miércoles, 11 de diciembre de 2019

¿Deberíamos hibernar los humanos?

Recuerden que aún es otoño, el tiempo de soltar y prepararnos “supuestamente” para el reposo del invierno, solo los humanos no lo hacemos, el resto de la vida en el planeta, descansa, se mantiene bajo perfil y se recupera internamente, para surgir de nuevo en la primavera de la vida, todo hermoso, brillante y lleno de vitalidad.

Algunos animales pasan por un proceso llamado hibernación, en el cual, lo único que hacen aparentemente, es dormir la mayor parte del tiempo que dura dicho periodo, pero internamente, sufren transformaciones que le permiten mantenerse con vida sin necesidad de ingerir casi alimentos, por la poca cantidad de energía que gastan durante el invierno.

En este enlace encontrarán algo de información generalizada.   

¿Les gustaría hibernar y pasar una buena parte de la vida durmiendo y ahorrando energías, para los tiempos en que en verdad la necesiten usar con criterio y buen propósito?
 
Bueno que les digo yo, a mí particularmente sí, me gusta dormir, y no me gusta malgastar nada... 


Lean estos dos artículos antes de responder
Humanos hibernación

Los humanos en lugar de economizar y tener algunas reservas, somos expertos en derrochar, y no solo eso, catalogamos mal al que no lo hace, o es tacaño o es holgazán y si es un acumulador impulsivo, lo tildamos de avaro, egoísta o envidioso, y si no le agradan las fiestas, es un miserable aburrido y amargado
Como ven, somos un abanico de situaciones diversas y llamamos a cada una por un nombre, que generalmente está mal usado, pues juzgamos a la ligera, sin saber bien el meollo del asunto.

Retomando el tema de los humanos y esa temporada de supuesto descanso de las actividades comunes, al parecer, en nosotros se da lo contrario, es cuando más fiestas celebramos, más energías gastamos y menos descansamos, parecemos marionetas de tanto ir y venir, de tanto saltar y bailar, de tanto hacer y querer abarcar, de tanto...

En los videos que se grabaron del famoso terremoto y posterior maremoto de Japón, ya hace unos años (2011), pude ver como algunas personas corrían despavoridas, mientras otras lo tomaban a la ligera, con calma. Se preguntarán ¿Y hay forma de tomarlo con calma en caso de maremoto?, pues al parecer, para algunos sí.

En vista de esto, les recomiendo aprovechar la temporada navideña para soltar ese estilo de vida tan acelerado, agobiante y poco gratificante. Bajarle unos grados de intensidad a ese maremoto interior que provoca la antesala de esas fiestas, tomarlo con calma y reposar un poco más, verán que el siguiente año lo pasarán diferente. En lugar de pasarlo con mala cara, lleno de deudas y bastante cansados, lo harán relajados, alegres y con los bolsillos mejor equipados.

¡Dense un verdadero regalo, respiraren la paz que se merecen!

Las fiestas colectivas y algarabías desenfrenadas, rara vez son auténticas, nos dejamos llevar de los demás, nos contagian una supuesta alegría que en realidad no tenemos muy clara, “La costumbre hace ley”. 

Aquí les muestro ambas caras de la moneda en la época navideña:




Adornan las casas, las llenan de luces de colores, guirnaldas..., compran comida y de todo en exceso, les obsequian regalos a los hijos, de dudosa procedencia (Santa Claus o los Reyes Magos). Ríen, cantan, sueñan, etc.  






Miran como los demás adornan las casas, las llenan de luces de colores, guirnaldas..., como compran comida y de todo en exceso, y les obsequian regalos a los hijos, sin entender por qué a ellos, Santa Claus y los Reyes Magos los pasan de largo. No tienen ganas de reír ni cantar, y a pesar de eso, sueñan con que sea diferente el año próximo.  




No me mal interpreten, no digo que se aíslen y amarguen, no, no, para nada...

¡Alégrense!, pero de corazón, no por contagio o costumbre. Salgan y den algo de ustedes, hay tantos que necesitan una simple sonrisa..., sean amables y generosos, demuestren esa divinidad plena de amor y bondad que caracteriza la esencia del verdadero Ser que los habita, verán como esa supuesta alegría (que no acabamos de digerir), se torna en alegría verdadera y gozo interior. 



Esparzan amor, gratitud, serenidad, bendiciones..., y sobre todo paz, mucha paz; en su entorno, donde quiera que vayan y en vuestros corazones.

Si no son capaces de controlarse y mitigar ese maremoto de despilfarro, siempre pueden optar por hibernar, y mantenerse bajo perfil, es mejor que desenfrenarse y echarlo todo por la borda, para tan pronto acabe el año, arrepentirse, no por pasarlo “bien”, si no, por no haber sido lo suficientemente sensatos y coherentes con su forma de pensar y sentir la vida.

No actúen como resorte, satisfagan la verdadera necesidad que palpita en su interior. Si son las fiestas, pues a fiestear, si son las dádivas, pues salgan a dar, si es oración y recogimiento, pues a orar se ha dicho, y si es serenidad interior, permítanse hibernar, el cuerpo y el alma agradecerán ese respetar y responder a sus propias necesidades, no a las ajenas.

Hagan buen uso de vuestra cordura, que tengan una liviana y beneficiosa despedida del otoño, y una juiciosa, auténtica y gozosa bienvenida al invierno.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

18 comentarios:

  1. Hola, Idalia. Quizás sea buena la hibernación humana o al menos algunos periodos de retiro o desconexión espiritual. Pero hay algo básico en la vida y que dejas entrever en el texto. Pienso que somos lo que dormimos. Igual que somos lo que comemos. La base fundamental para una vida sana es una buena higiene del sueño. De hecho, cuando el sueño es largo y reparador nos encontramos más contentos, más guapos incluso y con mucha más fortaleza para afrontar el día.
    Un cariñoso abrazo desde el ya casi invierno europeo.

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    1. Hola Miguel. Gracias por pasarte y por dejar tu impresión que es muy válida, somos nuestros actos, cuando estos son hechos con libertad desde luego.

      Definitivamente que dormir bien es salud, y es mejor que dormir muchas horas, pero mal dormidas. Lo de hibernar (dormir), viene a ser más bien mantenernos en modo desacelerado, más en pausa, descansar más, incluso pensar menos, ya que así hacemos menos y nos damos el regegalo de dedicarnos tiempo para mimarnos o hacer autoreflexiones sobre nuestra vida y propósitos. Así empezamos el nuevo año más centrados en nuestros objetivos espirituales y emocionales, y le damos menos importancia a los objetivos materiales, que al final de cuentas, son los que menos cuentan a la hora de la verdad.

      Recibe otro cariñoso abrazo cargado de agradecimiento por tu presencia en este espacio.

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    2. Hola de nuevo Miguel.

      No se si leiste mi respuesta sobre el libro que subí "Habia una vez una niña", espero que la hayas leido, pero si no trata de hacerlo.

      Aqui te dejo el enlace del blog de la persona que me hizo el comentario debajo del tuyo, Puig, su blog es hermoso para que le leas esas historias a tu hija María, de seguro le encantarán al igual que los dibujos.

      http://puigdeulofeu.blogspot.com/

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    3. Si claro Idalia, leí tu respuesta y la niña es suficiente madura para afrontar la lectura del cuento. Gracias también por la recomendación de
      http://puigdeulofeu.blogspot.com/

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  2. Me parece una gran idea.
    Año tras año me planteo la misma reflexión y llego a la conclusión de que (como el duendecillo de mi cuento "Nadal") necesito algo más que luces y consumismo desenfrenado para sentirme en paz en estas fechas que se aproximan. Para mi, de toda tu reflexión, tan oportuna e interesante, lo más importante es la coherencia, mantenernos coherentes con nuestro propio sentir y no dejarnos arrastrar por el entorno. He de decir que lo aplico y que ello tiene un coste pues, al parecer, no es fácil de entender o de asimilar por parte de los demás; pero aunque duela la incomprensión, me siento infinitamente a gusto conmigo misma, por el simple hecho de conciliar el sentir con el hacer y eso no se compra en el mercado de las vanidades e hipocresías ambientales. Propongo una especie de hibernación selectiva, un dejar pasar todo lo que nos resulta vano o fatuo y aprovechar aquello que florece por estas fechas y que tiene íntimo sentido para cada uno.
    En fin, quedémonos con el amor, pues es, al fin, lo único que importa. Gracias por tu compañía y reflexión, como siempre, un abrazo fuerte y sentido.

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    1. !Hola Puig, que linda sorpresa!

      Me alegra mucho leer tu comentario, a veces se me ocurren cosas que parecen de locos, pero es bueno encontrar compañia, ja, ja.

      Tu reflexión es hermosa y muy atinada, no sabes como me molesta cada año ese derroche innecesario, estos días son los que menos salgo a la calle, se pone insoportable todo, y la gente se comporta tan superficialmente que hasta duele el alma.

      Me ha encantado tu sugerencia de hibernación selectiva, es más o menos lo que propongo al final, que cada cual haga lo que sea acorde con su sentir.
      Aunque sabemos que pocos toleran un comportamiento diferente al de la mayoría, lo importante es sentirse feliz y en paz con lo que se hace por cuenta propia, no por dejarse llevar del colectivo.

      Mil gracias por la visita y por dejar tan íntimo y generoso comentario.

      Espero que todo ande bien en Nataú, me encató ese duendecillo. No dejes de escribir por favor, es tan hermoso lo que cuentas, y tus dibujos... Tu blog es un precioso regalo para niños y adultos.

      Te envio un fuerte abrazo con mucho cariño y respeto a tu bello Ser. Gracias por tu presencia.

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  3. Imagínate cómo le iría a las grandes corporaciones multinacionales si a cada humano hiberna,... digamos durante dos meses?,... dos meses sin consumir,... las empresas perderían al menos un 20% de su volumen de negocio,... los beneficios descenderían,... tendrían que reducir la plantilla,... habría despidos,....
    En fin no me gusta decirlo,... pero desmontar esta tremenda rueda nos va a costar mucho.
    Hago esta reflexión un poco simplona pero solo quería dar idea en un tono un poco jocoso del enorme lío en el estamos metidos.
    Buen fin de semana!

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    1. Norte, lo que expones suena como una catástrofe mundial, gracias por el recordatorio tan importante que haces, así nos queda bien claro que estamos metidos hasta el cuello en todo esto, y que hay un precio muy alto a pagar por todo, pues gracias a los favores de todas estas comodidades actuales, nos hemos esclavizado cada vez más de ellas, y pocos, o casi ninguno, querrá quedar fuera de este circo de locos, que va montado en un tren llamado consumismo a toda velocidad.

      Las campañas seductoras, incitando al consumismo cada vez nos arropan más, y solo son el reloj de una bomba de tiempo, que tarde, o no tan tarde, explotará.
      Sabemos que todo es cíclico, así que el tan anunciado final algún dia llegará, y la humanidad, tal como ya lo ha hecho antes, de cero empezará.

      Lo que sí es real, es que sin todo este ambicioso sistema que se ha implementado y que crece a pasos agigantados, seriamos mas independientes de hacer lo que quisieramos, y me atrevería a afirmar, que más felices.

      Gracias por pasarte Norte y poner este punto reflexivo, que aunque fuera en tono jocoso, sabemos lo serio que es en realidad.

      Que tengas un fin de semana tan especial como lo desees.

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  4. Tanto como para dormir hasta la primavera, mi querida amiga, lo encuentro imposible, pero hibernar unos días no está nada mal... Esto me recuerda a esas experiencias con resfriados, virus, estancias en hospital, etc. donde por supuesto me he pasado días hibernando a la fuerza... ja,ja,ja Y después al retomar la actividad cotidiana me he sentido renovada en todos los aspectos, como le sucede al mundo animal o vegetal.

    Coincido también en la idea del derroche de energías de los humanos, no solemos ser previsores a la hora de ahorrar parte de esas reservas. Sí, prejuiciamos absurdamente a quienes no les agradan las fiestas, aunque en mi caso, justo es lo contrario, pues pertenezco a este "extraño" grupo de los que no les gusta nada las aglomeraciones, festejos comerciales o incluso fiestas patronales.

    Llevo años sin adornar la casa ni dar demasiada importancia o mejor dicho ninguna a todo este "maremoto" artificial de la Navidad, porque en realidad se ha transformado en mero reclamo comercial y derroche de consumo. Por lo que prefiero rodearme de mis sers queridos, los pocos que me quedan y vivirlo al margen de lo que ocurre en el exterior, ya que no participo en absoluto de toda esta farsa comercial del amor y la fraternidad de unos días, para después olvidarlo el resto del año. Me gusta regalar sonrisas siempre y ser tal y como soy los 365 días, la hipocresía se la regalo a otros.

    Como siempre un placer regresar a tu espacio para impregnarme de consciencia, de sabiduría y amor. Gracias por tantos dones.

    Que disfrutes de un plácido y provechoso domingo.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Estrella mil gracias por expresarme tu parecer sobre esta propuesta, un tanto fuera de lugar, pero no imposible, aunque nos lo parezca, creo que los humanos tenemos el poder suficiente para recrear cualquier cosa que de verdad necesitemos y nos propongamos lograr. Ahora bien, es muy dificil que con nuestra manera de pensar y de ser actualmente, nos interese llevarlo a cabo.

      Al menos ya van en aumento los que entienden que estas fechas se han convertido en un alocado negocio y lo único que hacen es incrementar el ya de por sí exagerado consumismo, y por ende endeudarnos más.

      Lo que propongo es tan simple como no dejarse llevar y actuar con cordura y sensatez, sin que esto implique aislarnos o amargarnos, solo es fluir en la dirección de nuestra guía interior, tal cual estás haciendo tú.

      Recordar que no es cuestión de unos días ese compartir y ser amables, es más, si lo haces el resto del año y en estos días te encierras y te dedicas solo a tí, para mí es hasta mejor, que como dices, estar hipocritamente siendo amables por unos días y el resto del año, mandando fuego cual dragón...

      Me gustan las luces y el colorido de la época, sin exagerar ni sobrecargar, y el aire de amor que se respira en el ambiente, siempre y cuando, este sea sincero.

      Gracias de nuevo por estar y aportar siempre con ojos sabios querida. Recibe otro abrazo de vuelta y que disfrutes de la semana.

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  5. Cada uno de nosotros si tienes los hijos grandes
    y si vivis sola por ser viuda o divorciada
    podés vivr como se te antoje porque es tu tiempo en la tierra lo que vale

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    1. RECOMENZAR, muchas gracias por plasmar tu impresión sobre el tema.

      Feliz semana.

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  6. Una propuesta la mar de tranquila la que propones, jajaja. Pero en verdad, que tienes toda la razón, Harolina. He leído por encima los enlaces que acompañas la misma. En vista que los científicos ya lo avalan, y hay casos demostrables por alguna parte, creo que sería interesante al menos tenerlo en cuenta. El ser humano tiene que parar el ritmo si quiere conservar la salud física y psíquica. Son en estas fiestas navideñas, en las que se acusa más el cansancio, por todo lo que dices. Demasiados formalismos que agotan la energía tanto para los que disfrutan, los que aparentan y para los que quieren y no pueden.

    Todo en su justa medida y qué todo salga de corazón, sin por ello poner ni dar más de lo que uno puede en energía ser. Hay que tener control mental y pasar "las fiestas" sin agobio. En mi caso, creo que hibernaré y aislaré de ciertas costumbres. Para mi esposo y para mí, estas fechas hace años dejaron de ser festejos de costumbres. Y desde que tenemos a mi madre, aún más. Casi se nos olvida que es Navidad, jaja. Estaremos los tres, y me dedicaré a mirar para otro lado más íntimo y sereno.

    Me ha encantado tu entrada, querida, porque he visto en ella una salida hacía dentro de uno mismo sin por ello dejar de estar afuera. Y brindas una posibilidad que en estos tiempos se necesita para no perder inútilmente energía que puede ser útil de otras muchas formas. Y el que festeje, que lo haga con consciencia. Gracias, linda.

    No sé si publicaré algo antes de cerrar el año, y poco o nada leeré por aquí, aprovecho para desearte lo mejor en este invierno que entra lleno de incógnitas que pueden ser maravillosas. FELIZ NAVIDAD, Y PRÓSPERO AÑO 2020, Mi buena amiga. Disfruta con tus seres queridos.
    ¡Un abrazo enorme!

    P.D.
    La otra noche entré a leerte, no me vino bien hacer comentario, sin embargo, vi el comentario de Puig, mil gracias por recordarme de su presencia, hacía tiempo que quería saludarla, y al fin lo hice.

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    1. Mila querida, que amable y sensato es tu comentario, te leo y me parece ver tu rostro sentir esa paz con las que plasmas las palabras.

      A veces estoy tan harta de todo que me parece que si hibernaramos, si lo hicieramos, no nos sentiriamos así nunca, ese descanso físico y almico nos traería nuevas energías para vivir y no estariamos sofocados, dando vueltas en un bucle sin fin de cosas materiales que agotan el cuerpo y el alma, definitivamente, hay que parar un poco la marcha.

      Me ha gustado eso que dices, "que has visto en esta entrada una salida hacía dentro de uno mismo sin por ello dejar de estar afuera". O más bien, el cómo lo dices, te ha salido genial esa expresión amiga.

      Yo publicaré una última entrada esta semana, y me despediré hasta enero, hace unos días la redacté. Pero por si no la lees, te deseo tambien a ti un año cargado de energías renovadoras y sanadoras, que a tu vida llegue todo aquello que tu alma y espíritu necesiten para continuar tu ascenso en consciencia y sabiduría.

      Me alegró mucho la visita de Puig, y que bueno que te llevó hasta ella, asi es como actúa la sincronía y el poder de atracción. Su blog es un regalo exquisito para las almas de niños y adultos.

      Pasa bien estos días junto a tu compañero de viaje, tu madre y tu bella Isis, se que el amor reinará en donde quiera que estés.

      Gracias por los buenos deseos. Besos y abrazos querida amiga entrañable.

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  7. Creo que hibernar o tomarnos tiempo para ahorrar energías y poder invertirlas en otras cosas que así lo requieran es lago que deberíamos hacer en cualquier fecha o momento del año, siempre que nos veamos desbordados por situaciones,acontecimientos y cómo no, principalmente cuando nuestros pensamientos nos bombardean de forma imperiosa queriendo imponerse a nuestra voluntad. Hacer una pausa es conveniente siempre. En estas fechas que todo son festejos y un no parar de consumir y malgastar de todo nos venden algo que deberíamos mantener el resto del año ¿por qué se deja solo para las navidades e sentimiento de amor, paz, solidaridad con los semejantes? Ese espíritu debería prevalecer siempre y no alimentarlo solo en estas fiestas. Hace ya años que tomé conciencia de lo que suponen las navidades y aunque nunca fuimos en mi familia de derrochar, hoy con las dimensiones que ha alcanzado el consumismo y la hipocresía navideña no participo, me limito a pasarlas tal y como se presenten, porque siempre hay cambios, sin más, ni adornos ni salidas maratonianas y lejos de aglomeraciones que para pasear prefiero hacerlo por zonas verdes o sin tanto bullicio. Sonriendo y de alguna forma "hibernando" durante este desenfreno.
    Una gran reflexión querida Harolina. Te deseo que siempre seas feliz, en cada uno de tus días, que no falte amor, paz y armonía en tu bello hogar.
    Un abrazo inmenso a ese Ser maravilloso que te habita.

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    1. Gracias querida Marina por las palabras y la sinceridad con la que las plasmas.

      Precisamente le decía a Estrella que esa amabilidad debe ser el sentimiento que prime todo el año, no por unos días, pero bueno te añadiría siendo objetiva, lo mismo que dicen sobre el día que se dedica a las madres y padres, al menos se acuerdan de ser amables un día al año con ellos, pues sí, al menos en esa época se tratan de olvidar un poco los rencores y se respira otro aire, pero desde luego, debería suceder así durante todo el año.

      Lo que más me duele es el derroche de todo y esa locura colectiva que ha desvirtuado el espíritu de la celebración navideña. Un tiempo de comunión y demostraciones de afecto, pero también de reflexión y tranquilidad para unir más a las familias, cosa que ya es casi un mero recuerdo.
      Por eso, lo ideal es pasarla como tu corazón te lo pida, y estar alegre, pero no con desenfreno.

      Un placer tener tu impresión del tema en este espacio. Besos y que tengas unos días estupendamente gratificantes.

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  8. ¡Hola, Idalia! Bueno, como siempre es una gozada leer tus reflexiones, son como un paréntesis en esa vida acelerada y desenfrenada que comentas.
    Creo que esta hibernación que propones debería ser un derecho fundamental. El derecho a contar con un período para nosotros solos, para curar las heridas que la rutina nos va provocando día a día. Un retiro para ver con perspectiva. A mi me abruman los festejos o reuniones de más de cuatro personas. En ellas suelo o intento pasar invisible, aunque, también es verdad, disfruto de la Navidad, no tanto como actor, sino como espectador. Me gusta observar las luces, ese estado alterado de ánimo que parece embargar a todo el mundo aunque llegue al histerismo en algún caso. Quizá es porque es la época de mi cumpleaños, suele ser el período en el que suelo preguntarme más cosas, o al menos las más importantes. Un fuerte abrazo!!

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    1. !Hola David! que alegría me ha provocado tu comentario, gracias mil por las palabras.

      Si supieras que pensé que iba a encontrar comentarios alarmantes por esta idea algo descabellada por un lado, pero muy necesaria por el otro.

      Que bueno que te haya hecho sentido y que dejaras tu parecer tan realista, personal y elocuente, sobre el tema. Así que me doy por satisfecha al leerte, o no estoy tan loca, o habemos muchos locos, ja, ja.

      Tambien me gustan las luces y el ambiente decorativo sencillo y el aire de alegría espiritual que en esta época se respira o se respiraba mayormente, han cambiado muchas cosas pero el corazón sigue siendo débil especialmente en estos días y suelta un poco de su veneno, cosa que no existiría en él si hibernaramos.

      Los de capricornio tendemos más a ser observadores que participantes, por un lado es bueno, aprendemos más y mejor, por otro, parecemos ser egoístas, no actuamos en público para que los demás no nos observen, ja, ja.

      Gracias de nuevo y recibe otro fuerte abrazo.

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