Hoy 5 de junio, se conmemora el día del medio ambiente, y es un buen día para pensar en como lo estamos agobiando, y hacer un esfuerzo por detener nuestra inconsciencia.
En esta ocasión solo deseo mostrarles unas cuantas fotografías de las que he tomado estos días en mis caminatas en el parque, que está más hermoso si cabe, a pesar de la sequía y...
Fíjense en el arcoíris, lo presencié hace días en medio de una rica llovizna mañanera.
Después de una larga y gozosa contemplación, fue que atiné a fotografiarlo.
En momentos así es cuando lamento no andar con una buena cámara, mi celular es muy corriente.
Ni la pandemia ni las autoridades, han podido evitar que muchos sigan subiendo a ejercitarse, al principio eran muy pocos los que se atrevían a ir, yo resguardando a mi familia tampoco lo hacía, hasta que no aguanté más, el alma se impuso y subí, ese día fue que tomé la foto del arcoíris que muestro arriba.
Al fondo, en la siguiente fotografía, el azul del Mar Caribe se une al cielo.
Los robles están preciosos...
Y que decirles de las plumerias o plumarias ¡Son hermosas! Y que rico huelen...
Están muy próximas al lago artificial.
Hace años me dije que subiría a un árbol para recordar mi niñez y adolescencia, y hace unos días al subir en compañía de mi hija mayor Viola Milagros, aproveché para al menos intentarlo y capturar la imagen. Así que subí solo un tramo, como pude, no quería ayuda y ya no es tan fácil hacerlo, pero lo hice sola y tuve la osadía de pararme y posar para mi hija, que me decía,
«agárrate bien, no te vayas a soltar», puse un brazo en mi cintura y le dije estoy segura descuida. Sí que me gocé el momento.
Este no era el árbol más apropiado para subir bien arriba, ya hoy divisé otro con ramas más fáciles de trepar...
Creí que iba a necesitar ayuda para bajar, pero no, lo hice sola. Caray a veces debemos seguir haciendo ciertas cosas que nos gustan para no perder facultades, ya que al darle descanso indefinido al cuerpo de algunas de nuestras viejas actividades, lo vamos aniquilando. De tanto llevarnos de los dichos y las estadísticas, nos hacemos viejos antes de en verdad serlos. Y no se confundan, no hablo de usar minifaldas ni andar vestida de jovencita seductora, eso ni de joven lo hice, era muy rescatada a la hora de salir, ahora dentro de la casa, ya era otra cosa, ja, ja.
Subir al parque siempre será una gozada almica y física también, así que decidí terminar mi encierro hace unas tres semanas más o menos, creo que el aire puro y el mantener mi cuerpo en forma, son los mejores antídotos para esta increíble e indeseable situación mundial.
La Palabra Diaria (el devocional que siempre leo), en su contenido del día 3 del corriente mes, empieza así:
“En el universo existe un fluir constante de dar y recibir. Cada vez que doy, también recibo. Incluso el aire que respiro ilustra la ley de circulación. Las plantas emiten el oxígeno que necesitamos para vivir y nosotros exhalamos lo que ellas necesitan para crecer y prosperar. Si ese intercambio no existiera, nosotros tampoco.”
Este recordatorio me ha dado que pensar de nuevo, y es lo siguiente, si todos andamos con las mascarillas puestas todo el tiempo por unos cuantos meses, me parece que el dióxido de carbono que expulsamos va a escasear, pues no sale al aire, regresa a nosotros, algo que es perjudicial tanto para nosotros como para las plantas que nos sostienen.
También he sabido de fuentes médicas confiables, que a muchos de los que se enferman con gravedad y lo superan, les aconsejan no usar mascarillas, ustedes pregúntense porqué.
En mi caso particular no puedo llevarla sin sentir que me asfixio y empezar a sudar y sentirme muy mal, así que la uso solo en lugares obligatorios a los que trato de no entrar a menos que sea inevitable y por momentos me la retiro para no desmayar.
Con motivo de dicha conmemoración, les dejo estos enlaces (en orden descendentes) de entradas anteriores en las que hago referencias a experiencias vividas en el parque...
El cual siempre me brinda, además de purificación física y relajación espiritual, la oportunidad de aprender, reflexionar y crecer en consciencia.
"Los árboles de mi vida"
"Creer, confiar y agradecer"
"Diferencias muy marcadas"
"Caminata reflexiva"
I. Harolina Payano T. Fluyendo armoniosamente.
Pedimos excusas si alguna imagen usada tiene derecho de autor, al avisarnos la retiraremos.
Tremendo descubrimiento para mí el de los flamboyanes que entiendo debe ser un árbol tropical pues no conocía de su existencia. Y con ellos nos muestras el colorido de la vida: las flores, el arco iris y tu agilidad para subirte a un árbol :). Comparto, como no, el agobio en el uso de las mascarillas. Está claro que es algo artificial por lo que el ser humano no está preparado para llevarlas. Ojalá haya pronto una vacuna y podamos dejar de lado el tema mascarllas, geles, distancia social, etc, ect.
ResponderBorrarAbrazos marcianos!
Miguel me sorprende que no sabías de los flamboyanes, sabes dicen que el matrimonio es como este árbol, primero llegan las flores y después las vainas, ja, ja, porque luego de la floración se llena de unas vainas largas con semillas en su interior..., cuando las mueve el viento, hacen mucho ruido, aunque a mi me suena a música encantadora, aunque me gusta más contemplar su colorido espectáculo.
BorrarGracias por lo que expresas de todo el contenido de la entrada.
Te dejo una reverencia terricola de agradecimiento.
Qué floraciones más intensas y espectaculares,... me acabas de recordar la floración dl Jacarandá en las avenidas de Buenos Aires. En España hace unos meses (este año pasó sin pena no gloria por la pandemia) es espectacular ver la floración de los cerezos en el valle del Jerte,... y es que quizás este año, después de tantos días encerrados la naturaleza nos parece más hermosa ...
ResponderBorrarBuen fin de semana!
Gracias Toño por deleitarme con tus recuerdos, aquí tenemos jacarandá y ese color morado o violeta, es mi favorito, es también muy hermoso.
BorrarLos cerezos los he visto solo en fotos. Si que la naturaleza nos proporciona un enorme gozo con todo su colorido y esplendor. Y desde luego el encierro hace que notemos más su belleza.
Que tengas una excelente semana.
Sí, esta entrada también es hermosa, porque no importa la calidad fotográfica, que tampoco es tan despreciable, pues se aprecia muy bien las tonalidades y el paisaje tan increíble que rodea tu entorno, amiga querida.
ResponderBorrarMe ha encantado verte subida a ese árbol centenario o quien sabe si milenario, por ese tronco bifurcado tan grande y desde donde te alzas tú también como un tercer tronco muy firme y armónico. Es una gozada verte ahí subida formando parte de esa maravilla natural y tu sonrisa plácida, que te hace más joven y guapa.
¡Qué estupenda agilidad física tienes! En mi caso, debido a la intervención quirúrgica de hace tan poco tiempo, pues imposible subirme o bajarme, de modo que me conformo con ver los árboles o abrazarme a ellos pero desde el suelo firme.
Hiciste muy bien de salir a disfrutar del aire puro y el derroche de hermosura del parque, para seguir tan ágil y risueña.
Me ha gustado mucho la frase sobre el universo que nos compartes de "La Palabra Diaria".
Completamente de acuerdo sobre lo perjudicial que es no expulsar el monóxido de carbono que debemos expulsar de nuestros pulmones y no volverlo a respirar debido a la mascarilla. De ahí que se produzcan las hipoxias, pero ¡claro! es algo que nuestras autoridades quieren dejar pasar por alto para incluir sus fatales consecuencias como parte de la pandemia y que la gente siga ignorante.
Muchas gracias por tu reportaje fotográfico y esta entrada en cierto modo algo poética por ensanzar las virtudes y amor a la naturaleza.
Recibe un inmenso abrazo y que continúes disfrutando de estos instantes tan hermosos.
Gracias Estrella por la generosidad de tus palabras, puse las fotografías grandes para que se apreciaran mejor.
BorrarMe has hecho reir con tu forma de describirme subida en el árbol, que no creo sea milenario, muchos de esos árboles fueron plantados cuando hieron el parque al final de la década del 60, algunos si lo son, pero este no es enorme como esos.
Bueno, las caminatas diarias que eran habituales, las he retomado desde hace casi un mes, me dije, mejor muerta y feliz que encerrada y triste, ja, ja. Asi que subo todas las tardes, o a veces temprano en la mañana.
Estrella dejo que cada día traiga su necesidad, mientras, las mascarillas no entran en ella, solo en lugares obligatorios a los que evito entrar. Ya veremos en que acaba toda esta locura y abuso de poder. Lo que si es seguro que nos matarán antes muchas de las medidas de la pandemia, que la pandemia en sí...
Gracias a ti querida amiga, recibe otro fuerte abrazo y sigue cuidándote mucho, se que allá las cosas son diferentes.
Harlina qué belleza de fotografías y qué feliz se te ve!! No sabes cuánto me alegra que pudieras disfrutar tanto de ese paseo tan deseado en estos meses de encierro involuntario. Imagino que pueda ser el paseo que me comentaste en mi blog al que te abrazaste a tu árbol solicitándole agua de lluvia, deseo que viste cumplido y te mostró un hermoso arco iris esperanzador.
ResponderBorrarLas imágenes del parque son preciosas y me alegra que hayas decidido salir a respirar aire puro sin la mascarilla, ese bozal que nos han impuesto para que no respiremos...
Muchas gracias por compartirnos estos momentos tan hermosos y especiales para ti. Te dejo un abrazo inmenso con todo mi cariño y mis deseos de que continúes saboreando y disfrutando de ese bello paisaje en tus paseos.
Que tengas una muy bonita semana.
P.D: yo también decidí no ponerme la mascarilla si no es para entrar en algún establecimiento y por respeto a los demás.
Marina gracias por expresarme tu alegría amiga, te cuento que desde ese día del arcoiris he subido casi todos los días, las fotografías son de distintos días, unas fueron en la mañana y otras en la tarde, decidí morirme estando viva, y no vivir estando muerta, ja, ja.
BorrarEspero que tu támbien estés disfrutando ya de tu familia. Y de todas formas cuidate, pues como le dije a Estrella, allá las cosas son diferentes, aqui estamos inmunes, pues vivimos en medio de tanta contaminación e insalubridad...
Grata semana, te dejo un fuerte abrazo.
Mi querida Harolina, te diré que por fin el domingo pude abrazar a mis hijos y mi nieto y viví un día de completa felicidad. A partir de ahora ya las visitas serán más frecuentes. Muchas gracias por tus hermosos deseos, alma bella.
BorrarQue tu semana discurra plena de felicidad en ese hermoso paraje.
Abrazo enorme con todo mi cariño.
Marina cuanto me alegro por tí y los tuyos... Ves porqué es bueno limpiar las energías de pesimismos, lo que veías cada vez más lejos, en realidad no lo estaba. Ahora si que hiciste bien lanzando esa protesta y enojo al aire, que el universo supiera que estabas enojada y necesitabas verlos...
BorrarAunque casi nunca falla esa metodología (por así decirlo), aún no dejan de sorprenderme esos resultados. Que bueno que se vean más a menudo de ahora en adelante.
Abrazos a tu hermoso Ser.
¡Hola, Harolina! ¡Qué belleza de fotos! Aunque la que más me han gustado son los dos arcoiris, el del cielo y tu subida al árbol.
ResponderBorrarPues fíjate que en España no se ha podido ni pasear por los parques hasta hace cuatro días.
Lo de las mascarillas es otro cantar. Yo reconozco que me niego a usarla en la calle, no he encontrado ningún argumento que me convenza. Si el contagio es por las "gotitas" de tos o al estornudar, de toda la vida de Dios, cuando uno tose o estornuda se tapa la boca. Cuando ando lo hago con la boca cerrada y no suelo acercarme a nadie a menos de dos metros. Sinceramente, pienso que la obligatoriedad de su uso en la calle es más por los contratos que el gobierno ha firmado en este tiempo y que obligan a las empresas a fabricar no sé cuántos millones de mascarillas durante seis meses. Hay que dar salida al stock... Y eso sin entrar en que casi nadie la usa bien, o la llevan en la barbilla o debajo de la nariz o colgada del brazo, de la oreja...
En fin, al final es como todo, será la presión de grupo y el paso de los días lo que vaya encauzando en el sentido común la situación. Porque tan peligroso es ser descuidado, como vivir obsesionado con el virus. Un fuerte abrazo!!
Ja, ja, que hombre tan galante eres David, mil gracias por ese bello piropo, pero fíjate que si nos vamos a las emociones que sentí al subir al árbol y permanecer un buen rato ahí, bien pudiera ser que mi aura fuera en ese momento un bello arcoiris, así que agradezco tu genial comentario, me hace feliz visualizarlo así.
BorrarLo que comentas del uso de la mascarilla creo que en parte llevas razón, incluso ahora han salido hasta asociaciones de fabricantes y vendedores de mascarilla protestando porque no se las han comprado a ellos, pero por Dios, ¿de donde salieron esas asociaciones si las mascarillas no eran de uso generalizado?
Me has hecho reir mucho con esa forma que describes de llevar las mascarillas, pues aquí tambien lo he visto, sobre todo en la barbilla, y es como dices al final, precisamente le comentaba eso hoy a la esposa de mi padre, no es bueno tomárselo muy a la ligera y salir a abrazar y besar a todos, pero tampoco tratarlos como si todos fueran leprosos o zombis, uno toma sus precauciones según le dicte su intuición, sin entrar en pánico ni llevarse de todo lo que se dice.
Gracias David por tu tiempo, con todos tus compromisos literarios, además de todos los cotidianos y de familia, vale oro tenerte por aquí. Te envío un cálido abrazo. Sigue cuidándote mucho.
Oh, el placer de ver el árbol de frangipani en tu foto ... me recuerda estar en la isla de Bali. Flores extravagantes en Bali se utilizan para las ofrendas. Eres bueno escalando ... Me sorprende verlo.
ResponderBorrarHimawan Sant, bienvenido al blog, muchas gracias por la visita y las huellas que deja.
BorrarMe satisface que las flores de frangani o plumerias, le recuerden esa famosa isla, la cual nunca he visitado pero he escuchado de su belleza y tradiciones.
Gracias también por las palabras del final.
Mis respetos a su maravilloso Ser.
¡Hola, mi querida Harolina!
ResponderBorrarQué lindas fotos nos traes hoy y qué linda y valiente tú sobre ese árbol. Tienes toda la razón en que dejar de hacer cosas nos va limientando más cada vez. Hay que procurar no perder habilidades, en ningún ámbito, siempre y cuando no supongan un riesgo. ¡Bien por tí y tu espíritu travieso! jajajaja.
Qué bien te entiendo cuando dices que odias la mascarilla. Yo hay ocasiones en que me la quitaría en plena calle, la tiraría al suelo y saltaría sobre ella como una poseída. Me conformo con pensarlo solamente, no sea que me gane el título de loca además de asfixiada jajajaa. En fin, esperemos que pronto pase este calor tan grande y el tema sea más llevadero.
Me alegro infinito de que disfrutes de ese maravilloso parque en el que tan fácil y placentero resulta el contacto con la Naturaleza. Es un verdadero regalo, no hay duda :)
¡¡Un abrazo enoooorme, querida amiga!!
Julia querida, que gusto tenerte por aquí y recibir tus bellas palabras.
BorrarMe has hecho reir de lo lindo con eso de quitarte la mascarilla de un tirón y pisotearla como una poseída, ja, ja, que ganas no me faltan de hacerlo a mi también, ja, ja.
Al menos a ti te queda el consuelo de que el calor se va, aqui es eterno, solo se refresca en enero y febrero...
Gracias amiga, valoro infinito tu brecha de tiempo para darme el gusto de leerte, quería compartirlo contigo, que me vieras sobre ese árbol, dándome aires de juventud, ja, ja.
Sigue cuidándote y disfrutando del tiempo de verano, que sé que te encanta.
Te dejo un fuerte abrazo querida y los deseos de que esto pase y vengan días mejores. Besos.