En la psiquis
del ser humano ocurre algo muy curioso a la hora de ir a dormir, son los llamados
sueños. Dicen los entendidos en la materia que todos soñamos, pero no todos
tenemos el privilegio o la desdicha, según sea el caso, de recordar lo que
soñamos. Les puedo decir que a pesar de sufrir de insomnio desde muy joven, soy
una “soñadora” empedernida y no precisamente con sueños normales y comunes, más
bien son excelentes para guiones de películas de suspenso y ciencia ficción.
Con el paso de
los años he aprendido muchas cosas sobre los sueños, porque las he leído en
libros, buscado en la web o por experiencias propias, pero últimamente los
sueños me han revelado algo que aunque se ha dicho en algunas ocasiones ha
venido a ser como una especie de confirmación para mí: vivimos mundos paralelos.
Cada vez estoy más
convencida de que vivimos al menos dos vidas simultáneamente y tal vez podrían
ser mas, en este plano el tiempo pasa más lento y como solo dormimos de cinco a
ocho horas, creemos que como no tenemos tiempo de vivir otra vida en otro lado
es algo imposible, pero resulta que ese lado no es como este, por lo tanto, en
ese plano el tiempo no es igual, allí nos movemos a mayor velocidad y por eso el
tiempo nos rinde más en los sueños, unos minutos dormidos nos parecen una
eternidad y aunque aparentemente solo tenemos media hora soñando en este plano
de nuestra existencia, en nuestra vida paralela es probable que hayamos vivido
dos o tres días en comparación con este plano.
Si, lo sé, es
muy probable que les suene muy descabellado todo esto, pero es algo de lo que
cada vez me siento más segura que ocurra en realidad a la hora en que
supuestamente nos acostamos a dormir y descansar, y además porque muchas veces
nos despertamos mas agotados de lo que nos acostamos a pesar de haber dormido
bien, de seguro que en nuestra vida paralela tuvimos una faena agotadora. Debido
a que es la misma alma viviendo en diferentes cuerpos, lugares y dimensiones,
nos traemos ese cansancio a este plano, ya que mientras más recordemos los
sueños, más despiertos estamos y como las velocidades de desplazamiento entre
un plano y otro son tan diferentes obviamente al regresar a este plano esas
altas velocidades nos afectan la psiquis y por ende el cuerpo físico también,
sobre todo cuando dormimos menos horas de lo normal.
Al parecer, mi trabajo
en el otro plano de mi existencia es últimamente tan arduo, que me está dejando
sin energías suficientes para este, o tal vez lo que ocurre es, que como cada
vez duermo menos en este plano (por periodos de dos, tres o cuatro horas a lo
sumo, descanso menos) y como cada vez sueño mas y mas aventuras (o tengo
mayores vivencias) en tan corto espacio de tiempo, supongo que me muevo a una
velocidad más rápida aun, razón para agotarme más.
Harolina Payano. Fluyendo armoniosamente.
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