La ambición en pequeñas dosis y bien estructurada, es beneficiosa, pero la ambición desmedida en grandes dosis, y carente de límites y prudencia, es el peor de los males del hombre y la sociedad.
La historia del pescador y el empresario, es una vieja leyenda taoísta, que comparto más abajo en un video para los que no la conocen.
Esa ambición desmedida, por más, es lo que cada día nos hace menos…
Esta historia se puede aplicar para casi todo en la vida, porque sin importar el lugar o el oficio, tiene una potente lección de vida, y un excelente mensaje que nos convida a vivir el día a día sin mayores pretensiones, ni ingratas ambiciones que nos impiden retardar nuestra vejez, privándonos de una felicidad inmediata, postergándola para después, para una vejez o un después que a lo mejor nunca llegue a concretarse.
Nos hace un llamado a darnos cuenta de que estamos dejando de vivir a plenitud hoy, para hacerlo mañana, sacrificando lo bello y bueno de la vida, esos verdaderos placeres que lamentablemente sustituimos por engañosos placeres mundanos y banales, como el amor al dinero y las supuestas bondades que podemos comprar con él.
Sí, que nos quede claro, es un mero engaño, ese comprar, es pagar por aquello que podemos conseguir de gratis, pagar con sudor teñido de sangre, con privaciones elementales de lo que nos hace sentir gozosos, reprimiendo nuestros deseos y anhelos, para acumular una posible y supuesta fortuna que para nada nos hará afortunados, sino más bien, desdichados y cansados en el mejor de los casos, o meros cadáveres ambulantes, enfermos y amargados en el peor.
Y no es que ambición sea mala, como bien lo dijo Montesquieu, lo malo es dejarse devorar por ella. Al convertirnos en esclavos de la ambición, esta se apodera de nosotros de tal manera, que nos entregamos a una vida sofocante y angustiante por conseguir cada vez más, dejando de vivir en paz y serenidad y de disfrutar del día a día y las pequeñas grandes alegrías que nos ofrece.
Ojala y muchos podamos tener la suficiente sabiduría para actuar como ese feliz pescador, cuya vida de seguro estaba llena de grandes emociones y satisfacciones genuinas.
Para terminar les comparto esta reflexión que le viene bien al tema, y que junto a muchas otras más tengo en la página titulada “Poesías y más”
Humildad (fábula)
Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: “Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?”
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: “Estoy escuchando el ruido de una carreta...”
“Eso es” -dijo mi padre- “es una carreta vacía”.
Pregunté a mi padre: “¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?”
Entonces mi padre respondió:
“Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuánto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando noto a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:
“Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
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La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Nadie está más vacío, que aquel que está lleno del ‘Yo mismo’.
Seamos lluvia serena y mansa que llega profundamente a las raíces, en silencio, nutriendo.
P.D. La reflexión final es parte del mensaje, no es de mi autoría.
Pero pienso exactamente igual.
Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.
Me encantas tu lo abes
ResponderBorrarVivo solo el momento el hoy
Me he cansado un poco de todo esto Te dejo un abrazo de corazon
Hola Mucha, gracias por pasar y dejar tu sello personal.
BorrarAsí es, a vivir solo el hoy, hasta yo me estoy cansando de todo, pero trato de mantenerme de buen ánimo, aunque se hace difícil ver cómo todo se vuelve una porqueria sin poderlo evitar.
Te dejo un abrazo cálido y sincero.
¡Hola, Idalia!
ResponderBorrarMe ha encantado el vídeo y esa sencillez del pescador al encontrar la felicidad en su día a día sin necesidad de ambiciones o más medios materiales para disfrutar de la vida. El ejemplo de la carreta también es clarividente. Creo que lo hemos comentado en varias ocasiones pero la realidad es que para ser feliz en el trabajo o en la vida hay que dedicarse a aquello que nos gusta con independencia de qué puedas ganar más o menos dinero. Un poquito de ambición tampoco está mal del todo, pero todo llevado al exceso nos lleva a un camino de sufrimiento e infelicidad. Fíjate que la película "El buen patrón" en definitiva nos habla un poco de esto y con su puntito de humor.
Un cariñoso abrazo hasta tu Caribe.
¡Hola Miguel!
BorrarMuchas gracias por tan grato comentario, me alegra que te gustara el video. Hace años leí esa historia y me dije, así es como se vive mejor, apreciando la vida y saboreandola a placer, sin ser esclavos o adictos del trabajo y del acumular riquezas. Si que me lo has comentado, y precisamente el gustarte lo que haces, marca la diferencia entre la obligación de trabajar y el deleite de trabajar, desde luego, hay que darse un respiro por mucho que nos guste el modo en que nos ganamos el sustento.
En tu caso, es trabajo y también diversión, eres un privilegiado, ja, ja.
Esto me recuerda una entrevista al fenecido Jose Jose, (era mi favorito), le preguntaron si al hacer el amor, le cantaba al oído a la mujer, el contestó que no, que no llevaba el trabajo a la cama, y rió a carcajadas.
Espero poder ver la película, aquí no la tienen en cartelera, espero verla en alguna plataforma luego.
Te envío otro cariñoso abrazo y deseo que pases feliz el fin de semana.
Grande José Jose😂😂😂
BorrarSuper blog
ResponderBorrarGracias...
BorrarSabes Idalia que tengo una frase que me repito constantemente?,... "hay disfrutar de la vida sin la esclavitud de la propiedad"
ResponderBorrarUn abrazo!
Así es como debe de ser, Norte es sin dudas un hombre muy sabio.
BorrarGracias Toño por tu preciado tiempo y las huellas que me dejas con ese grandioso slogan "Hay que disfrutar con libertad". Que pases bien la semana. Recibe otro abrazo.
¡Hola, Harolina! Un sabio regalo el que nos compartes. Otro más. Como sucede con todos los binomios la respuesta suele estar en el punto medio. Ante el binomio ambición-conformismo lo idea es justo ese guion y, además, tener claro el objeto sobre el que eres ambicioso o conformista. Si tu ambición es ser rico, habrá que recordar que la riqueza material es algo relativo, siempre podrás ser más rico y ello te llevará a una carrera sin fin y a una agonía eterna. La ambición bien entendida es aquella que nos impulsa a ser mejores como persona o a desarrollar nuestras capacidades, eso sí, sin olvidarnos de disfrutar de todas las imperfecciones del camino.
ResponderBorrarMe encantó y maravilló tu fábula. Esa metáfora del carro vacío es sencillamente brillante, me recordó una frase que decía algo así como que la Naturaleza era tan sabia que nos había provisto de dos ojos, dos orejas pero solo una boca. De lo que se infería que en la vida debíamos mirar y escuchar el doble de lo que habláramos.
Como alguna ocasión hemos comentado, la meta es algo efímero, es el camino a ella lo esencial, es el disfrutar del mismo lo importante. Porque la vida no es una película que termina con un final en el que los personajes han logrado su objetivo, la vida seguirá después planteándonos nuevos retos y cuestionándonos los ya conseguidos. Un fuerte abrazo!
¡Hola David!
BorrarVengo de dejar un comentario en tu gala, perdón por escribir con espacios entre párrafos, se hace más espacioso, pero tengo manía, y no me agrada verlo todo junto, ja, ja.
Mil gracias por este comentario de lujo que me haces, detallando ese punto medio que representa el equilibrio en todo, y resaltando esa adicción que produce que siempre se quiera más y más y lleva a una eterna agonía, como bien dices.
La fábula es muy real, hay mucha sabiduría en ella, y precisamente es algo que se puede comprobar con facilidad, como lo dice el final de la misma, y un viejo refrán, "Dime de qué alardeas, y te diré de que adoleces".
Tu comentario final es un buen resumen de lo expuesto aquí, lo suscribo debajo
"La meta es algo efímero, es el camino a ella lo esencial, es el disfrutar del mismo lo importante".
Gracias David, feliz y agradable semana. Te dejo otro fuerte abrazo.
Me gusta lo que dices lo que escribes
ResponderBorrarentretiene mi mente y me das luz
Un abrazo desde un Miami cerca del mar
Gracias de nuevo Mucha.
ResponderBorrarHace quince días fui a conocer a Miami Beach, pasé tres días allí y me sentí como en casa, porque el olor a mar, las palmeras y todos esos latinos y turistas, me recordaron mi país. Excepto por las muchas enormes torres, todo se me hizo muy familiar. Nada que ver con New York, todo es muy diferente allá en La Gran Manzana, prefiero N.Y. para hacer turismo es otro mundo, pero para vivir, mi pais no lo cambio por ninguno.
Fui a Miami cuando mis hijos eran eran pequeños, pero a un pueblo llamado Englewood, me gustó su ambiente tranquilo y todo muy limpio, diferente a Miami Beach.
Otro abrazo para ti.
Me encanta no solo cuando escribes eres una poeta cuando comentas El arte de comentar no es fácil hacer reseña de lo leído
ResponderBorrarUn abrazo escritora genial