gusta todo lo que dices y lo que resaltas del poema y el desglose, el alma nómada que conservamos y esa necesaria libertad que nos conducirá a volver a lo esencial.
    Suscribo esta frase tuya "Es un contraste que da perspectiva: ser nómada por elección es una cosa, pero por necesidad es otra, y aun así, ambos buscan algo universal: un lugar donde ser libres". Que bien lo expresaste Marcos, el mensaje llega directo al alma, y aunque transitamos caminos diferentes, al final todos buscamos lo mismo, un puerto llamado LIBERTAD.
    Mil gracias por tus palabras finales a la entrada y al blog, le dan algo más de sentido a esta travesía.
    Gratos días de junio Marcos, otro abrazo.

    ResponderBorrar

VALORAMOS Y AGRADECEMOS TUS HUELLAS.