jueves, 5 de marzo de 2020

La primera vez

En cada ocasión de nuestra vida hay siempre una primera vez, es algo que nadie puede refutar. Somos aprendices de todo y esa primera vez nos causa diferentes sensaciones: como la ilusión, el miedo, la angustia o desesperación, el gozo y disfrute...

Lo que sí es seguro es que no hay nada igual a esa primera vez, el tipo de emoción y sensación que nos provoca y nos deja, es y será inolvidable e incomparable, y no porque sea único o diferente a los subsiguientes, si no por ser de estreno, por no haberlo experimentado antes. 

Resulta incomparable esa primera vez en subirse a un árbol, a una bicicleta o un carro, tirarte en yagua en una bajada, o tirarte de un trampolín, bañarte en el río o en el mar, el primer enamoramiento y encuentro amoroso... 


Aunque el nivel de expectativa puede ejercer influencia sobre este sentir primero, nunca la experiencia será tan intensa y especial como la recreamos en nuestra imaginación, nada iguala la realidad, ya sea por sentirla más o menos excitante y gratificante de lo esperado. 
Es por eso que los niños son tan auténticos y se divierten más, no tienen registros en la memoria, ni se forman expectativas, solo se ilusionan y disponen a experimentar, sentir y dejar salir su impresión con naturalidad y sinceridad.

Nada hay como esa primera vez, veamos algunas de esas sensaciones con ejemplos.

En cuanto a sentir ilusión: En la mayoría de los casos, aún sintamos algo de temor, esa primera vez nos crea mucha ilusión, como en los paseos y viajes, en la universidad y el trabajo, en aprender un nuevo desempeño, en el amor... Nada como esa primera sensación y experiencia, que dicho sea de paso, nos puede marcar para bien o para mal, todo va a depender de cómo lo hayamos pasado e interpretado. 
Lo mejor es liberarnos de cualquier tensión y presión inicial, ¡Que venga lo que ha de venir!, así lo disfrutaremos más y mejor y marcará una muy buena pauta para las siguientes repeticiones.


En cuanto a sentir miedo: Son incontables las ocasiones en que esa primera vez nos produce mucho miedo, y estaría de más nombrarlas, pero por decir algo: enfrentarse ante un público, subirse a un avión, tomar el control ante una crisis..., o nuestro primer día en lo que sea. 
Algunos son más arriesgados y temerarios que otros y no osan sentir miedo o pánico, y no es que no les preocupe su situación o desempeño, sino que más bien, dejan que las cosas sucedan sin agregarle tensión al momento venidero, saben que son novatos, y que como dice el dicho “La práctica hace al monje”, y esta nueva experiencia siempre será el punto de partida de muchas cosas nuevas en su vida, por lo que le darán un lugar privilegiado en su corazón.



En cuanto a sentir angustia y desesperación: Cuando por primera vez estamos a la espera de algo decisivo o muy importante que no está en nuestras manos su solución, como los resultados de unos exámenes médicos, un diagnóstico catastrófico, o una cirugía mayor. Caer en la cárcel o haber sido secuestrado y ultrajado. Perder a un ser amado. Haber quedado atrapado en un ascensor o un derrumbe... 
Son miles las situaciones y circunstancias, pero la angustia y desesperación, son enemigas número uno de las soluciones viables, tendemos a entorpecer y contaminar el escenario con los bajos niveles de vibraciones energéticas que producimos con nuestro elevado grado de pánico. Lo mejor es no agregarle más leña al fuego y dejar fluir las cosas, sin hacerles resistencia.   

En cuanto a sentir goce y disfrute: Nuestras dudas ante lo desconocido, por muy deseado y agradable que nos parezca, siempre tiende a preocuparnos un poco, dejando salir un grado de negatividad que nos hace disminuir ese goce, luego de alcanzado es que nos decimos, “caray, si no hubiera dedicado esos minutos a preocuparme, de seguro lo estaría gozando mejor”, pues esa tensión inicial, por muy pequeña que fuera, nos roba energías para el disfrute posterior. Es como cuando te dices, “fue un maravilloso paseo, si no fuera porqué llovió casi al final, lo hubiéramos pasado mejor”. Ese grado de negatividad que le imprimes a la lluvia, descompone un poco tu alegría. Si por el contrario te dices, “fue espectacular, y al final llovió para bendecir la expedición”, estoy segura de que ese pensar y sentir, elevará tu gozo y disfrute. 


Tratemos de no formarnos expectativas, ni ponerle nervios o tensión a la próxima “primera vez” que tengamos en la vida, solo dejemos que venga a llenarnos con su nuevo aroma el alma, saboreemos cada sensación inicial sin juzgarla ni limitarla, sencillamente entreguémonos al momento único que llega, pues los demás serán solo repeticiones de este; con más o con menos intensidad, sus emociones ya nos serán conocidas. 

Dicen los iluminados o los de un muy elevado nivel de vibraciones energéticas, que todo es pasajero y no debemos perder la paz interior pase lo que pase a nuestro alrededor. 
Como seres humanos en proceso de cambios, evolución y transformación, es difícil mantener ese estado constante de gracia, pero si poco a poco, tratamos de llevar los desacuerdos a la mínima expresión, algún día lo lograremos. Todo es cuestión de apreciación, disposición, conceptuación de las cosas y los hechos, y la actitud que tomemos frente a los mismos. 

Como bien lo expresó Elbert Hubbard:
No se tome la vida demasiado en serio, nunca saldrá usted vivo de ella


Espero que esta entrada les dé la oportunidad de recrear muchas de sus primeras veces (las felices y las no tan agradables), todas son valiosas, llegaron a sus vidas para regalarles emociones y sensaciones nuevas.

Y siendo más atrevida aún, deseo que se planteen probar o realizar muchas primeras veces más. Se que a todos nos falta un largo camino por descubrir y transitar, atrévanse a dar el primer paso en esa dirección y a saborear sus nuevas pisadas con entusiasmo, alegría y agradecimiento interior. 

Para finalizar les dejo esta hermosa canción de Alberto Cortez titulada “Aquella novia primera


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Un extracto de esta entrada fue publicado en el periódico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2020/07/11/la-primera-vez/

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

12 comentarios:

  1. Quizás el secreto sea disfrutar todo los que hacemos como si fuese la primera vez... creo que esa es una buena premisa que debería presidir toda nuestra vida.

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    1. Norte si pudieramos hacer eso que propone así de fácil como suena fuera la mejor forma de vivir feliz, disfrutar todo como esa primera vez, y sacar del juego esa bendita memoria que en todo interfiere, ja, ja.

      Gracias por las huellas y la propuesta, sí que podemos intentarlo, tenemos el poder y el control de nuestros pensamientos.

      Grata semana.

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  2. Es incomparable la experiencia de la primera vez, el descubrir ese aprendizaje nos provoca un estado de ánimo especial, como un soplo de aire fresco en nuestros pulmones, en el caso de ser satisfactorio dicho aprendizaje, pero también nos puede resultar doloroso o traumático cuando nos sirve para comprender las dificultades y contratiempos de la vida. Un ejemplo de esto último sería algo así como descubrir que esos sueños infantiles se desvanecen y no cumplen nuestras expectativas.
    La intervención de la imaginación para fabular expectativas irreales es algo a tener muy en cuenta, ya que por un lado es aconsejable tenere ilusiones y tratar de hacerlas realidad, pero por otro no es aconsejable obsesionarse por algo que en sí mismo no puede cumplirse aún por mucho empeño que pongamos en ello. Digamos que ser realistas nos ayuda a comprender como son las cosas y como funcionan esas leyes del universo.
    Es irremediable que el desconocimiento y el riesgo que lleva implícito nos suele atemorizar, ante lo cual solo nos queda aprender a superarlo.
    Muy importante a tener en cuenta es lo que nos explicas acerca del planteamiento de los iluminados que comprenden el sentido real de nuestra existencia transitoria, pues todo cambia y todo fluye y nosotros estamos sometidos a esa transformación constante y debemos aprender a observarnos y permitir que se produzcan dichos cambios con total serenidad y aceptación.
    Preciosa la canción y la letra de la novia primera que interpreta el inolvidable Alberto Cortez, gracias por compartirla.
    Un abrazo querida amiga I. Harolina y te felicito por seguir ahondando en este larguísimo proceso de aprendizaje y crecimiento de la totalidad que impregna nuestra existencia tanto a nivel físico como espiritual.

    ¡Feliz y provechoso domingo!

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    1. Gracias Estrella por desmenuzar el tema y dejarnos esas sugerencias tan atinadas, en especial el ser realistas y no fantasear con las cosas inalcansables, fluir en su dirección sin presionar puede llegar a transformar las espectativas y resultar ser mejor experiencia.

      Gracias querida por todo lo expresado y me alegra que disfrutaras la canción.

      Que tengas una semana provechosa y relajante.

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  3. ¡Hola, Harolina! Sin duda has conseguido que todos los que hemos leído la entrada hayamos ido recordando esas primeras veces realmente importantes, o no, pero que han sido significativas a lo largo de nuestra vida. También nos has dado un toque de atención, al menos en mi caso. He intentado recordar la última vez que hice algo por primera vez y, la verdad, me ha costado mucho. Quizá cuando escribí mi primer relato hará unos ocho años. Pero realmente, poco más. Así que toca ponerse las pilas!
    En lo que sí llevo un tiempo pensando es en lo fácil que olvidamos lo que hacemos por última vez y en cómo somos casi inconscientes del momento en el que lo hacemos. Por ejemplo, me cuesta recordar la última vez que le conté un cuento a mis hijos en la cama, o la última vez que hablamos con una persona. Esas pequeñas últimas veces que cuando las vivimos lo hacemos inconscientemente sin saber que estamos ante el final de una etapa. El consuelo es esa última frase genial, mejor no tomarnos nada especialmente en serio, y asumir que todo fluye, que lo importante es el momento presente al que hemos llegado por nuestros actos, pero también por el azar y asumirlo y aceptarlo. Un fuerte abrazo!!

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    1. !Hola David!

      Genial aporte ese que haces con tu comentario, te agradezco mucho el hacer un esfuerzo con esa introspección buscando cúal fué esa última primera vez, gracias a Dios en los ultimos 5 años he tenido muchas primeras veces increibles, pues fueron sueños realizados y algunos que ni siquiera estuvieron en ageanda, ja, ja.

      Pero eso que destacas de lo difícil que se hace muchas veces recordar esa última vez de algo que dejamos de hacer, es muy cierto, tenemos que dar un gran repaso para recordarlo y no siempre lo recordamos.

      Te agradezco el detalle, si me animo y encuentro ayuda de las musas, esa podría ser la siguiente entrada, "La última vez", ja, ja.

      Me gustó tu visita y leerte. Que tengas una semana muy buena y feliz.

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  4. Buen día, Idalia.
    Precisamente ayer comentaba con alguien muy cercano que todo lo nuevo que tenía que vivir, ya lo había vivido. Me refiero a las cosas principales, claro. La sensación es única cuando son cosas positivas, pero quizás se disfrute con más intensidad y conocimiento las segundas o terceras veces. Y quizás es ese propio e intenso disfrute de las primeras veces lo que luego haga desmotivarnos en cierta manera ante hechos ya repetidos o vividos muchas veces anteriormente. Los niños son por lo general siempre felices. Y pienso que tiene mucho que ver con que todo lo ven con ojos nuevos. ¿Será, por tanto, el truco de la felicidad auténtica volver a mirar todo con los ojos de un niño? ¿Cómo se consigue eso? ¿Cómo volver a disfrutar de una actividad como si fuera la primera vez si ya la has realizado cientos o miles de veces?
    Un cariñoso abrazo.

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    1. Miguel buenas noches, creo que buen día para ti en España.

      Es lo que le comentaba a Norte, como hacer para vivirlo todo como si fuera siempre la primera vez, seria un truco genial sin duda, aunque si creo que podemos lograr hacer un ejercicio de no memoria, ja, ja y ver las cosas con ojos nuevos como dices, quitandole las emociones que le imprimimos a cada caso vivido, creo que se puede lograr, el cómo es lo dificil pero si tenemos mala memoria ya eso ayudaría bastante, ja, ja.

      Mil gracias Miguel por obsequiarnos tus huellas.
      Te dejo otro abrazo de vuelta.

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  5. Querida Harolina, creo que es muy importante ilusionarse con algo, da igual lo que eso sea, la ilusión nos mantiene activos y motivados en lo que estamos haciendo, nos mantiene alegra el ánimo. Sí que es verdad que después de las muchas primeras veces experimentadas a lo largo de nuestro recorrido no vemos las cosas como en la edad infantil, creo que deberíamos sacar de dentro ese niño o niña que llevamos dentro y mirar a través de sus ojos lo que nos rodea e ilusionarnos como lo hacíamos entonces. Esta reflexión me ha traído a la mente algo que he hecho por primera vez muy recientemente, el viernes pasado que me apunté a un taller de teatro cosa que nunca había hecho ya de adulta, las representaciones infantiles no cuentan jajaj. Lo cierto es que no me formé ninguna expectativa, fui a fluir con la novedad y la verdad es que fue una muy grata experiencia. Estaba intrigada, eso sí en saber cómo sería el "teatro social" y, como digo, me encantó porque no hay guión que aprenderse, hablamos con el cuerpo, fue genial.
    Muy buena la frase que nos has dejado sobre no tomarse la vida demasiado en serio, unas sonrisas y relativizar las cosas creo que sería una muy acertada elección, como mínimo aprender a ir haciéndolo. Sonreír y agradecer cada día el regalo de seguir vivos debería ilusionarnos.
    Mucha gracias por el regalo de tus sabios textos querida Harolina.
    Te dejo un abrazo inmenso con todo mi cariño y deseo que tengas una muy feliz semana.

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    1. Marina gracias por lo que comentas y la experiencia que nos compartes de esa reciente primera vez, me alegra que haya sido tan grata.

      Si al menos una o dos veces al año vivimos una primera vez de algo que nos sorprenda gratamente, sería más llevadera la rutina de la vida.
      Si bien es cierto que muchas primeras veces fueron caóticas y nos marcaron para mal, no es menos cierto que si nos lo proponemos, le podemos dar un giro a ese recuerdo, repitiendo la hazaña y rehaciendo los hechos, notaremos que no fue tan caótico en sí, los caóticos fuimos nosotros en nuestra forma de verlo, procesarlo y entenderlo.

      Muchas gracia querida Marina, un deleite leerte y tener tu comentario aqui. Que pases una muy agradable semana. Te dejo otro fuerte abrazo.

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  6. Hola, mi querida Harolina, a qué entrada más emotiva y nostálgica he ido a parar. Hay primeras veces que recuerdo y otras creo, que están almacenadas en algún rincón de mi memoria, pero ahora, de seguro que si las sé evocar, todas y cada una de ellas las podría ver como portadoras únicas e inigualables de experiencias que me trajeron justo en donde estoy. Y saber eso, ya es sobradamente gratificante.

    Me dio la sensación que hiciste el desglose desde la infancia en adelante. Me quedo con esa frase del dibujo; "Ojalá viva una vida llena de hacer cosas por primera vez" ahí, radica la inocencia que por muy grandes, maduros... que seamos, la inocencia permanece incólume en uno, pasa que, olvidada, nos envuelven las creencias y pasamos por las situaciones que derivan del miedo y no del amor infantil, del niño que seguimos siendo.

    Las ilusiones son hermosas porque nos hacen sonreír a la vida.
    Al miedo si lo convertimos en aliados, nos puede elevar hasta la más alta cima.
    La angustia y desesperación si las observas, nos pueden mantener sanos.
    El goce y el disfrute, nos permite amarnos y amar.

    Y NO, no hay que tomarse la vida tan en serio, pues estamos de paso para vivir y no para morir en vida.

    Amiga, me detuve en una primera vez; cuando por necesidad económica salí de casa siendo adolescente a trabajar en la ciudad; Tenía ilusión, no había miedo, ni existía la angustia y disfruté de lo lindo. A partir de ahí, mi camino siempre fue/es bien encauzado.

    Gracias por tan significativa entrada, me fue muy útil leer tu visión a la que acompañé con la canción de Alberto Cortez, como un susurro.

    ¡Un fuerte y cariñoso abrazo!

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    1. !Hey! querida amiga, que agradable sorpresa es verte por aqui,y leer tu generoso y concienzudo comentario, además de que dejas algo tuyo muy personal sobre esa primera experiencia laboral en la ciudad.

      Gracias por tomarte tiempo para tambien desglosarlo, a veces no soy yo quien decide esto, las musas me toman y tienen el control, ni me doy cuenta de eso que destacas, de que se hizo en forma gradualmente ascendente, los párrafos sugen y luego los voy organizando a petición de ellas, ja, ja, y las imagenes, bueno esas si que me cuesta convencerlas, me dan mucha tarea en eso.

      Gracias por tu visita y esas bellas huellas, te sigo extrañando mucho querida amiga. Te envio un fortísimo abrazo.

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