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sábado, 2 de noviembre de 2019

Seamos auténticos

Hola amables lectores. 

Hoy vengo con interrogantes y comparaciones.

Cuando tomé esta imagen de la web me pareció hermosa, y lo es, los colores pasteles son mis favoritos, luego viéndola con atención me dije: !Pero que imagen tan cargada de objetos!


¿Desean contar las cosas que hay en el frente de la casita de aparentemente 25 m²? 

Y de hecho, de primera impresión no es que se vea mal, luce acogedor el pequeño hogar frente al mar, porque después de todo, están colocadas con cierta armonía visual. 
Pero les pregunto 
¿Se vería mejor con menos cosas? 
Yo entiendo que sí, ya que unas, hacen que se pierdan otras, así de sencillo.

¿Qué es lo que más llama su atención al verla por primera vez en su conjunto? 
A mí, el salvavidas colocado en la puerta, es lo que nunca pasará desapercibido, y tratándose del lugar, es lo que nunca debería faltar. 
Ven, guarda cierta armonía y cumple con lo primordial.

Lo mismo nos pasa a nosotros, queremos agradar y abarcar tanto, que inconscientemente nos sobrecargamos, y hacemos que se pierdan algunas cosas, porque quizás sean las que más opacamos, siendo las que más nos deberían adornar. Nos sobre maquillamos cual quinceañera que no sabe reconocer la belleza de su rostro juvenil, y al maquillarlo lo estropea.

Tanto imbuirse en labores, para aturdirse y no pensar, para no enfrentar realidades y para huir de las propias responsabilidades de nuestra vida, se ha hecho tan común, que son pocos los que no están como esa imagen, saturando el paisaje al querer aparentar más. 
Llamando la atención, saboteando y ocultando su interior, por no saber valorarse y aceptarse, por no entender de una vez por todas, que al no ser como realmente somos, arruinamos lo más bello que poseemos, “Autenticidad”

¿Y esta otra imagen, que les parece? 


A mi me parece hermosa, sencilla y con personalidad, y eso, que no me agrada mucho el color rojo. Sin embargo, son los detalles a mi entender, lo que hacen la diferencia. 

En la primera imagen todo está tan uniforme, tan falto de contrastes..., y en la segunda, precisamente son los contrastes lo que le dan personalidad a esta pintura. 
Quizás me equivoque, pues no se nada de pinturas, pero algo si sé, mis sentidos juegan un gran papel en el escenario de la vida y me hacen saber cosas sin haberlas estudiado o practicado, cosas que van con mi personalidad y mi perspectiva de vida.

Pues también eso mismo pasa con nosotros, son los detalles, las actitudes, las que hacen la diferencia. 
Esos contrastes que se turnan tan oportunamente, enriquecen la personalidad para que podamos lucir mejores personas. 

Esas luces y sus respectivas sombras, esa madurez y esa infantil inocencia que asoma cuando menos se espera, ese canto que termina de ahogar el llanto y lo convierte en risa, esa manera tan genuina de ser, es incomparable, única en cada uno... 


    


Si le echamos otro vistazo a ambas imágenes, podremos constatar, que cada lugar tiene sus encantos, y que no por estar, en uno o en otro tenemos garantizada la alegría y la felicidad. 

Creo que todo depende más bien, de cómo ande nuestro interior, de cómo veamos y sintamos las cosas. De esto dependerá el que nos podamos adaptar y saber apreciar el exterior. 

Cada momento es único, ya que está influenciado por muchos agentes externos que afectan las emociones, y marcan ciertas pautas en nuestro sentir interior. Aunque en definitiva estemos identificados y sintonizados con ciertas formas y colores, que van acordes con nuestra manera de ver generalmente las cosas, con nuestra personalidad. 

Les expresé mi opinión según mi actual criterio interior y según mi manera de ver las cosas en sentido general.

Cada cual tendrá la suya, para el gusto los colores, para la comida los sabores, y para la nariz los olores... 

Seamos auténticos, nada como marcar la diferencia, la monotonía apesta, y el querer engañar y tapar las apariencias, apesta más.

Lo que sí está muy claro es que:

Ningún lugar es mejor que otro. Tú y tu manera de ser, de  ver y de apreciar las cosas, será quien haga la diferencia.


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente.

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

15 comentarios:

  1. Tras la atenta lectura de esta nueva entrada reflexiva, querida amiga I.Harolina y teniendo muy presente que ambas imágenes tan distintas se complemental y forman un Todo, lo mismo que ocurre con las energías denominadas Ying y Yang, que unidas constituyen el Tao, pues se me ha ocurrido reflexionar en voz alta sobre mi enfoque personal de este concepto que mencionas: "Autenticidad".
    Ser auténticos es vivir sin limitaciones ni pérdidas de energía comparándonos con los demás y tratando de imitar conductas que para nada encajan con lo que realmente somos.
    Ser auténticos es expresarnos con naturalidad, decir las cosas sin ofender a nadie, pero tampoco queriendo agradar o temiendo que se nos pueda juzgar.
    Ser auténticos es dejarnos fluir en la esencia de nosotros mismos, con autoestima, con autoconfianza y teniendo claro que cada persona es un mundo diferente, todo un milagro de la vida que forma parte del universo y el amor que lo ha hecho posible.

    Que sigas disfrutando junto a los tuyos de un feliz domingo.

    Recibe un abrazo enorme y mi gratitud por expandir tu sabio aprendizaje.

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    1. Estrella que comentario tan esclarecedor del significado de esta palabra, a la que muchos temen por no lograr aceptación al grado que desean abarcarla.

      Elocuente y sabias tus palabras y esa introducción que haces al referirte a las imagenes.

      Aprecio mucho tus huellas y el tiempo que dedicas a leerme querida.

      Que pases el resto de la semana en franca alegría y gozo.

      Te envio otro fuerte abrazo de vuelta, cargado de gratitud hacia tu hermoso Ser.

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  2. Tienes grandes dotes didácticas, Harolina. Creo que nos has explicado a la perfección tu punto de vista valiéndote de esas dos imágenes, de comparaciones y de preguntas para que busquemos en nuestro interior. No sé si te gusta la enseñanza o si alguna vez te has dedicado a ella, pero creo que se te da muy bien :)

    Este post viene muy al pelo de una conversación que he mantenido hoy con mi hermana acerca de un tío mío y mi madre. Él no entiende cómo ella es feliz en su casa, haciendo las pocas cosas que su vista y su artrosis le permiten y disfrutando únicamente de la compañía y los entretenimientos que le ofrecen sus hijas y su nietos. ¿Y por qué no lo entiende? Porque su esposa, mi tía, tiene que estar continuamente haciendo cosas, lo que sea que le permita salir de su casa. Hay años de diferencia, pero tampoco tantos, y sin embargo ella toma clases de informática, de yoga, de inglés, sale con sus amigas... no puede parar quieta. Yo lo veo perfecto si es el tipo de vida que a ella le hace feliz, pero mi prima se queja de que su madre y ella nunca tienen tiempo para una conversación tranquila, para contarse sus cosas, para reirse en torno a una taza de chocolate sin horarios y sin prisas. Y justamente esas son las cosas que a nosotras más nos unen a mi madre y que han creado los lazos estrechos de confianza absoluta que tenemos hoy y que seguimos fortaleciendo. Siempre ha sido así entre nosotras. A cambio de eso ella no tiene más profesión que la de ama de casa y madre

    Creo que sobran las palabras para explicar por qué se me ha venido a la cabeza esto a raiz de tu entrada. Hay que ser auténticos, cada uno en su estilo, y pagar los precios que correspondan o recoger las recompensas que resulten con igual agradecimiento.

    Como siempre un placer leerte, querida amiga.

    ¡Un fuerte abrazo y feliz estreno de mes!

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    1. Julia, me has hecho reir al referirte a mi como educadora, nunca me pasó por la mente, no tenía mucha paciencia para enseñarle a mis compañeros lo que no entendían bien y además hablo demasiado rápido, así que exigía un rápido entendimiento también. Me haces creer que al parecer sí que he cambiado, ja, ja.

      Me ha encantado leer tu comentario y el enfoque que le das a esta reflexión, relacionandolo con esa conversación, eso si que ha ayudado más a entender mi punto de vista y me alegra mucho que tu lo captaras tan bien querida.

      Mejor ejemplo no pudo quedar tan bien plasmado sobre el tema, "cada uno con su estilo", eso es ser auténticos, y desde luego eso que tambien señalas, la autenticidad tiene sus precios que pagar, unos son gratificantes, otros no tanto, pero siempre nos queda la satisfacción de haber actuado en nuestra linea de autenticidad, sin máscaras.

      Gracias por tu visita tan oportuna, que sigas disfrutando la semana.

      Recibe un fuerte abrazo.

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  3. ¿Qué es lo que más llama su atención al verla por primera vez en su conjunto?

    En lo personal el conjunto tan barroco absorbe quizás al conjunto pero me ha llamado la atención las cristaleras de la casa y la influencia de la luz en ese hogar o en esa cabaña. No sé muy bien como calificarla.

    La segunda imagen me proporciona relax. Es más limpia, sutil y hasta delicada. Aunque me falta alguna persona que armonice el conjunto. ja, ja, ja, yo metido a crítico de arte ;-)

    La autenticidad, por otro lado, es lo que marca casi todo en la vida. Aunque como todo en la moderación y en hacer feliz a los que nos rodean habría un buen equilibro entre ser auténticos o añadir algún edulcorante piadoso para ser más felices.

    Besos Idalia y excelente comienzo de semana.

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    1. Hola Miguel, ya veo que además de ser un excelente critico de cine, bien podrías ser tambien critico de arte, lo que resaltas y señalas está muy bien, asi que si te cansas del cine, ya sabes, dale un giro al blog, despues de todo, seguirás en la linea del arte, ja, ja.

      Me han gustado mucho tus observaciones sobre las dos imágenes, y tu comentario final también, pues a veces hay que bajarle un grado a nuestra autenticidad para no herir, o como dices, para ser más felices e ir más ligeros, sin remordimientos.

      Gracias amigo por pasarte y dejar tan importantes huellas.

      Que sigas pasando bien la semana, besos.

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  4. Hola, Harolina.
    La edad y las experiencias proporcionan libertad y esta nos facilita la autenticidad, más que nada porque llega un punto que uno valora otras cosas y lo que no le hace bien puede apartarlo. Uno no tiene tanto miedo o aprende a convivir con él, se vuelve un poquito más egoísta, pero es necesario, ser, apreciar lo que realmente merece la pena. Y sobre todo quererse a uno mismo, con sus más o sus menos, pero bajo el prisma de la realidad. Al final no importa como seamos, si hay respeto, hay convivencia y de las cosas más bonitas que puedan existir es la diferencia y aprender de ella.
    Muy buena entrada, como siempre nos haces parar un momento para recapacitar.
    Un beso, y feliz día.

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    1. !Hola Irene!

      Que bien expresas tu parecer sobre el tema, y que bien que resaltes que con los años vamos siendo más auténticos, ya sea porque liberamos ese miedo a no ser aceptado o porque ya no nos importa mucho serlo.

      Y algo muy importante que señalas, ese ser respetuoso en todo momento, que la autenticidad no sea una excusa para ultrajar o herir los sentimientos de las personas que piensen diferente.

      Muy buena ha sido tu aportación querida. Gracias por imprimir tus huellas y dejarnos un ingrediente mas claro para pensar.

      Te mando otro beso, y no postergues el disfrute de lo que realmente vale en la vida.

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  5. Hola querida Harolina, creo que ambas imágenes son bellas, la casita de la playa demasiado recargada y muy cierto con pocas cosas necesarias. Imagino esa casita en su origen desprovista de todo artilugio y con el tiempo se ha ido inflando y recubriendo de contenido superfluo y eso me lleva a lo que hacemos en nuestro recorrido vital, ir acumulando cosas materiales y no materiales innecesarias y que solo sirven para cubrir y ocultar lo que hay en nuestro fondo, la autenticidad, como bien dices y que por motivos diferentes nos hemos ido apartando de ella. En la otra imagen se representa de forma sencilla el mundo de contrastes de los que estamos compuestos, defectos y virtudes que conforman nuestra personalidad como seres humanos. Pienso que nos damos cuenta del camuflaje de nuestra autenticidad cuando ya hemos hecho una trayectoria importante en el recorrido vital, es entonces, a mi modo de ver, cuando nos vamos deshaciendo de todo lo superfluo e innecesario que nos cubre para mostrarnos realmente como somos, aceptándonos con nuestros contrastes sin pensar en lo mucho o lo poco que puedan gustar a nadie. Ser lo más auténticos posible de acuerdo a nuestras creencias y convicciones respetando a cada quien con su propio criterio y sin entrar en comparaciones, cada quien es auténtico dentro de la realidad que le envuelve y como bien dices, para gustos colores, etc, etc.

    Una magnífica reflexión nos compartes querida Harolina. Sabias letras que siempre abren caminos para profundizar en nuestro interior y seguir avanzando.
    Un abrazo inmenso con todo mi cariño y muy feliz resto de semana, bello Ser.

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    1. Marina que bien has ilustrado tu comentario, mejor imposible. Has sacado a la luz, esas ideas que se quedan entre líneas.

      Gracias por hacer estas aclaraciones al tema y por además de señalar lo del respeto, tambien hacer constar que no es bueno hacer comparaciones, por eso me valí de ella, para llegar al mensaje final que puse en negritas, y de el tambien se deriva, que "Nadie es mejor que nadie, simplemente tenemos cualidades diferentes".

      Gracias a la vida, que nos permite ser auténticos

      Un gusto leer tu comentario querida amiga.

      Te deseo un buen disfrute de los días venideros, y te envio un fuerte abrazo.

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  6. ¡Hola, Harolina! Bueno, creo que aplicándome las dos fotos creo que intento ser como esa segunda foto, ordenada y limpia, pero irremediablemente siempre acabo como la primera. Suelo tener un concepto bastante individualista del ser humano, parto de que solo podemos dar lo que tenemos. La paz, la felicidad, la alegría son en esencia algo interior; y alcanzarlo creo que solo podemos conseguirlo por el camino que apuntas en esta reflexión. Conocernos, aceptar nuestros defectos y virtudes, asumir nuestras limitaciones, pero también ser conscientes de nuestras posibilidades. Ser auténticos es aceptar cómo somos.
    Hay un dicho en España que dice que "la cabra siempre tira al monte". Solo conociendo cuál es nuestro monte podemos gestionar nuestras emociones. Siempre es un placer leerte y aceptar tu invitación para reflexionar. Un abrazo!!

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    1. !Hola David!

      Me ha encantado cómo lo has expresado, creo que todos hemos tenido ambas partes en algún momento de nuestra vida. Y conincido contigo en que nadie puede dar lo que no tiene, por eso debemos aceptar a las personas tal cual son, es su mayor valía, su autenticidad.

      Sabes aquí tambien es conocido ese dicho, y como dices, lo primero es saber cual es nuestro monte para gestionar nuestras emociones, ja, ja, me has hecho reir, pero lo has dicho genial.

      El placer es mio de tener tus sabias huellas en el blog.

      Recibe otro abrazo, y pasa bien el resto de la semana.

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  7. Parece que en la primera casa, al ser tan pequeña, han de colocar la vistosidad afuera, algo que en la grande, por tener espacio de sobra adentro, pocas cosas han de mostrar afuera.

    El ser humano, si no conoce lo inmensidad de su espacio interior, procurará decorar su exterior como sea. Si lo conoce o al menos percibe, el exterior será liviano y le llenará.

    No obstante creo, que a diferencia de como sea el exterior de alguien, la autenticidad se lleva en la forma de ser, y estar con Ser. Nada está reñido con nada si lo que se lleva adentro y luces afuera lo sabes manejar a favor del bienestar, por junto o separado.

    Me hiciste pensar de lo lindo, Harolina, además te digo; ¡Que bien me vino leerte!! De un tiempo acá entro en tu casa ciber cuando algo me cosquillea jajaja.

    Mil gracias por el exterior y por el interior que he leído.
    Estupenda reflexión, con bien atinadas preguntas.
    Abrazos con el corazón, mi querida amiga.
    Disfruta de la semana.



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  8. En la última frase subrayada en negrita, ahí, lo dices todo.

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  9. Hola querida Mila, gracias por sacar tiempo para venir a visitar esta casa virtual, y además dejar tu impresión, que es única y valiosa, tal cual somos.

    Como bien dices, nada está reñido con nada, son nuestras etiquetas y prejuicios los que riñen con todo lo demás.

    Aprecio mucho tu comentario querida amiga.

    Recibe un fortísimo abrazo, y mis deseos de una agradable semana.

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VALORAMOS Y AGRADECEMOS TUS HUELLAS.