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lunes, 1 de noviembre de 2021

Seamos pacificadores

Hace un par de días, en el devocional “La Palabra Diaria”, leí una reflexión que hablaba sobre la paz interior. Como la encontré muy atinada la quiero compartir con ustedes.

Paz interna
Llevo una vida apacible

“Las tormentas de la vida a veces me hacen sentir que estoy atrapado en los vientos de un huracán, tratando de mantenerme en pie. Hoy recuerdo que en el centro de cada huracán está el ojo, un lugar de perfecta quietud. Encuentro mi paz en el centro sereno y retorno a el cada vez que necesito aquietar mi mente y calmar mis sentimientos.
Con la práctica, comienzo a vivir desde ese lugar de perfecta tranquilidad. No importa cuán fuertes soplen los vientos, retorno a mi centro una y otra vez para encontrar un lugar de perfecta paz.  
Bendigo a todos los demás con mis modales pacíficos y mis obras amables. La paz crece dentro de mi mente y mi corazón cuando la comparto. Siempre estoy consciente de que yo soy uno con el espíritu y con todas las personas”.




En tiempos inciertos y tan convulsos como los que vivimos en la actualidad, esta reflexión es un excelente bálsamo para el alma y para alcanzar esa tan anhelada paz. Pues a pesar de los vientos huracanados que siguen soplando, ese recordatorio de la serenidad que existe en ese centro de la tormenta, cae como un rico baño perfumado y relajante. Lo único que tenemos que aprender es la manera de llegar a ese ojo de quietud y serenidad, tenerlo al alcance de un suspiro, y esparcirlo a los demás. La mejor manera de lograrlo es manteniendo la calma y la ecuanimidad, y sobre todo la amabilidad y respeto.

Para los que ya me conocen un poco, saben que siempre ando buscándole la quinta pata al gato, y al leerla, me vino otra reflexión al respecto. Va de lo siguiente

Y es que existen personas que son una especie de ojo de huracán, porque crean demasiado ruido y tormentas a su alrededor. Se ven pacíficas, pero son un misil, inofensivos en apariencia, pero cargados de resentimientos y envidias, que se gozan con el sufrimiento ajeno. Nunca explotan, pero su cinismo disfrazado de paciencia y autocontrol, va creando una enorme explosión a su alrededor. 

Eso es también una manera de sopesar nuestro comportamiento. No es solo estar en paz, también es provocar paz, quietud y serenidad al compartir con los demás. No hacemos nada con estar en paz e ir ignorando tormentas o provocándolas, y dejando a nuestro paso, un caos de sentimientos encontrados, por nuestra insensibilidad, indiferencia, o egoísmo.




Si bien es cierto que la paz empieza con uno mismo, no es menos cierto que estar rodeado de fuertes vientos definitivamente le resta credibilidad y plenitud a nuestro propio bienestar. No porque no podamos mantenernos ecuánimes y a flote, sino porque un corazón que está verdaderamente en paz, no puede permanecer inmutable ante esos vientos, sino más bien, actuar en favor de apaciguarlos. 

El rio está en paz y no deja de correr y fluir, el mar está en paz y no permanece quieto, hace olas. La tierra está en paz y se deja sentir de cuando en cuando, con sus sismos, erupciones volcánicas, etc., de esa misma manera, el hombre está en paz y no deja de moverse al compás de la vida, surfeando las olas y navegando con destreza las corrientes, resistiendo con flexibilidad los temblores, y todo lo que conlleva vivir a pleno pulmón, y por qué no decirlo, haciendo ligeras sacudidas para canalizar las emociones.




Si la paz nos la da el lugar, o la gente, estamos perdidos, debe venir de adentro, desde nuestro interior, pero para mantenerla firme debemos dejarla bailar, compartirla, no aprisionarla… 
Conmoverse y llorar está bien, reír y cantar también lo está, preocuparse momentáneamente, y recapacitar para no angustiarse, también es un sigo de paz.  

Estar en paz no es estar quieto y en silencio, es permitir que en medio del ruido siempre exista ese lugar de calma al cual poder acudir cuando los vientos se recrudezcan. Es transmitir serenidad a través del trato amable, del respeto y la comprensión. Es sacudirnos un poco, pero sin ensuciar o causarle daño al prójimo.

Que nuestro corazón albergue mucha paz, para que podamos actuar como pacificadores.


I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente. 

Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.

8 comentarios:

  1. Hola, Idalia.

    Con ese Seamos pacificadores estoy muy de acuerdo y creo que de alguna manera es un modo de vida. No por ello, claro, tenemos que soportar injusticias sino que más bien debemos proponer soluciones o alternativas para afrontar cualquier disputa o discrepancia con nuestros semejantes. Por otro lado, creo que la mejor manera de tener un corazón en paz es tener un alto grado de empatía con los demás y sobre todo con nosotros mismos.

    Te envío un cariñoso abrazo hasta tu cálido paraíso.

    P.D. Casualmente estoy redactando una crítica en la que saldrá muchas veces retratada la expresión "paz interior". Es de una película realmente más mala que la sarna je, je y totalmente en broma sobre la citada expresión. Espero que no se me ofenda nadie aunque eso será totalmente imposible.

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    1. ¡Hola Miguel!
      Imagino que ya has empezado a disfrutar del fin de semana.

      Me ha gustado lo claro y conciso que te has expresado, resumiendo el contexto con inteligencia y sabiduria. Muchas gracias, sabes que valoro mucho cada uno de tus comentario y con este te has marcado un diez.

      Te envío otro abrazo cariñoso y mis deseos de que sigas tomando la vida así, con calma y positividad. Un beso para la bella Maria.

      P.D. ahora es que voy a ver esa famosa reseña de la que me hablas, me encantan tus reseñas, y las que están plagadas de bromas, mas.
      Por cierto ya vi supernova, algo lenta pero bella en sus paisajes y emotividad, el final, con muy buen mensaje, "la vida continúa y hay que seguir subiendo el telón y representando cada cual su obra

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  2. Querida Harolina, reflexionar sobre la paz es algo en lo que deberíamos invertir más tiempo de lo que lo hacemos. Equivocadamente buscamos paz en personas, cosas o lugares pero no la buscamos donde realmente se produce y se halla: en nuestro interior. Si bien es cierto que ahí, en el centro de nuestro "ojo del huracán" nos alejamos de las tormentas, ese estado de paz no es completo ya que tal y como muy bien dices, esa paz debe irradiar en nosotros y expandirse hacia nuestros semejantes, si estamos inmersos en continuas tormentas o conflictos poca paz podemos transmitir a los demás, más bien ocurre todo lo contrario acabaremos siempre mostrando esa parte conflictiva y respondiendo a todo de la misma forma. Hace mucho tiempo inicié esa búsqueda de paz y siento que solo se puede encontrar buscando en nuestro interior no fuera, conseguir o llegar a alcanzarla no es una tarea que se produce en días, puede llevar años, dependiendo de cada cual, incluso años. Las experiencias de vida nos inducen a reflexionar y por ende a ver cómo poco a poco nuestra conciencia se va modificando y entrar en otro estado más apacible con todos y ante todas las vicisitudes que vayan llegando, o sea, aprender a bailar bajo la lluvia.
    Gracias querida Harolina por este mensaje pacificador tan necesario en estos momentos en los que vivimos a nivel planetario.
    Seamos pacificadores desde la paz de nuestros corazones.
    Te dejo un abrazo inmenso con todo mi cariño, querida. Que tu generoso y bello corazón siga latiendo y emitiendo paz a través de tus sabias reflexiones.

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    1. ¡Hola Marina!

      Gracias amiga por reforzar esta entrada con tu reflexión tan atinada, pues como bien dices no es fácil encontrar esa paz permanente en nosotros e irradiarla también, para que sea genuina, toma tiempo pero se logra alcanzar.

      Desde luego, como seres emocionales que somos, es imposible dejar de ser expresivos y tener reacciones momentáneas, pero lo ideal es que cada vez estas manifiesten con menos agresividad, y así podamos lograr un patrón de conducta pacificador, o sea, estar en paz, y transmitir también esa paz. Que viene a ser lo mismo que ese aprender a bailar bajo la lluvia que has resaltado de la imagen.

      Querida amiga, las gracias son siempre para ti, por tu visita, tus ricos comentarios y tu amistad.

      Abrazos álmicos, que pases feliz este fin de semana, y todos tus días estén colmados de paz.

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  3. Hola Harolina! Gran reflexión. Me ha gustado el inciso que haces sobre como resta plenitud cuando el entorno no está en paz con el ejemplo de la tierra y el mar. E indudablemente la paz nace de dentro de nosotros pero nos condiciona el exterior y el entorno.

    Un abrazo gigante!

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    1. Hola Yolanda, muchas gracias por esta visita y por las palabras, me alegra que resaltes este punto tan interesante de la reflexión.

      Recibe otro abrazo y que pases una semana gratificante y provechosa.

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  4. ¡Hola, Harolina! Fantástica reflexión en la que no solo hablas de la paz como actitud frente a la vida, sino de la "obligación" de que la misma no solo se alimente en nuestro interior. Como dices, quizá ha llegado el momento de que quienes rehuimos el conflicto comencemos a ser, paradójicamente, más beligerantes y luchar por extender la paz entre tanto amante del conflicto y la confrontación.
    Esta sociedad de hoy es, además de convulsa, muy hipócrita. En el caso de España, pero me da que en todas partes cuecen habas, existe una doble moral. Por una lado, se defiende la tolerancia, el respeto, la diversidad y demás; pero llévale la contraria a quien se vanagloria de esos valores y verás cómo te pone. Se defiende la libertad de expresión y de pensamiento, pero siempre que sea mi expresión y mi pensamiento, porque como "oses" a dar otro punto de vista serás lapidado.
    Tendemos a una polarización ideológica, la defensa de nuestras convicciones se basa básicamente en el ataque a las opuestas, como si para defenderlas el único argumento fuera la derrota de las contrarias en lugar de encontrar entre ambas un punto de acuerdo que las haga crecer.
    Pienso que buena culpa de ello la tiene el uso de las redes sociales por parte de los políticos. Las usan para extender su mensaje desde su púlpito, en lugar de ser un punto de debate, un ágora virtual, en el que exponer planteamientos y sumar puntos de vista que hagan crecer nuevas ideas.
    Y ante tanta disputa, es verdad, que los que intentamos mediar al final optamos por mirar a otro lado y dejar que ellos solos se golpeen y acrecienten su odio. Como bien dices, repito, quizá haya llegado el momento de actuar hacia fuera y no solo hacia dentro. Un fuerte abrazo!

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  5. ¡Hola David!

    Agradecida en el alma por tu generoso e interesante comentario David. Un análisis muy bien planteado y muy veraz. A veces digo que vivimos tan enfadados internamente que siempre estamos a la defensiva, esperando a ver si dice "A", para contestar que es "B" y plantar la discusión, y dejar salir un poco de esa combustión, y es que vivimos entre tantos engaños que aprendimos a autoengañarnos, aparentando una cosa cuando en realidad es otra.
    Todas estas contradicciones internas, salen a relucir en la forma de manejarnos ante los conflictos, unos explotan de manera exagerada y otros, los más peligrosos, hacen como que no les afecta (el ojo del huracán), cuando en verdad hay un volcán fraguando lava en su interior, y ese hervor sale y se lleva todo de por medio.

    Precisamente mi siguiente entrada habla de esto, de lo hipócrita que se ha vuelto esta sociedad, en la que muchos se ven abocados a mentir para sobrevivir a tope a la velocidad que nos lleva, a recurrir al delirio, como eso que dices de las redes y los políticos... ¿El resultado? resentimientos, conflictos e infelicidad.

    Sí, creo que debemos tomar parte activa en esto, no basta con estar en paz, hay que propagarla y tratar de que la mayoría también lo esté, escuchando, razonando y respetando. Acercando y reestructurando distintas ideas, de la misma forma que vamos mezclando ingredientes diferentes en un mismo postre. Es la única forma de conciliar y armonizar este caótico mundo actual.

    Lo que dices del ágora virtual me recordó que a principios del 2020, por los conflictos que se generaron por los fraudes electorales y la suspensión de las elecciones y todo lo que se movilizó el pueblo, este gobierno, que al realizarse de nuevo el proceso electoral ganó, empezó haciendo esos emplazamientos virtuales para tomar algunas decisiones importantes, con la presencia de una representación de esas masas populares, en algunas de esas reuniones, no tenían voz, o sea no podían votar, en otras, si se tomaba en cuenta su opinión, y se pasaba todo el debate por la televisión, pero como todo lo bueno, duró muy poco, ya no se hace.
    Hay un dicho aqui que dice así: "Escobita nueva, barre bien", y la verdad es que al parecer se desmenuzan muy rápido, ja, ja.

    Mil gracias de nuevo David, y recibe otro fuerte abrazo.

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