Los seres
humanos mayormente vagamos por el mundo faltos de autenticidad, adoptando
personalidades y facetas según lo amerita el medio en que nos desenvolvemos. Esto
es así porque el miedo a ser rechazados, nos impulsa a crear un personaje
ficticio, que sea del agrado de la mayoría, y nos metemos dentro de su piel
para ser aceptados y mimados por los demás, pues casi siempre necesitamos de la
aprobación de nuestros semejantes con la finalidad de evitar ser echados a un
lado y enfrentar a nuestro mas temido enemigo, la soledad y el aislamiento, ya
que por naturaleza somos seres sociables y amistosos.
Nos
acostumbramos tanto a representar personajes y a usar caretas, que muchas veces
olvidamos nuestra verdadera identidad.
En la mayoría de los casos, todos llevamos un perro
Doberman dentro, al cual doblegamos y nos hacemos pasar por perros San Bernardo,
sobre todo cuando queremos conseguir algo por las buenas. Otras veces violentamos
al Doberman y nos hacemos pasar por perros Pitbull, si lo queremos conseguir a
como dé lugar.
San Bernardo
Raza noble y fascinante. Es un
compañero cariñoso y afectuoso, son excelentes mascotas para los niños,
extremadamente fiel y leal a sus propietarios y a su familia. De gran tamaño y
fortaleza. Buen aprendiz gracias a su inteligencia superior.
Dobermann. Esencialmente amistoso y pacífico.
Muy dependiente de la familia, cariñoso con los niños. De bravura y un temperamento medianos, además de un umbral de excitación mediano.
Debido a su docilidad y alegría para el trabajo se caracteriza por
su valor, dureza y capacidad. Se le puede valorar principalmente por ser muy
seguro de sí mismo y nada asustadizo. Es frágil desde el punto de vista
emocional. Vivaz, vigoroso, valiente,
vigilante, tiene una expresión decidida e incluso un poco inquietante, de
carácter enérgico, orgulloso e impulsivo, que debe ser estable, asentado y
sociable.
Pit Bull. La inteligencia es uno de los
rasgos más característicos del carácter del Pit Bull. Se desvive por sus amos y
por lograr complacerlos. Se les ha tachado en los últimos tiempos de ser unos
asesinos en potencia, en realidad se trata de perros dotados de un carácter
afable y muy sociable. Es cierto también que en ocasiones pueden ser
extremadamente tozudos y cabezones,
nunca cesan en su empeño. Hasta no recibir una orden que le indique lo
contrario no desviarán su atención. Necesitan hacer gran cantidad de ejercicio
para poder desfogar toda su energía.
Nos pasamos la mayor parte de nuestra vida haciendo
de San Bernardo o de Pitbull y aniquilando nuestra verdadera esencia, nuestro
Doberman, ya que el San Bernardo es querido y mimado por la gran mayoría y el
Pitbull es temido y respetado por todos, pero olvidamos que el Doberman tiene
las cualidades de estos dos en un porcentaje equilibrado y que además, es un
ejemplar valiente y maravilloso.
Llegado determinado momento de nuestra existencia, en
el que solo el Doberman que llevamos dentro es capaz de enfrentar y superar las
vicisitudes que se nos presentan, somos incapaces de hacerlo, debido a que de
tanto negar nuestra identidad, la perdimos, no sabemos en realidad quienes
somos y desconocemos nuestras cualidades y virtudes y nuestro potencial,
entonces nos resignamos a tomar uno de estos dos ejemplares y ejercer su papel
por el resto de nuestra vida, porque nos sentimos cansados e incapaces de
seguir disfrazándonos hoy de San Bernardo y mañana de Pitbull y cargamos con la
pena de saber que matamos al imponente Doberman que vivía en nuestro interior.
Si aun estas a
tiempo acéptate como eres, tienes facetas de San Bernardo y de Pitbull pero no
eres ninguno de los dos, deja salir el Doberman que hay en ti y siéntete
orgulloso de él.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
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