En esta ocasión las musas han tomado en cuenta una palabra y un poema que les ha servido de inspiración para crear esta reflexión, pero ante todo además de felicitar, quiero agradecer a
Maite Sánchez Romero, amiga bloguera, de las que conmueven por su buen hacer literario y su sensibilidad, la generosidad que desprende al publicar un nuevo libro, su primera antología poética “Claridad o Nube” y obsequiar una primera parte del libro en su blog Poesía y prosa poética
Esa primera parte del libro, la cual ella misma define como sus poemas más inocentes, me gustó mucho y pude apreciar la hermosura y sensibilidad álmica ya en sus inicios poéticos.
Como es de esperar algunos poemas resonaron más en mí, y uno en especial me cautivó, “Nómada”, de solo leer el título me conquistó y trasladó a mis años mozos, fue tan revelador y resonó con tal fuerza que me ha inspirado para dejar sus huellas en el blog a través de una reflexión, desde luego con el debido permiso de Maite, y todo el respeto y admiración que ella se merece e inspira.
Digo que me trasladó a mis años mozos porque nos mudábamos con tanta frecuencia de lugar, que me definía como nómada, asociándolo a los años de escolaridad y aquellos inicios de la humanidad. Que dicho sea de paso con el tiempo se asentó en el sedentarismo a tal punto que hemos olvidado que fuimos nómadas alguna vez.
Les copio aquí el hermoso poema de Maite Sánchez Romero, conocida también por su seudónimo "Volarela"
NÓMADA
No camino, el camino me camina.
Entra en mí.
Y mi sombra inmensa es la suma de todas mis sombras.
Adoro tocar la piel de los árboles.
Adoro saltar rayuelas de luz.
No tengo nada, y todo se me ofrece.
Estoy desahuciada desde el nacimiento,
Condenada dulcemente a la vida eterna…
Nómada,
con mi collar de montañas
y un coro de peces por mi sangre…,
soy un potro rosa que cabalga por el amanecer;
un reflejo de luna
buceando en los negros latidos del mar.
Nómada…
Canción de océano con labios de desierto,
rodando voy por los acantilados,
hija del viento,
rayo de sol,
piedra de agua…
Libre
hasta el agradecimiento.
Y la entrega de mi misma.
GRACIAS MAITE POR ESTA JOYA.
Una belleza de creación poética, en ella Maite nos deja ver
Que somos el camino, y la suma de nuestro crecimiento nos engrandece.
Que somos la integración de la naturaleza, la realidad y lo que se refleja.
Que aún sin tener nada, todo se nos pone a mano, se nos revela, y la vida que aparenta corta, es eterna.
Que llevamos encima las montañas y muy adentro el mar.
Que somos los colores del amanecer y la oscuridad donde la luna se engalana.
Que somos una hermosa aleación de océano, desierto, roca, viento, sol, agua…,
con la libertad de ser uno mismo, sin dejar de ser todo lo demás.
El poema me hizo ver que por más sedentarios que estemos, álmicamente seguimos siendo nómadas, de ahí esa insatisfacción que cada día se acrecienta más, esa búsqueda incansable de una felicidad utópica, porque jamás la encontraremos si seguimos amarrados y estancados, si no estamos en libertad de ir y vagar por el mundo a nuestro libre albedrío, si no dejamos a un lado los apegos, la sumisión y la ambición económica. Si no volvemos a compartir como hermanos, a respetar lo sagrado de todo y de todos y a amar incondicionalmente.
También la palabra nómada me pone a pensar en esa dolorosa migración debido a los conflictos bélicos, donde vemos a tantas mujeres, niños y hombres, caminar y vagar por senderos inhóspitos en busca de refugio, seguridad y protección contra los ultrajes y el poder opresor.
Y me hace recordar lo que dicen, que todo es cíclico y que tarde o temprano volveremos a nuestros orígenes.
Los nómadas son los menos, aún hay pueblos así, pero algún día serán los más y la tierra volverá a ser de todos por igual, sin fronteras... Libres. Como termina diciendo el poema.
Libre hasta el agradecimiento.
Y la entrega de mi misma.
Por último, el poema me recordó esa famosa frase bíblica “Yo soy” que se complementa así: “Yo soy el que soy”, y de la cual hace unos años publiqué un par de entradas en el blog.
En estas entradas, al igual que en el poema, se resalta esa esencia del Ser y serlo todo al mismo tiempo (como lo expresé anteriormente al final del análisis del poema), con esa libertad de ser uno mismo, sin dejar de ser todo lo demás.
Aquí dejo los enlaces de esas entradas por si desean leerlas.
Al leer el mensaje de hoy del devocional “La Palabra Diaria” lo encuentré apropiado para cerrar esta reflexión, nos habla de “Deleite” y dice así:
El espíritu se expresa en mí y llena mi vida de deleite.
Hoy establezco la intención de apreciar conscientemente las bendiciones en lugar de darlas por sentadas. Al estar más presente, descubro que la belleza está en todas partes.
A veces, la rutina puede insensibilizarme ante las pequeñas maravillas y dulces sorpresas del día a día. Una mañana ajetreada podría marcar el ritmo de un día frenético, por eso elijo comenzar con una pausa, disfrutando de las personas, las mascotas y el hogar que me bendicen.
A lo largo del día, me esfuerzo por mirar la vida con nuevos ojos. Redescubro a Dios en las glorias que me rodean. Cuanto más busco, más motivos encuentro para alegrar mi corazón y disfrutar las maravillas que embellecen mi vida.
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