lunes, 13 de enero de 2020

Reconcíliate con tu cuerpo

Se dice que nuestro cuerpo es prestado, que tiene una vida útil muy limitada, y dependiendo del uso que le demos, así nos responderá cuando empiecen a pasar factura los años. 

A veces no tienen que ser demasiados los años, algunos abusamos o nos olvidamos de él de tal manera, que nos volvemos ancianos en plena juventud, otros hemos sido más prudentes y lo hemos cuidado, protegido y amado. 
Aunque esto no garantiza una larga vida, sí podría garantizarnos un envejecimiento saludable y alegre, a menos que alguna fatalidad o accidente imprevisto, nos haga una mala pasada.


Algo que también se dice y ha quedado demostrado, es que el cuerpo responde a nuestra manera de actuar, y más que nada, a nuestras creencias y manera de pensar. Dependiendo de cómo visualicemos los efectos que tendrán esta o aquella cosa en nuestro cuerpo, así serán los resultados. Así que todo, o casi todo es permitido, lo esencial es la dosis de permisividad que adoptes, lo claras que tengas las consecuencias, y la manera de palear esos efectos.

Existe un dicho que rezas así: “Eres lo que piensas”, otro dice: “Eres lo que comes y hablas”, pero hay uno más veraz aún, dice:“Eres incapaz de ver en otros, lo que no hay en ti”, dicho de otra manera, “Nadie puede dar lo que no tiene”.

Por ejemplo, si no sé conducir, por lo que nunca he conducido un auto, no puedo saber que se siente hacerlo, no puedo hablar con propiedad ni describir esa sensación de ir al volante, aunque sea muy común, yo no podría conocerla a ciencia cierta. Ir de pasajero sí, pero ese es otro tipo de sensación, no cargas con la responsabilidad, la atención y la tensión del conductor. 
Manejar es fácil, cualquiera lo hace, ahora, manejar bien, no es tan fácil y más si vives en un país como este, donde las leyes se formulan para violarlas, ya sea con gracia o con descaro. 

Así que además se experimentan sensaciones diferentes según el país, el auto, el tipo de vía o carretera, el estado emocional en que te encuentres... No es lo mismo manejar un Porsche Cayenne que un camión tanque, o un camión zeelandia.


Si noto egoísmo, envidia y celos en alguien, es porque esos sentimientos los he albergado también en mí, por eso los identifico, los reconozco porque me son familiares. Si fuera ajeno a ellos, no tendría base para hablar de ellos o sentir sus efectos, aunque los haya superado, y echado a un lado, queda esa semilla del conocimiento y de la experiencia de haberlos sentido.

Por eso se habla de que los demás son nuestro espejo, nos vemos reflejados en cada situación que podamos reconocer, pues ya la vivimos y la accionamos, por eso también la criticamos y juzgamos, porque quizás no la viven o resuelven como lo hicimos nosotros, y en lugar de rehacerla imaginariamente y verla desde otra perspectiva, que tal vez nos hubiera encaminado por un mejor sendero, la negamos y condenamos.


Recientemente cumplí los 60 años, dejé ese número atrás. Y eso, que pensé que no llegaría a esa edad por lo mucho que abusé de mi cuerpo, descuidando mi alimentación y sometiéndolo a fuerzas extremas, lo que ha causado algunos desgastes y malformaciones óseas, y por ende, que sienta mucho dolor generalizado. Esto, sumado a no prestar atención a la necesidad de recibir auto cuidado y mimos, los que solo se realizan cuando estamos conscientes de nuestra necesidad de amarnos y merecer esos mimos y cuidados, de seguro ha agravado la situación.

Pues aquí estoy empezando a vivir los 61, sintiéndome mejor que cuando arribé a los 50, con más energías, aparentemente menos dolores, y con mejor calidad de vida, y a decir verdad, solo se ha debido a un cambio de pensamiento y actitud de vida, sigo haciendo desarreglos (aunque con menos frecuencia e intensidad), sigo más o menos comiendo igual, pero más consiente de sus efectos. 
Eso sí, aprendí a aceptarme tal cual soy, a mimarme y cuidarme más, a reconocer el daño que me he infringido y a tratar de revertirlo dentro de lo posible.  


Hago más ejercicios adecuados y vivo más atenta a la naturaleza, pues me he metido a senderista, pero nada de médicos ni de medicamentos, es solo que me he reconciliado con mi cuerpo, y he aceptado mis culpas y dolores, me he acostumbrado a ellos, además he dejado en un gran porcentaje de quejarme y darle poder a los achaques y eternizarlos, los he minimizado mentalmente. 
Y créanme que he ganado mucho con esto, tanto mi cuerpo como mi mente viven más armonizados, duele, pero es algo normal que duela y me pasan desapercibidos los menos molestos, no espero alivio y sin embargo, este llega...

La vida a veces es tan contradictoria, o mejor lo digo así, los humanos muchas veces somos !tan contradictorios!, que le pedimos calor al hielo y frío al sol. 
Queremos el cese de las guerras mundiales, pero vivimos en una eterna guerra interior. Deseamos un planeta limpio, pero tenemos un exceso de consumo y producción de tóxicos. Acumulamos basura, la echamos al mar y queremos navegar en aguas limpias. 
Amamos posesivamente, exigimos, pero no queremos pertenecer a nadie ni que nos exijan...

La lista sería interminable, así que si quieres paz, intenta estar en paz contigo, si deseas salud, no te procures enfermedad, si pides e imploras justicia, se justo contigo y con los demás. 

Si exiges respeto, empieza por respetarte y respeta a los otros, así de sencillo. Si quieres ser amado, ¿A qué esperas?, ámate y da amor por doquier, hasta hacerlo universal.


Reconcíliate con tu cuerpo, con tu alma y tu Ser, armonízate interna y externamente. 

Acéptate y serás aceptado, respeta y te respetarán, ama y serás amado, vive en armonía y sembrarás paz y serenidad.

I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Un extracto de esta entrada fue publicado en el periódico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2020/08/29/reconciliate-con-tu-cuerpo/

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

16 comentarios:

  1. ¡Hola, Harolina! Todo empieza en nosotros, sin duda. De la infinita realidad que existe en nuestro universo, es nuestro cuerpo y nuestra mente lo único sobre lo que tenemos cierta soberanía. Y ambos son un binomio inseparable. Una mente atormentada dará un cuerpo estresado, ansioso y por ende doloroso. Un cuerpo descuidado irá minando nuestro ánimo y nuestra energía.
    Qué gran verdad cuando dices que no podemos dar lo que no tenemos. Alguien atormentado no puede dar paz ni felicidad. Debemos cuidarnos, amarnos e intentar realizarnos personalmente. Solo así podremos compartir ese estado a los demás. Los sacrificios suelen quedar bien en las películas o en situaciones límite, pero en la vida diaria una vida sacrificada a los demás, sin prestar atención a sus propios sueños, tarde o temprano se consumirá.
    Y sí, el ser humano es terriblemente contradictorio y el individuo tremendamente tentado en desperdigar la responsabilidad de los hechos en el colectivo. A veces somos muy indulgentes con nuestros actos y terribles inquisidores con los actos de los demás.
    Jo, siempre me enrollo en tu casa. Un fuerte abrazo!!

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    1. !Hola David! gracias por la generosidad de tu comentario aportando tanta claridad al tema. Me ha encantado como lo explicaste, nada de enrollarte, todo lo contrario.

      Como bien lo dices, todo empieza con nosotros, y ese binomio (cuerpo y mente) es lo único que podemos gobernar, ya sea a placer o a discreción.

      Agradecida por tus huellas, te deseo un agradable resto de la semana y mes y te dejo otro abrazo.

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  2. Many Thanks for the shared this informative and interesting post with me.
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  3. Hola, Idalia.
    Supongo que una de las claves para nuestro bienestar físico y emocional es cuidarse pero sin obsesionarse. Dormir bien, una alimentación equilibrada y un buen desarrollo de nuestras habilidades sociales en nuestro entorno social pueden ser la clave de la felicidad. La auto-curación física y emocional también pienso que es posible si tenemos armonía en nuestro entorno.
    Abrazos y gracias por tus siempre bienvenidas reflexiones.

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    1. !Hola Miguel! has dicho un punto clave, cuidarse sin obsesionarse. Todo en dosis normales y apropiadas siempre deja buenos resultados.

      El tema de la autocuración es tan eficaz y posible como el de infringirnos enfermedades por malos hábitos físicos, mentales y emocionales.

      Gracias por el apote que dejas. Te envio un abrazo fresco, de vientos y lluvia, estamos disfrutando de unos días sin calor, ja, ja.

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  4. Estoy de acuerdo en que el cuidado de nuestro cuerpo repercute favorablemente en nuestra vida, aunque no estamos exentos de sufrir un accidente.
    Por supuesto nuestros pensamientos y emociones repercuten en nuestro estado físico.
    Cuando notamos sentimientos negativos en los demás, lo apercibimos claramente ya que todos actuamos de espejos y esto nos ayuda mucho a conocernos mejor a nosotros mismos.

    Hay que estar atentos a cuanto realizamos, puesto que podemos también poner en riesgo nuestro cuerpo y salud, como así me ocurrió a mí el año pasado cuando tuve un caída en el jardín de mi casa y como consecuencia tuvieron que operarme.
    Hacer ejercicio sin llegar a forzar nuestro límite es siempre saludable. En mi caso particular, también me ayudó bastante el caminar con regularidad durante mi convalecencia.
    Sí, no hay que ser ilusos y pedir a la vida cosas tan absurdas o contradictorias como las que nos mencionas al final. Es preferible dejarnos fluir y respetar la armonía del sabio Universo.

    Muchas gracias mi querida amiga por ayudarnos a nutrir el alma con tus estupendas entradas y que continuemos adelante por mucho tiempo.

    Un gran abrazo y que disfrutes de una estupenda semana.

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    1. Estrella las gracias son para ti por siempre dejarnos tu sustancioso comentario, escudriñando cada trozito de letra.

      Gracias por enriquecer este espacio con tus sabias palabras y con ejemplo de vida, que lo hace más esclarecedor aún.

      Recibe otro fuerte abrazo querida.

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  5. Querida Harolina, no puedo estar más de acuerdo con lo que nos expones aquí. Recientemente es cuando he sido consciente del daño con nos podemos hacer a nosotros mismos al no cuidar nuestro cuerpo, al no darle los cuidados, mimos y sobre todo amor que merece, que merecemos y que nos debemos. Al tomar conciencia de ese amor y cuidados todo se transforma en nosotros y al mismo tiempo miramos con otros ojos todo o que nos rodea. Una vez más, tus sabias palabras me llevan a reafirmar la convicción de que el AMOR es el mayor poder y fuerza que disponemos y con el que todo lo hace posible. Ese mismo amor tiene la capacidad y poder de sanarnos por dentro y por fuera ya que transforma nuestros pensamientos y con ellos nuestras emociones cambian. Las emociones pueden hacernos enfermar y solo el amor es el gran antídoto para la curación del cuerpo, la mente y el alma.
    Una vez más me quedo con un nuevo aprendizaje en la lectura de tus sabias reflexiones.
    Te dejo un abrazo inmenso con todo mi cariño y gratitud.
    Que tengas una muy bonita semana, amiga querida.

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    1. Marina muchas gracias por estas bellas huellas que adornas con ese sentimiento universal, El Amor, que todo lo puede y cura, es la chispa divina que todo lo enciende y embellece.

      A cuidarnos y querernos cada día un poco más, asi cuidaremos más y mejor a los demás y al planeta.

      Te dejo un fuerte abrazo querida.

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  6. Hola Idalia, amiga, que puedo decirte, que bien me ha venido este post tuyo, estoy en fase de perdonarle a mi cuerpo todo lo sufrido y dejarle libre para actuar y padecer a su antojo. Dolores, dolores, tumores, y cambiarlo por amores; qué acierto de palabras. Al mío lo acabo de someter a un trasplante de piel, cirugía, y en esa estamos los dos... superando el paso por la sala de operaciones. Tu post, y esa exposición de tu experiencia personal, es la historia que nos empatiza y marcar más el camino para no perderse. Un beso

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    1. !Hola Emerencia!

      Espero que estés mejor de esa cirugía, cuidate mucho y date todos los mimos que mereces.

      Gracias por pasarte y dejarnos tu experiencia de vida en ese tema que reflexiono aquí.

      Mis deseos de una pronta recuperación y a partir de ahora, a ser cautelosos y cuidarnos más y mejor.

      Abrazos y besos querida amiga.

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  7. Como siempre muy positivo e interesante el tema que planteas. Quizás felicidad dependa de uno mismo, quizás no hace falta mucho para ser feliz, … o tal vez la felicidad dependa de nuestras emociones, de nuestros sentimientos positivos siempre que le demos un sentido a la vida y permitamos que la misma fluya...
    Buen fin de semana!

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  8. Mil gracias Norte por las huellas y palabras alentadoras.

    Ese quizás es casi una seguridad, pues de hecho creo que hace falta muy poco para abrazar la felicidad que somos y generamos, solo haría falta fluir con lo que nos apasiona y nos llena de gozo, lo demas es solo dejarlo a un lado, sin remordimientos ni arrepentimientos.

    Grato fin de semana Norte.

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  9. Hola, Harolina.
    Felicidades por tu cumpleaños, espero que pasaras un gran día rodeada de mucho cariño, :)
    A inicio de año también fue el mío, el día 3, has visto como aprovecho y te lo digo, je, je.
    Es importante cuidarse, tanto física como mentalmente, si uno se siente bien, la vida en sí es mejor y con ella su calidad, y la verdad es que a veces uno no se da cuenta del desgaste que sufre diario, mala alimentación, prisas, estrés, hasta que la salud le da un toque, avisando que se deberían hacer cambios. Así que un parón de tanto en tanto es muy recomendable.
    Un beso, y feliz sábado.

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    1. !Hola querida Irene!

      Gracias por la felicitación y aunque tardía te envio otra felicitación a ti, ya sabia por los comentarios que somos del mismo signo, pero no sabía tu día, ya lo sé, el mío fue el 8, así que no bien empieza el año, estrenamos madurez, ja, ja.

      Si que cuando se es joven nos creemos inmortales y abusamos de nuestras fuerzas y juventud, en mi caso le añado que por un lado no me gusta molestar y me satisface hacer las cosas por mí misma, y por el otro lado, tampoco me gusta esperar a que la ayuda llegue cuando le parezca al que me la podría dar, asi que, he pagado las consecuencias de mi testarudez, ja, ja.

      Por suerte el cuerpo es maravilloso y responde a los cambios de actitud y a las demostraciones de cuidado y amor, y los años me han enseñado a cuidarlo, valorarlo y darle su merecido descanso.

      Espero que te grabes esa frase final de tu comentario, eso de "que un parón de tanto en tanto es muy recomendable".

      Tu eres joven aún y tienes la ventaja de que ya sabes eso, no permitas que las demandas del trabajo o la familia te causen estrés y te roben ese tiempo que diariamente te debes dedicar celosamente a ti.

      Un placer tus bellas huellas en el blog jovencita.

      Cuidate y mimate mucho, no esperes a que alguien lo haga por tí.

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