A veces sobresale de manera que nos descoloca y nos hace sentir hasta incómodos con lo visionado. Ya sea porque nos parece grotesco, desproporcionado, incongruente, o simplemente desagradable.
Muy diferente es cuando llama nuestra atención y admiración porque siendo diferente, encaja a la perfección y nos deja con un buen sabor y una agradable sensación por haberlo visionado o experimentado. Esto podríamos decir que es el efecto que produce la armonía que hay en el conjunto y en la forma de ver las cosas.
En la actualidad, las cosas han tomado un curso rápido y cambiante que a la mayoría nos ha hecho reevaluar nuestros valores y adaptarnos a los tiempos modernos, pero al principio, estos cambios fueron más bien desagradables, incongruentes con la realidad que se vivía y nos ha costado mucho a la gran mayoría asimilarlo y aceptarlo como bueno y válido, armonizarlo en nuestras vidas...
Pese a esto, algunas cosas siguen siendo inaceptables, descabelladas y repudiadas, por más que se quiera demostrar que no es así, aún nos queda algo de pudor y valores morales, siguen desentonando y estando carentes de armonía.
Se ha dicho que muchas de estas cosas se han incorporado en la sociedad para tratar de llevarnos mejor los seres humanos, aceptarnos como somos y respetar las opiniones y decisiones de los otros, y las diferencias que tenemos de: género, raza, creencias, estrato social y un montón de etc.
Así como las diferentes notas musicales se acoplan para crear la más bella música, así mismo deberíamos acoplarnos para hacer de este mundo un apacible, seguro e ideal paraíso, donde todo sea de todos y nadie se apropie de nada, trabajar juntos en pos de una vida de disfrute, respeto y sobre todo armonía y amor.
Podría parecerles utópico, o descabellado este pensar, si incluso en las mejores familias hay disputas y enemistad. Pero si se van al meollo del asunto solo hallarán una respuesta lógica y colectiva, “AMBICION”, y de ella se derivan el egoísmo, la envidia, el odio y todas las demás cosas que nos causan los conflictos, los celos, las guerras, el desamor...
La llegada del internet cambió el curso de la historia, y de seguir como vamos también cambiará radicalmente la humanidad. Somos pocos los que no usamos redes sociales, los que no vivimos atentos al celular y dormimos pendientes de él y sus mensajes de WhatsApp, y toda la basura que pulula a la velocidad de la luz en sus pantallas, los que no vemos los videos que circulan de todos los disparates, casos, talent show, y un montón de cosas aparentemente entretenidas y sin morbo, “simple y sana diversión” lo llaman, pero causan tanta adicción como las drogas, y vaya usted a saber, a la larga quedará demostrado que fuñen el cerebro de la misma manera.
Si a esto le sumamos el montón de oportunistas y enfermos de todo tipo, que se esconden detrás de estas pantallas, me temo que no habrá escape.
Ya casi todos padecen la misma enfermedad, y los que no, seremos marginados, y quedaremos fuera de este ciber mundo.
Y al decir esto, agrego la frase siguiente: “Seremos personas que giraremos en torno a cosas inexistentes”. Le tomé prestada esta frase a Emerencia Alabarse, mejor conocida como Emerencia Joseme, usada en una entrada de su blog Viajes y fotos.
Sí amigos lectores, el mundo se nos está tornando muy difícil de aceptar, y si nos rehusamos a meternos en el ruedo, aún más, por el momento lo hemos podido sobre llevar, pero créanme si les digo que no será por mucho tiempo, pasaremos a ser prácticamente invisibles.
Como reza el dicho “Una cosa es llamar al diablo, y otra muy diferente verlo llegar”, y como dice una canción de años atrás, “Y todavía no es na, peligroso es lo que viene atrás...”.
Se que siempre les he recalcado que es bueno aceptar los cambios, fluir en su dirección, pero también les he manifestado que contamos con una guía interna que sabe muy bien a cuales cambios les damos la bienvenida y a cuales no. Porque no solo se trata de vivir en el colectivo humano, y hacer lo que la mayoría, también se trata de velar porque ese colectivo no se deje engañar por falsos cambios, o sea, cambios manipulados y encaminados a regresarnos a una esclavitud indeseada, y para nada bien intencionada, a una involución. También se trata de mantenerse mayormente feliz.
No dejes de pensar por ti mismo, de actuar por ti mismo, de vivir por ti mismo y de renacer por ti mismo. Eres un eslabón en esta cadena oxidada de destrucción masiva, que se ha camuflado como collar de perlas y diamantes, hazla colapsar. Mueve montañas de incomprensión y sacúdete esa ignorancia que acecha con desalmadas intenciones, marca la diferencia, rompe esa cadena, no te unas a ella, pues más temprano que tarde, será la causa de nuestra desaparición como humanos, haz tu parte con amor y con confianza en ti.
Mira bien todos los lugares que frecuentes, las personas con las que te relaciones, los pensamientos que se asoman a tu mente, busca siempre encontrar ese punto donde deben armonizar las cosas, donde se acoplan bien, si no lo visualizas es muy probable que no exista, entonces esa será la señal para saber que no conviene, que no debes ceder a sus demandas por muy solo y marginado que te sientas. Date un voto de confianza y vencerás.
Somos un colectivo humano, pero también somos individuos que sienten y piensan de forma diferente, no permitas que te conviertan en un clonado más, en una cifra más de su triunfo, si no lo haces por ti, piensa en el futuro de tus hijos y de todas las descendencias y generaciones venideras.
Mírate ¿Ves y sientes armonía en ti, te resultas agradable? ¿En tu entorno, y en tu mundo, hay equilibrio y paz? Empieza por ti y por tu pequeño mundo a hurgar, descubre las incongruencias, retíralas y armoniza tus relaciones y conexiones con él, despréndete de los software mal intencionados, resetéate y pásate un buen anitivirus, cada vez nos bombardean y nos infectan más y más.
¿Acaso el mar es ahora dulce y los ríos salados? Díganme si ahora los animales marinos viven en el bosque y todos los demás se han vuelto acuáticos, si las aves se han vuelto reptiles y estos se han echado a volar..., ¿verdad que no? Entonces ¿Por qué los humanos queremos renegar y ser lo que no somos y destruir nuestra humanidad permitiendo que nos enajenen mentalmente, y nos conviertan en máquinas?
El mundo cambia y la vida con él, pero no para destruirnos, si no para reforzarnos, reafirmando y mejorando lo que somos como humanos y como parte y todo de este bello y acogedor hábitat. Nutriéndonos del amor que fuimos, somos y siempre seremos, si es que no nos dejamos engañar, lograremos que la armonía y la serenidad, sean los pilares que sostengan ese enorme puente llamado humanidad, que conduce hacia la eternidad.
Un extracto de esta entrada fue publicada en el periódico El Caribe:
https://www.elcaribe.com.do/2020/02/22/armonia/
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