jueves, 17 de noviembre de 2022

Reloj de arena

Recientemente compré un pequeño reloj de arena que llamó mi atención estando en una tienda. Quise saber por qué me sentí tan atraída a comprarlo, y buscando información sobre sus orígenes, encontré este interesante artículo sobre él. 

Leyendo su contenido me topé con la palabra templanza, una virtud ligada al equilibrio, se fundamenta en el autocontrol, en el manejo adecuado de las emociones fuertes y arrebatadoras de armonía y paz, en la moderación y la calma.

Así que la templanza no es otra cosa que mantenernos en equilibrio y usar las tempestades de la vida a nuestro favor. 


Volviendo al reloj de arena, el cual asocian con esa virtud llamada templanza, me atrevo a decir que también está estrechamente ligado a otra virtud, la paciencia, que no es otra cosa que el arte de mantenerse en calma cuando estamos a la espera de algo o alguien, o de no darle paso a la desesperación. 

Cada grano de arena contenido en el reloj, debe esperar su momento justo para pasar y bajar, no lo hará antes ni después, si no cuando sea preciso, y de la misma manera tendrán que esperar ambos extremos del reloj, uno para llenarse y el otro para vaciarse. Y todo el reloj deberá esperar pacientemente hasta que alguien lo vuelva a invertir para poner la arena de nuevo en movimiento y cumpla así su finalidad, esto nos habla del devenir, de lo que puede suceder…, de esperanza.

Aunque en sus orígenes este reloj fue usado para medir con precisión el tiempo de los navegantes, hoy día ese uso está descontinuado gracias a la tecnología, es más bien decorativo y filosófico, de observación a manera de concentración, incluso sirve para jugar con él un poco y calmar los nervios…, pero este enigmático artefacto, tiene mucho que enseñarnos todavía.



Sentarse frente al reloj a observar su funcionamiento una y otra vez, permite apreciar cómo pasa el tiempo, ni tan rápido, ni tan lento, más bien en un compás adecuado y equilibrado, viendo que todo pasa y nada queda, tal cual la vida misma, por lo que las preocupaciones salen sobrando.
 
Observarlo mientras completa su ciclo nos deja ver muchas cosas, entre ellas:

Que donde hubo abundancia después hay carencia, y viceversa, que nada es estático ni permanente.

Que hay holgura y estrechez y cada una con su función primordial e importante.

Que como es arriba, es abajo.

Que el espacio entre los extremos, el centro, siempre es el lugar ideal, donde ocurren la magia y los milagros.

Que los extremos suelen tener un alto grado de riesgo o perturbación.

Que siempre hay manera de volver a empezar o revertir las cosas.

Que muchas veces se necesita una intervención externa, o un  empujoncito para arrancar. 

Que la exactitud y perseverancia son la clave del éxito.

Que todo sigue un orden inquebrantable y perfecto...

Apreciar todo esto, nos hace sentir que somos muy semejantes a ese reloj, y asimilándolo, se aprende a vivir mejor.

Esto me hace pensar en las cometas, papalotes o chichiguas, como les llamamos acá. Se preguntarán el porqué. 

Porque también necesita del equilibrio, y por lo “sencillo y complicado” a la vez, que es construirlas y luego hacerlas volar. 


Hay que medir bien todo, con bastante exactitud, escoger un papel ligero y sobre todo tener pendiente el largo de la cola y la cantidad de hilo, y además tener la destreza para hacerla volar y mantenerla en el aire volando con gracia, y que resulte divertido.

Para todo eso se necesita el equilibrio del conjunto, tanto de la cometa y sus partes, como de los movimientos de quien la sostiene y la eleva usando el viento a su favor.
  
Si amigos, dos inventos muy simples pero con una construcción compleja, pues prima en ellos la exactitud.

Así mismo es la vida, muy simple en apariencia, pero construirla día a día, resulta muy complejo.

Quitar de nuestra mente todas esas etiquetas que nos llevan a criticar, enjuiciar y condenar al prójimo, no es tan simple.

Aprender a vivir con paz y serenidad, comprendiendo y amando, siendo empáticos y aceptando que la divinidad de cada cual se manifiesta de manera diferente, es bastante complejo.


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

10 comentarios:

  1. Me encantó, excelente y hermosa reflexión. Muy cierto todo ✨

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  2. Yo tengo que decir que los relojes de arena me ponen un poco nervioso je, je. Los veo como si estuvieran poniendo límite al tiempo aunque reconozco que te reflexión me ha encantado. Creo efectivamente que el equilibrio está en el centro y esto podría valer para la política, las relaciones familiares o incluso para unas relaciones amorosas más saludables.

    Un gran abrazo, Idalia, y que tengas un bonito fin de semana.

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    1. Hola, Miguel, me dejas.asombrada con eso de que te ponen nervioso, ja, ja.
      Gracias por dejar tu comentario tan favorable a pesar de los nervios.

      Otro gran abrazo, y buen disfrute del final de mes.

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  3. ¡Hola, Harolina! Jo, no has podido exprimir más todo lo que nos ofrece el observar a un reloj de arena, un objeto metáfora de tantas cosas y del que podemos extraer enseñanzas tan valiosas como ese listado que nos regalas. Templanza, como bien dices, es tomar distancia es alejarte del conflicto lo suficiente para verlo en perspectiva, como un pequeño punto de un Todo que es nuestra propia vida.
    Cuando uno llega a un momento crítico, nada mejor que respirar hondo y proyectarse hacia el futuro y preguntarse ¿esto es realmente tan importante como para que lo recuerde dentro de veinte años?
    A mi, el reloj de arena me sobrecoge, es la prueba palmaria de que el tiempo no se detiene, de que disponemos de un número limitado de granos de arena y no habrá más, aunque también me muestra de que el montón de arena solo se forma grano a grano, sucediéndose uno tras otro. Un fuerte abrazo!!

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  4. Hola David!
    Gracias por este comentario tan enriquecedor, y muy objetivo tu punto de vista acerca de la templanza y lo que expresas al final sobre el reloj y la arena.

    Un gran abrazo, David.

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  5. Te diré, que desde hace años me atraen los relojes de arena, y no me importaría tener uno. Me allegro que lo hayas adquirido. Y gracias a ti descubro esos valores intrínsecos que tiene nada que ver con lo decorativo.
    Templanza.
    Paciencia.
    "Y en su devenir la esperanza".
    Las citas que has extraído al respecto del significado...son fabulosas, Harolina, me voy a quedar con la última para resumir a todas. "Que todo sigue un orden inquebrantable y perfecto..." Y no hay discusión con esto, es si o si, y como dices, asumir es lo que nos permite también adaptarnos a los cambios, de la vida, del tiempo. Mantengamos el equilibrio, querida, y observar a ese reloj nos puede proporcionar hasta un estado de paz y empatía con el tiempo.
    Gracias, por mostrar el vídeo y tu excelente reflexión. Ya veré en otra ocasión el artículo.
    ¡Abrazos y besos!

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  6. Mila, mil gracias por este lindo comentario que dejas, me alegra que te atraigan esos relojes, los encuentro tan interesantes en toda su compleja creación y sus tantos significados o enseñanzas...
    Ojala puedas adquirir uno, de verdad que son cautivadores y cuando los tienes a mano aún más. Lo que nunca pude encontrar fue la balanza que estuve buscando desde aquella entrada que publiqué hace unos años, pero me aplicaré y haré una, ja, ja, ya te dejaré saber.

    Gracias por tu visita y comentario,.besos y abrazos y agradable descanso de fin de semana..
    P.D. Gracias también por el correo y todo su contenido, más besos.

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  7. Templanza y paciencia ¡qué dos palabras tan importantes y tan necesarias en nuestras vidas Harolina! Vivimos en la era de las prisas, lo queremos todo al momento y hay cosas que requieren su tiempo, no se producen de manera instantánea como quisiéramos.
    Como bien dices, la vida es muy simple, en apariencia pero todo ese proceso de vida con todo lo que conlleva requiere de paciencia y templanza en su construcción y en la convivencia con todo lo que nos rodea.
    Gracias una vez más por compartirnos tusa sabias reflexiones querida amiga.
    Te dejo un abrazo inmenso que envuelva tu bello Ser junto a mis deseos de que tengas una muy bonita semana.

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  8. Marina, muchas gracias por venir y por esas huellas tan puntuales y acertadas, enfatizando el mensaje reflexivo.
    Te envío un fuerte abrazo y que mis vibraciones lleguen hasta ti para que puedas sentirlo en todo tu hermoso Ser.

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VALORAMOS Y AGRADECEMOS TUS HUELLAS.