domingo, 27 de septiembre de 2020

Somos

Amables lectores, en esta ocasión les compartiré unas imágenes que me cautivaron, a las cuales les agregué como leyenda,  un comentario inspirado en lo que cada imagen me transmitió al verla.

No descarto que cada una de ellas, o algunas, se conviertan en futuras reflexiones individuales, las musas dirán... 

Mientras, basados en su apreciación, los invito a hacer sus propias reflexiones.


Somos un universo en mágica y eterna vibración, pleno de energías armonizadas que transforman la creación y nos hacen coparticipes de nuestra propia evolución. 

“Lo que va, viene”. “El que inhala, exhala”. “Lo que se expande, tarde o temprano se contrae”.

 

Nuestras primeras vivencias dieron origen al libro de la vida, de nosotros se sigue alimentando, y a través de él, cada nueva vida crece y aprende su lección. 

El ciclo de la vida se mantiene y se sostiene mediante la ley de la reciprocidad, “Doy..., y recibo”. 

 

Cada individuo es un ser cósmico que brilla con luz propia, lleva el universo e su interior y es capaz de crear nuevos universos. 

La consciencia colectiva guarda todas nuestras memorias, y el libre albedrío nos permite vivirlas con genuina intensidad.

 

Nos afianzamos a esta dimensión y el cuerpo cósmico toma otros matices...

El flujo sanguíneo empieza a correr y nos trae a una nueva vida, y con ella, un renacer de la consciencia.

 

Sentimos un choque de identidades y navegamos entre luces y sombras, entre blanco y negro por un lado, y a color por el otro. 

La vida toma un nuevo sentido y dejamos momentáneamente de identificarnos con la fuente de toda energía y vida, La Consciencia Superior.

 


Pasamos por diferentes cambios y transformaciones que nos hacen distorsionar la realidad de nuestra existencia, no sabemos quienes somos o qué somos. 

Poco a poco vamos aprendiendo y fundiéndonos nuevamente con el cosmos...

 


Vamos fluyendo en dirección de esa llama interior, que es la fuerza del espíritu, la que nos muestra tal cual somos, y mediante la cual, podemos ejecutar esa necesaria transformación total. 

Es entonces cuando comenzamos a transitar el camino de regreso.

 

 

Completado el ciclo de la vida terrenal y habiendo liberado toda nuestra sabiduría, nos convertimos en energía pura, cristalina, incorruptible y resplandeciente.

Volvemos a ser estrellas luminosas que brillan y parpadean emitiendo radiaciones de alta frecuencia vibratoria, que solo se desvanecen, para fundirse con el amor incondicional universal.

 

P.D. Algunas entradas relacionadas:

Esa energía que somos

Ser lo que somos 

Finalmente que es lo que somos 

Somos uno

 

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

10 comentarios:

  1. ¡Hola, Idalia!

    Nos traes poderosas imágenes que de momento nos reconfortan y tranquilizan. Me gusta como a través de ellas interpretas en definitiva ese misterioso ciclo de la vida. Me intriga saber que habrá más allá de la muerte como se suele decir. Una respuesta que por nuestra efímera Naturaleza todos tendremos algún día.
    Un luminoso abrazo y feliz semana.

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    1. !Hola Miguel!

      Qué bien etiquetaste esos comentarios, el misterioso ciclo de la vida, pues la verdad es que salió sola la secuencia, y según iba cotejando las imágenes, los comentarios surgieron como si se tratara de una sola reflexión de esas que acostumbro escribir, me di cuenta de ello al leer el conjunto.

      Gracias por tu atenta lectura y observación. Y creo que a todos nos pasa eso, hacernos esa pregunta, como bien dices, algún día todos obtendremos la respuesta, lo malo es que no podemos volver en ese mismo cuerpo y vida para revelarla, ja, ja.

      Otro abrazo luminoso para ti.

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  2. Hola Harolina!

    Imágenes que te hace transitar por varios sentidos de la vida,,y cuya reflexión nos has compartido expresando un alto nivel de vibración.
    Muchas gracias y muchos besos,,

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    1. !Hola Teresa!

      Gracias por la visita y por esas huellas, me gustó cómo definiste la entrada, "Imágenes que te hacen transitar por varios sentidos de la vida", y me alegra que vibraran alto en tí.

      Besos y linda semana.

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  3. ¡Hola, Harolina! Las imágenes son un fiel de reflejo de nuestra conexión cósmica. Viendo esos destellos, luces y fusiones de nuestra imagen con el cosmos nos hacen ver que la realidad no es tan nítida como parecen apreciar nuestros sentidos. Si fuéramos capaces de ver los átomos que nos rodean, desaparecerían los objetos, suelo, cielo o cualquier otra forma de nuestra realidad. Todo sería una sucesión de partículas ínfimas de masa junto a ondas de energía. Ondas que se fusionarían con las propias ondas que genera nuestro pensamiento. Si nuestra realidad percibida fuera esa, ¿cómo seríamos? Perdona el desvarío, pero es entrar en tu casa y mis pensamientos vuelan. Un fuerte abrazo!!

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    1. !Hola David!

      Casi coincidimos, yo respondiéndole a Miguel y a Teresa y tú comentándome...

      Si supieras como me encanta leer los comentarios que me dejas, esos que catalogas de rollo y ahora de desvarío, son las mejores muestras del diálogo interior que dejan mis reflexiones, y me dejan ver que al menos hacen pensar a los lectores en cosas que van más allá de lo cotidiano y superfluo, en nuestra esencia y sentido de la existencia.

      Contestando a tu pregunta, me parece que realmente somos ese combinado de partículas y ondas de energía, que se aglomeran en cierta cantidad, vibrando armónicamente entre sí, con una incidencia de luz específica y condicionadas por el espacio tiempo, así nos materializamos momentánea o indefinidamente hasta que la famosa muerte aparece, y nos deshacemos en esas partículas y ondas de energía fluyendo libremente...

      Ves que haces que la que me enrolle o desvaríe sea yo, ja, ja, pero en esos desvaríos o rollos, querido David es donde encontramos muchas respuestas coherentes o verdades como puños. Así que no hay nada que perdonar, mis pensamientos también vuelan, a lo mejor es que tiendo a contagiar...

      Te dejo otro fuerte abrazo.

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  4. Qué complejo intentar leer nuestra vida terrenal a escala cósmica Idalia,... La dimensión cósmica de la vida humana es una realidad ya que no sólo habitamos el mundo, sino que somos parte integrante, estructurados físicamente con los elementos de la naturaleza: estamos hechos de polvo de estrellas...
    Cuídate!

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    1. Ya lo creo que no es tarea fácil Norte, uno hace el intento de desmenuzar la existencia a través de nuestra conexión con el cosmos y la verdad es que se mete en camisa de once varas, como decimos acá, pero lo cierto es, como bien lo expresas, que somos parte de ese universo, tenemos su misma esencia, él está dentro de nosotros...

      Gracias Toño por tu tiempo y las huellas. También tú, cuidate mucho.

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  5. Harolina me ha encantado la forma en que nos has mostrado las transformaciones por las que pasamos los seres en ese ciclo vital en nuestra vida terrenal. A través de las imágenes y tus magníficas reflexiones de cada una de ellas ha resultado un recorrido maravilloso. Entiendo perfectamente que cada una de ellas te cautivara, amiga querida porque son de las que atrapa en su elocuencia.
    Somos energía pura conectados a la fuente de Amor universal y ese Amor será el que haga posible toda transformación en el planeta.
    Me voy una vez más de tu acogedor hogar con la paz y el sosiego que me transiten tus palabras. Gracias por tan hermoso regalo, querida.
    Te dejo un abrazo inmenso con todo el cariño hacia tu hermoso Ser.
    Que tengas un muy feliz comienzo de semana.

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    1. Marina querida, no deja de sorprenderme siempre tu manera de expresarte con poesía en tus palabras.
      Gracias por tus bellas huellas, y por ese amor universal del cual eres un buen referente.

      Recibe un fuerte abrazo y que pases una semana agradable.

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