Amables lectores y queridos amigos blogueros, esta entrega es una especie de recordatorio de las bondades que me ha permitido vivir esta experiencia virtual, la cual me acercó a muchas personas que de alguna manera empezaron a formar parte de mi vida para quedarse en un lugar del corazón.
Entre ellas destaco a entrañables amigas y amigos, las damas primero, ja, ja.
Mila Gómez, Julia Cambil, Irene Garza, Estrella Amaranto, Marina Collado Prieto, Emerencia Alabarce, Maite Sánchez (Volarela), Euri Mérida, Miguel Pina, David Sánchez Rubio, Emilio Fernández, Federico Rivolta y los compañeros del Tintero de Oro, entre otros que han dejado huellas significativas tanto en mi persona, como en el blog. Gracias a su cariño, respeto, sus puntos de vista e interesantes aportaciones.
Su visión objetiva y temáticas diferentes en sus propios blogs, despertaron o avivaron en mí, gusto por otros géneros literarios y culturales.
Unos han abandonado los blogs definitivamente y otros por temporadas, por causas muy variadas supongo. Sé que algunos siguen en las redes sociales, como no las uso, no tengo acceso a ellos, pero sigo sintiendo un cariño muy especial por esas personas, y quiero dedicarles esta reflexión.
Debo decir, ante todo, que tres lecturas del devocional “La Palabra Diaria” son las que me han servido de inspiración para hacer esta conjugación de ideas. La del día 17, la del 19 y la de hoy 22 del mes en curso.
Aquí las muestro y debajo de ellas resalto algunas frases que me han resonado mucho.
Frases
Sea cual sea mi llamado, cuento con la energía y el entusiasmo divino en mí para realizarlo.
No es la labor en sí la que me impulsa, sino la actitud con la que la enfrento.
“El alcance de una persona, debe superar lo que puede abarcar; ¿o para qué está el cielo?” Robert Browning.
Al perdonar, recibo perdón; al amar; soy amado, al compartir bondad, disfruto de la alegría de la conexión con quienes me rodean.
El cielo no es un lugar, sino un estado de conciencia.
Sigo la guía interior que me dicta el corazón.
Toda la naturaleza se mueve con ritmo, atravesando fases de acción y descanso, estabilidad y transformación.
Honrar los ritmos y cambios de la vida, que también reconozco en mi propio camino.
El equilibrio es dinámico, como los ciclos de la vida.
Señalando las palabras claves obtengo lo siguiente:
Energía
Entusiasmo divino
Actitud
Alcance
Perdón
Amor
Bondad
Estado de conciencia
Guía interior
Acción
Descanso
Estabilidad
Transformación
Honrar los cambios
Equilibrio dinámico
Como podrán observar, estas son palabras mayores, como se les dice a aquellas cuyo significado es de suma importancia. Y son un recordatorio para transitar con equilibrio en la vida.
Creo que ya he escrito en anteriores publicaciones sobre ellas y eso me hace sentir que definitivamente esta experiencia bloguera me ha reportado muchas introspecciones y reflexiones que de alguna manera me han ayudado a crecer espiritual y emocionalmente.
Lo que quizás no había hecho mentalmente era conjugarlas y hacer de ellas una especie de tiovivo o rueda de la fortuna, cuyo eje central fuera el equilibrio desde el punto de vista dinámico.
La palabra equilibrio de entrada nos ofrece una visión estática, una balanza que se mueve muy poco o casi nada, por lo que se asume inamovible.
Como respuesta a un ¿Cómo estás? por acá se suele responder, “aquí, más tranquilo que una foto”, y aunque es un buen ejemplo de quietud, no deja de estar sometida a movimientos...
Sabemos que no existe nada estático en el universo, todo está en constante movimiento aunque no lo podamos apreciar, y ese decir que no lo podemos apreciar, no impide sus movimientos, y pese a ellos se evitan choques y caos universal, como la mejor muestra de que existe equilibrio y de que es dinámico.
Así es que lo mejor es que cada uno camine a su propio ritmo, respire a su compás, coma, rece y ame con toda libertad, y viva como mejor pueda y le apetezca, buscando mantener de esa manera su centro de equilibrio personal.
La cita bíblica de la última imagen, Eclesiastés 3:1, "Todo tiene su tiempo, hay un momento bajo el cielo para toda actividad", siempre ha resonado mucho en mí, ya la he usado otras veces en este espacio bloguero, pero es que es tan certera e irrefutable que nadie puede contradecirla. Lo mismo pasa con asegurar que el equilibrio es dinámico, porque no hay nada exento de movimiento.
Y hablando de ciclos, y transformaciones, como nota final y muy personal, les comparto que hoy nuestro padre cumple 97 años de vida. Honramos los cambios por los que ha atravesado y el privilegio de poder contar con su compañía y todo lo que eso significa a esa edad bien madura, tanto las bondades y satisfacciones, como las necedades y penurias que conllevan.
Agradecemos en el alma sus condiciones físicas y mentales, que aún le permiten disfrutar de ciertos privilegios que restan los años, y agradezco también que cada una de estas palabras claves, han sido un estandarte que él ha enarbolado a través de su larga vida, con firmeza y con mucha fe en la providencia divina.
Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.
Todo está muy bien relacionado. Un beso
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